domingo, 31 de julio de 2011

Tus milagros necesitan mis panes

Jesús al desembarcar vio una gran multitud y se llenó de compasión por ella y curó a los enfermos (Mt 14, 14).

Cuando veo las Noticias en la CNN –vicio que me pegó mi abuelo– la verdad es que de momento me pongo triste y rezo por los problemas que cuentan: los narcos, los tsunamis, las guerras en África… Y rezo, te pido que tengas compasión de nosotros y quiero que lo arregles todo, que hagas milagros con los palestinos ahora como hace 2000 años…

u Pide a Jesús milagros que no sean para ti, con corazón ca-tó-li-co (universal).

Jesús les dijo: (...) dadles vosotros de comer. Ellos le respondieron: No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces. Él les dijo: Traédmelos aquí (Mt 14, 16-18).

E hiciste el milagro, y comieron varios miles y sobraron 12 canastos. Todo porque un muchacho puso a tu disposición sus cosas. Yo quiero que Tú arregles el mundo y Tú también lo quieres arreglar, pero me pides mis “cinco panes y dos peces” para hacerlo, y me cuesta un montón. Soy sincero, Maestro, las cosas materiales no me cuesta mucho darlas, pero lo que me cuesta una barbaridad son las “medias horas de deberes-estudio”. El sacerdote nos dice que Te las ofrezcamos por las familias, los enfermos, los negritos… Yo no entiendo mucho cómo funciona eso; pero sí comprendo muy bien que si me preparo bien un día podré ser un gran médico que descubra la vacuna contra el dengue y ayudar a muchos.

u Pregunta a Jesús los milagros qué ha hecho y hará con tus “panes”.

Propósito: Dar a Jesús mis 5 medias horas de trabajo en casa.

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sábado, 30 de julio de 2011

El heroísmo de los hijos de Dios

Herodes había apresado a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, pues Juan le decía a Herodes que no le estaba permitido tenerla por mujer (Mt 14, 3-4).

¡Qué valiente Juan el Bautista! No tuvo pelos en la lengua para decirle sus verdades a Herodes. Con razón, si Juan era el que debía preparar tu llegada, Jesús. Yo también tengo que ser valiente. También a mí me toca preparar tu llegada a los corazones de mis amigos. A más de alguno me tocará decirle sus verdades. Pero ya me explicaron que es mejor si antes rezo, me mortifico, y después se lo digo con mucho cariño.

u Valiente a lo Bautista. ¿Con quién hablo hoy?

Pero llegó el cumpleaños de Herodes, y la hija de Herodías bailó delante de todos y le gustó tanto a Herodes, que juró darle lo que le pidiera. Ella, aconsejada por su madre, le dijo: “Dame, sobre esta bandeja, la cabeza de Juan el Bautista” (Mt 14, 8).

“Si bailar no tiene nada de malo”, me dijo un día mi mamá. Lo malo está en cómo se baila y lo que dice la letra de la música. No me lo creía hasta que oí en Misa esta parte del evangelio. ¿Será posible que con un baile se pueda llegar a hacer tanto daño? Dos veces valiente hay que ser: una para no tener pelos en la lengua como el Bautista, y otra para decir que no a esa música que ofende a Dios.

u Pídele a Jesús que te haga valiente y apostólico.

Propósito: Afeitarme la lengua

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viernes, 29 de julio de 2011

También los que no se están quietos caben en el cielo

Jesús llegó a su tierra y se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal forma, que todos estaban asombrados. (Mt 13, 54).

Hoy es Santa Marta. Siempre me ha caído bien esa mujer. Si algún día llego a tener una novia me gustaría que fuera como ella. Me la imagino bonita, pero más preocupada de servir a los demás que de su belleza. Aunque la regañaste un día por andar agobiada, al final te terminó queriendo tanto o más que su hermana María. A mí, mi mamá siempre me regaña porque no me estoy quieto. Lo que pasa es que por andar de un lado para otro, no hago lo importante. Creo que por eso me cae bien Marta.

u Trabajador como Marta y quietecito como María

¿Acaso no es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama María su madre? (Mt 13, 55).

Jesús, la gente de tu pueblo te conocía muy bien. Probablemente te habían visto corretear de chiquito o ayudando a José en el taller. Pero cuando llegó el momento de salir a predicar, ya veo que no anduviste con penas o vergüenzas. ¿Puedes creer que a mí a veces me da pena portarme bien porque ya me hice la fama de molestón? A veces siento como que tengo que proteger mi imagen. Me encanta ser como Marta, la del evangelio, pero antes de la regañada que le diste. A ver si aprendo y me aplicó a mí lo que le dijiste.

u Sin pena de ser bien portado.

Propósito: Ser yo mismo (el bien portado).

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jueves, 28 de julio de 2011

Preparados para el final

Al final de los tiempos: vendrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los arrojarán al horno encendido. Allí será el llanto y la desesperación (Mt 13, 49-50).

Un día, al final del curso, vi a un alumno de último año que salía llorando del colegio en compañía de su papá. El compañero que tenía a mi lado me dijo: llora porque no se va a poder graduar. No pasó el año. Momentos antes de ver al estudiante salir llorando, acababa de decidir no entregar una tarea de matemáticas porque ya estaba cansado de tantos deberes. Pero al ver lo que puede pasar si uno no aprovecha el tiempo, me puse inmediatamente a hacer mi tarea. Jesús, cuando llegue el último día del colegio de la vida, no quiero reprobar.

u Un secreto: para pasar, hay que estudiar.

Un letrado que entiende del Reino de los Cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo (Mt 13, 52).

Pepe es el nerdo de la clase. Todos lo molestamos porque no hay pregunta que hagan los profesores que no sepa responder. Creo que nunca en su vida ha dejado de entregar una tarea. También va a Misa entre semana y para colmo juega bien fútbol. Al final, creo que lo de nerdo se lo decimos más por envidia que por otra cosa. Se me hace que ser así de “nerdo” debería ser lo normal en alguien de mi edad.

u Criticar menos y ponerme a hacer lo que me toca.

Propósito: Ser “nerdo”.

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miércoles, 27 de julio de 2011

Venderlo todo

El que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. (Mt 13, 44).

Jesús, hoy siento que el evangelio es para estudiantes de economía. Habla de compras, ventas e inversiones. Esta vez se trata de un tesoro muy valioso. Un tesoro por el que vale la pena venderlo todo y que luego su venta llena de alegría. Voy ser más feliz si tengo menos, y más todavía: habrá más felicidad si me desprendo hasta de lo poco que tengo. ¿Qué puedo hacer, Jesús, para creérmelo de a de veras? ¿Cómo aprenderlo? Quizá visitando a un pobre, o dando limosna en la iglesia en Misa, pero con dinero de mis ahorros, no pidiéndole a papá o mamá. ¿Y si ya me lo acabé? Está bien, Jesús, tienes razón. Siempre queda lo que nos da la abuelita.

u Dar, pero de lo mío, y no de lo que me sobra.

El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra (Mt 13, 45-46).

Seguimos con lo de vender para tener dinero y poder comprar en el Reino de los cielos. Es curioso pero para tener monedas espirituales, se necesita vender cosas materiales. Será porque las cosas materiales también, sin darme cuenta, tienen un precio en moneda espiritual. ¿Existirán cursos sobre economía espiritual? Me encantaría sacar un doctorado en esa carrera.

u Hacerme experto en finanzas espirituales.

Propósito: Vender.

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martes, 26 de julio de 2011

Dios tiene tanto para decirnos

Jesús despidió a la multitud y se fue a su casa. Entonces se le acercaron sus discípulos y le dijeron: “Explícanos la parábola” (Mt 13, 36).

A mí nunca me ha gustado ser del montón, de la multitud. Me encanta que me tomen en cuenta y sentirme especial. Tú, Jesús, consigues hacerme sentir así invitándome a tu casa. Otras veces eres tú el que viene a la mía, y eso a pesar de aquello de “no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme”. La paz que se siente al estar en tu casa viene de escuchar tus palabras, tus explicaciones. Pero como me dijo un profesor, “pero si no se calla, no va oír lo que le digo”. Silencio, Jesús; necesito callarme un poco también cuando estoy solo. Así, podré oírte, podré entender tus explicaciones. A veces me da la impresión que se me olvida dónde se apaga el iPod.

u El triangulito es para el “play”, el cuadradito para parar, y las dos barritas verticales, pausa.

El que tenga oídos, que oiga (Mt 13, 43).

San Josemaría decía que le gustaban los burros. Entre otras cosas, porque sus orejas le parecían como dos antenas levantas, listas para captar lo que su amo quería decir. Jesús, ayúdame a poner atención. A no usar las orejas sólo para sostener los audífonos. Quiero estar atento sobre todo a lo que tú quieras decirme. Quiero ser un burrito.

u Parar bien las orejas.

Propósito: Apagar el ruido.

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lunes, 25 de julio de 2011

Servir es reinar

“¿Podrán beber el cáliz que yo he de beber?” Ellos contestaron: “Sí podemos” (Mt 20, 22).

Siempre me ha gustado la respuesta de los hijos de Zebedeo. Su mamá te ha pedido que se siente uno a tu derecha y el otro a tu izquierda cuando estés en tu Reino. Con razón les entró envidia a los otros apóstoles. A mí también me gustaría estar a tu lado en tu Reino. Ya sé que me vas a hacer la misma pregunta ¿y estarías dispuesto a…? Te miro a los ojos, Jesús, y pienso: cómo no habría de estarlo si pase lo que pase Tú siempre vas a continuar a mi lado. ¡Por supuesto que estaría dispuesto a beber tu cáliz!

u Me haré un bebedor empedernido, pero de la copa que bebe Jesús.

El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el que los sirva, y el que quiera ser el primero, que sea su esclavo (Mt 20, 26-27).

Ya me hacía yo bebiendo tu cáliz y sentado tranquilamente a tu lado en el Reino. Pero no, de estar sentado nada. Para sentarse no hace falta valentía. Para servir, en cambio, si hay que andar sin cuentos. Un día alguien me dijo que en el fondo muchos son comodones por miedo. Miedo porque son tan torpes que al servir lo terminan botando todo. Miedo a que les digan “¿es que no tienes dinero para que alguien te haga las cosas?”, miedo a tener que esforzarme.

u Caradura también para servir.

Propósito: Como con la obediencia, servir a la primera.

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domingo, 24 de julio de 2011

Ese tesoro vale la pena

El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo. (Mt 13, 44).

Jesús, qué grande ha de ser el tesoro que nos tienes preparado. Una vez le pregunté a un amigo qué haría si un buen día, al cortar la grama del patio de su casa, descubriera que hay un cofre grande lleno de monedas de oro. ¡Me compraría un camión lleno de nachos!, me contestó. Me dio risa, pero pienso que cuando estoy en gracia me pasa algo parecido. Cambio mi tesoro por unos… nachos, y además vencidos que es lo peor.

u La gracia de Dios vale más que mil cofres repletos de monedas de oro, pídele a Jesús aprender a vivir siempre en gracia.

El reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra (Mt 13, 45-46).

Siguiendo con lo del tesoro, cada día voy descubriendo que aprender a valorar estar en gracia, no es sólo cuestión de evitar perderla. Si vienes a mi corazón, Jesús, no es sólo para quedarte sin más, como un adorno. Tienes ilusión de que te dé conversación; que te diga lo mucho que te quiero varias veces al día. Pero en mi corazón hay más cosas. Están mis pobres pertenencias: un montón de chunches viejos y feos que sólo a mí me gustan. Ya te entendí. Quieres que los venda todos.

u Vender sí, pero mejor ¡tirar! todo eso que estorba en mí corazón.

Propósito: No sobrevalorar los nachos.

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sábado, 23 de julio de 2011

La mala hierba al final sí se muere…

Mientras los trabajadores dormían, llegó un enemigo del dueño, sembró cizaña entre el trigo y se marchó (Mt 13, 25).

Es que como vea quién fue el que echó la cizaña, le doy duro. Pero, ¿y por qué tan creído? ¿Y qué tal si la cizaña soy yo? La cizaña se chupa los nutrientes del trigo. Ni come, ni deja comer. ¿No seré un poco cizañín cuando no hago nada para que mis amigos también se hagan amigos tuyos, Jesús? En la época de la parábola no existían los químicos contra las malas hierbas, sino la cizaña se hubiera ido feo. Un herbicida necesito yo, pero de gracia de Dios. Pero tus herbicidas, Jesús, no matan sino transforman. Convierten lo malo en bueno.

u Necesito urgentemente un herbicida: la Confesión y la Comunión.

Dejen que crezcan juntos hasta el tiempo de la cosecha y, cuando llegue la cosecha, diré a los segadores: arranquen primero la cizaña y átenla en gavillas para quemarla; y luego almacenen el trigo en mi granero (Mt 13, 30).

Ya se ve que siempre entre los hierba mala hay gente buena. Es cuestión de tener paciencia. Pero de entrada, lo mejor es no juzgar. Con el paso del tiempo resulta que el más molestón de la clase al cabo de veinte años termina siendo el padre que dice la Misa del domingo en la parroquia de la esquina. Mientras tanto, con los “hierba mala”, a rezar por ellos para que se conviertan. Jesús, que sea apostólico.

u Atención, no sea que el “hierba mala” sea yo.

Propósito: Usar el herbicida de la oración, que no mata sino convierte.

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viernes, 22 de julio de 2011

La tierra buena es en la que la semilla da fruto

Lo sembrado sobre terreno pedregoso significa al que oye la palabra y la acepta inmediatamente con alegría; pero, como es inconstante, no la deja echar raíces, y apenas le viene una tribulación o una persecución por causa de la palabra, sucumbe (Mt 13, 20-21).

Jesús, la siembra en terreno pedregoso me suena como a querer sembrar en el escritorio de mi cuarto. Te explico. La semilla no pegaría porque se encontraría con el libro que tenía que leer y nunca abrí, varios lapiceros sin tapón, mi celular, mi iPod, el teclado, unas galletas a medio comer, basura del sacapuntas… en resumen, en lo que me distraigo en vez de estar trabajando. Esas son las piedras de mi pereza.

u ¿Dónde más tengo piedras: en el corazón, en la inteligencia?

Lo sembrado en tierra buena, representa a quienes oyen la palabra, la entienden y dan fruto; unos, el ciento por uno; otros, sesenta; y otros, el treinta (Mt 13, 23).

Puestos a sacar buena nota, apuntémosle al cien. Quiero estar en el cuadro de honor de la asignatura del amor a Dios. Esa también se da en vacaciones, y no es para los que reprobaron, en los fines de semana, y en días normales de trabajo. Jesús, ayúdame a ser tierra buena y dar mucho fruto.

u Pregúntale a Jesús cómo llevas la asignatura del amor a Dios, si la estás pasando o vas aplazado.

Propósito: Apuntarle al cien en el orden de mi cuarto

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jueves, 21 de julio de 2011

Es de bien nacidos ser agradecidos

Al que tiene se le dará más y nadará en la abundancia; pero al que tiene poco, aún eso poco se le quitará (Mt 13, 12).

Jesús, esta parte del evangelio siempre me había resultado un poco confusa. Se me hacía injusta. ¿Por qué quitarle al miserable lo poco que tiene? Así pensaba hasta que un profesor me explicó: es como con las “ganas”. Por ejemplo, en un partido: cuando no tienes ganas de jugar, si no pones de tu parte, hasta las pocas ganas que tenías se te van, porque te critican por jugar mal. Después de la explicación, me dijo ¿de dónde crees que viene la frase “¡échale ganas!”?, y yo asentí convencido. Creo que eso último, lo de la frase, se lo inventó, pero de todas formas tiene razón. Casi se podría decir con el evangelio “al que le echa ganas, se le darán más ganas y nadará en abundancia de ganas”.

u ¿Le echo ganas a las cosas de Dios?

Dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen (Mt 13, 16).

Nunca me había puesto a pensar que había que darte gracias, Jesús, por ver y oír. Sobre todo, por entender lo que oigo cuando voy a Misa o leo algo que ha dicho el Papa. Incluso lo que está escrito en este librito. Si alguien no me hubiera enseñado la fe, probablemente todo esto me sonaría a chino. Creo que agradecer es un buen comienzo para aprender a valorar lo que tengo.

u Sigue dándole gracias a Jesús…

Propósito: Decir muchas veces al día ¡gracias!

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miércoles, 20 de julio de 2011

Hambre del Pan y de la Palabra

Acudió tanta gente, que tuvo que subirse a una barca Mt 13, 2).

Hace unas semanas vi un reportaje en las noticias. Un desastre natural había dejado aisladas a unas personas. Pasaron varios días sin agua ni comida. Les llevaron alimentos en un helicóptero. Los rescatistas tenían dificultades para entregar los víveres. La gente los apretujaba. Tenían mucha hambre y querían la comida. Cómo me gustaría poder acudir así con hambre de ti cada día. Hay veces en que puedo ir a Misa todos los días, y prefiero entretenerme en otras cosas “importantes”.

u Dame mucha hambre, pero de Eucaristía.

Les habló mucho rato en parábolas: “Salió el sembrador a sembrar” (Mt 13, 3).

A mi hermanito mi mamá siempre le lee un cuento para que se duerma. Conmigo también hacía lo mismo. Hace unos días me entró curiosidad y fui a hojear uno de sus los libros de cuentos. ¡Qué aburrido!, pensé. Me acordé de un día en clase, que como no nos callábamos, el profesor nos contó una historia. No la pudo terminar porqué sonó el timbre del recreo. Estuvimos a punto de no salir para poder oír el final. ¿Sabes lo que significa eso, Jesús? Estábamos a punto de sacrificar el sacrosanto fútbol por un “cuento”, y yo que decía que eran aburridos. Ya me estoy imaginando la historia del sembrador, pero leída por ti, Jesús. Ya sé que quizá suena cursi pero, quisiera ser una de esas semillitas y estar dentro de tu mano.

u Pídele estar cerquísima de Él.

Propósito: No quedarme sin recibir los víveres de la Misa.

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martes, 19 de julio de 2011

Miembros de la familia de Dios

Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo: “estos son mi madre y mis hermanos” (Mt 12, 49).

Jesús, soy tu discípulo. Tengo tanta obligación, como los primeros apóstoles, de llevar tu mensaje de alegría a tantas personas. Formo parte de tu ejército de paz. Pero hay algo que me anima más todavía. No estoy a tu lado como “empleado”, sino como parte de tu familia, y con todos los derechos. Si en el cielo hay refri, seguro que cuando llegue allí me vas a dejar que la abra a cualquier hora; y hasta me dejas que me tome tu yogurt. Tan de la familia soy, que escucharé de María, tu mamá, y mía también, aquello de “si lo agarras, te lo terminas; nada de dejarlo a medias”.

u ¿Discípulo?, más aún: hermano, ¡hijo de Dios!

Pues todo el que cumple la voluntad de mi Padre, que está en los cielos, ése es mi hermano (Mt 12, 50).

Una vez me dijo un amigo que estar en tu casa era poder bajar en pijama a desayunar. Se lo conté a mi papá y me contestó: estar en tu casa es poder hacer eso y que cuando te manden de regreso a cambiarte tú hagas caso. Seguro que mi papá había leído esta parte del evangelio.

u Si estoy en mi casa, ¡viva la confianza!, también la que tienen mis papás para decirme lo que tengo qué hacer.

Propósito: Si me lo tomo, me lo tomo todo. Si me mandan a cambiarme, me levanto sin quejarme.

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lunes, 18 de julio de 2011

Más famoso que un Jonás

Maestro queremos verte hacer una señal prodigiosa (Mt 12, 39).

Jesús, me encantan las películas de ciencia ficción, y a veces me gustaría que muchas de esas cosas extraordinarias pasaran de verdad. Una vez me dijo un amigo que si apareciera un extraterrestre en mi patio, probablemente me mataría de la risa y no me lo creería. Todo porque no habría música de fondo ni juegos de luces. ¡Jesús, cuántos milagros extraordinarios haces en mi vida y ni me doy cuenta! Transformas el pan y el vino en tu Cuerpo y Sangre. Me limpias de mis pecados en la Confesión. Me levanto cada día, tengo unos papis que me quieren, llueve, hay flores, el sol calienta… Y encima de todo, quiero ver “señales prodigiosas” para portarme bien.

u Voy a estar atento: si estoy con Jesús, en mi vida pasarán cosas más espectaculares que las de las películas.

Aquí hay alguien que es más grande que Jonás (Mt 12, 41).

Perdón, Jesús, pero en lo primero que pienso cuando leo “Jonás” es en los hermanos que cantan, los Jonas Brothers. Mi hermana los oye. A mí, alguna canción me gusta, pero que no se enteren mis amigos. Me van a molestar. El Jonás de la Biblia a saber si cantaba. Se hizo famoso porque se lo tragó una ballena y porque convirtió a Dios de los Ninivitas. Me cae bien porque le pasó las mías. Antes de hablarles a los Ninivitas le entró miedo. Lo superó y muchos creyeron en ti.

u Hablando de cosas espectaculares: pídele a Jesús que te dé sueños atrevidos de apostolado.

Propósito: Ser Jonás pero sin ballena.

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domingo, 17 de julio de 2011

Al final los que salen ganando son los niños

El reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas (Mt 13, 31-32).

Yo ahora soy pequeño. Aunque mi mamá dice que ya estoy bastante grande comparado con otros de mi edad. La verdad quisiera ya ser más grande para que me den permiso de salir y de regresar tarde. Hace unos días escuché como una amiga de mi mamá se quejaba porque le habían calculado mucho más edad de la que tenía. ¿Por qué cuando uno es pequeño quiere ser grande, y al revés? Ser pequeño tiene una ventaja, tus papás siempre te cuidan. Quiero ser siempre pequeño ante ti, Jesús.

u Ante Dios, siempre pequeño, y no me voy a poner de puntillas para verme más grande.

El reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente. (Mt 13 31,32).

Primero que me haga pequeño y ahora que me disuelva entre la masa. Pero no quiero disolverme para zafarme de mis responsabilidades. Como la levadura, nos necesitas, Jesús, para que le demos gracia a la masa que después se convertirá en ricos panes. Ayúdame, Jesús, a ser muy apostólico. A ser levadura para mis amigos.

u Inflar panes, pero integrales para que no engorden.

Propósito: Ser fermento.

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sábado, 16 de julio de 2011

Querer ir donde Jesús, el médico divino

Los fariseos se confabularon contra Jesús para acabar con él (Mt 12, 14).

Jesús, les caes mal porque les has mostrado que están en el error. Buscan la manera de callarte porque sus ojos no están preparados para recibir tu luz. Tu luz es limpia, suave, da gusto contemplarla. La infección de la mentira, y del rencor les lastima. La irritación que causa la suciedad de algunas imágenes cochinas, hace que tu luz lastime la vista.

u Aplícame unas gotitas de tu amor en los ojos para que pueda verte sin que se me lastimen los ojos. Pide la Pureza.

Muchos lo siguieron y él curó a todos los enfermos (Mt 12, 14).

Para que a uno lo cure el doctor hay que ir a visitarlo. Obvio. ¿Por qué entonces no voy más seguido a visitarte, Jesús? Tengo un amigo que no salía de su casa porque le habían salido unos granos re-feos. No quería ni que lo viera el doctor por la vergüenza de tener que andar con esa cara por la calle. Aceptó ir. Le dejaron unas pomadas y unas pastillas. Hizo caso: se echó la pomada y se tomó las pastillas. A los pocos días lo vio su mamá. Te dejaron más guapo que antes de los granos, le dijo. Será posible que por vergüenza a veces no quiera ir a confesarme o hablar con mi director espiritual.

u Voy a ir corriendo a la confesión aunque se me caiga la cara de fea por lo horrible de mis pecados.

Propósito: Usar la pomada de la Confesión.

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viernes, 15 de julio de 2011

La Abogada

¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? (…) Todo el que haga la voluntad de mi Padre que está en los Cielos (Mt 12, 48.50).

Jesús, Tú amas a tu madre como el mejor de los hijos, pero aún la amas más porque es la “llena de gracia” (Lc 1, 28). Por eso, en el fondo, lo que estás haciendo es elogiar a María. Ella es la criatura más querida por Dios no sólo por ser tu madre, sino porque ha sabido hacer en cada momento “la voluntad de mi Padre que está en los Cielos”, empezando por aceptar generosamente la vocación que le encomendaste, haciéndose “la esclava del Señor”.

u Da gracias a Jesús por haberte hecho su hermano… y saca consecuencias.

Tu madre y tus hermanos están fuera intentando hablarte. (Mt 12, 47).

Jesús, la Virgen te echaba de menos y se va a buscarte; también te buscaban tus primos y familiares cercanos –para los que en hebreo se usa la misma palabra que para los hermanos–. Ahora no, porque está contigo en el Cielo, y allí te cuenta cosas buenas de nosotros, sobre todo de los que nos acogemos a la protección de su Escapulario del Carmen; lo hace siempre, así nos ayuda como Madre amorosa, pero sobre todo a la hora de nuestra muerte. Y en la vida ella nos ayuda a navegar bien –la Virgen del Carmen es Patrona de la gente del mar–, es decir a hacer siempre la voluntad de Dios, como ella hizo.

u Pregunta a la Virgen qué ha contado hoy de ti a Jesús.

Propósito: Besar mi Escapulario… y “vestirlo” siempre.

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jueves, 14 de julio de 2011

Verdad al 100%

(…) aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón (Mt 11, 29).

Mira, Jesús, que eso de la humildad hoy no está de moda. Una vez le pregunté al sacerdote del colegio cómo hacer para ser humilde y me contestó que siendo sincero conmigo mismo. Que llamara a las cosas por su nombre, como aconsejaba San Josemaría. Pues, a mí, Jesús, eso de ser 100% sincero me cuesta. Soy en la mayoría de los casos un 75%, y en el mejor de los casos un 90%. Es decir, la verdad la digo con un poquito de exageración o de apasionamiento. Me cuesta reconocer sobre todo cuando me enojo.

u Sigue contándole a Jesús en que cosas frecuentemente no dices la verdad al 100%.

(…) porque mi yugo es suave y mi carga ligera (Mt 11, 30).

San Josemaría escribió en Surco n. 124: ¿Quieres vivir la audacia santa, para conseguir que Dios actúe a través de ti? —Recurre a María, y Ella te acompañará por el camino de la humildad, de modo que, ante los imposibles para la mente humana, sepas responder con un «fiat!» —¡hágase!, que una la tierra al Cielo. Santa María, ayúdame a ser humilde y que reconozca lo que hago mal para así rectificarlo. Y ahora que lo pienso, la Confesión comienza llamando a María: Ave María purísima…

u Vuelve a leer el punto de Surco para que descubras que la humildad es necesaria para que Dios obre grandes cosas a través de Ti.

Propósito: Verdad al 100%

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miércoles, 13 de julio de 2011

Título

En aquel tiempo exclamó Jesús diciendo: Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes, y las has revelado a los pequeños (Mt 11, 25).

Los sabios y prudentes en los negocios son aquellos que piden garantías, que les hagan una demostración de cómo funciona un aparato, que les expliquen –con detalle- todos los beneficios que van a obtener, que lo lea su abogado antes de firmar el contrato, etc. Jesús, yo contigo no quiero ser ni sabio ni prudente. Quiero ser un pequeño que se confía en Ti. Y si me dices que salte, salto; que corra, corro; que me haga el muerto… Pero eso último no lo vayas a grabar en un videíto, que luego se cuela a YouTube y no van a parar de molestarme mis amigos.

u ¿En qué cosas que me pide Jesús soy sabio y prudente?

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo (Mt 11, 27).

Quiero ir al paso de Dios. Quiero ir al paso de Dios. Y ganarme, Jesús, tu confianza para que me cuentes todas las cosas que Dios Padre te ha dicho. Quiero ser tu amigo íntimo. Como diría mi hermana (la muy fresa) tu secret friend, pero no tan secret que dé la cara por Ti.

u Pídele a Santa María que te ayude a concretar.

Propósito: Jugar en serio al secret friend con Jesús

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martes, 12 de julio de 2011

Al paso de Dios

Entonces se puso a reprochar a las ciudades donde se habían realizado la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido (Mt 11, 20).

Esos habitantes de esas ciudades se lo ganaron. Mira, Jesús, que haber visto tanto milagro tuyo, oído tus enseñanzas y ni así se convirtieron. Yo al menos voy dando pasitos, aunque pasitos de bebé gordito y mimado. Pero los voy dando. Jesús, que no me contente con dar pasitos, que dé zancadas, corra detrás de ti. Que vaya al paso de Dios, como le gustaba decir a San Josemaría.

u ¿Qué pasos, zancadas o corrida te está pidiendo Jesús?

¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran realizado los milagros que han sido hechos en vosotras, hace tiempo que habrían hecho penitencia en saco y ceniza (Mt 11, 21).

Ay. Ay. Ay. Jesús, que yo nunca te saque estos lamentos. Quiero ser de los que te dan alegrías y no tristezas. Quiero ir al paso de Dios y no arrastrado, quejándome, chillando y de mala cara. Quiero ir al paso de Dios sonriendo, silbando y cantando.

u Te lo recuerdo: Del dicho al hecho hay mucho trecho.

u Concreta con Jesús lo que te pida.

Propósito: Mantener el paso.

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lunes, 11 de julio de 2011

Negocios

Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo: Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué recompensa tendremos? (Mt 19, 27).

Esta frase de San Pedro me parece un poco de caradura, de igualado. Pero si lo pienso, Jesús, es una frase que sólo la puede decir alguien que te tiene confianza. Una confianza que nace de haberse entregado por completo a Tí. Yo soy bastante miedoso y cada vez que oigo la palabra entrega “se me va el pájaro”. Jesús, hoy quiero decirte que te doy cualquier cosa que me pidas. Pero eso sí, me tienes que ayudar a que luego no me eche para atrás.

u Del dicho al hecho hay mucho trecho, dice el refrán. Concreta con Jesús lo que te pida.

Y todo el que haya dejado casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos, o campos, por causa de mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna (Mt 19, 29).

Por un poquito que te doy, Tú ofreces mucho más. Eres un buen pagador, Jesús. No sale nadie perdiendo contigo. Es más se gana mucho más de lo que uno haya podido imaginar. Dame Jesús la generosidad de entregarte lo que me pidas, que no sea tacaño ni bobo de no hacer negocios contigo.

u Una gran negociante es la Virgen Santísima. Pídele que te sople al oído lo que le puedes entregar a Jesús.

Propósito: Hacer negocios.

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domingo, 10 de julio de 2011

Buena tierra

He aquí que salió el sembrador a sembrar. Y al echar la semilla, parte cayó junto al camino y vinieron los pájaros y se la comieron (Mt 13, 3-4).

Fíjate, Jesús, que mi abuela tiene una expresión que dice cuando nota que se distrajo. Su expresión es “se me fue el pájaro”. Ya sé que es distinto a lo que Tú quieres enseñar en esta parábola, pero quiero pedirte la gracia de que no me distraiga en la oración. Al no más ponerme hacer oración me distraigo con cualquier cosa y me pongo a recordar y a darle a la imaginación. Jesús, yo quiero que la semilla de la gracia que has plantado en mi corazón eche raíz y crezca, y dé buenos frutos.

u Sigue hablando con Jesús sobre los pájaros que tienes en la cabeza y pídele ayuda.

Por el contrario, lo sembrado en buena tierra es el que oye la palabra y la entiende, y fructifica y produce el ciento, o el sesenta, o el treinta (Mt 13, 23).

¡Yo quiero ser buena tierra! Y tierra que dé el 100% de rendimiento. Pero, Jesús, si buscas la definición en el diccionario sobre inconstancia, te apuesto que aparece mi foto en esa definición. Ayúdame a ser constante en la oración, en los buenos propósitos de hacer apostolado y de santificar el trabajar. ¡Ayúdame a que sea buena tierra!

u Un excelente espanta-pájaros es la Confesión. ¿Me estoy confesando con frecuencia?

Propósito: Cazar pájaros y poner un espanta-pájaros.

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sábado, 9 de julio de 2011

Rosas y espinas

No es el discípulo más que su maestro, ni el siervo más que su señor (Mt 10, 24).

Tú eres la Verdad, Jesús, no nos engañas. Podrían decirnos que el cristianismo es un camino de rosas, pero no. La Iglesia y los santos me recuerdan que “la señal del cristiano es la Santa Cruz”; porque como se lee en Camino “Cruz, trabajos, tribulaciones: los tendrás mientras vivas. – Por ese camino fue Cristo, y no es el discípulo más que el Maestro” (n. 699). ¡Y me da miedo, Señor! ¡Ayúdame! Hoy es sábado, día de la Virgen, y me he acordado de unos versos que leí en un altar de la Dolorosa en los muros de una catedral; me ayudan aunque no los entiendo bien: “Si quieres que tu dolor / se convierta en alegría / no pasarás, pecador, / sin alabar a María”.

u Pide a la Virgen que te explique esos versos.

A todo el que me confiese delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en los Cielos. Pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en los Cielos (Mt 10, 32-33).

¿Y cómo puedo yo confesarte delante de los demás, Jesús? Sé bien que haciendo lo que Tú enseñas, no sólo diciendo que soy cristiano con mis palabras, sino con todo el corazón y con toda la mente. También dijiste “no todo el que me diga: «Señor, Señor», se salvará, sino el que hace la voluntad de mi Padre” (Mt 7, 21).

u ¿Mi lengua es larga y mis obras cortas?

Propósito: Ver en el examen de conciencia cómo confieso a Dios.

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viernes, 8 de julio de 2011

Seguridad

Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, cautos como las serpientes y sencillos como las palomas (Mt 10, 16).

Hoy en día, Jesús, la gente se preocupa mucho de la seguridad ni contestan al teléfono si ven que es un número desconocido. Si normalmente uno es cuidadoso con la seguridad, mucho más cuidadoso tengo que ser con la seguridad de mi alma. Por eso me entero de cómo son las películas antes de verlas, o me informo antes de leer un libro. Mi alma, Señor, vale toda tu Sangre y no puedo perderla porque en los cines, en Internet, hasta en los celulares, hay cosas que pueden manchar mi alma.

u Habla de las medidas de “seguridad” de tu alma con Jesús.

Pero cuando os entreguen, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar; porque en aquel momento os será dado lo que habéis de decir. Pues no sois vosotros los que vais a hablar, sino el Espíritu de vuestro Padre quien hablará en vosotros (Mt 10, 19-20).

Pero yo no voy por ahí con complejos y siendo un miedoso, tomo mis precauciones y me sé siempre hijo de Dios –porque Tú, Jesús, me diste ese título– y me comporto como tal, me mire y me oiga cualquier prójimo. Me formo, rezo y con tu Espíritu, el mejor Abogado, en mi alma en gracia sé que venceré todos los problemas que me puedan surgir, a no ser que yo mismo sea el que me enrede y los provoque.

u Pregunta al Espíritu Santo cómo defenderte.

Propósito: Poner seguridad en la compu.

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jueves, 7 de julio de 2011

Ser agradecido

Gratuitamente lo recibisteis, dadlo gratuitamente (Mt 10, 8).

¡Cuántas cosas, Jesús, he recibido gratis, sin merecerlo!: para empezar la vida, la vida natural y la vida sobrenatural de hijo de Dios que me dio la Iglesia cuando mis papás me llevaron a bautizar. Con el bautismo me vino la “gracia”, se llama así porque es gratis, gratuita, de balde… Y tantas cualidades que me has dado: mi buena memoria, el arte que tengo con la guitarra, la pegada brutal que tengo con la derecha… y tantas veces, Señor, soy un egoísta, no te agradezco tantas cosas que me das –también los días soleados y las lluvias– ni tampoco pongo lo mío al servicio de los demás.

u Dale gracias a Dios por cada cosa que te ha dado gratis.

El que trabaja merece su sustento (Mt 10, 10).

La verdad, Señor, que a veces me entero de lo que cobran los del salario mínimo y me confundo, trabajan todo el día y cobran una miseria y con eso tienen que mantener a su familia… Hay cosas, Jesús, de este mundo que no entiendo, te pido por ellos… pero lo que si entiendo es que algunos días no “merezco mi sustento”, porque me paso todo el día haraganeando y jugando FIFA hasta que se me acalambran los dedos. Jesús, ayúdame a que aproveche las vacaciones y los días de clases, que sea coherente con tantos regalos que me has dado en mi vida. Que no desperdicie la vida.

u ¿Me merezco todo lo que me dan?

Propósito: Ser agradecido.

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miércoles, 6 de julio de 2011

El novato

Habiendo llamado a sus doce discípulos, les dio poder para arrojar a los espíritus inmundos y para curar toda enfermedad y toda dolencia (Mt 10, 1).

Jesús, me imagino la cara de susto de los apóstoles al darse cuenta del enorme poder que les estabas dando. ¡Qué bueno eres Jesús! Quieres que los apóstoles sean verdaderos protagonistas de la historia de la salvación. Es como en los conciertos, cuando el cantante famoso llama al escenario al guitarrista novato para que lo acompañe, y el público como está entregado al famoso, acaba aplaudiendo al novato su contribución. La verdad, es que yo he sentido la ovación de los ángeles cuando ayudo a un amigo a rezar, o a perder el miedo a confesarse.

u ¿Qué puedo hacer en el concierto de Jesús?

A estos doce envió Jesús dándoles estas instrucciones: No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; sino id primero a las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mt 10, 5-6).

Después el día de la Ascensión les dijiste “id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos” (Mt 28, 19), pero ahora les mandas a los pueblos cercanos. Yo tantas veces me excuso, diciendo que cuando sea grande ayudaré a que la gente te quiera, y hasta por un rato me entraron ganas de ser apóstol. Ayúdame, Jesús a preocuparme de los que están cerca de mi y andan más perdidos que la corbata de Tarzán… Que no sea ni miedoso ni egoísta.

u Recomienda al Señor las ovejas perdidas que conozcas.

Propósito: Repetimos: ser apóstol, aunque me tiemblen las manos.

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