miércoles, 31 de mayo de 2017

Visitación de Nuestra Señora. Servidores de vuestra alegría

Por aquellos días, María se levantó, y marchó deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá (Lc 1, 39).
María, ¿estás contenta? Yo, un montón. Muchas gracias, Madre mía, por tantas cosas buenas. Durante todo este mes de mayo me has lleva­do de tu mano, de sábado en sábado y tantas fiestas tuyas. He hecho Romerías, he rezado Rosarios, he saludado con cariño tus imágenes... Ahora, después de todos estos días contigo, soy más amigo de tu Hijo. Pero antes de acabar el mes la Fiesta de la Visitación.
Agradece a la Virgen tantas gracias recibidas en el mes de mayo.
Y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y en cuanto oyó Isabel el saludo de María, el niño saltó de gozo en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo (Lc 1, 40-41).
Madre mía, hoy me enseñas el espíritu de servicio. ¿Qué es lo que haces cuando te enteras que vas a ser la Madre de Dios?... Te vas corriendo a ayudar a tu prima Sta Isabel. Y eso que vivía bastante lejos. Yo, Virgen Santa, hago el propósito de no andarme con remilgos. Voy a poner la mesa sin que me lo digan, y ayudar con las tareas a mis hermanos, y or­denar la habitación, y cambiar el agua a la tortuga y, después… como San Juan Bautista nonnato, saltar de gozo.
Como dice San Pablo a los de Corintio, yo también seré: servidor de vuestra alegría (Cor 1, 24).

Propósito: Después de servir mucho… saltar de gozo.

martes, 30 de mayo de 2017

Gloria a Cristo Jesús, Cielos y tierra bendecid al Señor

Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique (Jn 17, 1).
¡Faltan cinco minutos!; ¡Es la hora…! Avisa en clase el encargado con puntualidad suiza. También Jesús avisa a su Padre: Padre, ha llegado la hora… Todo llega, es cuestión de tiempo: hay tiempo para reír y tiem­po para llorar; tiempo para sembrar y tiempo para cosechar; tiempo para trabajar y tiempo para descansar… Todo tiene su tiempo y Dios su eternidad. Padre, ha llegado la hora… El Hijo, el Padre junto al Espíritu Santo serán eternamente glorificados por los coros de los Ángeles, de los Santos y, aunque desafino un poco, también por mí.
Jesús, que aproveche el tiempo. Esto se acaba, y no hay quien lo pare...
Tuyos eran, me los confiaste y han guardado tu palabra. (…) Yo ruego por ellos; (…) he sido glorificado en ellos (Jn 17, 6.9.10).
Cuando hablan bien de mí, y lo oigo me pongo colorado. Jesús, gracias por los piropos: han guardado tu palabra; he sido glorificado en ellos. ¡Qué otra cosa voy a hacer, sino! Que toda mi vida sea guardar tu pala­bra y darte gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Termina diciendo que quieres glorificar a Jesús con tu santidad.

Propósito: aprovechar el tiempo.

lunes, 29 de mayo de 2017

Confiad, Yo he vencido al mundo

Mirad que llega la hora, y ya llegó, en que os dispersaréis cada uno por su lado, y me dejaréis solo, aunque no estoy solo porque el Padre está conmigo” (Jn 16, 32).
Jesús, el mes de mayo se me ha pasado volando. ¡Qué buen mes de mayo! Dentro de nada llega junio con las vacaciones, y se cumplirá eso de Llega la hora, y ya llegó, en que os dispersaréis cada uno por su lado. Pero lo que no es cierto es eso otro de que me dejaréis solo. Tú nunca estás solo, porque el Padre está siempre contigo, y yo…¡también! Aunque me vaya de vacaciones a Cancún te llevaré conmigo.
Dile a Jesús que nunca le dejarás. Jamás. Díselo muchas veces.
En el mundo tendréis tribulación, pero confiad: yo he vencido al mundo (Jn 16, 33).
Jesús, son los exámenes lo que me da un poco de miedo. ¿Lo sabré todo? ¿Me dará tiempo a estudiar? ¿Sacaré buenas notas? Pero lo peor es que me pongo nervioso y trato con dureza a los que me rodean. Ni contesto el teléfono, ni abro la puerta. Me encierro en lo mío y a los de­más… En el mundo tendréis tribulación… y exámenes. Jesús, Tu tam­bién ¿vences a los exámenes?
Dile a Jesús que durante los exámenes, vas a ser más cariñoso.

Propósito: además de estudiar mucho, repetir: Virgen Santa, Virgen Pura, haz que apruebe esta asignatura.

domingo, 28 de mayo de 2017

La Ascensión del Señor. Cambiar el clima interior

Se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará» (Mc 16,15).
Aquel montañero poeta, un día de Pascua, se conmovió al ver des­puntar, entre las rocas y la nieve el brote de una flor tierna y elegante: “como un estallido de vida, cientos de estallidos”, decía. El asombroso descubrimiento le acompañó hasta la cumbre mientras consideraba: El Cristianismo es mucho más que un código de comportamientos éticos, que una ideología o un mensaje filosófico. Para mí es como esa flor en la nieve: Cristo que vive, hoy y siempre. Cristo continuamente resucitando en los corazones de los hombres. Jesús, resquebraja el hielo que cubre mi vida, resucita en mi corazón (Julián Herranz, “Los atajos del silencio”).
Dile a Jesús que te aplique las “maniobras de resucitación cardiaca”.
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes (Mc 16,20).
Jesús, ayúdame a pregonar el Evangelio. Que Cristo viva, ¡resucite!, en el corazón de tantos de mis amigos, de mi familia, de mis compañeros. Con tu Gracia y el fuego de mi amor provocaré el deshielo. Será una nueva primavera del Cristianismo.
Pide a Jesús un “Cambio Climático” que deshiele los corazones.

Propósito: facilitar el cambio climático.

sábado, 27 de mayo de 2017

Gracias Dios, mío; Gracias

El Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado (Jn 16, 27).
Primera Comunión de aquella niña, llena de ilusión -como tantas otras que estos días, también hoy, por 1ª vez comulgarán-, que con feliz equi­vocación rezaba la Comunión Espiritual: Yo quisiera Señor, recibiros, con aquella pureza, humildad y EMOCIÓN, con que… Y yo ¿me sigo emocionando cada vez que comulgo? No es tanto el sentimiento sino el Amor que encuentro: el amor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Pide a Jesús por las que hacen su 1º Comunión y los que ya llevamos años
Salí del Padre y vine al mundo oído (Jn 16, 28).
Gracias Señor por la Aurora / Gracias por el nuevo día / Gracias por la Eucaristía / Gracias por nuestra Señora, rezarán quizá hoy tantos niños al comulgar por 1º vez. Y yo también te quiero dar gracias: gracias Jesús por quedarte, por poder recibirte, por comerte, por aguantarme, por es­perarme, por perdonarme, por crearme, por redimirme, por consolarme, por mis papás, por mis abuelos, por mis hermanos, por mis amigos, por mi colegio, por mis enfermedades, por mis…¿¡pecados!? Pues también, porque son la ocasión de arrepentirme y alcanzar tu perdón. Gracias Dios mío, gracias por tantas cosas, y gracias… por tu Madre.
Piensa que más le puedes decir a Jesús en tu próxima comunión.

Propósito: emocionarme, otra vez, al comulgar.

viernes, 26 de mayo de 2017

Nadie os quitará vuestro gozo

Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo (…) Os volveré a ver y se alegrará vuestro corazón, y na­die os quitará vuestro gozo (Jn 16, 20).
Jesús, el próximo domingo es la Ascensión ¡Cómo no vamos a estar un poco tristones si te nos vas! Estos días, sin quererlo, tienen un regusto amargo, de despedida. ¡Qué difícil es disimular con las personas que­ridas! Hacemos como que no pasa nada, pero se nota que las mira­das son más intensas y mantenidas, el tono de voz nos sale forzado y entrecortado. Jesús, te nos vas; te tienes que ir. Pero recuerda que nos has dado tu palabra: Os volveré a ver y se alegrará vuestro corazón. Mientras vuelves nos consolamos con tu Madre, terminando muy bien el mes de mayo. Ella transformará nuestra tristeza en gozo.
¿Qué tal te va el mes de mayo?
En verdad, en verdad os digo: si algo pedís al Padre en mi nombre, os lo concederá (Jn 16, 23).
Jesús, voy comenzando a entender. Te vas para estar cerca del Padre y así intercedes por nosotros ¿Cómo no voy a estar contento? La felicidad en la tierra, la alegría no está en tener, llegar a ser, ganar más dinero… Como nos dice San Josemaría Lo que se necesita para conseguir la feli­cidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado (Surco 795).
¿Busco la felicidad sólo en lo material?

Propósito: preparar la despedida de la mano de la Virgen.

jueves, 25 de mayo de 2017

Te adoro con devoción Dios escondido

Dentro de un poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver. Sus discípulos se decían unos a otros: ¿Qué es esto? (…) No sabemos lo que dice (Jn 16, 16.18).
Hay veces que pierdo la paciencia con tus discípulos, me desesperan, no se enteran ni se dan cuenta: No sabemos lo que dice… Las palabras de Jesús las entienden hasta los niños pequeños: Jesús les estás hablan­do de tu juego preferido, el ESCONDITE: Dentro de un poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver. Jesús, como te gusta jugar al escondite. ¡Eres un campeón! ¡Qué bien te escondes!: en el sagrario, en los demás. La delicia de Dios es jugar con los hijos de los hombres. Y si Dios quiere jugar conmigo, pues yo, a divertirme.
Intenta descubrir los “escondites preferidos” de Jesús.
Conoció Jesús que querían preguntarle (Jn 16, 19).
Jesús, yo, a veces, tampoco te entiendo; y en vez de preguntarte, me dirijo a otras personas que no me saben dar respuestas. Jesús, que acu­da a Ti. ¡Cómo te gusta que te pregunte! Como me conoces muy bien, siempre me das la respuesta adecuada. Y me hablas en todo mo­mento, pero sobre todo, me das tus mejores respuestas en la oración y después de la Comunión.
Pregúntale a Jesús algo que no entiendas y terminas la oración.

Propósito: ser preguntón.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Ven Espíritu Santo y guía mi corazón

Cuando venga Aquél, el Espíritu de la verdad, os guiará hacia toda la verdad (Jn 16, 13).
Multitud de rutas en el cielo y en el mar. Miles de kilómetros en senderos, caminos y autopistas. Todos llevan a algún lugar. Algunos… a ninguna parte. Hay caminos que, después de muchas vueltas, regresan al mismo sitio. También hay calles sin salida, hay senderos angostos, de montaña, unos llenos de espinas, otros anchos y fáciles. Pienso en mi vida, en lo que quiero conseguir, mis planes, mis proyectos… ¿Se quedarán sólo en sueños? Veo a tantos que se han quedado en la cuneta, que han tropezado y no han sido capaces de levantarse. Y, ¿no me sucederá a mi lo mismo? Jesús, hoy me enseñas que el Espíritu de la verdad, os guiará hacia toda la verdad. Me hace falta un guía, alguien que me oriente en la vida.
El espíritu de Verdad habla a través de personas ¿Tengo director espiritual?
Todavía tengo que deciros muchas cosas, pero no podéis so­brellevarlas ahora (Jn 16, 12).
Virgen Santa a Jesús recién nacido no le dabas filetes. Como buena mamá, al principio lo alimentabas con leche, después puré, más tarde cereales, fruta, y al final… los filetes. Cada alimento en su momento. Tengo que deciros muchas cosas, pero no podéis sobrellevarlas aho­ra. En la dirección espiritual también todo tiene su momento.
Jesús, ayúdame a no meter prisa al Espíritu Santo. Todo llegará.

Propósito: tener dirección espiritual.

martes, 23 de mayo de 2017

Descanso en la fatiga, brisa en el estío

Dijo Jesús a sus discípulos: Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? (Jn 16,5).
Jesús, realmente tus discípulos estaban bastante dormidos. Ninguno se atreve a preguntarte, pero yo sí. Vamos a ver, ¿a dónde vas…? —Con el Padre, ¿verdad…? —Algo me sospechaba. Siempre nos estás hablando del Padre a quien quieres con locura. Siempre quieres cumplir su dicho­sa Voluntad, pero ¿Qué va a ser de nosotros? Jesús, ¿Quién llenará tu ausencia? ¡No nos dejes solos!
Pide a Jesús que nos mande a alguien como Él, que sea todo Amor. ¿Es posible?
Os conviene que me vaya, pues si no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros (Jn 16,7).
Jesús, siempre me resulta difícil tratar al Espíritu Santo, al Gran Desconocido. A ti te veo, más o menos, escondido en la Eucaristía, pero a un espíritu… es difícil querer, no se le puede abrazar... Y es que no es tanto cómo es sino cómo actúa. El Espíritu Santo actúa, para entender­nos, como el aire acondicionado del alma: dulce huésped del alma, dulce refrigerio. Descanso en la fatiga, brisa en el estío. O quizá mejor como el aire climatizado del alma, porque también da calor y hume­dad: riega lo que está árido, sana lo que está enfermo. Doblega lo que está rígido, calienta lo que está frío (cfr. Secuencia del Espíritu Santo).
Acude a Dios Espíritu Santo para que aclimate tu alma.

Propósito: hacer del Gran Desconocido, el Santificador de tu alma. 

lunes, 22 de mayo de 2017

Ven, oh Espíritu Santo

Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que proce­de del Padre, él dará testimonio de mi» (Jn 15,26).
Jesús, ¡qué difícil es entenderte! ¡Cuánto te echamos de menos! ¿Por qué no te quedaste? Como a tus discípulos me gustaría tanto sentir tu mirada de cariño, oír mi nombre en tu voz, reconocer tu risa y tu caminar. ¿Por qué no te has quedado? Os conviene que me vaya, pues si no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros (Jn 16,7). Jesús mío, siempre haces lo que más nos conviene. Cada día seré más amigo del Espíritu Santo que me hablará de Ti y del Padre.
¿Conozco al Espíritu Santo? Dile a Jesús que “te lo presente”.
Os conviene que me vaya, pues si no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros (Jn 16,7).
Con San Josemaría reza al Espíritu Santo preparándote para Pentecostés: Ven, oh Espíritu Santo! Ilumina mi entendimiento para conocer tus mandatos; fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo; in­flama mi voluntad… He oído tu voz, y, no quiero endurecerme y re­sistir diciendo: Después..., mañana. Nunc coepi! ¡Ahora! No vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh, Espíritu de verdad y de sabidu­ría. Espíritu de entendimiento y de consejo. Espíritu de gozo y de paz! Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras…
Repite la Oración al Espíritu Santo y luego terminas

Propósito: conocer mejor al Espíritu Santo.

domingo, 21 de mayo de 2017

Vergüenza solo para pecar

Yo le pediré al Padre que os dé otro Defensor que esté siem­pre con vosotros, el Espíritu de la Verdad (Jn 14, 16).
Siendo niño, Karol Wojtyla, recuerda que: un día, mi padre me dio un libro de oraciones en el que se encontraba la Oración al Espíritu Santo. Me dijo que la rezara cada día. Por eso, desde aquel momento, procuro hacer­lo. Entonces comprendí por primera vez qué significan las palabras de Cristo a la samaritana sobre los verdaderos adoradores de Dios, sobre los que lo adoran en Espíritu y verdad (Jn 4,23). Como San Juan Pablo II, yo también, puedo repetir: ¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría. Espíritu de entendimiento y de consejo. Espíritu de gozo y de paz! Quiero lo que quie­ras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras.
Convertirme en un verdadero adorador de Dios en Espíritu y Verdad.
Como el Padre me envió así os envío yo. Dicho esto sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo (Jn 20, 21-22).
Hacía tan solo dos días que aquel niño de 9 años había sido interveni­do de un tumor. Su madre le acompañaba en la UCI pediátrica. Por la medicación, la pobre criatura, padecía picazón por todo el cuerpo. El niño decía a su madre: mamá sóplame en los párpados, sóplame en la oreja... Era lo único que le aliviaba. Me acordé del evangelio cuando Cristo se apareció a sus discípulos y sopló sobre ellos Dicho esto sopló sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. Efecto medicinal, curati­vo, salvífico del soplo.
Ven Espíritu Santo, descanso en la fatiga, brisa en el estío.

Propósito: dile al Espíritu Santo que te sople.

sábado, 20 de mayo de 2017

Mi vida es el “Buen olor de Cristo”

Si el mundo os odia, sabed que antes que a vosotros me ha odiado a mí. (…) Si me han perseguido a mí, también a voso­tros os perseguirán (Jn 15, 18.20).
A mí también me gusta la pesca, como a Jesús. Pero no con redes sino con caña, anzuelo y paciencia. Veo muchos peces. Algunos, como las carpas o los barbos, me dan pena porque viven en aguas sucias y estancadas. Otros, las truchas y salmones, se pasan la vida nadando siempre contracorriente. Buscan para sus crías lo mejor, la aguas lim­pias de los arroyos, de las montañas. Por eso, su carne color salmón es tan apreciada. Jesús, que no me deje llevar por la corriente, por lo que diga la gente. Y aunque algunos se rían y me ridiculicen, te buscaré siempre a Ti, Jesús mío, contracorriente.
Habla con Jesús: ¿Soy como Vicente: voy donde me lleva la gente?
Pero os harán todas estas cosas a causa de mi nombre (Jn 15, 21).
Mi encuentro con Jesús está en medio del mundo. No puedo refugiar­me en mi pecera. Nadando contracorriente voy purificando las aguas y creando a mi alrededor remansos de paz y alegría. Solo soy un pececi­llo, nada más, no una ballena, pero a Jesús –acuérdate- le encanta el pescado que nada contracorriente con el alma color salmón.
¿Hago buen ambiente?

Propósito: alma color salmón.

viernes, 19 de mayo de 2017

Yo os he elegido y vuestro fruto permanecerá

Nadie tiene amor más grande que el de dar uno la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos (…) os he llamado ami­gos, porque todo lo que oí de mi Padre os lo he dado a co­nocer (Jn 15, 14-15).
Jesús, muchas gracias por querer ser amigo mio. Jesús, yo también quiero ser tan buen amigo, como Tú. Después de ti, mi mejor amigo es un muchacho de mi clase, gordito con el pelo muy corto, una voz chillona como de niña y grandes anteojos. Y es bien torpe. Nunca será el Tarzán de los sueños de una niña, pero ¡es mi amigo! Quien tiene un amigo tiene un tesoro.
¿Pongo el corazón en Jesús, mi mejor amigo, mi tesoro?
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto permanezca (Jn 15, 16).
Jesús, la amistad no es consecuencia de mi buen gusto a la hora de elegir. Eres tú, Jesús mío, el que me pones cerca personas para que me enriquezcan con su amistad: Porque donde está tu tesoro estará tu corazón (Mt, 6, 21). Como le decía un hombre a otro hablando de su amigo: Fíjese si seremos amigos que no necesitamos hablarnos para entendernos.
Agradece a Jesús tener amigos tan buenos.

Propósito: cuidar a mis amigos.

jueves, 18 de mayo de 2017

Jesús, quiero ver tu rostro

Os he dicho esto para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo (Jn 15,11).
Desde que te conocí, Jesús, me llamó la atención tu alegría contagio­sa. No es posible pensar en Ti y no ver tu sonrisa. No he encontrado en el mundo nadie más alegre, simpático y divertido que Tú, Jesús mío. Como escribía de ti un niño: En la mirada de Jesús es como si hubiera un tranquilizante que te quita el agobio de lo que sea. Si algún día estoy tristón, de bajón, entonces buscaré el Sagrario más cercano, me pondré de rodillas y te diré: De aquí no me muevo hasta que me llenes de gozo. Entonces sentiré tu mirada, me reiré de mis tonterías y saldré feliz, flotando.
Piensa a qué amigos puedes poner delante de Jesús, para que también a ellos les llene de su gozo.
Como el Padre me amó, así os he amado yo (Jn 15,9).
¿Y tu sonrisa? Jesús, ¿cómo es tu sonrisa? Tu sonrisa es franca, limpia, da paz, contagia alegría. ¿Para qué sirve algo tan feo como las orejas? Para tener, como Jesús, una Sonrisa de oreja a oreja. Yo me imagino, decía otra niño, una sonrisa Colgate, una sonrisa de oreja a oreja, supera­legre, con dientes más blancos que el azúcar. Jesús, pienso en Ti y me dan unas ganas locas de estar siempre contigo. Con el salmista diré: Oigo en mi corazón: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, Señor; no me escondas tu rostro (Sal 26, 8-9).
Termina imaginándote el rostro de Jesús.

Propósito: imaginación al poder.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Santa María, Rosa mística

Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador (Jn 15, 1).
Mi alma es como un jardín. A Dios le encanta trabajar como jardinero, es el Labrador y con el airecillo de la tarde se pasea por mi alma y goza de tantas cosas buenas. Se entretiene con las bonitas flores de mis virtudes, descansa bajo la sombra de mis buenas obras, se refresca en la cristalina fuente de mis oraciones… Es cierto que, a veces, encuentra algo de cizaña, alguna mala hierba, y algún que otra espina. Entonces el Labrador aprovecha cada confesión para sacar esas malas hierbas. No siempre salen de raíz y serán necesarias otras confesiones. Y cada día que pasa Dios más contento de mí.
En la próxima confesión buscaré las 7 raíces de los pecados capitales.
Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo el que da fruto lo poda para que dé más fruto (…) El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada (Jn 15, 5-6).
Pero a veces el Labrador tiene que cortar las ramas secas de los árboles y podar las rosas. Es difícil entender al Labrador. A veces me parecen caprichos o antojos sin sentido. ¡Pobres árboles! ¡Pobres rosales! Pero con el tiempo, donde solo había ramas secas crecen nuevos brotes… ¡ay, la poda! Gracias a la poda crecen rosas más numerosas y hermosas que nunca.
¿Dejo al Labrador que trabaje en mi alma?

Propósito: no cultivar calabazas.

martes, 16 de mayo de 2017

La Paz esté con vosotros

La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde (Jn 14, 27).
Rencillas, agobios, incertidumbres, temores…, son el fruto amargo de perder el sentido de la vida. Insatisfacción, desasosiego, angustia…, es la falsa paz que ofrece el mundo. Sólo estar contentín o agustín, y nada más. ¿Cómo? ¿No te sabes el chiste malo?: Ring, Ring… —Si dígame. —¿Está Agustín? —No estoy contentín. Virgen Santa, desde que trato a tu Hijo me has quitado todo esto y me has regalado su Paz. Tu Hijo me ofrece: paz, alegría, equilibrio, esperanza. Nada puede robarme esta felicidad interior. Sólo el pecado, como un ladrón, intentará sustraer de mi vida su presencia amorosa. Por eso antes de dormir hago cada día el examen de conciencia. ¡Qué bien se duerme! ¡La mejor almohada es una conciencia tranquila!
Que no me olvide que la paz es consecuencia de la “lucha”.
Os he dicho: Me voy y vuelvo a vosotros (Jn 14, 28).
¿Y si algún día meto la pata?, porque ¡mira que soy bruto! Pues entonces me acordaré del consejo: Lo importante es Volver. Volveré una y otra vez a mi Jesús con el sacramento de la paz y de la alegría, la Confesión.
Lo importante es volver.

Propósito: saber volver.

lunes, 15 de mayo de 2017

Soy Templo de Dios

El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y yo mismo me manifestaré a él (Jn 14, 21-22).
Jesús de mi alma, que me convenza que los mandamientos no son barreras, prohibiciones: “no mires, no toques, no pienses ¡que agobio!”. Los mandamientos me marcan el mejor camino para amar mucho en la tierra y después llegar hasta el Cielo.
No acostumbrarme a saltar las señales (Mandamientos).
Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le ama­rá, y vendremos a él y haremos morada en él (Jn 14, 23).
Mi alma es una casa. Está limpia cuando vivo en Gracia, lleno de la fragancia y del Amor de Dios. En ella mora Dios. ¡Soy Templo de Dios!: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dios es mi huésped. Está en mí mientras no lo expulse por el pecado grave. La llave está en mi mano. La casa es pobre, pero la Santísima Trinidad la embellece con su presencia. Hoy Dios mora en mí, en la eternidad yo moraré en Dios.
Termina considerando que eres “morada”, Templo de Dios.

Propósito: soy morada.

domingo, 14 de mayo de 2017

Hace tanto tiempo que estoy con vosotros…

Felipe le dice: «Señor, muéstranos al Padre y nos basta» (Jn 14, 8).
Jesús, cada vez que sale en los evangelios tu apóstol Felipe, no sé por qué, pero me acuerdo del simpático amigo de Mafalda: Una vez va Felipe por la calle, ve en el suelo una lata vacía y le entran ganas enormes de pegarle una patada. Pero pasa de largo porque se dice que ya no tiene edad para ciertas costumbres infantiles. Sin embargo, ese propósito le dura solo unos metros, así que vuelve sobre sus pasos y sacude un generoso puntapié a la dichosa lata. En la última viñeta Felipe se compadece de sí mismo y piensa: ¡Qué desgra­cia: hasta mis debilidades son más fuertes que yo!
Pregúntate si a ti también te vencen tus debilidades.
Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mi ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: muéstra­nos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia (Jn 14, 9-10).
Jesús, tu amigo Felipe sería todo lo crack que quieras: hablaba griego, calculó con precisión el dinero necesario para dar de comer a la multitud… Pero no se enteraba. Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Creo que le pasaba algo parecido al Felipe de Mafalda, estaba en las nubes, en su mundo. Y yo, ¿me entero? Jesús, te voy conociendo poco a poco. Siempre me hablas de tu Padre, que te quiere un montón y tú le quieres con locura. Y de vez en cuando también le hablo al Padre, de ti. ¿Y sabes? Tu Padre siempre está hablando de ti ¿Qué curioso?
Voy a hablar más al Padre del Hijo y al Hijo del Padre y yo… en medio.

Propósito: hablar más.

sábado, 13 de mayo de 2017

Nuestra Señora de Fátima. Y haremos morada en él

María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su co­razón (Lc 2,19).
María ¿Pero, qué es lo que guardabas en tu corazón? Mi mamá se pasa toda la vida guardándolo todo en los armarios, por si alguna vez sirve para algo, dice. —¿Y María? ¡Pues qué iba a guardar…! Nos lo aclara San Juan: El que me ama, guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él (Jn 14, 23). Por eso, María, eres Casa de oro, Arca de la Alianza, Torre de Marfil, Templo de Dios. María en ti hacen morada, guardas, al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo María, ayúdame a escuchar a Dios en mi oración, guardar sus palabras para ser y saberme yo también Templo y morada de la Santísima Trinidad.
¿Qué es lo que guardo en mi corazón?: Futbolistas, cantantes…
Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón (Lc 2,51).
Hoy también es un día para cantar a pleno pulmón (sin miedo a desafi­nar) El 13 de mayo la Virgen María / bajó de los cielos a Cova de Iría. / Ave, Ave María. Hoy hace 100 años fue la primera aparición de la Virgen en Fátima. Y lo único que me acuerdo es que pedías que rezáramos el Rosario. Hoy le diré a mi familia que lo recemos todos juntos.
Canta, si quieres, lo del 13 de mayo, hasta quedarte afónico.

Propósito: cantar a pleno pulmón.

viernes, 12 de mayo de 2017

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida

En la casa de mi Padre hay muchas moradas (…) cuando haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo ven­dré y os llevaré junto a mí, para que, donde yo estoy, estéis también vosotros Jn 14, 2-3
Jesús mío, cuando me proponen ir de excursión o visitar algún sitio, aun­que sea el lugar más bonito del mundo pregunto: ¿Y quién más va? ¿Y no va fulanito?... Pues si “él” no va, yo tampoco. Y es que no es tan im­portante el sitio como las personas que nos acompañan. Virgen Santa, y pensar que un día estaré contigo y con Jesús y con San José... Felicitaré a mi Ángel de la guarda, ¡Qué paciencia!, abrazaré a Juan Pablo II, me reiré con el buen humor de San Josemaría. Siempre rodeado de perso­nas tan queridas ¡Me muero de ganas!
Habla tú con Jesús y dile como te gusta que te preparen la habitación.
Le respondió Jesús: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida” Jn 14, 6.
Se equivocaba el Poeta cuando escribió: “Caminante, son tus huellas el camino y nada más / Caminante no hay camino, se hace camino al andar” ¿Cómo que no hay camino?, ¿Y la huellas que nos ha dejado Cristo?... Son huellas profundas, porque llevaba el peso de la Cruz. Los cristianos tenemos claro el Camino lleno de Vida, de alegría, porque es Verdad. Como Sta. Catalina de Siena diremos: “el Camino que nos lleva al Cielo, ya es un Cielo”.
Dile a Jesús que quieres seguir sus “huellas” y luego terminas

Propósito: seguiré las huellas.

jueves, 11 de mayo de 2017

Yo sé a quienes elegí… ¿Seguro?

Yo sé a quiénes elegí; (…) para que se cumpla la Escritura: El que come mi pan levantó contra mí su calcañar. Os lo digo desde ahora, antes de que suceda (Jn 13, 18-19).
Todos los días como el pan y los Cornflakes de Kellog´s en el desayuno. Y disfruto de una familia maravillosa, y de un colegio estupendo. Tengo salud, dientes reforzados con braquets, padre, madre y perrito que me ladre… ¡Tengo de todo! Y tonto de mí, pienso que me lo merezco, que es lo normal. No solo eso sino que además no me importa si por egoísmo te hago daño. Jesús, me has elegido, me has dado lo mejor y yo ¿Cómo correspondo? Qué conmigo no se cumplan también las Escrituras: El que come mi pan levantó contra mí su calcañar.
Agradece a Jesús todo lo que tienes.
En verdad, en verdad os digo: quien recibe al que yo envíe, a mí me recibe; y quien a mí me recibe, recibe al que me ha enviado.” (Jn 13, 20).
Jesús, mis amigos no hacen más que enviarme whatsapps ¡Me tienen frito! Pero en el fondo me gusta. ¡Qué suerte que alguien se acuerde de mí! Jesús a ti también te encanta mandarme mensajitos. No son Whatsapps, son mensajes con mensajero, con enviado especial: Quien recibe al que yo envíe, a mí me recibe. Son mis papás, mis amigos, el sacerdote… ¿Les recibo? ¿Les escucho?
Agradece a Jesús que te envíe tantos “mensajes”.

Propósito: Buscar calcañar en el diccionario.

miércoles, 10 de mayo de 2017

No hay iglesia mejor iluminada que la que arde

Yo soy la luz que ha venido al mundo para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas (Jn 12, 44).
De pequeño, a veces, me despertaba a media noche. Abría los ojos y entonces encontraba la habitación oscura y silenciosa. No podía evitar imaginar que unos monstruos horribles y todo tipo de bichos rodeaban mi cama. Yo gritaba a pleno pulmón: ¡Mamá!, ¡Mamaaaaá…! Venía mi mamá, somnolienta y sonriente; me tranquilizaba con un beso y a mi lado dejaba una lamparita encendida. Virgen Santa, tú nos has traído a Jesús, la “Luz del Mundo”. Si estoy cerca de Jesús ya no hay tinieblas que se resistan: un poco de luz de tu Hijo disipa las tinieblas más tenebrosas.
¿Qué es lo que me da miedo? A la luz de Jesús ya no hay miedo que valga.
Y si alguien escucha mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, ya que no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. (Jn 12, 45).
Jesús, un día vi esto en la calle: No hay iglesia mejor iluminada que la que arde. Me hizo gracia y recordé la ceremonia de la Vigilia Pascual del Sábado Santo. A la entrada de la Iglesia encendieron una gran foga­ta con la que el sacerdote encendió un gran cirio. Según entraba en la Iglesia a oscuras cantaba: Luz de Cristo y todos respondíamos: Demos gracias. Y la ardiente luz de Cristo se extendió e iluminó toda la Iglesia y ya no hay quien la apague.
Dile a Jesús que quieres arder en su amor para iluminar a muchos.

Propósito: iluminar.

martes, 9 de mayo de 2017

Jesús, que refleje tu rostro

Se celebraba por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Paseaba Jesús por el Templo, en el pórtico de Salomón (Jn 10, 22-23).
Madre mía, ¡me enamora ver pasear a Jesús tan elegante!, paseando por el pórtico de Salomón. Como era invierno le habías tejido un bonito manto de lana bien calentito, que se ponía encima de esa túnica de lino sin costura. Tu Hijo iba siempre tan bien arreglado, muy elegante, humanamente atractivo, hecho un pincel. Por eso atraía tanto. Elegante es el que sabe elegir, el que no se hace cualquier cosa, no se cosifica. La elegancia lleva a agradar, ser atractiva, tener buen gusto.
Jesús ser guapo se nace (esto es lo que hay), pero ir elegante se elige.
Entonces le rodearon los judíos y le decían: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abierta­mente. (Jn 10, 24).
Sus modales, que digamos, no son muy correctos: hablan al Señor con violen­cia, sus intenciones no son muy rectas. La vulgaridad, la zafiedad, el mal gusto, no solo afectan al modo de vestir sino también a las conversaciones, a las palabras y expresiones groseras. María, madre mía, ayúdame a tener esa finura interior para tratar con delicadeza a todos. Quiero parecerme a tu Hijo: pásame el cepillo que me desenrede, límpiame el alma para que refleje en mi rostro y en mis actos la hermosura de Jesús.
El que a los suyos parece, honra mereces. Parecerme más a Jesús.

Propósito: ¡Guerra a la vulgaridad! 

lunes, 8 de mayo de 2017

Buen Pastor, Buen Jesús

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas (…) Conozco las mías y las mías me conocen (Jn 10, 11.14).
Jesús, como soy de ciudad eso de las ovejas no lo entiendo bien. Si no recuerdo mal una vez vi en la tele un rebaño de ovejas con su pastor al frente. Las ovejas me parecían todas iguales, y medio tontas. El pastor las iba llamando, una a una y las guardaba en un corralillo. Jesús, Tú que eres el Buen Pastor me llamas con tus silbidos amorosos. Me conoces, sabes todo de mí. Para Jesús yo soy “único”, y me quiere tanto que ha dado su vida por mí.
Jesús ha dado su vida por mí. Y yo ¿qué más puedo hacer por Jesús?
Tengo otras ovejas que no son de este redil, a ésas también es necesario que las traiga, y oirán mi voz y formarán un solo rebaño, con un solo pastor (Jn 11, 16).
En todos los rebaños hay una oveja que le da por ser “original”. Ese soy yo ¡Me encanta llamar la atención!, hacer de “oveja negra”, ser el centro de las conversaciones: me da igual que se hable bien o mal, el caso es que se hable. Y de oveja paso a cabra, cabra malabarista, siempre al borde de precipicio. Hasta que un buen día, ¡Cataplum!: oveja-cabra descalabrada. Y entonces, Jesús, me levantas amorosamente y me lle­vas sobre tus hombros. ¡Qué bueno eres!
Dile a Jesús que no quieres ser ni cabra ni oveja negra.

Propósito: ser buena oveja.

domingo, 7 de mayo de 2017

Jesús, que reconozca y escuche siempre tu voz

En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es un ladrón y un salteador (Jn 10, 1-2).
Somos Templos del Espíritu Santo. Desde el Bautismo Dios nos ha adorna­do con su Gracia, esperanza, alegría, amor de Dios, ¡tantas cosas bue­nas! Pasa el tiempo y el tesoro se va enriqueciendo: perlas, rubíes, zafiros, esmeraldas… Son las Virtudes, dones del Espíritu Santo, la Filiación divina. Los ladrones conocen la existencia de esos tesoros y esperan el momen­to oportuno, la ventana mal cerrada para entrar, robar y destruir. Y los ladrones son: la curiosidad, querer llamar la atención, querer probarlo todo, ponerse en el límite, la conversación sucia…
Da gracias a Jesús por tantas cosas buenas que te ha dado.
Pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. (…) Las ovejas atienden a su voz, llama a sus propias ovejas por su nombre (…) y camina delante de ellas y las ovejas le siguen, porque conocen su voz (Jn 10 3-4).
Jesús es el Buen Pastor que entra siempre por la puerta. Lo hace a través de los ratos de oración, del Evangelio, de la Eucaristía. Tengo que abrirte la puerta y entonces me llamas con tus silbidos suaves y cariñosos. Jesús es el sacerdote, los amigos buenos que me ayudan, me guían y me acompañan con su palabra, con su oración y con su ejemplo.
¿Sabes silbar? Dile a Jesús que te enseñe. Es un experto en silbidos.

Propósito: aprender a escuchar los silbidos amorosos de Jesús.

sábado, 6 de mayo de 2017

Señor, Tú tienes palabras de Vida eterna

Entonces, oyéndole muchos de sus discípulos, dijeron: Dura es esta enseñanza, ¿quién puede escucharla? (…) Desde en­tonces muchos discípulos se echaron atrás y ya no andaban con él (Jn 6, 60. 66).
Jesús, se van, se marchan. Son tus discípulos pero se van. ¿Adónde? ¿Por qué? Se van a sus “negocios”, a su pueblecito, a su triste y caduca felici­dad. Tus palabras ¡que dan Vida! son demasiado grandes, demasiado exigentes… Como ahora, también hay cristianos que se escandalizan de la Iglesia, de Cristo: dura es esta enseñanza ¿quién puede escu­charla? Quizá preferirían un cristianismo más “light”, más aguado, más a la medida de su mediocridad.
Habla con Jesús y dile que, con su ayuda, tú nunca Le dejarás.
Entonces Jesús dijo a los doce: ¿También vosotros queréis marcharos? (Jn 6, 67).
Jesús, somos pocos los que Te amamos, y además Te amamos poco. Qué doloroso se me hace oírte: También vosotros queréis marcharos. Jesús, ahora, en el momento de la prueba, de la deserción en masa de tantos católicos, es la hora de la Cruz, hora de fidelidad. Por eso te diré como San Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna (Jn 6,68), con la canción: Más allá de mis miedos, más allá de mi inseguridad quiero darte mi respuesta.
Jesús, que mi amor sea decirte “SI” hasta el final.

Propósito: decir a Dios en todo que Si, Si, Si, Si, Si, Si, Si, Si Sí y Sí.

viernes, 5 de mayo de 2017

¡Viva Jesús Sacramentado!

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá eternamente (Jn 6,51).
Fue en una excursión al monte. Al comienzo de la ascensión, los árboles nos protegían con sus sombras. Al dejarlos atrás, conforme subíamos, se nos abría un paisaje cada vez más espléndido. Uno de los muchachos, que no dejaba de mirar el celular, gritó horrorizado: ¡Nos hemos perdido! ¡No tengo cobertura!... Era lo peor que nos podía pasar, el mundo esta­ba incomunicado… Efectivamente no había ninguna antena cerca. No sé por qué, pero pensé cual sería el Sagrario más próximo. Jesús, hoy te pido: ¡Que nunca pierda tu cobertura!
¿Tengo localizados los Sagrarios más próximos? ¿Busco buenas coberturas?
Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida Eterna (Jn 6,54).
Otra excursión al monte. Coronamos la cima ya a la hora de comer. Mientras comíamos, se podían distinguir muchos pueblos agrupados en torno a su Iglesia. ¿Por qué no hacemos la Visita?, dijo uno. Como no sea a las vacas, soltó el gracioso de turno. Y a muchos kilómetros de distancia, y a muchos metros de altura, cada uno eligió su Sagrario: ¡Viva Jesús Sacramentado! ¡Viva y de todos sea amado!... A Jesús le encantó.
Einstein se equivocó: La oración viaja más rápido que la luz.

Propósito: no perder cobertura.