viernes, 31 de julio de 2015

Descanso a los que se lo merecen (y necesitan)

Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga (Mt 13, 54).
Hoy que es viernes, uno anda ya un tanto ansioso porque ya se acabó la semana. Mi papá decía que la gente honrada, cuando llega el viernes, se aflige un poquito porque quiere dejar el mayor número de cosas ter­minadas; en cambio, los haraganes, no ven las horas de que se acabe la semana para continuar con su estilo de vida sin sentido. En cambio tú, Jesús, llegamos a viernes y apenas está comenzando a enseñar. No descansas. Tienes unas ganas tremendas de llevar tu palabra a muchos.
u ¿Cómo aprovechaste la semana?
Todos estaban asombrados y se preguntaban: “¿De dónde ha sacado éste esa sabiduría y esos poderes milagrosos? ¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su ma­dre…? ¿De dónde, pues, ha sacado todas estas cosas?” (Mt 13, 54-56).
Hace unos años, cuando iba a comenzar el colegio, me ponía muy contento al ver mis útiles escolares listos, mi lonchera nueva, mi mochila (de Ben 10). Me moría de ganas por volver a verme con mis amigos y aprender cosas nuevas. Y mis hermanos mayores me veían como las gentes que tenías tu delante, Jesús: “admirados”. Cómo quisiera conti­nuar teniendo ese mismo ánimo de aquellos tiempos.
u El lunes, cuando regreses a clases, ve con mucha ilusión.

Propósito: dar gracias a Dios por el colegio.

jueves, 30 de julio de 2015

De visita

Ellos le contestaron: Sí (Mt 13, 51).
Hoy es jueves. Día para pensar en la Eucaristía. Jesús, te quedas en un pedacito de pan para que yo te tenga cerca y pueda venir a visitarte las veces que quiera. A veces me da pereza. No quiero pasar al oratorio o a la capilla. Qué fácil es llegar, hacer una genuflexión bien hecha y decir­te unas palabras de cariño. Pero no, a veces me pesan los pies, como si fueran de plomo, y no paso. Otras veces simplemente me da vergüen­za. Es absurdo pero a veces uno reacciona ante sus amigos como si ellos fueran de saber qué religión fundamentalista y que de un momento a otro me van a cortar la cabeza por profesar mi fe públicamente.
u Dile a Jesús ¡Sí!, voy a visitarte al Sagrario.
Todo maestro de la ley que se ha hecho discípulo del Reino de los cielos, es como un padre de familia que saca de su tesoro cosas nuevas y viejas (Mt 13, 52).
Delante del Santísimo todo se ve diferente. Hay un no sé qué que hace que fluya la oración. A veces basta hacer como decía aquel campesino del pueblo del Cura de Ars, “Yo le miro y Él me mira”. Mirarle. Eso ya es sacar tesoros nuevos y viejos. Los tesoros viejos, de última tecnología, son los propósitos nuevos o cosas que no me había dado cuenta que puedo mejorar. Los tesoros viejos, o tesoros “retro”, son cosas ya sabidas pero que vale la pena volver a poner de moda en mi vida.
u Qué tal un collage de propósitos: moderno con algo retro.

Propósito: Vivir moda pro y retro a la vez: visitar el Sagrario.

miércoles, 29 de julio de 2015

La Perla

El Reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en un campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. (Mt 13, 44).
Escucho estas palabras, Jesús, y me doy cuenta de que a veces, en vez de venderlo todo para comprar el campo, ando viendo quién me compra el campo. Ando viendo cómo me zafo de las tareas, cómo como en clase sin que me cachen, cómo duermo en el aula sin que el profesor se dé cuenta, y así un sinfín de cosas más. No me veo que soy un privilegiado por tener educación.
u Piénsalo un momento, el estudio es un gran tesoro.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la compra. (Mt 13, 45).
¿Y yo cómo podría vivir esto que me planteas en el Evangelio, Jesús? ¿Cuál es esa perla valiosa que debo cuidar tanto? Lo único que sé de joyas es que mi mamá las suele usar para verse linda en las reuniones. Eso me hace pensar en mi familia. Hay muchas perlas de gran valor, pienso que una de ellas es mi casa: mi papá, mi mamá, mis hermanos. Pierdo mi perla cuando me encierro jugando videojuegos, cuando me salgo a la calle y no regreso sino hasta muy tarde. La pierdo cuando en vez de comer con todos, como viendo la tele en la sala.
u Piensa qué más cosas haces en las que pierdes la Perla.

Propósito: Comer siempre que sea posible con alguien de mi familia.

martes, 28 de julio de 2015

Cara de vaca

Sus discípulos y le dijeron: “Explícanos la parábola de la cizaña del campo”. (Mt 13, 36).
Los discípulos son humildes y no tiene pena de preguntar lo que no en­tienden. Otro quizá hubiera puesto cara de inteligente aunque no cap­tara nada, o como dicen, ponen “cara de vaca”: ojos como platos, mirada perdida y boca entreabierta. Cuántas cosas se pierden cuando no se es humilde. Yo no quiero perderme tus enseñanzas, Jesús. Quiero captar hasta el porqué de los detalles más pequeños. Voy a levantar más la mano cuando esté contigo, Jesús.
u Más vale un instante de vergüenza que una vida de ignorancia.
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, que recogerán de su reino a todos los que fueron causa de tropiezo y a los mal­vados, y los echarán al horno de fuego. Allí llorarán y les re­chinarán los dientes. (Mt 13, 41-42).
La ignorancia es atrevida, dice el refrán. Mucha gente hace el mal por ignorancia. Jesús, cuando estaba en la cruz, pidió a su Padre que per­donara a los que lo crucificaban porque “no sabían lo que hacían”. Por no preguntar uno puede convertirse en causa de tropiezo. En cambio, cuando se sabe preguntar lo que no se entendió, se hace mucho bien a los demás. Quizá por eso me peleo a veces con mis papás. No pregunto el porqué de las cosas que me indican, y sólo las juzgo de injustas.
u Si no entiendo, pregunto, así obedezco más rápido y mejor.

Propósito: preguntar antes de juzgar

lunes, 27 de julio de 2015

Pequeñas grandes cosas

Sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su campo. Es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace como un árbol, hasta el punto que los pájaros del cielo pueden anidar en sus ramas (Mt 13, 31-32).
Dicen que el camino al infierno está empedrado con “buenas inten­ciones”; y el que va al cielo, también, pero buenas intenciones que ter­minaron en buenas obras. Una buena intención es algo chiquito, pero cuando termina en una buena obra se convierte en algo grande. Una ayudadita para resolver una duda de mate puede terminar en una bue­na nota en un examen y eso, después, en pasar de grado.
u ¿Cuántas de tus buenas intenciones han terminado en obras?
Jesús decía a la muchedumbre todas estas cosas con pará­bolas, y sin parábolas nada les decía (Mt 13, 34-35).
Jesús, nos tratas con tanto cariño. Tienes cosas tan grandes e importan­tes que comunicarnos, y lo haces de manera que podamos entenderte. Esas pequeñas historias explican cosas profundísimas. Poner atención a algo pequeño ayuda en lo grande. Una pequeña historia puede ayudar a llevar a cabo la gran historia de la propia vida. A veces, son cosas que ya sé, pero aun así, no termino de asimilarlas.
u Pídele a Jesús no despreciar lo sencillo.

Propósito: terminar lo que te habías propuesto para hoy.

domingo, 26 de julio de 2015

Hay panes para todos

Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: “¿Cómo compraremos pan para que coman éstos?” (Jn 6, 15).
Tú, Jesús, siempre pensando en los demás. Te has encarnado para po­der estar absolutamente al servicio de nosotros, una panda de sinver­güenzas, como decía mi abuela. Me imagino la cara de Felipe ante tu pregunta, Jesús. Habrá echado una mirada a su alrededor para calcular rapidito cuánto dinero que se necesitaba para comparar pan para tan­ta gente. Luego, Jesús, le sonríes y le dices unas indicaciones previas al gran milagro.
u Jesús quiere hacer grandes milagros en tu vida, el asunto está en qué tipo de cosas son las que le pides.
Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: “Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdi­cien”. Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes llenaron doce canastos. (Jn 6, 12-13).
Después de que no había nada para darle a tanta gente, hasta ganan­cia podrían haber sacado. ¿Qué habrán hecho los apóstoles con el pan que sobró? A lo mejor lo fueron regalando en el camino a las personas necesitadas que encontraban a su paso. Jesús, siempre piensas en los demás. Dame esa capacidad, de ver las necesidades de los que me rodean. Cómo quisiera no solo ver la necesidad, sino también sentir la urgencia de resolver esas necesidades.
u Cuando te pidan ayuda, ve a la primera.

Propósito: No hacer esperar a mis papás cuando me pidan ayuda.

sábado, 25 de julio de 2015

Religión a la Wikipedia

Mientras todos dormían, vino su enemigo, sembró cizaña en medio del trigo, y se fue. Y cuando creció la planta y se formó la espiga, apareció también la cizaña. (Mt 13, 25-27).
Desde hace algún tiempo, Jesús está sembrando su palabra en mi corazón, pero vengo yo “de bruto” y me pongo a buscar respuestas a mis dudas en Internet. Ya se ve que eso de sólo copiar y pegar de la Wikipedia, también existe en la vida espiritual. No me gustaría tener una vida espiritual “chafa”; o, peor aún, creer que mi vida espiritual es lo máximo, cuando en realidad está apoyada en puro sentimiento.
u Procura estar más atento en las clases de formación.
Le dijeron: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?” Él les dijo: «No, no sea que, al arrancar la cizaña, arranquen también con ella el trigo. Dejen que ambos crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha; entonces diré a los trabajadores: Recojan primero la cizaña y átenla en manojos para que­marla, pero el trigo júntenlo en mi granero» (Mt 13, 28-30).
En Internet hay de todo: ahí está lo que dice el Papa cada día, y un montón de cosas buenas más, pero hay que tener cuidado. Una vez me dieron un tip: sobre cosas de tu fe, mira antes qué dice el Catecismo de la Iglesia Católica. Después, confiar, la Iglesia es Madre y lo que dice es para nuestro bien.
u Mejor acabar las tareas antes y luego jugar.

Propósito: Averiguar dónde está el Catecismo de mi casa

viernes, 24 de julio de 2015

Era tan bello, que daba miedo

Así pues, escuchen ustedes lo que significa la parábola del sembrador. Hay quien oye el mensaje del reino, pero no lo entiende; viene el maligno y le arrebata lo sembrado en su corazón. (Mt13, 18-19).
De chiquito, llegué a medianoche asustado al cuarto de mis papás. Estaba llorando. “Estaba soñado con el Diablo”, le dije a mi mamá. “Era horrible”, completé. Entonces mi mamá me explicó que mi Ángel de la Guarda me cuidaba, y que no había que tenerle miedo a lo horrible, porque el Diablo rara vez aparece así. Ahora que ya crecí un poco más, Jesús, lo voy entendiendo. Si ver tele en vez de estudiar fuera horrible, no vería tele; y así con todo lo demás. El maligno arrebata las cosas del corazón disfrazado de belleza, de planes más bonitos, de comodidad.
u Pídele ayuda a tu Ángel de la Guardia para vencer la pereza.
La semilla que cayó en terreno pedregoso es como el que oye el mensaje y lo recibe en seguida con alegría, pero no tiene raíz en sí mismo, es inconstante y, al llegar el sufrimiento o la persecución a causa del mensaje, en seguida sucumbe (Mt 13, 20-21).
La constancia es una virtud que le escucho mencionar a mis papás desde que soy pequeño. “Si se lo sirvió, ahora se lo come”, “Si lo empezó, lo termina”, y así sucesivamente. A veces, de verdad, Jesús, es que no quiero. Me siento harto. ¿Tú no te hartabas alguna vez?
u Pregúntale a Jesús qué hacía cuando se sentía cansado.

Propósito: acudir más al Ángel custodio a lo largo del día

jueves, 23 de julio de 2015

¿De verdad necesitas hacerlo?

“¿Porqué les hablas por medio de parábolas?” Jesús les res­pondió: …porque aunque miran no ven, y aunque oyen no escuchan ni entienden (Mt 13, 10.13).
Un día, estaba mandando mensajitos cuando mi papá me arrebató el teléfono. “¡Me vas a poner atención de una vez por todas o no!”, me dijo. La verdad no sabía de qué me hablaba. Estaba en otro mundo. “Quizá hay que llevarlo a que le vean los oídos”, dijo mi mamá saliendo en mi defensa. “No está sordo de los oídos sino de los ojos”, repuso mi papá. Como vio que ni mi mamá ni yo entendimos, añadió “por tener los ojos en el teléfono es que no oye”. Ahora si ya iba entendiendo. El asunto es que se parece a lo que les pasaba a muchos cuando oían a Jesús. Estaban “chateando” en su egoísmo y por eso ni con las pará­bolas atendían.
u Piénsalo: no gastar más tiempo hablando tonteras por chat.
Dichosos ustedes por lo que ven sus ojos y por lo que oyen sus oídos; porque les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron (Mt 13, 16-17).
Un día se cayó el WhatsApp. Durante una hora no se podía mandar mensajes. Decía un tweet muy gracioso: en ese momento descubrí que tenía al lado unas personas muy simpáticas que decían ser mi familia. ¿No me estaré perdiendo el tesoro de mi familia por hablar… tonteras?
u Y si buscas hablar los mismo temas del chat con los de tu casa...

Propósito: preguntarme si realmente necesito un cel a mi edad

miércoles, 22 de julio de 2015

Coeficiente intelectual requerido: 70

Se sentó a orillas del lago. Se reunió en torno a él mucha gen­te, tanta que subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba de pie a la orilla. (Mt 13, 1-2).
Mi mamá una vez estaba viendo un concierto de un cantante que es cieguito. El escenario estaba colocado a la orilla de un lago inmenso. Mientras la gente escuchaba al cantante, en unas pantallas se veían tomas de los alrededores. Jesús, hoy día todavía te sigues sentando a la orilla, cerca de donde yo estoy. Si te pongo atención, descubro que realmente es increíble estar contigo. Pensándolo bien, ponerse a hacer oración es casi como sentarse en la arena, a tus pies, y escucharte, sin apartar la mirada de tu rostro.
u No pierdas el hábito de sentarte a los pies de Jesús.
Y les habló de muchas cosas por medio de parábolas. Decía: “Salió el sembrador a sembrar… (Mt 13,3).
Y como nunca falta al que le cuesta un poco entender las cosas, les explicas las cosas con “palitos”. Aunque pensándolo bien, las historias gustan a todos. Basta ver las colas que hace la gente para ver las pelícu­las de superhéroes; y ahí se ve gente de todas las edades y coeficientes intelectuales. A lo mejor, Jesús, no me he dado cuenta que las parábo­las, o “palitos”, son también una escuela para ser más humilde.
u Deja de lado tu “coeficiente intelectual” e ilusiónate con las historias que cuenta Jesús.

Propósito: Darle una leidita a un trozo del evangelio cada día.

martes, 21 de julio de 2015

Un “selfie” con Jesús

“¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y, seña­lando con la manos a sus discípulos, dijo: “Estos son mi madre y mis hermanos” (Mt 12, 48-49).
Si hubiera estado ahí, después de oír eso, hubiera agarrado mi celular y me habría hecho una selfie con Jesús. ¡Qué nivel de foto hubiera salido! Además, podría haber puesto al publicarla “con mi familia”. Ser hijo de Dios es realmente tener a Dios como Padre y a Jesús como hermano. Más aún, es ver a los demás, como hijos del mismo Papá, y también como hermanos. ¡Qué honor, Jesús! Ahora si me siento bien VIP.
u Piensa si estás tratando a la gente que te rodea como hermanos.
“Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre”. (Mt 12, 50).
¿Qué tal si hubiera una app llamada “hacelavoluntadediosimetro” que bloquea las fotos en las que sale Jesús cuando uno no procura hacer su voluntad? ¿Se me habría borrado el “selfie” con Jesús? A veces eso de hacer tu voluntad, Jesús, no sale tan fácil. Sé que a ti también te costó aceptar la voluntad de tu Padre antes de la Pasión. Hasta sangre sudaste. Yo aún no he llegado a ese extremo. Además, lo más duro que me ha tocado hacer, es quedarme si ver un partido del mundial porque tenía una tarea.
u Piensa si no exageras un poco cuando hablas de cosas “difíciles”.

Propósito: no retrasar las cosas difíciles de hacer.

lunes, 20 de julio de 2015

Estar en buen plan

Los ninivitas se levantarán en el día del juicio contra esta ge­neración y la condenarán, porque ellos hicieron penitencia al escuchar la predicación de Jonás, y aquí hay alguien que es más importante que Jonás (Mt 12, 41).
Un día me dijo el sacerdote de mi colegio: ¿qué esperas a cambiar ese defecto?, ¿que se te aparezca la Virgen? Qué bonito sería, le contesté algo maleducado. Después pensé, ¿y si se me aparece la Virgen de verdad? Seguro me va a decir lo mismo que en la dirección espiritual, porque al final, a través de aquel sacerdote me habla el Espíritu Santo. ¿Por qué a veces somos tan necios, Jesús?
u Ya no le des más vuelta al asunto y corrígete.
La reina del Sur se levantará en el juicio contra esta genera­ción y la condenará, porque ella vino del extremo de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más importante que Salomón” (Mt 12, 42).
Lleva ya varias semanas llegando a las clases de formación un niño nuevo. Con dos o tres cosas que ha oído, ya hace un rato de oración, le ofrece a Dios su estudio, y está viendo cómo llevar otro amigo. Yo, en cambio, aparte de la envidia, poco más he hecho en todo este tiem­po. Jesús, ayúdame a aprovechar mejor las oportunidades que me das para ser bueno.
u ¿No te estarás acostumbrando a escuchar tanta cosa buena?

Propósito: Poner más atención en el círculo o la clase de formación.

domingo, 19 de julio de 2015

Verdadero descanso

Entonces él les dijo: “Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco”. Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer. (Mc 6, 31).
Cuando era más pequeño y llegaban los domingos, me caía mal que cuando yo me despertaba aún seguían todos dormidos. Con forme han ido pasando los años, también yo me he unido a los que se levantan tarde. Hasta que un día, vino mi papá y me explicó que el domingo no era para dormir, sino para descansar. Es decir, para reponer las fuerzas dedicando tiempo a actividades familiares, deporte, paseo, etc. Y le­yendo lo que me dices hoy en el Evangelio, pienso que sobre todo debe ser un tiempo para pasarlo contigo, Jesús.
u No podrías apurarte un poquito más para salir a Misa.
Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque an­daban como ovejas sin pastor (Mc 6, 34).
No podría yo compadecerme también de la gente que me rodea. Quizá dentro de lo que hago los domingos podría haber algo de tipo solidario. Jesús, cómo quisiera aprender a compadecerme de los que me rodean. Saber descubrir cuando mis papás están agotados, o mis hermanos necesitan ayuda, o la gente en la calle, a veces pasando hambre y en algunos lugares hasta frío.
u Piensa en las cosas que divierten a tu familia

Propósito: Hacerse el chistoso, pero no por vanidad, sino para servir.

sábado, 18 de julio de 2015

Peor que una bomba atómica

Se confabularon contra Jesús para acabar con él. Al saberlo, Jesús se retiró de ahí. (Mt 12, 14).
Por qué los fariseos odian a Jesús. Ha curado enfermedades, ha dado la vida a muertos, y aun así, lo quieren matar. ¿Cómo perdieron la ca­pacidad de ver todo el bien que Jesús hace? A lo mejor, su amor pro­pio. Jesús, cuando nos ponemos a pensar sólo en nuestro beneficio, en cómo salir ganando, terminamos ciegos. No vemos lo bueno de los demás, sólo lo malo. Nos volvemos criticones. Nadie es perfecto.
u ¿Has criticado a alguien últimamente?, ¿no tendrá también algo bueno esa persona?
No discutirá ni gritará; no se oirá en las plazas su voz. No rom­perá la caña resquebrajada ni apagará la mecha que ape­nas arde, hasta que haga triunfar la justicia. En él pondrán las naciones su esperanza (Mt 19, 21).
Decía un experto en cine que algunas películas recientes abusan de los efectos especiales. Como si nada se destruyen ciudades enteras. Cuando uno critica pasa igual: un comentario, un gesto, hace grandes destrozos, aunque vaya bien intencionado. Jesús, tu ni siquiera rompes la caña resquebrajada. Con razón dice el Papa Francisco que construir la paz es algo artesanal, que se logra poquito a poquito.
u Como dice san Josemaría “Si no puedes alabar, cállate”

Propósito: pensar bien de los demás siempre

viernes, 17 de julio de 2015

Decoración de interiores

Yo les digo que aquí hay alguien más importante que el templo (Mt 12,6).
Mi abuelita regresó de un tour por Europa. Le tomó foto a todo. Un día que fui a visitarla, y me enseño las fotografías. Había imágenes del ala del avión, de un perrito cursi que vio por la calle, comida, tiendas, y muchas fotos de iglesias espectaculares que se ve hay por toda Europa. “Ahí sí dan ga­nas de rezar”, le dije a mi abuelita. Ella resopló, y me dijo que aunque las iglesias sean bellas, eso no es lo más importante. Nadie hubiera hecho construcciones tan hermosas, si no hubieran tenido fe en la presencia de Jesús en la Eucaristía.
u Cuando entres a una iglesia, vete directo a saludar a Jesús en el Sagrario.
Si supieran lo que significa: quiero amor y no sacrificios, no condenarían a los inocentes (Mt 12, 7).
Creo que entendí lo que decía mi abuelita. Las iglesias hermosas que fotografió, eran como regalos para Jesús Sacramentado. Realmente no habían sido hechas para ser fotografiadas, sino para que Jesús se pusiera contento estando en un lugar tan bonito. Jesús, ¿te parece mi corazón un lugar bonito para estar? Voy a procurar embellecerlo para ti con buenas obras y sacrificio por los demás. Me van a tener envidia los arquitectos del renacimiento.
u Piensa en qué vas a hacer para embellecer tu corazón.

Propósito: Decorar el interior de mi corazón.

jueves, 16 de julio de 2015

Lo que de verdad cura todo

Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré (Mt 11, 28).
Algo muy habitual. Se sube un vendedor a un bus ofreciendo una poma­da que sirve para todo. Algo cura, pero todo no. Muchas veces yo me siento agotado, agobiado, pero no me refiero al cansancio físico, como el dolor de piernas de pues de correr mucho, sino cuando uno anda abatido por algo que hizo mal o que no entiende en su vida. Porqué lo pequeño no podemos hacer esto, o tener confiar cuando tu papá dice “cuando seas mayor lo entenderás”. Es, entonces, el momento de buscar a quién nos puede dar consuelo y reposo: Jesús
u ¿Te encuentras abatido? ¿Has probado contárselo a Jesús?
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus vidas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera (Mt 11, 29-30).
Cuando uno hace la prueba de rezar, y sale lo que uno encomendaba, se siente contento. Cuando uno reza mucho y salen muchas cosas, se siente muy contento. Y así, llega un momento en que uno aprende qué cosas pedir y qué cosas no son tan importantes. Uno aprende a esperar o que quizá hay que rezar más. Pero hay algo mejor aún, uno entiende porqué cuando estás con Jesús, de verdad encuentras descanso para tu vida, y por qué su yugo es suave y su carga ligera.
u ¿Ya hiciste la prueba de rezar por algo? ¿Qué esperas?

Propósito: rezar, quizá comenzando por pedir por el Papa

miércoles, 15 de julio de 2015

Buscar el rostro de Cristo

Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes, y se las has dado a conocer a los sencillos. (Mt 11, 25).
Dicen que hay personas que no saben escuchar. Hablan y hablan, ex­plican sus teorías, dan opinión de todo, pero no oyen a los demás. A veces dicen cosas muy inteligentes, pero cuando dicen todo eso, co­menten un pequeño error: no cuentan con la posibilidad de que podrían equivocarse. Jesús, quiero aprender a escuchar. Estoy seguro que así, aprenderé mucho más.
u ¿Cuándo fue la última vez que únicamente escuchaste la opinión de los demás, sin estar queriendo que oigan la tuya?
Sí, Padre, así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y al Padre sólo lo conoce el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar (Mt 11, 26-27).
Jesús, nos enseñas a encontrarte en los demás. Si estamos atentos po­demos ver tu rostro en el prójimo. No sólo en los que parecen más nece­sitados, sino también en cada uno de los que nos rodea. Al final, todos somos necesitados de algo. Yo también necesito de los demás. Los ne­cesito porque servirles, ayudarles, escucharles, le da sentido a mi vida. Ellos son el porqué de mi existencia. Estoy en este mundo para amar, para servir a los demás.
u Necesitas a los demás porque los demás te necesitan.

Propósito: Prestar un servicio en la casa: poner la mesa, servir, algo así...

martes, 14 de julio de 2015

¡Gracias!

“¡Hay de ti, Corozaín! ¡Hay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados en us­tedes, hace tiempo que, vestidas de penitencia y sentadas sobre ceniza, se habrían convertido. Por eso les digo que el día del juicio será más tolerable para Tiro y Sidón que para ustedes. (Mt 11, 21-22).
Jesús, cuando te pones así me emociono. Me imagino a tu lado, con­templando esas ciudades y escuchándote hablar con fuerza. Escucho el eco de tu voz avanzando por las montañas de los alrededores. Así es­toy, hasta que caigo en la cuenta que a mí también podrías comenzar a enumerarme las bendiciones que me has dado para mostrarme tu amor, y yo, ni gracias te doy.
u Piensa en los regalos que Dios te ha dado últimamente.
Y tú, Cafarnaún, ¿te elevarás hasta el cielo? ¡Hasta el abismo te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los mila­gros realizados en ti, hoy seguiría en pie. Por eso les digo que el día del juicio será más llevadero para Sodoma que para ti” (Mt 11, 23-24).
Y sigue la llamada de atención. Ya hice mi recuento. Me bastó ver a mi alrededor para descubrir la infinidad de cosas que me has dado: mi familia, mi colegio, mis útiles escolares, mi ropa, tener un techo donde vivir, comida en los tres tiempos, y un largo etcétera.
u Ahora piensa también en que hay muchas cosas que has recibido y ni te has dado cuenta.

Propósito: Decir muchas veces “gracias”.

lunes, 13 de julio de 2015

Coordenadas del viaje: felicidad

No piensen que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino discordia. (Mt 10, 34).
Una vez vi a dos en discordia. Hablaban de si algo era pecado o no. Uno decía que daba igual, que uno con su vida puede hacer lo que quiera, y el otro explicaba por qué no. Qué intolerante este último, pensé en mis adentros. Al poco, era yo el que estaba en discordia. Hablábamos de unos fichajes de Real Madrid. ¡Qué intolerante!, escuché que gritó uno. Ahí caí en la cuenta de lo absurdo de mi discusión y de lo importante de la aclaración que hacía mi amigo sobre la doctrina de la Iglesia. Esa es la “discordia” que tú esperas, Jesús. Ese es el “lío” que espera el Papa Francisco que montemos.
u No tengas miedo de defender tu fe. Al final, les haces un favor, les muestras el camino a la felicidad.
El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que quiera conservar la vida, la perderá, y el que la pierda por mí, la conservará. (Mt 10, 38-39).
Calculador, esa es la palabra que San Josemaría usaba para definir al que no hay modo que se anime a hacer algo. El calculador, incluso cuando ya se decidió, lo hace con miedo. El calculador no tiene bien claras las coordenadas hacia las que se dirige: la felicidad. Jesús, dame un empujón cuando me pare a pensar mucho en mi camino hacia ti; e ilumíname bien la meta, para que no dude.
u Eso en lo que te habías propuesto cambiar hace rato… ya, ¡dale!

Propósito: Buscar las imágenes de la Virgen de mi casa y saludarlas.

domingo, 12 de julio de 2015

Con “S” de Superman

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce, los envió de dos en dos y les dio poder sobre los espíritus inmundos. (Mc 6, 7).
Un día, viendo una de esas películas de Marvel, mi hermanito, que aun­que está en cuarto grado es muy listo, me dijo “has visto que casi todas las historias de superhéroes son de uno que era normal y que un día le dieron superpoderes”. Como soy un poco soberbio, le rebatí que no era el caso de Superman y algún otro. Ahora, ya a solas contigo Jesús, ade­más de pedir perdón por mi soberbia, te acepto que a mí también me encantaría recibir algún tipo de poder. Y al leer este trocito del evangelio, descubro que esos “superpoderes” ya los he recibido en el bautismo, en la Eucaristía, en cada confesión, etc.
u Usa tu vista superpoderosa para descubrir a un amigo necesitado.
Los discípulos se fueron a predicar el arrepentimiento. Expulsaban a los demonios, ungían con aceite a los enfermos y los curaban. (Mc 6, 12-13).
Los superhéroes detienen a los villanos, que con su maldad destruyen ciudades enteras. En la vida real eso no pasa. Pero sí hay pecado, que destruye vidas, y tristeza, desesperanza y otros males que hunden ciuda­des enteras. El poder de la gracia, es capaz de arremeter contra todos esos males. Me emociona pensar que realmente… tengo poderes.
u Usa tu superfuerza para vencer tu pereza y ponerte a ayudar en casa.

Propósito: Ser verdadero superheroe

sábado, 11 de julio de 2015

Con menos peso se vuela mejor

No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a quien puede arrojar al lu­gar de castigo el alma y el cuerpo. (Mt 10, 28).
El miedo paraliza. A mí me ha pasado muchas veces. Hubiera querido una especie de traje a lo Stars Wars o una de campo de fuerza que me protegiera de la vergüenza y la pena de no ser como los demás. Una vez, estando con unos amigos que también procuran estar cerca de Dios, me dio pena decirles que rezáramos el Ángelus. ¡Qué bajo he caí­do!, pensé. Nunca me ha amenazado de muerte por mi fe, ni me han puesto una espada en la garganta para que me calle. Mis amigos son católicos como yo, y aun así, no termino de animarme.
u Quizá estás queriendo actuar con tu valentía y no la de Dios.
En cuanto a ustedes, hasta los cabellos de su cabeza están contados. Por lo tanto, no tengan miedo; porque ustedes valen mucho más que todos los pájaros del mundo. (Mt 10, 30-31).
Quizá la vergüenza y la pena de dar la cara por Jesús, viene por tener la cabeza todo el día pensado en mí mismo, mi ombligo y en un sinfín de cosas materiales. A veces me la paso pensando: si tuviera una iPad Air 2, unos audífonos Bits, aquellos zapatos, la camiseta original de mí equipo, etc. etc. y más etc. Si hasta los cabellos de mi cabeza están contados, ¿cuál es el estrés?
u Por qué no hablas más seguido con Jesús, en lugar de chatear o jugar videojuegos.

Propósito: No más hablar de lo que te gustaría comprar.

viernes, 10 de julio de 2015

Hablar sin pena

“Yo los envío como ovejas en medio de lobos. Sean, pues, astutos como serpientes y sencillos como palomas (Mt 10, 16).
Un amigo tuvo un sueño. Entraba en la clase, se subía en un banquito, en medio de todos, y comenzaba gritar diciendo: “¡Cambien de vida!”. Todos se reían de él. Entonces, entró un futbolista al salón. Su pelota se llamaba “conversión”. Los alumnos se levantaron para atajarlo. El futbo­lista se llevó al primero, después a otro, y así, hasta que dribló a todos y anotó en una gran portería que apareció de la nada al final del aula. Después de anotar, el futbolista se acercó a mi amigo y le dijo: “Si quie­res convertirlos a todos, debes ir llevándotelos uno a uno”.
u Cuando hables de Dios, busca hacerlo uno a uno.
Dios mismo les sugerirá en ese momento lo que tienen que decir, pues no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu del Padre hablará a través de ustedes (Mt 10, 20).
Jesús, quiero acercar a todos mis amigos a ti. A veces no sé cómo. Son buenos, cada uno con sus defectos como todo mundo. Cuando estoy con ellos, no se me ocurre como empezar; o me imagino que lo que me van a contestar y al final me desanimo. Creo que debo fiarme más de ti. Hablar sin pena, y pensar que no importa qué diga, si lo hago en tu nombre, el Espíritu Santo va a actuar a través de mis palabras.
u Reza más y ofrece un pequeño sacrificio por tus amigos antes de hablarles.

Propósito: hablar hoy con un amigo sobre Dios