jueves, 31 de octubre de 2013

La gallina reúne a los pollitos bajo sus alas

«Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte» Él contestó: «Id a decirle a ese zorro: Hoy y mañana seguiré curando» (Lc 13, 31).
Jesús, y ahora… Herodes. ¡Es un animal! ¿Por qué permites que haya gente así? Por una frivolidad mandó degollar al Bautista, al ¡mayor nacido de mujer! Luego, en la Pasión se reirá de Ti, te ridiculizará vistiéndote con una túnica brillante, y toda su corte le seguirá la gracia. Es la carcajada cobarde de los miedosos. Le hizo muchas preguntas, pero Él nada le respondió (Lc 23,9). Tu silencio. Jesús, no puedes hablar ni con los frívolos, ni con los impuros, porque no pueden oírle. Antes tienen que limpiar su corazón.
·        Para escuchar a Jesús tengo que limpiar los conductos auditivos del alma. Es decir, darme una buena confesada.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a los pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido! (Lc 13, 34).
Jesús, ahora como entonces, te duele en el alma, te quejas, por la indiferencia de los hombres. Engendré hijos y los encumbré; ellos sin embargo me despreciaron. El Buey reconoce a su dueño; y el asno el pesebre de su amo pero Israel no me ha reconocido ni mi pueblo me ha comprendido” (Isaías 1,2). Jesús, yo si quiero estar bajo tus alas, siempre contigo
·        Lo que más duele es la indiferencia de los seres queridos. ¿Soy indiferente?

Propósito: Querer de verdad.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Yo soy la puerta

Uno le preguntó: Señor, ¿serán pocos los que se salven? Jesús les dijo: Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán (Lc 13, 22-24).
Jesús, vaya preguntita más indiscreta o al menos impertinente. Al que la hizo habría que darle el premio tonto del año y después hacerle bolita. Jesús, Tú has venido al mundo porque quieres que todos los hombres se salven (1 Tim 2,4), pero también cuentas con mi libertad: Muchos intentarán entrar y no podrán. Jesús, con tu ayuda yo quiero ser de esos que entran por la puerta estrecha.
·        Dile a Jesús que estás dispuesto a adelgazar para entrar por la estrecha. Pero, ¿adelgazar de qué?
Entrad por la puerta angosta, porque amplia es la puerta y ancho el camino que conduce a la perdición y son muchos los que entran por ella (Mt 7,13-14). 
También nos lo cuenta San Mateo: junto a la puerta estrecha hay otra ancha que lleva a la perdición. Jesús, la única puerta que merece la pena eres Tú: Yo soy la puerta; si alguno entra a través de Mí, se salvará (Jn 10,9). Viviendo tu Vida en mi vida, a través de Ti, por la puerta estrecha.
·        Piensa y háblalo con Él si estas luchando seriamente por vivir en gracia y si estás haciendo apostolado.

Propósito: adelgazar.

martes, 29 de octubre de 2013

¿Mostaza o Ketchup?

En aquel tiempo, Jesús decía: ¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma (Lc 13, 18).
Jesús, eso del grano de mostaza me suena a hamburguesa con mostaza, pepinillo y mucho ketchup. Ya sabes lo mucho que me gustan las hamburguesas. ¡Me vuelven loco! El Reino de Dios (...) se parece a un grano de mostaza... Jesús, yo me imagino el Cielo como una gran cocina, todo gratis, rodeado de las personas a las que más quiero: mis papás, mis amigos y sobre todo, contigo. ¡Qué bien se está contigo! ¡Qué nunca te deje!
·        Imagínate cómo es el Cielo. Quizá prefieras pizza o sushi.
Y añadió: ¿A qué compararé el Reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta (Lc 13, 21).
Y en el Cielo, además, tu Madre, la Virgen Santísima, como es una gran repostera, nos preparará postres exquisitos: selva negra, tartas del paraíso, cheesecake estilo Nueva York, tres leches... Pedirá la colaboración de los bienaventurados para hacer huesitos de santos, cabello de ángel... Jesús, ¡qué bien se estará contigo en el Cielo! Jesús, ¡qué bien se está contigo en la tierra!
·        Pide a Jesús que tu vivir en la tierra sea ya un anticipo del Cielo.

Propósito: ir al Cielo acompañado, hacer apostolado.

lunes, 28 de octubre de 2013

Santos Simón y Judas. Jesús, ¡Cuenta conmigo!

En aquellos días salió al monte a orar y pasó toda la noche en oración a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y de entre ellos eligió a doce, a los que denominó apóstoles (Lc 6, 12-13).
No eran los más guapos, ni los más inteligentes, ni los más fuertes, ni los más valientes... Eran eso, los elegidos por Jesús para ser sus amigos. Llamó a los que él quiso, (...) para que estuvieran con Él (Mc 3, 13-14). Jesús, a cada uno le llamas por su nombre y quizá también me llamas a mí.
·        Pregunta a Jesús si te necesita, por si acaso…
Simón, a quien también llamó Pedro, y a su hermano Andrés, a Santiago, a Juan, (…) a Santiago de Alfeo, a Simón, llamado Zelotes, a Judas de Santiago y a Judas Iscariote, que fue el traidor (Lc 6, 14-16).
Hoy es la fiesta de dos de tus apóstoles Simón, llamado Zelotes, y Judas de Santiago, los últimos de la lista. No tienen ni fiesta propia. Son los últimos de la lista y los pobres deben conformarse hasta con compartir celebración. Es como cuando se hacen equipos, te dejan para el final y te meten en un lote: y esos dos para ti... No destacaron por sus condiciones: Simón el Cananeo no abrió la boca en todo el evangelio y a Judas Tadeo le tocó llevar el mismo nombre que el traidor. Eran talentos medios, muy normales, como yo. Pero el Señor al llamarlos, les transformó. Yo también soy talento medio.
·        Jesús, ¿te sirve un talento medio?

Propósito: estar atento a la llamada.

domingo, 27 de octubre de 2013

Negociad mientras vuelvo…

Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez talentos (Lc 19, 12-13).
Jesús, me recuerdas a mi mamá, que es un poco repetitiva, pero en el fondo es una santa. La pobre no hace más que repetirme aquello de los talentos, sobre todo cuando llegan las notas: —que si no me esfuerzo lo suficiente, —que si yo quisiera, —que si los sacrificios que hacen para que no me falte de nada... Lo peor es que tiene toda la razón del mundo: ¡Tengo talento! Jesús, me has dado tantos talentos: simpatía, inteligencia, regate, buen humor… ¡algo tendré que hacer! ¿No?
·        Habla con Jesús. Dile que pones todo tu talento a su servicio.
Repartió diez talentos, diciéndoles: Negociad mientras vuelvo (Lc19, 13)
El Negociad mientras vuelvo me suena al cartel que a veces pone el peluquero en la puerta: Enseguida vuelvo; estoy almorzando. Jesús, me has dado un tiempo limitado. No sé cuánto durará mi vida: 100 años, 2 meses, más un día… Quisiera que el día que regreses te pongas muy contento por el buen negocio que has hecho conmigo y me digas: Muy bien siervo bueno y fiel… (Lc 19,17).
·        ¿En qué cosas me está pidiendo Dios que me esfuerce más?

Propósito: esforzarme en serio.

sábado, 26 de octubre de 2013

Un Dios que no se entiende, porque es mucho más

Se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque acabaron así? (…) Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé (Lc 13, 1-2.4).
Jesús, me da alegría comprobar que estabas al día. Aquello de la torre y lo de los galileos asesinados era el tema de conversación de todos. No estabas al margen de los acontecimientos de tus contemporáneos, como ahora tampoco estás al margen de lo que sucede: la liga de fútbol, la moda…
·        Comenta con Jesús la noticia del día, lo que más te haya im­presionado; también puede ser de fútbol.
¿Pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no (Lc 13, 4).
Jesús, ¿por qué existe el mal? ¿Por qué mueren niños inocentes? Si eres todopoderoso, ¿por qué no nos ahorras tanto sufrimiento, tanto dolor?... Es un misterio. La explicación debe ser parecida, digo yo, a cuando llevamos a mi hermano al pediatra. Nada más ver la bata blanca se pone a llorar pues sabe lo que le espera: ¡otra vacuna! Por mucho que se le diga que el médico es bueno, patatín patatán, no lo entiende. No lo puede entender. ¿No será, Jesús, que de vez en cuando me pones una vacuna?
·        Jesús, que no te eche la culpa de todo lo malo que pasa.

Propósito: no reclamarle a Jesús.

viernes, 25 de octubre de 2013

A mal tiempo, buena cara

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos», y así sucede. Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno», y lo hace (Lc 12, 54-55).
Jesús, eres un experto, lo haces mejor que el hombre del tiempo de la tele… Jesús, también en mi alma la climatología es variable y según los días me encuentro con chaparrones, tormentas, a veces huracanes, otras veces tiempos de bochorno, de aridez... ¡tengo de todo! Los chaparrones son las lluvias de gracia que habitualmente me concedes: la paz, la alegría de saberme hijo de Dios, sentir tu cercanía. Pero cuando llegan las tormentas de las tentaciones o se desatan los huracanes de mis pasiones me asusto. ¿Por qué lo permites? ¿No me arrastrará la fuerza del viento? ¿No me perderé? Tampoco me gustan nada los tiempos de sequía y de aridez. Son momentos en los que mi alma está muy seca y pienso que eso de rezar no vale para nada.
·        Dile: al mal tiempo buena cara y al buen tiempo, mejor cara.
Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? (Lc 12, 56).
Jesús, perfecto Dios y perfecto Hombre. Eres el Hombre del tiempo, pero sobre todo también Dios del tiempo y en cada momento envías a mi alma lo que más le conviene, aunque yo no lo entienda. Que no deje arrastrar por mis estados de ánimo.
·        Pídele que tu ánimo no dependa de la climatología interior.

Propósito: luchar por ser estable de ánimo.

jueves, 24 de octubre de 2013

¡Fuego he venido a traer a la tierra!

Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda? (Lc 12, 49-53).
San Josemaría al meditar estas palabras escribía: Aún resuena en el mundo aquel grito divino: «Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda?» -Y ya ves: casi todo está apagado... ¿No te animas a propagar el incendio? (Camino 801). Jesús, qué pena. Sitios, familias, personas, donde antes ardía el Fuego de tu Amor... ahora están apagados, fríos o, lo que es peor, templaditos, entibiados. Ojalá fueras frío o caliente! Y así, porque eres tibio, y no caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca (Apoc 3, 16- 17). Jesús que me entere de una vez: ser cristiano supone amar ardientemente a Dios y a los demás, supone propagar el incendio.
·        ¿Estoy tibio?... Consulta Camino 331.
En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres. (...) Se dividirán el padre contra el hijo.
Jesús, nunca pensé que esto del 3+2 ó 2+3 fuera tan evangélico. Tres contra dos y dos contra tres... Ahora, ya sin bromas, te pido, Jesús, por mi familia. Cuando me entero de familias que se rompen sufro mucho y pienso en la mía. Jesús, que en mi familia nunca haya divisiones; que mis padres se quieran de verdad; que se sepan perdonar; que yo sea buen hijo, buen hermano; que también sepa perdonar.
·        Rezar a diario por mi familia.
Propósito: consultar nº 311 de Camino, por si acaso.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Soy Templo del Espíritu Santo

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete (Lc 12, 39-48).
Mi alma es una casa, pero no es una casa cualquiera, es el Templo del Espíritu Santo. Jesús, que además de habitante eres el arquitecto y el decorador; has enriquecido mi alma con la Fe, con preciosas colecciones de virtudes, con los dones del Espíritu Santo... Los ladrones, que lo saben, merodean por los alrededores buscando por dónde entrar. Lo intentan a través de los ojos por medio de imágenes sucias; a través de los oídos cuando admito críticas o chismes; a través de la boca cuando hablo mal de alguien. Lo intentan pero no lo consiguen, porque el dueño de la casa está vigilante. Jesús, nunca robarán lo que te pertenece.
·        La mejor compañía de seguridad: mi Ángel Custodio. Háblale.
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá (Lc 12,48).
Vida, salud, familia, Iphone, abuelos, colegio, play stationdos piernas, amigos, regate, mi perro, simpatía, tu Madre Santísima... tantas cosas. Jesús, me has dado tantas cosas solo por mi cara bonita, hasta la cara bonita. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá. Y yo ¿Qué te doy?: mi ratito de oración, mi tiempo de estudio, mi ayuda en casa... ¿Qué más, Jesús? ¿Qué más te puedo dar?
·        Pregunta a Jesús que más le puedes dar…

Propósito: darle mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón.

martes, 22 de octubre de 2013

Dichoso el que espera al Amado

Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame (Lc 12, 35-36).
Cuando era pequeño, más pequeño todavía (no te rías de mi), a veces, yo y mis hermanos (sí ya sé el burro siempre por delante) antes de irnos a la cama, recién bañados y con el pijama puesto, esperábamos con ilusión junto a mi mamá el regreso de papá. A veces tardaba pero no por eso nos cansábamos. Cuando oíamos el carro o el ruido de las llaves, corríamos como locos a abrirle la puerta, darle besos, colgarnos de su cuello. Jesús, es así como quiero preparar mi alma cada vez que te me acercas en la Comunión y en la Confesión. ¡Con muchas ganas de estar contigo!
·        ¿Cómo me preparo por dentro y por fuera para recibir a Jesús?
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: (...) Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos (Lc 12 37-38).
Dichosos al cuadrado o mejor elevado a la n: (dichoso)dichosisisísimos. Jesús, eres como las novias, te encanta hacernos esperar, nos tienes en vela día y noche. Y cuando menos lo espero en la oración te metes a raudales en mi alma y me llenas de tus luces. ¡Ha valido la pena la espera! ¡Merece la pena esperar a Jesús!
·        Reza despacito la Comunión Espiritual.

Propósito: repasar mates ¿qué es eso de elevado a la n?

lunes, 21 de octubre de 2013

Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón

Un hombre rico tuvo una gran cosecha. (...) Y se dijo a sí mismo: «Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años: túmbate, come, bebe y date buena vida» (Lc 12, 16.19).
Jesús, el papá de un amigo tiene un carrazo, un BMW último modelo. Cuando lo lava, utiliza botellas de agua mineral para, dice él, no rayar la pintura. Creo que se pasa un pelo. Lo que en el fondo le pasa es que en él se cumple aquello de Donde está tu tesoro allí estará tu corazón. Por eso me recuerda al hombre de la parábola. Se ha hecho esclavo de sus bienes y aunque se diga túmbate, come, bebe y date buena vida, no es capaz, pues siempre querrá tener más y más y más… ¡Qué agobio!
·        No dejarme esclavizar por los videojuegos, internet...
Pero Dios le dijo: «Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?» Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios (Lc 12,20).
Como aquella señora sorda que preguntó en el funeral si el difunto había dejado mucho... Todo, señora; lo ha dejado todo. Y entonces ¿de qué sirve acumular tantas riquezas? Jesús, solo merece la pena invertir en Bonos del Tesoro, pero del Tesoro en el Reino de los Cielos Amontonad en cambio tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre corroen, y donde los ladrones no socavan ni roban. Porque donde está tu tesoro allí estará tu corazón (Mt 6, 20-21). ¡Merece la pena!
·        Jesús, que ponga mi corazón sólo en Ti.

Propósito: no ser tan apegado a las cosas.

domingo, 20 de octubre de 2013

Sin ídolos, santamente tozudo

Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres (Lc 18,2).
Jesús, ese pobre hombre, mucho juez y todo lo que quieras, pero era un egoísta de pies a cabeza. No le importaba nada ni nadie, solo su bienestar. Su religión era su estómago o más abajo. Y es que cuando se vacía el Cielo de Dios se llena la tierra de ídolos: dinero, salud, sexo, éxito. En plan intelectualoide tendría teorías para justificar su ateísmo. Y el pobre, al alejarse de Dios, poco a poco, quizá sin pretenderlo, también se fue alejando de los hombres. Jesús, para poder amar de verdad a todos tengo que estar cerca de Ti, quererles como Tú les quieres, con tu corazón.
·        Y para querer de verdad a Dios hay que estar en gracia. ¿Estás confesado?
Ya que esta viuda está molestándome, le haré justicia, para que no siga viniendo a importunarme (Lc 18,2).
Jesús, con esta parábola me dices que te gustan los tipos que como yo te dan la lata, que insisten en sus peticiones. San Josemaría escribió: La primera condición de la oración es la perseverancia; la segunda, la humildad. —Sé santamente tozudo, con confianza. Piensa que el Señor, cuando le pedimos algo importante, quizá quiere la súplica de muchos años. ¡Insiste!..., pero insiste siempre con más confianza (Forja 535).
·        ¿Persevero en mis peticiones o tiro la toalla?

Propósito: dar la lata.

sábado, 19 de octubre de 2013

El Espíritu Santo hablará por vosotros

Todo el que me confiese ante los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará ante los Ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los Ángeles de Dios (Lc 12, 8-9).
Jesús, hay momentos en los que se me pasa por la cabeza hacerme budista, narcisista o de cualquier otra religión. Lo que sea, menos cristiano... ¡Cómo cuesta ser cristiano! Es sobre todo, cuando en mi grupo de amigos, que son buenos en el fondo, hay alguno que se quiere hacer el gracioso y critica a la Iglesia o al Papa. Pobrecito; lo único que hace es repetir la última tontería que ha visto en la TV. Entonces me acuerdo de la traición de San Pedro, que te negó… rezo por mi amigo y con cariño le dejo las cosas claras: eso sí, antes de que cante un gallo, no vaya a ser que…
·        Lo de Budista o Narcisista ni de broma: todo lo que vale, cuesta.
No os preocupéis de cómo defenderos, o qué tenéis que decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquella hora qué es lo que hay que decir” (Lc 12, 11-12).
San Josemaría, como todos los Santos, acudía mucho al Espíritu Santo pidiéndole inspiración. En la sala donde recibía las visitas hizo poner un rótulo con una inscripción en latín que traducida dice: Señor, pon en mi boca palabras acertadas.
·        Señor pon en mi boca palabras acertadas y cosas ricas de comer.

Propósito: hacerme más amigo del Espíritu Santo.

viernes, 18 de octubre de 2013

San Lucas: María guardaba estas cosas en su corazón

Ya que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares (Lc 1,1-3).
Jesús, San Lucas es un ¡crack! Es un hombre concienzudo, acostumbrado a ir hasta el fondo de las cuestiones. No en vano es médico, el Médico amado le llama cariñosamente San Pablo. Sus historias clínicas debían ser exhaustivas: ¿Alergias? ¿Le dió la rubeola?... Pero sobre todo Lucas es el evangelista de la infancia de Jesús. Seguro que pasó largas horas escuchando a la mejor testigo ocular: María. ¿Y cómo fue lo del Ángel?... ¿Y entonces qué te dijo tu prima?... ¿Y lo de los Magos?... ¿Y qué es lo que guardabas en tu corazón?
·        Como Lucas haz tú una entrevista a María: ¡pregúntale todo!
Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido (Lc 5,20).
Venga Pe-Lucas, le diría la Virgen bromeando, deja de comprobarlo todo exactamente com-prueba lo rico que me ha quedado esta comida. A ver, ¿qué te ha inspirado hoy el Espíritu Santo? Y el listo de Lucas leyó: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo… (Lc 1, 28). Y Ella se sonrojó al oír esas palabras.
·        Recuerda a María los momentos más bonitos de su vida y terminas.

Propósito: rezar por todos los médicos y felicitarles por hoy.

jueves, 17 de octubre de 2013

Las llaves del saber

¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas, después que vuestros padres los mataron! (Lc 11, 47).
Jesús, no te dejabas llevar por lo políticamente correcto. Muchas veces, Jesús, a mi me mata el miedo al qué dirán y entonces dejó de decir algo o me calló, o lo que es peor digo aquello que pienso que los demás quieren oir para seguirles la corriente. Y acabo siendo carreta. Jesús, que aprenda de Ti a no ser un queda-bien, carreta o un cobarde.
·        Cuéntale a Jesús las situaciones en las que caes al ser medio carreta o queda-bien.
¡Ay de vosotros, maestros de la Ley, que os habéis quedado con las llaves del saber! (Lc 11, 52).
En varias ocasiones, en la clase de Reli, el profesor nos ha dicho que el peor enemigo de la Fe es la ignorancia. Y siempre nos recuerda que esta era una idea que repetía San Josemaría. Jesús, de entrada te digo que yo no me creo ignorante pero luego a la hora de la verdad para defender la Fe no sé qué responder, o si alguno dice que recemos el Angelus me hago el loco porque no me lo sé de memoria.
·        Por cierto ¿te sabes de memoria las oraciones básicas: bendición de la mesa, Angelus, la oración al comenzar y al terminar un rato de oración?

Propósito: aprenderme de memoria lo que no me sé.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Lo primero es el Amor de Dios

¡Hay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! (Lc 11,42).
¿Qué es más importante, la letra o el espíritu de la letra? ¿Las legumbres o el Amor de Dios? Es lo que les pasaba a los fariseos: se quedaban solo en las legumbres, en cumplir la letra; eso sí, pero para que les viera todo el mundo. ¿No me pasará un poco lo mismo? ¿No seré yo también un tanto hipócrita? Si eres valiente y quieres saberlo contesta al TEST del HIPÓCRITAa) ¿Rezo igual, aunque nadie me vea?/ b) ¿Ayudo a los demás, sin que lo noten?/ c) ¿Hago favores?/ d) ¿Alguna vez me avergüenzo de ser cristiano?/ e) ¿Ayudo al necesitado, aunque me provoque rechazo?
·        Primero es Dios, lo segundo es Dios y lo tercero es Dios. ¿Es así en mi vida?
¡Hay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! (Lc 11,43).
Jesús, he superado el primer TEST y ¡no soy Hipócrita! Pero ahora viene la 2ª parte, el TEST del FARISEO. Ánimo y contesta: a) ¿Protesto cuando no tengo un buen sitio en el carro, en la mesa o viendo la TV?/ b) ¿Busco que hablen de mí a toda costa?/ c) ¿Me enojo cuando nadie me llama o no cuentan conmigo?/ d) ¿Me gusta ser el centro de atención?
·        Jesús, ni Fariseo ni Hipócrita… ¡Que sea hijo de Dios!…

Propósito: ni fariseo ni hipócrita.

martes, 15 de octubre de 2013

Yo soy la puerta

Uno le preguntó: Señor, ¿serán pocos los que se salven? Jesús les dijo: Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán (Lc 13, 22-24).
Jesús, vaya preguntita más indiscreta o al menos impertinente. Al que la hizo habría que darle el premio tonto del año y después hacerle bolita. Jesús, Tú has venido al mundo porque quieres que todos los hombres se salven (1 Tim 2,4), pero también cuentas con mi libertad: Muchos intentarán entrar y no podrán. Jesús, con tu ayuda yo quiero ser de esos que entran por la puerta estrecha.
·        Dile a Jesús que estás dispuesto a adelgazar para entrar por la estrecha. Pero, ¿adelgazar de qué?
Entrad por la puerta angosta, porque amplia es la puerta y ancho el camino que conduce a la perdición y son muchos los que entran por ella (Mt 7,13-14). 
También nos lo cuenta San Mateo: junto a la puerta estrecha hay otra ancha que lleva a la perdición. Jesús, la única puerta que merece la pena eres Tú: Yo soy la puerta; si alguno entra a través de Mí, se salvará (Jn 10,9). Viviendo tu Vida en mi vida, a través de Ti, por la puerta estrecha.
·        Piensa y háblalo con Él si estas luchando seriamente por vivir en gracia y si estás haciendo apostolado.

Propósito: adelgazar.

Santa Teresa: Determinada determinación

Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla (Mt, 11,25-26).
Jesús, hoy celebramos a una gran Santa: Santa Teresa de Ávila o mejor, Santa Teresa de Jesús, que me gusta más. Es por aquella aparición que tuvo al pie de las escaleras del Convento de la Encarnación. Bajaba la Santa y se encontró con un niño pequeño que le pregunta: ¿Tú quien eres? Yo Teresa de Jesús; ¿Y tú?, le preguntó Teresa. Y el Niño le contestó: Yo Jesús de Teresa.
·        Dile a Jesús que tú también, como Santa Teresa, quieres ser suyo.
Sí, Padre, así te ha parecido mejor (Mt, 11,26).
De la boca de los niños y de los santos salen grandes verdades; Santa Teresa escribió: Importa mucho, y el todo, una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabájese lo que se trabajare, murmure quien murmurare, siquiera llegue allá, siquiera se muera en el camino o no tenga corazón para los trabajos que hay en él, siquiera se hunda el mundo, como muchas veces acaece con decirnos: «hay peligros», «fulana por aquí se perdió», «el otro se engañó», «el otro, que rezaba mucho, cayó»… (Camino de perfección, cap. 21, 2).
·        Pide a Jesús una determinada determinación de no parar.

Propósito: hacerme amigo de Santa Teresa.

lunes, 14 de octubre de 2013

De perdidos al río… al retiro

Habiéndose reunido una gran muchedumbre, comenzó a decir: Esta generación es una generación perversa; busca una señal y no se le dará otra sino la señal de Jonás (Lc 11, 29-32).
Jesús, que bonita la historia de tu gran amigo Jonás. Era lo que ahora llamamos un profeta menor, no por la altura, ni por peso, sino porque escribió poco. El caso es que escapando de cumplir la voluntad de Dios, —como yo, fue engullido por un pez enorme. Allí dentro, un sitio calentito, tranquilo, silencioso hizo su curso de retiro de 3 días. Se dio cuenta de lo mucho que Dios le quería. Volvió cambiado, irreconocible, feliz. Se puso a hacer apostolado y convirtió a toda la ciudad: Nínive. Jesús, que me decida hacer un curso de retiro.
·        ¿Te puedes apuntar aún para hacer un curso de retiro? Averígualo.
La reina del Mediodía se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los extremos de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón (Lc 11, 29-32).
La Reina de Saba y Salomón y los Reyes Magos y Moisés y los once hermanos de José, y la Burra de Balaám, y Noé y la hija de Jairo y Abrahám y Jonás y la Magdalena, y… tantos personajes bíblicos, me tienen envidia ¿Por qué? Por poderte recibir en la Eucaristía, Jesús mío. ¿Me doy cuenta? ¿Lo aprovecho? ¿Lo valoro?
·        Sigue por tu cuenta diciéndole a Jesús que le quieres recibir muy bien en la Comunión.

Propósito: Apuntarme al próximo curso de retiro.

domingo, 13 de octubre de 2013

Id a los sacerdotes

Vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: –Jesús, maestro, ten compasión (Lc 17, 11-13).
Hoy apenas hay lepra y además es una enfermedad que se cura. Pero entonces era algo terrible que desfiguraba el rostro: se quedaban, poco a poco, sin nariz, sin orejas, sin labios, sin párpados... La gente, al ver leprosos huían horrorizados. Pero Jesús no. Jesús, Tú les acoges, les tocas: Al verlos, les dijo: –Id a presentaros a los sacerdotes. Jesús, los pecados, mis pecados son como lepra en el alma. La imagen de Dios que llevo dentro se va desfigurando. Id a los sacerdotes, me dices y es ahí donde te encuentro y me limpias: Y mientras iban de camino, quedaron limpios.
·        ¿Tengo concretado un día y una hora fija a la semana para confesarme?
Uno de ellos, (...) se volvió alabando a Dios. (…) ¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve ¿dónde están? (Lc 17, 15-17)
Jesús, echas en falta el agradecimiento de los otros nueve. Por eso: Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. Porque te da esto y lo otro. Porque te han despreciado. Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes. Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta (…). Dale gracias por todo, porque todo es bueno (Camino 268).
·        Como dice el refrán: Es de bien nacidos ser agradecidos.

Propósito: Ser agradecido con Dios.

sábado, 12 de octubre de 2013

Nuestra Señora del Pilar: Ruega por nosotros

El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado.
Cuando los Apóstoles se repartieron el mundo entonces conocido, al Apóstol Santiago le tocó en suerte el sitio más lejano, el fin del mundo: Finis Terrae. Pobre Apóstol, desanimado, lloroso, repetía a orillas del Ebro: —¡Qué brutos son los hispanos, pero qué brutos…! No hay manera; si lo sé, no vengo. Y en esto, recibe la visita de la Virgen, que encima de un pilar, de una columna, la Virgen del Pilar— le anima: —Hijo del Trueno, sigue, no te canses de mis hijos hispanos; que lo que tienen de brutos lo tienen de buenos. Muy bien, seguiré solo un poco más, dijo Santiago. Y por eso estamos aquí tú y yo, gracias a que desde España nos trajeron la FE.
·        Pide por España y todos sus habitantes para que quieran mucho a Jesús y a la Virgen.
Pero Él replicó: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan (Lc 11, 27-28).
Hoy, fiesta de la Virgen del Pilar, se ha organizado un concurso Open de piropos a nuestra Madre. El 1º participante es el mismísimo Arcángel San Gabriel: Llena eres de Gracia, el Señor es contigo (bastante bien). Santa Isabel: Bendita Tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (muy bien). Pero el ganador es Jesús: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan.
·        Sigue por tu cuenta diciéndole piropos a la Virgen.

Propósito: Decirle muchos piropos a la Madre de Dios.

viernes, 11 de octubre de 2013

Jesús, siempre contigo

El que no está conmigo, está contra mí (Lc 11, 23).
No caben las medias tintas. Jesús, en esto de ser cristiano no vale las mediocridades; hay que involucrarse, implicarse, darse color. O contigo, Jesús, o contra Ti. Qué absurdo cuando oigo: yo soy cristiano pero no practicante. Es como decir: Soy escritor, pero no escribo… Eso es lo peor, un cristiano frío, entibiado. Es horrible ser y no ser, estar a medias. Como aquellos que ven un partido de fut entre el Barça y el Madrid, y cuando les preguntas ¿con quién van?, te contestan que van con el fut.
·        Jesús, ¿te he dejado alguna vez solo? ¿En qué situaciones soy un tibio?
El que no recoge conmigo, desparrama (Lc 11,23).
Jesús, ya me conoces ¿¡Qué te voy a contar!? Sabes cómo soy: mis talentos y mis miserias. No es que no te quiera, sino que a veces… me desparramo. No es que desparrame el agua o la leche del desayuno, sino que me desparramo, me pierdo, me pueden las pasiones, ¡son tan grandes las tentaciones! Pero de las caídas saco impulso. No son fracasos porque al pedirte de nuevo perdón me llevas a recogerme de nuevo en Ti. A partir de ahora contaré más con tu gracia, y aunque soy medio burro, con tu ayuda espero algún día llegar a ser Santo.
·        Pide a Jesús espíritu de recogimiento: recoger la habitación, los libros..., los sentidos para Dios.

Propósito: no desparramarme tanto.

jueves, 10 de octubre de 2013

Reírse de uno mismo

¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará un piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? (Lc 11, 5-13).
Jesús, me encanta y divierte tu buen humor. Sabías des-dramatizar y reírte de las situaciones, ¡no de las personas! Usabas imágenes graciosas, como aquella otra al entrar en Jerusalén: Si estos callaran, las piedras darían voces… (Lc 19,40). ¿Contabas chistes? ¿Sabías imitar? Seguro que sí, para hacer reír a alguno de los apóstoles que a veces se lo tomaban todo muy en serio, o quizá estaban un poco cansados. Jesús, que aprenda de Ti a tener buen humor, que no ande tan estresado o de malas.
·        Jesús ¿Quieres que te cuente un chiste? Aunque es terrible, no te importa ¿verdad?
Hombres de Galilea, ¿Qué hacéis mirando el Cielo (Act 1,11)
¿Y los ángeles, tienen buen humor? Parece que sí: después de la Ascensión, unos ángeles burlones fueron a bromearles a los apóstoles que se habían quedado mirando el cielo. ¿Y los santos? También tienen buen humor: Un santo triste es un triste santo (San Francisco de Sales); Dame, Señor, el sentido del humor; dame el saber reírme de un chiste (Santo Tomás Moro); Solo contaba con 26 años, gracia de Dios y buen humor… (San Josemaría).
·        Jesús: dame buen humor, que no sea un estresado o un dramático y me ría de mí mismo.

Propósito: luchar por tener buen humor.

miércoles, 9 de octubre de 2013

¡Porque has sido fiel en lo poco!

Quien es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho; y quien es injusto en lo poco también es injusto en lo mucho (Lc 11, 1-2).
Jesús, me contaba un amigo que le impresionó una visita que tuvo su papá. Y lo que lo había impresionado no era porque fuera un gran profesional o el carrazo en el que llegó, me decía: Lo que realmente me impresionó fue que cambió el rollo de papel en el baño… Y yo me acordé de lo que decía un poeta, que los hombres, a lo más que pueden llegar es ser hacedores de cosas pequeñas. Y me imagino que quizá, algún día, con la gracia de Dios oiré aquello de: Muy bien siervo bueno y fiel. Porque has sido fiel en los poco… (Lc 19,11), porque cambiaste el rollo de papel y arreglaste el cuarto y recogiste la mesa y te hiciste la cama…
·        Dile a Jesús que te ayude a descubrir cómo amarle en las cosas pequeñas.
Dios conoce vuestros corazones; porque lo que parece ser excelso ante los hombres, es abominable delante de Dios (Lc 11,3-4).
Jesús, no hay cosa más absurda que hacer trampas jugando al solitario. Y es que es de tontos eso de engañarse a sí mismo. Jesús, tú me conoces mejor que yo, hasta el último rincón de mi alma, de mi conciencia. Qué no quiera aparentar, dar imagen, que no me engañe y me haga el loco en las cosas pequeñas.
·        Pídele ayuda para hacer todas las noches un buen examen de conciencia.

Propósito: cuidar las cosas pequeñas.

martes, 8 de octubre de 2013

Una sola cosa es necesaria: escuchar a Jesús

Marta le recibió en su casa. Tenía ésta una hermana llamada María que, sentada también a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Pero Marta andaba afanada con los múltiples quehaceres de la casa (Lc 10,38-40).
No era la primera vez que se lo hacía. Marta, convencida de que tenía razón, ya no pudo aguantar más y se quejó. Se puso delante de Jesús, con los brazos cruzados y con voz fuerte dijo: Señor, ¿nada te importa que mi hermana me deje sola en el trabajo de la casa? Dile, pues, que me ayude. Un silencio tenso llenó la sala, hasta que tu risa, Jesús, hizo reír a todos: Tranquila, tranquila. Jesús, me encanta que los personajes del evangelio sean tan normales. Como en todas las familias también en Betania había peleas. Pero, muy rápido se les quita el enojo y se piden perdón.
·        En casa, ¿con quién me peleo? ¿Sé pedir perdón y perdonar?
Pero el Señor le respondió: Marta, Marta, tú te preocupas y te inquietas por muchas cosas. En verdad una sola cosa es necesaria.
Jesús, ese Marta, Marta… me gusta mucho. Igualito que cuando mi papá me quiere decir algo en serio. Y me dices que una sola cosa es necesaria: escuchar tus palabras, pues María ha escogido la mejor parte. Si te escucho, si hago oración con el 3+2, ya no tendré más preocupaciones ni inquietudes. Quiero estar siempre cerca de Ti.
·        ¿Estoy, de verdad, escuchando a Jesús en la oración?

Propósito: Escuchar.

lunes, 7 de octubre de 2013

Nuestra Señora del Rosario: Más que Tú, solo Dios

Por eso desde ahora me llamarán bienaventurada (Lc 1, 48).
Miguel de Unamuno, en 1929, durante su destierro en Hendaya (Francia) iba cada día a orillas del mar: leía el evangelio de San Juan y contemplaba nostálgico la costa de su añorada España. Las olas que, incansables, irrumpían en la playa, le recordaban el paso lento de las cuentas de un “Rosario”: un rosario cósmico rezado por el mar. Y es que el Rosario es como el eco de una ola que choca contra la orilla, la orilla de Dios… y otra ola que viene de Dios: Dios te salve María…, una ola viene; Santa María… otra ola va.
·        Jesús: hago el propósito de rezar cada día con más cariño el Rosario.
Porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava (…) ha hecho en mí cosas grandes el Todopoderoso (Lc 1, 48-49).
¿Quién se ha cansado jamás de ver y oír el mar? La vuelta monótona de las olas rompiéndose en espuma blanca en la orilla es una melodía que nunca cansa. El rezo diario del Rosario, la repetida repetición de palabras de amor a nuestra Madre, nunca cansa: Dios te salve, María / las olas vienen; / Santa María, / las olas van. // Dios te salve, María, / rezan las olas; / Santa María, reza la mar. // Dios te salve, María, / es el Rosario, / Santa María, / sin acabar. // Gloria al Padre; un punto / sonríe el Padre, / y reza el mundo, /Amén, / y Dios también (Unamuno, Cancionero. Diario Poético).
·        Dale gracias a Jesús por su Madre.

Propósito: rezar el Rosario con la familia.

domingo, 6 de octubre de 2013

Jesús, ¡Auméntame la fe!

Los apóstoles le pidieron al Señor: –Auméntanos la fe (Lc 17,5).
Jesús, ¡Hay tantas cosas que yo solo no puedo...! No te rías, que ya he crecido y alcanzo a abrir todas las ventanas de mi casa. Jesús, me refiero que a veces me desanimo y pienso que no puedo, que soy un negado: que yo no puedo vencer una tentación o superar un defecto, que las dificultades me sobrepasan y que no tengo remedio, que no sirvo para nada. Es el momento de repetir con fuerza: ¡auméntame la fe!; Jesús que me dé cuenta de que Tú siempre estás a mi lado; que contigo sí que se puede, que me convenza de que Tú eres Dios y a la vez eres Amigo, Hermano y Padre.
·        Dile a Jesús que cosas no puedes (oración, estudio…) para que te ayude.
El Señor contestó: –Si tuvierais fe como un grano de mostaza diríais a este moral: arráncate y plántate en el mar y os obe­decería (Lc 17,6).
Jesús, ¡auméntame la fe!; Y entonces veré como se arrancan de raíz los defectos que estaban profundamente implantados en mi conducta: pereza, envidia, soberbia, sensualidad; y se resolverán problemas insolubles; y se enderezarán situaciones torcidas. Y volveré a tener paz y alegría en mi alma. Porque la fe es capaz de mover montañas. Jesús, ¡auméntame la fe!
·        Pide a Jesús algún imposible, pero que sea para que puedas ayudar a otros.

Propósito: Seguir pidiendo más Fe.