miércoles, 6 de julio de 2011

El novato

Habiendo llamado a sus doce discípulos, les dio poder para arrojar a los espíritus inmundos y para curar toda enfermedad y toda dolencia (Mt 10, 1).

Jesús, me imagino la cara de susto de los apóstoles al darse cuenta del enorme poder que les estabas dando. ¡Qué bueno eres Jesús! Quieres que los apóstoles sean verdaderos protagonistas de la historia de la salvación. Es como en los conciertos, cuando el cantante famoso llama al escenario al guitarrista novato para que lo acompañe, y el público como está entregado al famoso, acaba aplaudiendo al novato su contribución. La verdad, es que yo he sentido la ovación de los ángeles cuando ayudo a un amigo a rezar, o a perder el miedo a confesarse.

u ¿Qué puedo hacer en el concierto de Jesús?

A estos doce envió Jesús dándoles estas instrucciones: No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos; sino id primero a las ovejas perdidas de la casa de Israel (Mt 10, 5-6).

Después el día de la Ascensión les dijiste “id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos” (Mt 28, 19), pero ahora les mandas a los pueblos cercanos. Yo tantas veces me excuso, diciendo que cuando sea grande ayudaré a que la gente te quiera, y hasta por un rato me entraron ganas de ser apóstol. Ayúdame, Jesús a preocuparme de los que están cerca de mi y andan más perdidos que la corbata de Tarzán… Que no sea ni miedoso ni egoísta.

u Recomienda al Señor las ovejas perdidas que conozcas.

Propósito: Repetimos: ser apóstol, aunque me tiemblen las manos.

Descargar el PDF