viernes, 28 de febrero de 2014

Mi amor es mi peso

¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer? (Mc 10,2).
Jesús, pero ¿Qué está pasando? ¿Por qué tanta tragedia, tanto dolor? ¿No me pasará a mí también? Jesús, con razón me decía aquel amigo: “Cuando el noviazgo es una comedia (todo vale), el matrimonio acaba en tragedia (ya, nada vale)”. Es en el noviazgo cuando pongo los cimientos, las bases, de lo que después será un hogar luminoso y alegre y no todo vale, no todo se puede... Es tiempo de hablar y hablar. ¿De qué?: decía una abuela: “Si la persona con la que sales, que empieza a gustarte, no tiene fe, entonces no tomes ni café; porque si te enamoras, luego ¿Qué haces?... Compartir amores es compartir valores.
·        Pídele a Jesús ser fuerte para no enamorarte sin pensar bien.
Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre (Mc 10,9).
Juan Pablo II escribió una obra de teatro El taller del orfebre en la que trata de las andanzas de varios matrimonios jóvenes en los que se ha terminado el amor. Un día Ana, una de las mujeres, decide entrar en la tienda para tasar su alianza matrimonial... El orfebre comprueba en la balanza que ¡no pesa nada! Asombrado mira por dentro y encuentra inscrita la fecha de la boda. Lo siento, su anillo no tiene valor, si no está junto al otro. Es lo que decía San Agustín: Mi amor es mi peso.
·        Este año 2014 es el Año de la Familia. Reza por las familias que conoces.

Propósito: rezar por las familias.

jueves, 27 de febrero de 2014

Jesús, Tú eres mi “recompensa”

Cualquiera que os dé de beber un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, en verdad os digo que no perderá su recompensa (Mc 9, 41).
Jesús, soy un cazador de recompensas, como en las películas de vaqueros. Mira, en este mes, no sólo he servido el agua en la mesa, sino que también, he regado los tiestos de mi madre, he lavado el coche de papá, me he hecho la cama todos los días… ¡Tantas cosas buenas! Jesús, ¿qué me he ganado de recompensa...? ¿Sabes una cosa?, pensándolo bien no quiero más recompensa que tenerte a ti, parecerme a ti Jesús, que no te pierda nunca, que no pierda mi Recompensa.
·        Agradece a Jesús tantas cosas buenas y exígele tu Recompensa.
Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino, de las que mueve un asno, y sea arrojado al mar. (Mc 9, 42)
Jesús, ¡qué tonto soy! A veces me da por ser mayor y me pongo a ridiculizar delante de los demás la piedad e inocencia de los niños más pequeños: cuando van a Misa, hacen la Visita, voy, —idiota de mí—, y me río de ellos... Y lo hago sólo para quedar bien delante de mis amigos. Jesús, te pido perdón por si alguna vez he podido escandalizar a alguien, y más si fuera un niño.
·        ¿Evito dar mal ejemplo, el escándalo, especialmente con los niños?

Propósito: ganar la mejor recompensa.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Se hace camino al andar

Maestro hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos prohibido, porque no era de los nuestros (Mc 9,38-40).
Jesús, que mal me suena eso de no era de los nuestros, como si alguien tuviera la exclusividad en el amor a Dios, o ver en otros “la competencia”. Nos lo recuerda San Josemaría: Me decías, con desconsuelo: ¡hay muchos caminos! Debe haberlos: para que todas las almas puedan encontrar el suyo, en esa variedad admirable. ¿Confusionismo? Escoge de una vez para siempre: y la confusión se convertirá en seguridad (Camino 964).
·        Pídele a Jesús un corazón grande y abierto, alérgico a las exclusividades.
Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre si no es por mí (Jn 16,6).
Tantos caminos, tantas veredas: He andado muchos caminos, / he abierto muchas veredas; / he navegado en cien mares / y atracado en cien riberas (A. Machado). ¿Cuál es el mío? ¿Acertaré? No es fácil, ¡hay tantos!: “Cada caminante siga su camino”, nos recuerda el poeta. Jesús, Tú eres el Camino, y seguiré el consejo de San Josemaría: Es preciso atravesar el mundo. Pero no hay caminos hechos para vosotros... Los haréis, a través de las montañas, al golpe de vuestras pisadas (Camino 928).
·        Pregúntale a Jesús con valentía cuál es tu vocación, por dónde te llama Él a caminar.

Propósito: buscar mi camino

martes, 25 de febrero de 2014

Porque los iba instruyendo…

Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque los iba instruyendo (Mc 9,30).
Jesús, ¿de qué les hablabas? ¿Qué les contabas? Me imagino que les hablarías de tu Familia: lo mucho que te quiere tu Padre que está en el Cielo, y del Espíritu Santo que es todo Amor, de tu entrega, pasión y muerte por todos los hombres, pero que luego resucitarías... pero no entendían aquello. Los pobres se mirarían con cara de “baba” y por lo bajo: ¿Pero es, o no es, el Mesías? ¿¡Pues entonces...!? Jesús yo tampoco entiendo tantas cosas: por qué mueren los niños, por qué hay guerras, hambre, dolor... Jesús, háblame, instrúyeme…
·        Dile a Jesús que quieres formarte hasta los 100 años por lo menos.
¿De qué discutíais por el camino? Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante (Mc 9,33-34).
Los discípulos, genio y figura hasta la sepultura. Como yo, que a veces tampoco me entero. Y lo peor es que me lo creo. Pienso que estoy bien instruido, con buena formación, digo, por mi familia, porque asisto a clases de Religión. Jesús, pero no es suficiente… No puedo funcionar así, con los conocimientos de la 1°Comunión. Jesús, necesito conocerte mejor y dejarme formar asistiendo a charlas, círculos, meditaciones, retiros. ¿Por qué?: ¡Porque me da la gana!
·        Amar a alguien es conocerle mejor. Di que le quieres conocer más.

Propósito: conocerle mejor.

lunes, 24 de febrero de 2014

El Maestro está aquí y te llama

Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo (Mc 9,15).
Jesús, ¡lo que hace la Visita al Santísimo! Edith Stein, la que después sería Santa Benedicta de la Cruz, cuenta que de joven estaba llena de prejuicios racionalistas. Un día, paseando con un amigo católico, ella era judía, por la ciudad vieja de Fráncfort: entramos unos minutos en la catedral y, en medio de aquel silencio, entró una mujer con su bolsa del mercado y se arrodilló con profundo recogimiento para orar. Esto fue para mí algo totalmente nuevo. En las sinagogas y en las iglesias protestantes que yo conocía se iba sólo para los oficios religiosos. Aquí, en cambio, cualquiera en medio de su trabajo se acercaba a la iglesia vacía para un diálogo confidencial. Esto no lo he podido olvidar.
·        Jesús, que todos los días vaya a hacerte una “visita”.
En aquellos días, Moisés levantó la tienda de Dios y la plantó fuera, a distancia del campamento, y la llamó «tienda del encuentro». El que quería visitar al Señor salía fuera del campamento y se dirigía a la tienda del encuentro (Ex 33, 7-8).
Jesús, me han explicado que al Sagrario también se le llama Tabernáculo, que significa Tienda del encuentro. ¡Qué alegría! A mí también me gusta el camping: ir por ahí y poner la tienda de campaña. El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo. Pero, ¿por qué no iré más a verte al Tabernáculo? Yo quiero ser como Moisés, pero sin barba.
·        Jesús, iré a visitarte a tu Tienda de Gran Jefe cada día.

Propósito: visitar al Gran Jefe.

domingo, 23 de febrero de 2014

No me seas “rancio”

Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestro enemigos y rezad por los que os persigan, para que seáis hijo de vuestro Padre que está en los Cielos, que hace salir su sol sobre buenos y malos (Mt 5, 43-44).
Jesús, quiero pertenecer a tu familia, ser hijo de tu Padre, ser tu hermano, parecerme cada vez más a Ti. A veces me gusta imaginarme que me invitas a tu casa de Nazaret y la Virgen, “nuestra Madre”, —porque también es mía— nos da de merendar pan con chocolate y dátiles, que me gustan mucho. Y entonces te pido que en vez de dátiles, que engordan, me des, mejor, un corazón como el tuyo, que sepa amar a los que no me quieren y rezar por los que me persiguen.
·        Aprovecha que estás en casa de la Virgen y dile lo mucho que la quieres
Si amáis a los que os aman, ¿qué merito tenéis? (Mt 5, 46).
Jesús, no hay más que una raza en la tierra: la raza de los hijos de Dios, decía San Josemaría. Jesús, a veces veo con malos ojos a uno porque es de otra raza, de otra cultura, de otro país, de otra lengua, o simplemente de otra clase, de otro curso o de otro colegio. Que aprenda a amar a todos, sin hacer “grumos”, “grupos cerrados”. Que tenga amistades bien ventiladas, porque todo lo encerrado acaba oliendo mal.
·        Pedir un corazón grande y bien ventilado.

Propósito: dejar de andar haciendo grupitos.

sábado, 22 de febrero de 2014

Cátedra San Pedro. No prevalecerán sobre ella

Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y el poder del infierno no la derrotará (Mt 16, 18).
El Papa Benedicto XVI sufrió los horrores y la persecución del nazismo en la 2ª Guerra Mundial. Él mismo lo cuenta: La Iglesia había sido, pese a las muchas debilidades humanas, el polo de oposición contra la ideología destructiva de la dictadura nazi; ella había permanecido en pie en el infierno que había devorado a los poderosos gracias a la fuerza proveniente de la eternidad. Nosotros teníamos la prueba: las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella. Sabíamos, por experiencia propia, qué cosa eran las puertas del infierno y podíamos ver también con nuestros ojos que la casa construida sobre roca se había mantenido firme.
·        Pide por el Papa, para que sea piedra, roca, cimiento de la Iglesia.
Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en Cielo (Mt 16, 19).
Jesús, al Papa no le has dado las llaves del carro, o de un chalet en la playa, o la clave para entrar en la compu. Le has dado las llaves de tu Casa, del Cielo. Por eso diré con San Josemaría: Todos con Pedro hacia Jesús por María. Y ahora con la emoción de tener a un Papa latinoamericano, tan bueno, tan sonriente, tan papá.
·        Pide por el Papa y sus colaboradores.

Propósito: rezar a diario por el Papa.

viernes, 21 de febrero de 2014

Vergüenza sólo para pecar

El que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el evangelio la salvará (Mc 8,35).
En 1247 San Simón Stock fue elegido sexto general de los Carmelitas. Como respuesta a sus súplicas de auxilio a su oprimida orden, la Virgen María se le apareció en Cambridge, Inglaterra, el domingo, 16 de julio de 1251. La Virgen se le presentó portando un escapulario en la mano y dándoselo le dijo: toma, hijo querido este escapulario de la orden será como la divisa de mi confraternidad y para ti y todos los Carmelitas un signo especial de gracia; quienquiera que muera portándolo, no sufrirá el castigo eterno.
·        ¿Tengo impuesto el Escapulario? ¿Lo llevo puesto me da vergüenza?
Quien se avergüence de mí y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él (Mc 8,38)
De un soldado fallecido en combate, junto al reloj y le llegó a su familia la medalla escapulario que siempre llevaba puesta. “Quiero que la lleves tú, dijo el padre a otro de sus hijos. -Pero papá, no protegió mucho a mi hermano ¿No crees? -Claro que sí, le contestó el papá, mucho más de lo que te imaginas: Si caes herido y te llevan al hospital, saben que eres católico y te buscan un sacerdote… Fue lo que pasó con tu hermano. Me lo contó una enfermera”.
·        Quien se avergüenza de su madre es un canalla

Propósito: vergüenza sólo para pecar.

jueves, 20 de febrero de 2014

Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?

Por el camino preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos le contestaron: Unos, Juan Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas (Mc 8, 27-33).
Jesús, pues yo he oído todo tipo de tonterías: unos dicen que si eres un extraterrestre, un guerrillero, un hombre bueno, o un mito... Otros que si un aguafiestas. Algunos no saben o no contestan (n.s. ó n.c.). Jesús, qué pena, han pasado 20 siglos y tantos que no saben (n.s.). Tantos que se dicen cristianos y no tienen ni idea, no contestan (n.c.). Funcionan con clichés, caricaturas, eslóganes, lo que han visto u oído en la tele. Nadie ha sabido explicarles, hasta ahora.
·        Dile a Jesús que quieres ser su portavoz (llevar su voz a todos).
Él les preguntó: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Pedro le contestó: Tú eres el Mesías (Mc 8, 27-33).
Jesús, quieres saber mi opinión y me lo preguntas a quemarropa: Y tú Andrés, Mónica,... (pon tu name). ¿Tú, quién dices que soy yo? Venga, no mires atrás, respóndeme... Respuesta: —Jesús, mira mi vida, mis obras son elocuentes: desde que me levanto hasta que me acuesto pienso en ti, sueño contigo. Te lo diré con palabras de San Pedro: Tú eres el Mesías. Tú eres mi salvador.
·        Dile a Jesús, todo lo que piensas sobre Él. Despáchate a gusto.

Propósito: ser portavoz / explicar a ns y nc quién es Jesús.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Me saciaré de tu semblante

Llegaron a Betsaida. Le trajeron a un ciego, pidiéndole que lo tocase (Mc 6, 22-26).
—¡Despacio! ¡Que no tropiece! Trastabillando, aquel ciego fue llevado de mano en mano hasta la mano de Jesús. Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano. Pero aquella mano era diferente, pensó el ciego, le guiaba seguro ¿Podría quizá éste poner fin a su ceguera? Otros lo habían intentado. ¿Traería colirios mágicos de Alejandría? ¿Se llevaría, como los otros, su dinero y su ilusión? El profeta empezó a hablarle mientras le humedecía sus ojos. Le untó saliva en los ojos, le impuso las manos. ¿Qué es lo primero que te gustaría ver? Al ciego se le agolparon los deseos: árboles, hombres, a sus hijos corriendo. Le preguntó: ¿Ves algo? Empezó a distinguir y dijo: Veo hombres que parecen árboles, pero andan.
·        Jesús cúrame de … (dile tus enfermedades).
Le puso otra vez las manos en los ojos: el hombre miró, estaba curado (Mc 6, 22-26).
Jesús, esta vez fue a la 2ª. El ciego de Betsaida necesitaba una segunda mano. Y a la 2ª fue la vencida: abrió los ojos y veía con toda claridad. ¿Qué es lo que vio tan claro? Te vio a ti, Jesús mío. Y ya no pudo dejar de mirar
·        Pide a Jesús que te eche todas las manos que haga falta: ¡Señor que vea!

Propósito: repetir, Señor que vea.

martes, 18 de febrero de 2014

Yo a cuantos amo, los reprendo

A los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca (Mc 8, 14).
¡Al que nunca se le haya olvidado algo que le mandaron que levante la mano...! A mí ¡tantas veces se me olvidan las cosas y las tareas! Especialmente los domingos. Jesús cómo me gusta que tus discípulos sean tan... normales. Y a falta de pan buenas son las tortas. No sólo se les olvida el pan, sino que además empiezan a pegarse entre ellos. Además de olvidados son susceptibles, peleoneros. Ellos comentaban: Lo dice porque no tenemos pan. Viven en su pequeño mundo. Necesitan que Jesús les despierte. Como a mí.
·        Jesús, ayúdame a evitar las peleas en casa, a salir de mi pequeño mundo.
Dándose cuenta, les dijo Jesús: ¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? (Mc 8, 17).
Jesús, les hablas de la “levadura” y te salen más perdidos y atontados. Los pobres no se enteran. Están metidos en sus cosas, en otra onda. Tú aprovechas la ocasión para con buen humor, tirarles de las orejas: ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? (Mc 8, 19). Porque donde hay cariño de verdad se puede exigir sin herir. Yo a cuantos amo, los reprendo (Ap 3,19).
·        ¿Dejo que me exijan? ¿Lo agradezco? ¿Me quedo resentido?

Propósito: dejar que me exijan.

lunes, 17 de febrero de 2014

Jesús dio un profundo suspiro...

En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo (Mc 8, 11-13).
Jesús, te pusieron a prueba, como si fueras la cabra de un circo: Si te subes hasta aquí arriba y haces el triple mortal con tirabuzón…; y ahora el más difícil todavía: haznos un milagrito. Jesús, te pusieron a prueba y yo también, a veces, te pongo a prueba: —Que apruebe el examen con buena nota y sin estudiar. —Que encuentre el bolígrafo sin buscarlo. —Si no me concedes lo que te pido, ya no respiro o dejo de creer o de ir a Misa… Jesús, perdóname pero a veces ¡te pido cada cosa!
·        Jesús, te doy, no el a-Probado sino el Sobresaliente.
Jesús dio un profundo suspiro y dijo: ¿Por qué esta generación reclama un signo? (Mc 8,11-12).
Mi abuela —que es una santa—, no hace más que suspirar. Toma todo el aire que puede, lo mantiene un ratito en los pulmones y después lo suelta de golpe, mientras musita ¡¡Ay Sssseñor…!! Mis hermanos y yo decimos que los suspiros le salen del alma. Jesús, ¿cómo fue tu profundo suspiro?, ¿suspiras también por mí?: este no se entera, pero qué cosas me pide…
·        Dile que le vas hacer suspirar de orgullo santo por tener un hijo tan bueno.

Propósito: aprender de mi abuela.

domingo, 16 de febrero de 2014

Jesús, menos “ganso” y más “manso”

Habéis oído que se dijo a los antiguos: No matarás, y el que se llene de ira contra su hermano será reo de juicio; y el que llame a su hermano necio será reo ante el Sanedrín” (Mt 5, 21-22).
Jesús, cuando me enojo con mis hermanos o con mis amigos no es que les llame “necio”, sino insultos terribles: cucaracha, rata de cloaca, sabandija, sanguijuela o cosas peores… Luego, después, me arrepiento y lo paso mal. Jesús, ¿por qué tendré la lengua tan afilada? ¿Por qué hago tanto daño a los que más quiero? Jesús, contigo también se metían: Muchos de ellos decía: —Está endemoniado y loco, ¿por qué le escucháis? (Jn 10,20), y les perdonabas siempre. Jesús, quiero ser como tú: Manso y humilde de corazón (Mt 11,29).
·        Pídele que te ayude a tener mansedumbre.
Ve primero a reconciliarte con tu hermano (Mt 5, 24).
Jesús ¡Cómo me cuesta pedir perdón! Porque cuando me enfado, siempre creo que es el otro el que debe pedirme perdón a mí. Incluso llego a la estupidez de no hablar con una persona durante un tiempo, porque me ha hecho esto y lo otro; y hasta que no me pide perdón… Sin embargo Tú has perdonado incluso a los que te crucificaban. Que aprenda de Ti a perdonar, a adelantarme, a pedir perdón de la parte de culpa que tenga.
·        Piensa con quien tienes que hacer las paces y pedir perdón.

Propósito: pedir perdón.

sábado, 15 de febrero de 2014

Me da lástima de esta gente

Como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: Me da lástima de esta gente (Mc 8, 1-2).
Jesús, no me canso de contemplarte una y otra vez. En ti encuentro un rostro siempre nuevo y sonriente que me invita a seguirte. Puedo observar tu gesto cordial y optimista, tu buen humor, tu tristeza ante el mal, tu mirar compasivo y misericordioso: Me da lástima de esta gente. Te das cuenta de las necesidades de la gente, de cada uno, también de las mías.
·        Jesús, estos días, por dentro hablo contigo agradeciéndote tantas cosas, pero especialmente la paciencia que tienes conmigo.
Llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer, y si los despido a sus casas en ayunas, se van a desmayar por el camino. Además, algunos han venido desde lejos (Mc 8, 2-3).
Un Dios que es Padre y a la vez con corazón de Madre. Sólo los ojos de madre pueden ver ciertas cosas: No tienen qué comer (...), se van a desmayar por el camino, (...) han venido desde lejos. Y a mí me dices: tienes mala cara, ¿no tendrás fiebre?, hoy no has dormido bien, ¿verdad?, a ver, ¿qué ha pasado hoy en clase?.... Y surge la oración como el agua de una fuente: Mira Jesús a mí lo que me pasa es…
·        Dale un poco de pena a Jesús para que te haga caso (se deja engañar) pero no seas quejón.

Propósito: dar un poco de pena.

viernes, 14 de febrero de 2014

Santos Cirilo y Metodio. La mies es mucha

Los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir (Lc 10,1).
Jesús, de dos en dos pero sin empujar, ¡que hay gente para todos...! No sé qué me pasa pero hoy se me está abriendo un hambre apostólica… Para hacer apostolado, para acercar a alguien a Dios, en primer lugar hace falta oración. Por eso hoy mi lema apostólico es de dos en dos pero con el tresmásdos. Quiero tener aventuras apostólicas, como las de aquellos dos amigos tuyos con nombres tan curiosos: Cirilo y Metodio, Patronos de Europa. No lo tuvieron fácil. Fueron grandes evangelizadores en una época muy complicada, mucho más complicada que la nuestra. Eran tan sólo dos pero convirtieron a naciones enteras que desde entonces son cristianas.
·        No me llamo ni Cirilo ni Metodio, pero “envíame”, quiero ser apóstol.
La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies (Lc 10,2).
Quizá naciones enteras no, pero sí puedo evangelizar, llevar a Cristo a mi clase, a mi colegio, a mi familia, a mis amigos. Eres, entre los tuyos —alma de apóstol—, la piedra caída en el lago. —Produce, con tu ejemplo y tu palabra un primer círculo... y éste, otro... y otro, y otro... Cada vez más ancho. ¿Comprendes ahora la grandeza de tu misión? (Camino 831). Yo seré, con tu gracia, esa piedra.
·        Concreta tu apostolado.

Propósito: hacer olas.

jueves, 13 de febrero de 2014

Jesús, estoy para darte gusto

No está bien echarles a los perros el pan de los hijos (Mc 7,27).
Jesús, esto de los perros me trae a la cabeza lo que cuenta San Josemaría: “Ayer, por la tarde, a las tres, salí al presbiterio de la Iglesia del Patronato a hacer un poco de oración delante del Santísimo Sacramento. No tenía gana. Pero, me estuve allí hecho un fantoche. A veces, volviendo en mí, pensaba: Tú ya ves, buen Jesús, que, si estoy aquí, es por Ti, por darte gusto. Nada”. Como yo ahora Jesús, para darte gusto estoy haciendo un rato de oración.
·        Jesús, que mi oración no dependa de mis ganas. Estoy para darte gusto.
Pero también los perros, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños (Mc 7,28).
San Josemaría se encontraba seco en su oración pero persevera haciéndose un perrito: “Mi imaginación andaba suelta, lejos del cuerpo y de la voluntad, lo mismo que el perro fiel, echado a los pies de su amo, dormita soñando con carreras y caza y amigotes —perros como él— y se agita y ladra bajito... pero sin apartarse de su dueño. Así yo, perro completamente estaba”. Jesús que forma más hermosa de estar siempre contigo: un perrito fiel que come de las migajas, que está siempre ahí.
·        Dile a Jesús: que quieres rezar soñando… ¡pero sin dormirte!

Propósito: hacer de perro delante de Dios, ¡guau!

miércoles, 12 de febrero de 2014

¡Te basta mi gracia!

Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad (Mc 7,14-23).
Jesús, algo me sospechaba. ¿Por eso dentro de mí encuentro tantas ganas de chinchar a mis hermanos, llevar la contraria a mis papás, hacer enojar a mi perro, mentir, engañar...? Me pasa como a San Pablo: Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Jesús, y todo este mal, ¿de dónde sale? ¿Quién lo ha puesto? Si yo no soy malo, ¿por qué a veces hago daño a los que más quiero? Y me responde San Pablo: No soy yo quien lo realiza, sino el pecado que habita en mí. Tras el triste episodio de la manzana de Adán una gota de aquel veneno, el pecado original, nos ha llegado a cada hombre, a mí también.
·        Que no me olvide del pecado original. Debo luchar contra el Maligno.
¡Infeliz de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? (Mc 7,14-23).
Y San Pablo escuchó: Te basta mi gracia. Jesús, la Gracia que me das en tus sacramentos es el antídoto contra el veneno del mal, contra el pecado. Porque donde abundó el pecado sobreabundó la gracia (Rm 5,20). Necesito mucho antídoto, necesito mucha gracia.
·        Busca el surtidor más cercano de Gracia y llena el depósito del alma. Es decir, confiésate.

Propósito: ponerme el antídoto.

martes, 11 de febrero de 2014

Mi corazón está muy, pero muy cerca de ti

Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío (Mc 7,6).
Jesús, con palabras de Isaías te quejas de tus contemporáneos. Cumplían las tradiciones hacían sus rezos pero les reprochas que su corazón está lejos de mí. —¿No me pasará a mí algo parecido? —¿No te quejarás también de mí?: Hago el 3+2, rezo el Ángelus, e incluso hago el Vía Crucis los viernes... Jesús, que nunca me olvide que estas prácticas de piedad son medios para acercarme más a ti, para quererte más, pero no son fines. Jesús, Tú no eres como las máquinas de Coca-Cola® que echas una moneda y sale la lata. Jesús, no te voy a comprar con mis rezos, pero sí te voy a ganar con mi corazón enamorado.
·        Dile a Jesús que le quieres mucho, ¡pero mucho!, y luego sigues.
Hipócritas, (...) ¡anuláis el mandamiento de Dios por mantener vuestra tradición! (Mc 7, 9).
Jesús tengo los días súper-llenos: clases de piano, de tenis, fut, pintura... Es la tradición en mi familia. Y como no quiero ser un hipócrita de esos, también dedico tiempo a los demás. En el viejito del asilo que espera mi visita, en el travieso y necio de mi hermano, en el niño al que doy catequesis... En ellos veo tu “imagen y semejanza”, que me enamora. Ahí me esperas…
·        Dile a Jesús que también le das tu tiempo y terminas.

Propósito: tomarme una coca-cola, por ejemplo.

lunes, 10 de febrero de 2014

“Acariciar” a Dios en cada comunión

Colocaban a los enfermos en la plaza, y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto (Mc 6,56).
Jesús, a veces me lleno de envidia por la suerte que tuvieron algunos de tus contemporáneos: oír tu voz, disfrutar de tu sonrisa, ver tu rostro... Se conformaban con poco, tan sólo con tocar el borde de tu manto y... ¡quedaban curados! Jesús y yo, que te recibo en la Eucaristía, no me conformo con tocarte, en cada Comunión quiero acariciarte con mis obras buenas en mi alma para que también me cures.
·        Jesús, ¡qué ganas tengo de comulgar! ¿Por qué no voy más a Misa?
Y los que lo tocaban se ponían sanos (Mc 6,56).
Contaba San Josemaría que una vez en Zaragoza pasó por delante de un bar llamado Gambrinus, y vio que dentro del local estaba un famoso torero. Algunos niños se acercaron a la multitud que rodeaba a aquel personaje popular, y uno de ellos salió corriendo gritando exultante: ¡Lo he tocado!, ¡lo he tocado! Le impresionó aquella escena a San Josemaría, y le sirvió para reflexionar sobre el hecho de que cada día tocamos a Jesús en la Eucaristía. Jesús, ¡qué suerte más grande tengo! ¿Lo aprovecho? En cada Comunión ¡toco a Dios!
·        Después de la Comunión me quedaré un ratito con Jesús, dando gracias.

Propósito: acariciar a Dios.

domingo, 9 de febrero de 2014

Linternista

Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama, lo pone en el candelero para que los que entren tengan luz (Lc 8,16)
San Mateo recoge el mismo pasaje: Ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín (Mt 5,15). Jesús, me encantan estas palabras antiguas: Candil, Celemín… Son palabras, tan sonoras y viejas. Mi abuela me ha explicado que Candil viene de candela. Lámpara de aceite con una mecha. Y que el Celemín era la vasija de barro que servía para guardar y medir el grano. Y por eso me pregunto: ¿Qué hace un candil debajo de un celemín? ¿Para qué sirve una luz encendida debajo de la cama? Que alguien me lo explique.
·        Cuéntale a Jesús tu posible explicación.
Sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa. Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre (Mt 5, 15-16).
Jesús, mi hermano pequeño, que es medio atravesado para hablar, llama al médico internista: el linternista, porque dice, siempre lleva una linterna, un foquito, en el bolsillo. Pues yo también quiero ser linternista, iluminar a todos no con una linterna sino con mis buenas obras, con mi alegría, con mi simpatía. Jesús, ser tu amigo es algo luminoso que no se puede ocultar, que atrae. Esta es tu luz: sonreír, comprender, perdonar, consolar, servir… mis buenas obras y buenas notas.
·        ¿Qué obras buenas hago?

Propósito: ser linternista.

sábado, 8 de febrero de 2014

No te dejo ni a sol ni a sombra, ¡siempre contigo!

Y les dice: —Venid vosotros solos a un lugar apartado, y descansad un poco (...) Y se marcharon en la barca a un lugar apartado ellos solos (Mc 6, 32-33).
Pobrecitos. Los discípulos debían estar agotados, cansadísimos... Jesús, ¡cómo te preocupas por tus apóstoles! ¡Cómo les cuidas!... ¡Cómo —también— me cuidas a mí! Probablemente te dabas cuenta de que estaban cansados porque andaban más callados, o más serios. Son detalles que sólo perciben los ojos de los que aman. Y Tú, Jesús, te dabas cuenta enseguida: Eres un padre con ojos y corazón de madre.
·        Dale gracias por todos los cuidados que tiene contigo.
Venid a mí todos los que estéis cansados y agobiados (Mt 11, 29).
Eso va por mí, diría San Pedro; ¡Y por mí!, añadió Mateo. Venid vosotros solos a un lugar apartado. Y te los llevaste, no a cualquier sitio, sino... ¡de crucero! ¡De crucero en la barca de Pedro por el Mar de Galilea! Con la mejor compañía Naviera Petrus. Y se marcharon en la barca a un lugar apartado ellos solos. Ellos solos con Jesús. Y les contarías cosas bonitas y alegres, y los harías reír y que se olvidaron de todo.
·        Pídele a Jesús aprender de Él para que ayudes a que descansen tus papás.

Propósito: aprender de Jesús.

viernes, 7 de febrero de 2014

No perder la cabeza

Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey dijo a la joven: pídeme lo que quieras, que te lo doy (Mc 6, 14-29).
Jesús, ¡vaya fiestita de cumpleaños! Acabó muy mal. Qué contraste: el mayor nacido de mujer, un hombre justo y santo, va a morir para satisfacer el capricho de otro hombre ridículo, lleno de vacío, supersticioso, cruel e impuro. Seguramente Herodes estaría borracho. La mezcla del alcohol y sexo tiene consecuencias: violencia, egoísmo, aborto, dolor. ¿No seré yo también con mi presencia y mi silencio cómplice de tanto asesinato?
·        Que no me olvide de los pecados de omisión: el que calla, otorga.
Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista (…) Lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se lo entregó a la joven (Mc 6, 14-29).
Jesús, aquella adolescente alocada perdió la cabeza y pidió la cabeza de San Juan Bautista, como podía haber pedido un caballo, un perrito o un anillo. Quizá pensaba que era una artista. Y, ¿qué tiene de malo danzar? No era del todo consciente que con su forma de bailar, y de vestir despertó las pasiones de Herodes.
·        Jesús que mi forma de vestir, bailar, hablar no sean causa de que otros pequen.

Propósito: no perder la cabeza.

jueves, 6 de febrero de 2014

Que llevasen sandalias de repuesto

Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos (...) Les encargó que llevaran para el camino un bastón (…) que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto (Mc 6, 7-9).
No era dinero, ni una maleta, ni una túnica nueva... Era sólo una sencilla caja de zapatos, pero con una nota desconcertante: Qué hermosos son sobre los montes los pies de los que llevan el Evangelio (Is 52,7). Aquel sacerdote, recién ordenado, abrió el regalo y encontró mucho más que un par de zapatos. Ahí dentro estaba todo un programa para su vida de apóstol; y entendió lo de las sandalias de repuesto. Pies, ¿para qué les quiero? ¿Para dar patadas y poner zancadillas? Nooo...; —Para llevar el Evangelio a todo el mundo, ¿para qué sino?
·        Dile a Jesús que puede contar con tus manos, con tu boca y tus pies…
Jesús se levantó de la cena, se quitó la túnica, tomó una toalla y se la puso a la cintura. Después echó agua en una jofaina, y empezó a lavarles los pies a los discípulos (Jn 13, 4-5).
Jesús, me conmueve cómo cuidabas a tus apóstoles. Lo que lavabas no eran precisamente piececillos de niño; eran pies sucios y polvorientos. Quizá decías: Qué hermosos son los pies... mientras los besabas, también los de Judas. Jesús, mis patitas, quiero que sean tus pies que te lleven a todo el mundo.
·        Buscar pies, no tres pies al gato, ni pies de foto, sino pies que lavar.

Propósito: Hacer apostolado.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Todo lo ha hecho bien

¿No es éste el carpintero, el hijo de María? (Mc 6,3).
Jesús, tus paisanos te reconocen enseguida por tu oficio. Las puertas y ventanas de Nazareth siempre cierran bien y son bonitas; las mesas y sillas no están cojas y son cómodas; estanterías, cunas, hasta una mecedora de diseño para la Virgen... de todo. Y todo lo ha hecho bien (Mc 7,37). Jesús, quiero ser como Tú y me propongo: sacar las mejores notas que pueda, poner la mesa sin que me lo digan, ayudar a mis hermanos pequeños con los deberes. ¿Qué más?
·        Dile qué cosas estás dispuesto a hacer bien pero de verdad.
¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es ésa que le han enseñado? ¿Y esos milagros de sus manos? (Mc 6,2).
Jesús, tus paisanos no salen de su asombro. —Pero si le hemos visto jugar en la plaza con todos los niños, ir a por agua a la fuente, pescar cangrejos en el río... No les cabía en la cabeza que alguien tan normal hiciera milagros, fuera Dios. Jesús, ahora nos pasa al revés: muchos dudan que Dios pueda ser tan normal, tan cercano, que te interese el fútbol o la música. Jesús, eres perfecto Dios pero también perfecto Hombre. ¡Qué bien me entiendes! ¿Eres del Barça o del Madrid? Bueno, mejor no me contestes que me puedo poner a discutir.
·        Tararea a Jesús tu canción preferida y pregunta si le gusta.

Propósito: lo normal es querer ser santo.

martes, 4 de febrero de 2014

La niña se puso en pie inmediatamente

Entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: –Talitha qumi (que significa: contigo hablo, niña, levántate) (Mc 5,40-41).
Jesús, eres como los médicos buenos: la cogió de la mano. Ese gesto, muy tuyo, transmite calor, cariño, confianza. Lo hiciste con la suegra de Pedro, con el ciego de Betsaida, el hijo de la viuda de Naín... Jesús, también a mí me tomas de la mano y me dices: Talitha qumi, contigo hablo, niñ@, venga, levántate. Y tiras de mi, otra vez, una vez más, hacia arriba. ¡Hip… Hip! (como decía el Avatar Ang) Y yo, me levanto.
·        En este año pídele a Jesús que te levante de… (háblale de aquello que más te cuesta).
La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar –tenía doce años– (...) y les dijo que dieran de comer a la niña (Mc 5,42).
Aquella Talitha (12 años) vivía el minuto heroico: se puso en pie inmediatamente, se levantó a la primera, ¡para que yo aprenda! Y ahí tenía a su lado a Jesús —¡qué suerte! —, a sus papás y a unos barbudos apóstoles con cara de susto. —¡Qué hambre tengo!, dijo. La que estaba muerta se había levantado. Y se organizó una gran fiesta con canciones de Justin Bieber (que es lo que le gusta a las niñas).
·        Métete en la escena de la fiesta: ¿qué le dirías a la Talitha, a Jesús?

Propósito: vivir el Minuto Heroico.

lunes, 3 de febrero de 2014

Virgen de Suyapa

Cuanto hemos oído que has hecho en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu tierra (Lc 4,23).
Jesús, tus paisanos, los habitantes de Nazareth no pasan de personas “vulgares”, o peor todavía, de “mediocres”. ¿Qué es un mediocre?: El que pasa al lado de lo sublime y no se da cuenta (C. K. Chesterton). Aquellos esperaban, ¡exigían! milagritos y no se dan cuenta de que tienen delante al Hijo de Dios. Jesús, yo no te pido milagros, solo te pido: Hágase tu Voluntad en la tierra como en el cielo.
·        Pídele a Jesús que te aumente la Fe y así nunca exigirle que te haga un milagro que te convenza a obedecerle.
Al oír estas cosas, todos en la sinagoga se llenaron de ira y se levantaron, le echaron fuera de la ciudad y lo llevaron hasta la cima del monte donde estaba edificada su ciudad para despeñarle. Pero Él, pasando por medio de ellos, se marchó (Lc 4, 29-30).
La mediocridad es una enfermedad moral que crea hombres muy peligrosos: el mediocre no mira de frente, sólo grita amparado en la noche o en el anonimato y hace daño cuando puede, a traición y mejor en “manada”. El mediocre evita las decisiones busca lo “políticamente correcto” en cada caso. Jesús, hoy es fiesta de la Patrona de Honduras (la Virgen de Suyapa) y te pido que yo sea como María: valiente para quererte y obedecerte.
·        Sigue diciéndole a Jesús que no quieres “mediocre”.

Propósito: huir de la mediocridad…

domingo, 2 de febrero de 2014

La Presentación del Señor. El Niño iba creciendo

Cuando llegó el tiempo de la purificación, según la Ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén, para presentarlo al Señor, como está mandado en la Ley del Señor (Lc 2, 22-23).
Jesús, tus papás José y María -que te querían mucho- te llevaban al Templo de Jerusalén. A mí también mis papás -que me quieren mucho- me llevan cada domingo a Misa. Pero no lo hacen porque si, sólo por cumplir la ley, por el cumplimiento (cumplo-y-miento) sino por Amor a Dios. Jesús, en la Eucaristía me esperas para alimentar mi alma. ¡Sufres tanto con las almas desnutridas, raquíticas! Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le encajaran en el cuello… (Lc 17, 2-3). Gozas con las almas rollizas, gorditas, como la mía, bien alimentada, con tu Cuerpo.
·        No llevar a Misa a los niños es una crueldad, es desnutrir sus almas. Pide por todos los papás que conozcas.
El Niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba (Lc 2, 22-40).
—Llevo 20 años yendo a Misa y no me acuerdo de ninguna homilía. Eso de ir a Misa ¡no sirve para nada!, se justificaba aquel hombre. Y su amigo le explicó: Llevas 20 años comiendo 3 veces al día y ni siquiera puedes recordar lo que has comido hoy. Pero si no te hubieras alimentado cada día, ahora estarías muerto. Jesús, gracias por alimentarme cada semana.
·        Dile que quieres tener un alma “rolliza”.

Propósito: rezar más veces la Comunión Espiritual.

sábado, 1 de febrero de 2014

Rezar por el Papa

Se levantó un fuerte huracán y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido (Mc 4,37-38).
Jesús, estabas muy cansado: largas caminatas de un sitio para otro, predicando a las multitudes, curando enfermos, cuidando de tus discípulos... Fue sentarte un momento y quedarte dormido, tan profundo, que ni el ruido de las olas te despertaban. ¿Con qué soñabas? Quizá conmigo... ¿y por qué no? Dulces sueños de hombres generosos que se entregan a ayudar a los demás, sueños en los que yo soy protagonista.
·        Dile a Jesús que quieres ser protagonista de sus sueños para hacerlos reales. Sueños bonitos y no pesadillas.
Lo despertaron, diciéndole: —Maestro, ¿no te importa que nos hundamos? Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago: —¡Silencio, cállate! (Mc 4,38-39).
La barca de Pedro, una vez más, a punto de hundirse, y Dios, una vez más, parece dormido. Y el grito, una vez más, de los discípulos: ¿No te importa que nos hundamos? Jesús, que las cosas están muy feas; que de ésta no salimos; que son muchos los enemigos de tu Iglesia; que se pierden mucha almas... El les dijo: (...) ¿Aún no tenéis fe? Y una vez más El viento cesó y vino una gran calma. Y la barca de Pedro una vez más, sigue como siempre, recorriendo el mar del mundo.
·        Sigue por tu cuenta pidiendo por el Papa Francisco y sus colaboradores.

Propósito: rezar por el Papa.