Tranquilo. No se te va a aparecer un Ángel ni nada parecido. Hacer oración es muy sencillo. Te pones en presencia de Dios, ahí, donde estés, saboreando la oración de “Al comenzar…” Sirve para “sintonizar”. Después lees los textos seleccionados del evangelio del día y dejas correr la cabeza y el corazón. Jesús, sin ruido de palabras, te hablará, te dirá cosas estupendas. Terminas dándole las gracias y se acabó. Fácil ¿No?
Al comenzar la Oración:
Por la Señal de la Sta. Cruz…
Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí; que me ves, que me oyes. Te adoro con profunda reverencia; te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración. Madre mía Inmaculada, San José mi padre y Señor, Ángel de mi guarda, interceded por mí.
Al terminar la Oración:
Te doy gracias Dios mío, por los buenos propósitos, afectos e inspiraciones, que me has comunicado en este rato de oración. Te pido ayuda para ponerlos por obra. Madre mía Inmaculada, San José mi Padre y Señor, Ángel de mi guarda, interceded por mí.