martes, 31 de diciembre de 2013

Noche vieja

En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tiniebla, y las tiniebla no la recibieron (Jn 1, 4-5).

Jesús, me contaba Takayuki, mi amigo japonés, cómo es del “País del sol naciente”, una costumbre en Japón, que una vez comenzada la nochevieja, algunos iniciaban la ascensión de alguna montaña. Toda la noche dura la escalada para llegar a la cumbre al filo del alba. Desde la cima reciben el amanecer del nuevo sol del nuevo año. “La luz brilla en las tinieblas”: Jesús, ¡que este mundo está muy oscuro!, ¡no te asustes! Jesús, danos también este año tu luz en el alma y en la inteligencia y no habrá tinieblas que se te resistan: un poco de tu luz puede disipar las tinieblas más tenebrosas.

·        Termina el año agradeciendo a Dios tantas cosas buenas

La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre (…) A cuantos la recibieron, les da el poder para ser hijos de Dios (Jn 1, 9,12).

Jesús, yo de montañas nada. Esta noche mis hermanos quemarán “cohetes” (a saber que mafiada hicieron para conseguirlos), y mi hermana –que está como una cabra– dice que esperará el año nuevo sobre el pie izquierdo para entrar con buen pie; los italianos cenarán lentejas; los franceses tomarán 12 uvas; los supersticiosos tocarán madera. Otros más perdidos disfrazados y bebiendo como náufragos. Jesús, yo quiero comenzar el nuevo año sintiéndome hijo de Dios.

·        Proponte comenzar el nuevo año con una oración.


Propósito: En el minuto 0, segundo 1, rezar y luego festejar.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Lunes 30

Había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser (…) Daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos (Lc 2, 36.38).

–¡Mirá, si es la profetisa Ana!, dijo San José muy contento. Porque aquella mujer conocía a la perfección a todas las familias piadosas de Israel. Sesenta años sin apartarse del Templo y profetizando dan para mucho. –¡Mirá, si es José!, replicó a su vez Ana. –¡Pero qué bien acompañado te veo! Y José con emoción recordó y comprendió aquella misteriosa profecía que un día le hizo, aún siendo niño: ¡Oh feliz varón, bienaventurado José, a quien le será concedido no sólo ver y oír al Dios, a quien muchos reyes quisieron ver y no vieron, oír y no oyeron, sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo!

·        En tu oración pide a la “Profetisa Ana” alguna profecía sobre lo que Dios espera de ti.

El Niño iba creciendo y robusteciéndose, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios lo acompañaba (Lc 2,40).

Jesús, yo también te puedo abrazar, vestir y custodiar como lo hacía San José. Te abrazo y te beso en la Sagrada Comunión. Te acaricio en mi alma en la Santa Misa. Te visto con mi lucha por adquirir las virtudes. Te custodio y protejo en mi corazón para que nada ni nadie te me puedan robar. Y el Niño va “creciendo y robusteciéndose” también en mi vida.

·        Como a San José, muchos reyes te tienen envidia por tratar a Jesús: dale las gracias.


Propósito: Cumplir la profecía de Ana

domingo, 29 de diciembre de 2013

Sagrada Familia Jesús, María y José

Y bajó con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón (Lc 2,51).

Jesús, hoy es la Fiesta de tu familia, de la Sagrada Familia. ¡Qué buena es mi familia! Tengo de todo: papás, hermanos, abuelitos, primos… tengo hasta un perro y dos periquitos. Otras personas, que pena, quizá no tengan “ni padre ni madre ni perrito que les ladre”, ni nada. Ahora que paso todos los días un rato contemplando el Nacimiento ya he sacado parecido a algunas de la figuras y así rezo por todos: la cabra es mi hermana que está medio chiflada, el cochinito es mi hermano pequeño que sólo sabe comer, y claro, en el Nacimiento veo a mis papás que no son normales, son ¡fenomenales!

·        Jesús, muchas gracias por mi familia, no me la merezco.

Si alguno no cuida de los suyos y principalmente de su casa, ha negado la fe y es peor que un infiel (1Tim 5,8).

Jesús, en mi papá veo a San José, en mi mamá a la Santísima Virgen. Mi casa es una continuación del “hogar de Nazaret”. Lo que pasa es que a veces se me olvida –¿será que soy olvidadizo como mi tío Edgar?-- y vivo como un infiel. Jesús hoy hago el propósito de poner la mesa, hacerme la cama… cuidar todos mis encargos. Pero mi principal encargo es “cuidar a los de mi casa”, y ahora en vacaciones tengo más chance, y aún así lo primero que me sale es pensar en mis planes, mis partidos, mi party, mi programa de TV, mi…

·        Pregunta a José cómo cuidar de los de tu casa.


Propósito: Cuidar más a los de mi casa

sábado, 28 de diciembre de 2013

Santos Inocentes “Ay del Chiquirritín, Chiquirriquitín”

Herodes, al ver que los Magos le habían engañado, se irritó en extremo, y mandó matar a todos los niños que había en Belén (Mt 2,16).

Un chicle sin azúcar, un café descafeinado, un champán sin burbujas… pueden servir pero no dejan de ser un “quiero pero no puedo”. ¿Una Navidad sin Nacimiento, sin Villancicos? ¿Una Navidad sin Niño-Dios?... es un fracaso. Herodes lo intentó: en las primeras Navidades de la historia quiso eliminar al Niño y acabó con todos los niños. Niño-Dios, aunque vengan ahora los modernos Herodes yo te protegeré. En mis Navidades el centro no serán ni los regalos, ni la las fiestas ni los tamales. Serás Tú, Jesús mío. Y el tamal me sabrá más rico, las fiestas más divertidas, los regalos más bonitos y los niños más contentos.

·        Jesús, ¿hay algo qué me impide recibirte bien?

Y mandó matar a todos los niños que había en Belén y toda su comarca, de dos años para abajo, con arreglo al tiempo que cuidadosamente había averiguado de los Magos” (Mt 2, 16-17).

Jesús, ¡qué pena! Herodes calculó cuidadosamente, casi hasta científicamente la forma de eliminar niños. Sobraban, molestaban. Ahora también hay plazos, no de 2 años pero sí de 20 semanas, 20 días: ¿un pre-embrión, un feto, un niño? ¿Dónde está el límite? ¿Quién lo pone? Jesús, hoy te pido por todos esos niños y por sus papás.

·        Jesús, te duele ¿verdad? A mí también, y mucho.


Propósito: rezar por los niños no nacidos

viernes, 27 de diciembre de 2013

San Juan Evangelista “y permanecieron con Él”

Aquel discípulo a quien amaba Jesús dijo a Pedro: ¡Es el Señor! (Jn 21, 7)

Jesús, San Juan cuando te conoció bien podía tener mis años o poco más. Como yo, era un joven lleno de ideales y “espinillas”, con ganas de cambiar el mundo. “Yo quisiera –me has dicho– que Juan, el adolescente, tuviera una confidencia conmigo y me diera consejos: y me animase para conseguir la pureza de mi corazón” (Camino 125). La Santa Pureza es lo raro de no ser “raro”. Porque la impureza no va sola, sino que se hace acompañar de egoísmo, violencia, pereza… La impureza esclaviza, no se conforma, siempre está insatisfecha, quiere más. Niñito Jesús, dame un corazón limpio y puro para mí, mis hermanos y amigos.

·        San Juan tenía un corazón joven, ardiente, enamorado, ¿cómo yo?

Maestro, ¿dónde vives? (…) Venid y veréis (…) Y permanecieron con Él aquel día. Era como la hora décima (Jn 1, 39).

¿De dónde sacaba Juan la fuerza? ¿Cómo consiguió un corazón tan enamorado? —Respuesta: del trato con Jesús. Sin Jesús, ningún ideal en esta vida tiene sentido. Como decía el Papa Francisco en la JMJ de Brasil “Sé que ustedes no quieren vivir en la ilusión de una libertad “chirle” (aguado, inconsistente) que se deja arrastrar por la moda y las conveniencias del momento. Sé que ustedes apuntan a lo alto, a decisiones definitivas que den pleno sentido”.

·        Pregúntale a Jesús —¿Qué quieres de mí? Y óyele y contéstale.


Permanecer junto a Jesús, queriendo ser como Juan

jueves, 26 de diciembre de 2013

San Esteban protomártir esto apenas empieza

Dijo Jesús a sus apóstoles: «…darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. (Mt 10, 18)

Jesús, todavía me duele la garganta de los cantos del 24 y de ayer. Este año si me desquité de cantar y celebrar como buen hijo de Dios tu nacimiento. A mis papás les tocó levantarse para ir a trabajar, y yo, en cambio, me quedé en la casa. Iba a decir que me quedaba descansando pero el evangelio de hoy y la historia de San Esteban me han devuelto a la realidad. No me quiero quedar atrás y también quiero ser un protomártir, de los primeritos que dan testimonio de ti con sufrimiento. Y lo tengo fácil, hay que barrer la basura de los cohetes, tirar los papeles, y los envoltorios de los regalos; hay que lavar los platos para que esté lista la casa para año nuevo,...

·        Ayudar en la casa muchas veces requiere esfuerzo. Ese es el martirio que Dios te está pidiendo.

El que persevere hasta el final, se salvará (Mt 10, 22).

Ya se me estaba ocurriendo cómo zafarme de los encargos que me habían dado. Por abrir la bocota y llevármelas de protomártir me pusieron tanto oficio, me había dicho. Pero no, Jesús, te veo en el pesebre y te digo que hoy no me voy a dejar vencer por la pereza. Voy a trabajar como un burro.

·        A los niños chiquitos, el 26 les gusta jugar con sus regalos. No te hagas, a ti también, sobre todo si te han traído FIFA 2014. Pero antes, a ayudar, y después con la conciencia tranquila, ¡a jugar!


Propósito: ofrecerme a ayudar recogiendo el relajo que quedó después de las fiestas

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Navidad, Navidad, dulce Navidad

Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor (Lc 2, 11).

Tengo que aceptar que estoy un poco atarantado. Ayer, o hoy, mejor dicho, nos acostamos a las saber cuántas. En medio del ruido de la reventazón de cohetes y la alegría de los abrazos me quedé un rato mirando al nacimiento. María tenía cargado al niño. José estaba de rodillas, al lado. Estaba llorando, estoy seguro. El niño era tan adorable, y su mamá, la siempre Virgen, parecía tener el rostro iluminado. Los ángeles cantaban alrededor “¡gloria a Dios en el cielo!”. Atrás, en un segundo plano, estaba la mula y el buey. A un lado, el burro. Ese soy yo, me dije. Burro o como sea, ahí estaba también, metido en el portal de Belén.

·        No importa qué personaje seas, métete en el portal de Belén.

Lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre (Lc 2, 7).

Mientras veía a María con el niño en brazos, y a José a su lado, me acordé de lo que san Josemaría decía en su libro de Santo Rosario, que le pedía a la Virgen el niño y cuando lo tenía en sus brazos, decía “Y le beso –bésale tú-, y le bailo, y le canto, y le llamo Rey, Amor, mi Dios, mi Unico, mi Todo!... ¡Qué hermoso es el Niño...!” (Sto. Rosario, 3er misterio gozoso). Me entraron unas ganas horribles de hacerlo también yo, pero el niño del nacimiento de mi casa es chiquito, y yo, en cambio, soy grande, aunque los amigos de mis papás digan lo contrario. ¿Y si me hago pequeño, del tamaño del niño de las figuras del nacimiento, y me dejo de falsos orgullos de querer ser “adulto”?

·        Pídele permiso a José de agarrar al niño y chinearlo un rato.


Propósito: Pasar un buen rato haciendo oración frente al nacimiento

martes, 24 de diciembre de 2013

Esta noche es nochebuena y mañana Navidad

Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos (Lc 1, 76)

Me siento como esos futbolistas que ni pueden cantar bien el himno antes del partido a causa de los nervios. Llevo no sé cuántos días preparándome para la noche de hoy. Los regalos ya están al pie del árbol. La casa ya huele a tamal y un montón de delicias más. Mamá y papá andan fuera comprando las últimas cosas. Me han dado varios recados para decir a mis papás cuando vuelvan. Que la tía viene a cenar, que el primo pasará mejor después de las doce, que en tal almacén hay descuentos. Pero a pesar de todo, así se lo dije a mi custodio, sobreviviremos. Vamos a estar concentrados en que el de la fiesta es el niño Jesús, y que tengo que ser super servicial.

·        Angelito de la Guarda, dulce compañía, que sea servicial y llene a todos de alegría.

Nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc 1, 78-79)

Ya me había distraído haciendo cuentas de quiénes vendrían a la casa en la noche. ¡Jesús, viene Jesús! Yo ya vi dónde guarda mi mamá el niñito del nacimiento. Lo vamos a poner cabal a las 12. Pedí que me dejaran encargarme de colocarlo junto a María y José, porque quiero ser el primero que le dé un beso.

·        Concentrado en el beso que le darás a niñito Jesús.


Propósito: ser el primero que le diga que le quiero

lunes, 23 de diciembre de 2013

¡Libertaaaaad!

Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación (Lc 21, 28).

Tengo que apurarme, mañana es Noche Buena y pasado Navidad. Y yo pensando en los regalos. Jesús, ayúdame a levantar mi mirada al cielo y a no pensar en las cosas de la tierra. O mejor, como soy un borrico, yo te enseñaré la tierra y Tú me enseñarás el cielo… Prepara mi corazón para ser libre en las fiestas que se acercan. Libérame de centrarme en los regalos que me den. Libérame de quererme comer yo solo los chocolates, dulces y galletas (en especial las que tienen formas navideñas). Libérame del WhatsApp, BBM y lo que me lleve a distraerme de estar con mi familia.

·        Eres libre, no lo olvides. No te vayas a dejar atar por cosas materiales

Rey de las naciones y Piedra angular de la Iglesia, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra (Aleluya).

Salvar, liberar… un Rey que se hace también barro, como nosotros, para salvarnos, para liberarnos. ¡Y a mí, me cuesta tanto ser humilde! Me contaron que en la Iglesia de la Gruta de Belén sólo hay una puerta y que mide poco más de un metro, para recordar a todos cuál fue la entrada de Dios a la tierra “la humillación” y cuál es el camino para encontrar a Jesús “la humillación”. Yo no soy importante, Jesús, pero a veces se me sube el apellido y la soberbia: ayúdame a ser más humilde para recibirte mejor.

·        Yo quisiera, Jesús, recibirte con la humildad y devoción con que te recibió vuestra Santísima Madre.


Propósito: hoy hacer muchos favores liberadores

domingo, 22 de diciembre de 2013

4to domingo de Adviento

Cristo vino al mundo de la siguiente manera: Estando María, su madre, desposada con José, y antes de que vivieran juntos, sucedió que ella, por obra del Espíritu Santo, estaba esperando un hijo. (Mt 1, 18).

Este domingo el evangelio de la Misa se adelanta un poco a lo que va a pasar dentro de unos días. Es algo así, como cuando uno sin querer cuenta el final de una película llevado de la emoción o de lo mucho que le gustó. Cuando las películas son buenas, me dijo un amigo una vez, aunque te cuenten el final, igual disfrutas cuando la ves. Esta película, esta historia de la vida real, no importa escucharla o verla una y otra vez. Los personajes: Dios Padre, que envía al Espíritu Santo; Dios Hijo que se encarga en María, José, el varón justo que no va a saber qué hacer al comienzo.

·        La historia del nacimiento de Jesús es también tu historia, escúchala con mucha atención.

José, su esposo, que era hombre justo, no queriendo ponerla en evidencia, pensó dejarla en secreto (Mt 1, 19).

Y aquí viene la mejor parte. El ángel en sueños le dice a José su papel en esta espectacular aventura. Ni se lo imaginaba. Ni se lo imaginaba, realmente fue un sueño hecho realidad. ¿Qué cosas tendrás preparadas para mí Jesús? ¿Qué sueños harás realidad con mi vida?

·        ¿Qué tan grandes son tus sueños? ¿Estás preparado para dejarte sorprender por Dios?


Descubre que en la vida de Jesús también está la tuya

sábado, 21 de diciembre de 2013

Jesús necesita “borricos”

María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre (Lc 1, 39).

Jesús ¿cómo nacieron los villancicos? ¿Quién los compuso? Yo pienso que algo tuvo que ver San José. En esos viajes por Judea acompañando a la Virgen y al Niño que iba a nacer, para distraer a María —no habían reproductores mp3 ni nada— San José empezó a cantar: “Ande, ande, ande, la Marimorena” (se lo decía a María quien se ponía morena con tanto sol); y luego animaba al burrito: “Arre, burro, arre, vamos a Belén…”; y cuando pasaban por un puente: “pero mira como beben los peces en el río…”.

·        Cantar villancicos con María y José: “Quien canta reza dos veces” decía San Agustín.

Al desatar el borrico sus amos les dijeron: —¿Por qué desatáis el borrico? (Lc 19, 33-34).

Que buena cosa es ser borrico delante de Jesús. Los burros son sus predilectos: Belén, viaje a Egipto, entrada en Jerusalén. Además en la Navidad da protagonismo y derecho a primera fila en el Portal. Pero el borrico debe estar libre de “ataduras”. Jesús, quítame ataduras, caprichos, vicios; quiero ser un burrito y no una mula terca. “Porque el Señor lo necesita, contestaron ellos. Y se lo llevaron a Jesús” (Lc 19, 31). Jesús necesita burros: “yijaa, yijaa”. ¿Me apunto?

·        Dile a Jesús que quieres ser su borrico.


Propósito: poner villancicos en la cena

viernes, 20 de diciembre de 2013

Repartir alegría

El ángel, entrando en su presencia, dijo: –«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo; bendita tú eres entre las mujeres.» (Lc 1, 28).

Veo al Ángel. Está nervioso. Repasa lo que va a decir. No todos los días da noticias tan importantes. Toma aire y se siente seguro porque los planes de Dios tarde o temprano siempre llenan de alegría a quienes los aceptan. La Navidad es alegría porque nace Jesús, y al nacer, se queda con nosotros. Nos alegra su nacimiento pero más aún su presencia. Jesús, estás en el Sagrario, en mi alma en gracia, en los pobres y necesitados de la vuelta de la equina. Estas de mil maneras a mi lado y ahora me pregunto ¿estoy alegre, entonces?

·        Como decía san Josemaría: si no estás alegre, “-Piensa: hay un obstáculo entre Dios y yo. -Casi siempre acertarás” (Camino, n. 662).

María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1, 38).

Quizá parte de la tristeza que a veces le puede venir a uno sea por culpa de la desobediencia. Algo así como lo de Adán y Eva que no le hicieron caso a Dios y se comieron la manzana. A lo Shakespeare: ¿obedecer o no obedecer?, esa es la cuestión. Ayúdame, Jesús, a entender que obedecer en una cosa chiquita que hace más agradable la vida de mi familia, da alegría a mis papás, ayuda a mis hermanos… La Virgen lo entendió, y de su obediencia vino un gran bien.

·        No pienses en lo que cuesta sino en la alegría que das obedeciendo.


Propósito: Darle una alegría a mi mamá

jueves, 19 de diciembre de 2013

Aprender a tener fe

Pero mira: te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento. (Lc 1, 20)

Zacarías se quedó mudo por falta de fe. Se le había aparecido un ángel y aún así duda. ¿Será posible tanta incredulidad? Siento como si desde dentro de la escena me mirara Zacarías y me dijera ¡y tú quien te has creído! Con señas, obviamente, porque está mudo. Tiene razón Zacarías. A mí me han explicado desde chiquito que Jesús está en el Sagrario y le visito tan poco. He visto a mi mamá rezar y obtener de Dios el milagro que pide; y ni así logro ser constante en mis Avemarías de la noche. Me dices tan claramente, Jesús, cuál es tu voluntad a través del director espiritual y sigo siendo un cobarde.

·        Que no se te tenga que aparecer un ángel para que hagas lo que Dios te pide. Dáselo hoy.

Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo: «Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta ante los hombres.» (Lc 1, 25)

Isabel es discreta. Decidió agradecer así el regalo que Dios le hizo. No va por ahí, como a veces me pasa a mí, cacaraqueando lo que le pasó. Quizá porque valora el don que Dios le dio y le parece que no es para andarlo contando. Jesús, a veces por un pasito que doy en mi vida quiero que todos me vean y admiren.

·        No podrías ser más discreto y… constante.


Propósito: Hacer lo que Dios me pide y luego no andarlo contando

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Miércoles 18

He aquí que un ángel del Señor se la apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo (Mt 1, 20-24)

Dicen que “no hay peor sordo que el que no quiere oír”; también se podría decir lo contrario, porque José quería hacer la voluntad de Dios, pero no sabía cuál era. Veía que Dios estaba interviniendo porque María –ese pedacito de cielo en la tierra– espera un Hijo. Y José seguro que te acordaste de las profecías “la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien llamarán Emmanuel” y piensas que seguramente tú sobras. Pero no, Dios te quiere para que cuides de su Hijo y le des la figura paterna en la tierra a Jesús y así los cuides.

·        Recibe una tutoría de José (Pepe) de “oír a Dios”.

Todo esto ha ocurrido para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del Profeta: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien llamarán Emmanuel, que significa Dios-con-nosotros. (Mt 1, 22-23)

Ya mero, este sábado Navidad. Pero yo quiero Jesús que sea Navidad en todas la casas y los pueblos del mundo todos los días del año, que te dejemos nacer, que seas nuestro “Emmanuel, que significa Dios-connosotros”. Yo, al menos, intentaré no sacarte por culpa de mis pecados. Voy a intentar estar muy alegre y contagiar la alegría a mi familia.

·        Repítele: Emmanuel, Manuel, Manolo… siempre conmigo.


Propósito: Estar siempre con los tres, con Jesús, María y José

martes, 17 de diciembre de 2013

Música de salvación

Genealogía de Jesús… (Mt 1, 1).

Hay mucha gente, Jesús, a la que le encanta que le recuerden sus orígenes. Un amigo que le encantaba la música y tocaba muy bien la guitarra, me dijo que en su familia, en cada generación siembre había habido varios músicos. Incluso, me dijo, se les podría seguir la pista hasta el siglo XVII. Con tanta presión genealógica, si a uno le gustaba la música, era se convertía casi vergüenza para la familia. Me pregunto, Jesús, si yo me sentiré orgullosísimo de ser hijo de Dios. Seguramente me dirás que eso se nota en las obras, no tanto en las palabras. Algo así como en la familia de mi amigo. No sólo hay que decir que a uno le gusta la música, sino que hay que saber tocar un instrumento.

·        Si cada día produjera un sonido según tu comportamiento, ¿sería tu semana una bonita melodía?

De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce (Mt, 1-17)

A los judíos les encantaba darle valor numérico a las consonantes. Las que forman la palabra “David”, en hebreo, sumadas dan 14. Por eso, el 14 está presente tres veces en la genealogía de Jesús, como queriendo decir, Jesús es tres veces “hijo de David”, y por tanto, el Salvador que habría de venir.

·        Tu también eres “hijo de David”, y por tanto también la salvación depende de ti. ¿No crees que es hora de comenzar a “salvar”?


Propósito: Salvar mucha gente ayudando desinteresadamente.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Lunes 16

Jesús llegó al templo y (...) se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo para preguntarle: ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad? (Mt 21, 23).

Hubo una famosa frase que dijo un cantante a un boxeador. John Lennon le dijo un día a Mohammed Alí: “Cuanto más auténtico seas, más raros serán los demás”. Cada uno la interpretó a su manera. Jesús, aquellos judíos eran retorcidos y no buscaban la verdad, sino perderte. Ellos eran “La autoridad”, ellos eran “Los auténticos”; y los que no fueran como ellos se convertían en raros. Jesús, ahora pasa igual. A los que queremos ser cristianos se nos llama raros porque no nos sometemos a lo “políticamente correcto”, al pensamiento dominante del momento. Jesús, ayúdame a ser como Tú, o mi Madre la Virgen, auténticamente cristiano, sin dejarme llevar de complejos de inferioridad.

·        ¿Por miedo a quedar mal me hago el que no le conozco?

Jesús les replicó: os voy a hacer yo también una pregunta (Mt 21, 24).

Jesús, a mí me puedes hacer no sólo una, sino muchas preguntas. Y lo haces porque cuando hago oración no paras: –¿Por qué estás tan serio? –¿Por qué no me cuentas un chiste? –¿Por qué no me cantas algo? ¿Por qué no hablamos de aquello de lo que te estás haciendo el loco?

·        Deja que Jesús te pregunte lo que quiera. Eso sí, responde y no te hagas el desentendido.


Propósito: responder a Jesús.

domingo, 15 de diciembre de 2013

3er domingo de Adviento

“¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?” Jesús les respondió: “Vayan a contar a Juan lo que están viendo y oyendo: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios de la lepra, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio” (Mt 11, 3-5)

Cada vez falta menos para tu nacimiento, Jesús. Estoy procurando prepararme bien. Me he propuesto hacer unos sacrificios diarios, estoy rezando con más ilusión, y, como estoy en la casa más tiempo, también estoy procurando ayudar mucho. Creo que, salvando las distancias, estos son los milagros que anuncian que verdaderamente estás por venir. Al menos así dice mi mamá cada vez que la ayudo en algo que no se esperaba: “y ese milagro que me querrás ayudar”

·        Haz muchos milagros en estos días.

Yo les aseguro que no ha surgido entre los hijos de una mujer ninguno más grande que Juan el Bautista. Sin embargo, el más pequeño en el Reino de los cielos, es todavía más grande que él” (Mt 11, 11).

¿No se habrá enojado Juan el Bautista con estas palabras? Al contrario, se habrá puesto contentísimo. Esa era su misión. Preparar las cosas para que viniera Jesús y nos hiciera hijos de Dios. Saber que estoy llamado a tan tremenda dignidad a pesar de ser a veces un desastre ya me mueve a querer portarme mejor cada día.

·        No dejes mal al Bautista, lúcete viviendo como buen hijo de Dios.


Propósito: Ser hijo de Dios de los que hacen milagros (muy servicial).

sábado, 14 de diciembre de 2013

Sábado 14

Yo os digo que Elías ya ha venido y no lo han reconocido, sino que han hecho con él lo que han querido (Mt 17, 12).

Me encanta la “Hª Sagrada”, la historia de tu Pueblo. Te tengo que confesar que a veces voy a leer las vidas de los Reyes, los Profetas, y tantos héroes en un libro con dibujos de mi abuelita que se llama “Historia Sagrada para Niños”. Dame, Jesús, la fe de Moisés, el coraje de Jonás –aunque al principio fue un cobarde– y la fuerza de Sansón. Pero ahora te pido perdón por los que se iban a adorar a dioses falsos y por los que rechazaron a los profetas hasta darle matarile como a Juan Bautista. Yo no te quiero traicionar nunca. Ayúdame, Jesús, a serte muy fiel siempre.

·        Señor ¿te he traicionado últimamente?... Perdóname.

También el Hijo del Hombre ha de padecer de parte de ellos (Mt 17, 12).

Primero se echaron a los profetas y luego Jesús, te clavaron en una Cruz, después de flagelarte, coronarte de espinas, cargarte con la cruz… Físicamente lo hicieron ellos, unos cuantos romanos y judíos, pero en el fondo lo hicimos todos los hombres con nuestros pecados. Mi abuela, la del libro de dibujos, tenía una imagen del Niño-Dios acostado no en una cunita, sino en una Cruz, abrazándola. Y ahora me acuerdo del villancico “mi Madre es del Cielo, mi Padre también,/ yo vine a la tierra para padecer”. La Navidad es muy bonita, pero Tú, Jesús, sabías a lo que venías, y viniste. Ayúdame a sufrir cuando me toque, para unirme a tu Cruz.

·        Repite a Jesús que no quieres tener miedo a la Cruz.


Propósito: Un sacrificio cada día de aquí al 24 de diciembre.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Tus buenas obras las ve Dios

Esa generación se parece a niños sentados en las plazas que, gritando a sus compañeros, dicen: os hemos cantado al son de la flauta y no habéis bailado; os hemos cantado lamentaciones y no habéis llorado (Mt 11, 16-17).

Jesús, ¡qué bien se los pasaban contigo tus discípulos! Les pones ejemplos chistosos, divertidos, para que se rían. Recuerdas canciones infantiles que cantabas rodeado de otros niños en aquellos largos atardeceres de Nazaret. Debía ser algo parecido al “tin marín, yo no fui, fue tete…”. Y al que le caía tenía que hacer la penitencia. Yo sí que tengo que hacer penitencia, Jesús, pero no porque lo dice el “tin marin” sino por mis pecados que ensucian mi alma.

·        Pídele perdón a Jesús por tus despistes y por tus “pecaditos” y “pecadotes”

Ha venido Juan que no come ni bebe y dicen… Ha venido el Hijo del Hombre que come y bebe y dicen… (Mt 11, 18-19).

Criticar lo sabe hacer cualquiera. Una hermosísima vidriera gótica puede ser destrozada de una pedrada, pero hacerla es harina de otro costal. “Pero la sabiduría se acredita por sus propias obras” (Mt 11,19). Son las obras lo que cuentan. En vez de criticar tanto, yo ¿qué hago? Jesús, ayúdame a llenar mi vida diaria de obras buenas, a no juzgar lo que me parece malo. A usar mi lengua para comprometer a otros en obras buenas y no para hacerles corte y confección... ya me entiendes.

·        Termina dando gracias a Dios por tantas obras buenas.


Propósito: Usar la lengua para hacer apostolado.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Nuestra Señora de Guadalupe Madre Bendita

¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? (Lc 1, 42)

Era un sábado de 1531. El indio Juan Diego iba muy de madrugada a México a sus clases de catecismo. Junto a un cerro, escuchó que lo llamaban: Juanito, Juan Dieguito. Subió a la cumbre y vio a la Niña que le dice: Hijito mío el más amado: yo soy la perfecta siempre Virgen María, Madre del verdaderísimo Dios…, mucho quiero tengan la bondad de construirme aquí un templo para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión y auxilio… Allí estaré siempre dispuesta a escuchar…, para purificar y curar sus penas y dolores.

·        Agradece a Jesús que nos haya dado a la Virgen como Madre nuestra.

Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor (Lc 1, 45)

Juan Diego al principio se hizo el remolón, pero pudo más el amor a la Virgen. Por fin, fue a ver al Obispo y desplegó delante de él su poncho lleno de rosas. Y, así, al tiempo que se esparcieron las diferentes flores, en ese mismo instante… apareció de improviso en el humilde ayate la venerada imagen de la siempre Virgen María, Madre de Dios, tal como ahora tenemos la dicha de venerarla. La Virgen se hizo una foto y nos la dejó como prueba de su amor.

·        Indudablemente a la Virgen le gustan las rosas. ¿Rezo el Rosario?


Propósito: diez, veinte… cincuenta rosas para la Virgen de Guadalupe.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

El verdadero descanso

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. (Mt 11, 28).

A estas alturas del año, se escucha a muchos adultos decir que ya están cansados y que necesitan un respiro. Quizá por eso la gente añora que llegue Navidad. Esperan esos días de vacación de fin de año para reponer las fuerzas. Es bonito pensar que el niño Jesús es quien nos invita a que nos acerquemos a Él todos los que nos sentimos cansados y agobiados. La verdad es que al final, lo que de verdad descansa es estar contigo, Jesús. Otras cosas, dormir, tomar algo, ir al mar o ver una película, algo ayuda, pero nada como saber que todo está en tus manos.

·        ¿Hay algo que te agobia? Ponelo a los pies de Jesús en el sagrario.

Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera” (Mt 11, 30).

Creo que una de las cosas que más agobia son los problemas en los que uno se metió por su propia culpa. Por ejemplo, cuando uno no dijo la verdad o dejó de hacer lo que le habían mandado. Este no es el “yugo” que nos pides que llevemos, Jesús. Tu yugo consiste en una carga que a la larga es ligera: la carga de obedecer, de estudiar a su tiempo, de ser sincero o de no agarrar a escondidas las cosas. Esto da descanso. Basta ver las caras de los que sacaron buenas notas y no andan afligidos en vacaciones.

·        Descansa haciendo lo que Jesús espera que hagas.


Propósito: Descansar ayudando mucho en la casa.

martes, 10 de diciembre de 2013

Oveja perdida, oveja predilecta

¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no dejará las noventa y nueve y va en busca de la perdida? (Mt 18,12).

¡Pues no! Jesús, en esto te equivocas. Allá ella si se pierde. Si le da por hacer de oveja negra y se pone en plan tonto a retozar, curiosear, corretear y perderse… es su problema. ¡Qué culpa tienen las otras 99 para dejarlas desatendidas! Pero claro, Jesús, tú no eres como yo y conoces a cada oveja. La llamas por su nombre, no te da igual. Y además, Jesús, nadie te ha enseñado a contar: no pasas del uno: uno, uno, uno…. Para ti cada uno somos únicos e irrepetibles, seamos ovejas o cabras, sanos o enfermos. Jesús, gracias por irme a buscar tantas veces.

·        ¿Quiero a todos o distingo a los que me caen bien de los que me caen mal?

Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado (Mt 18,14).

Jesús, una vez me encontré una persona, un poco chiflada, que lo que no soportaba de Ti es que quisieras a todos. Ella quería sentirse querida en exclusividad, quería ser siempre la oveja perdida, la única protagonista de tu amor. Pero en el fondo tenía razón. Son cosas que sólo Tú puedes hacer, porque eres Dios.

·        Pídele a Jesús la gracia de sentirte hijo de Dios.


Propósito: querer a todos.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Solemnidad Inmaculada Concepción de María

“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna a sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (Ap 12,1).

Hoy, Madre mía, terminamos con broche de oro tu Novena. No puedes estar más que contenta por el cariño que hemos derrochado estos días. Cada propósito, como una flecha, ha llegado hasta tu maternal corazón. Como todas las madres buenas del mundo en el día de su fiesta, hoy nos tienes preparada una sorpresa: todo lo que hemos rezado, todo lo que hemos ofrecido estos días… nos lo devuelves con creces a través de la presencia de tu Hijo en nuestra alma en gracia. Hoy, en Misa, en la Comunión, repetiré muchas veces: ¡Qué buena eres, Madre mía!, ¡Qué rebuena eres….!

·        Agradece a Jesús lo buena, guapa y elegante que es “nuestra” Madre.

“Y se abrió el templo de Dios en el cielo y en el Templo apareció el arca de su alianza” (Ap 11,19).

¡Ah! He leído mal… ya decía yo. ¿Cómo iba a aparecer en el cielo una “tarta” de alianza, es decir un “gran pastel”?; dice arca, no “tarta” —Pero ¿y por qué no va haber hoy tarta? ¿No es hoy la fiesta de mi Madre? ¿Conozco alguna fiesta de mamá sin tarta? —Pues, entonces… “Y apareció en la comida una gran tarta…” de tres leches o cheesecake estilo New York, o un Selva Negra, o un…

·        Dile a María que te entregas a lo que Dios quiera. Pide vocaciones.


Propósito: Partir un pastel en honor de la Virgen con la familia.

domingo, 8 de diciembre de 2013

2do domingo de adviento

Juan usaba una túnica de pelo de camello, ceñida con un cinturón de cuero, y se alimentaba de saltamontes y de miel silvestre. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán (Mt 3, 4-5)

Cada vez estamos más cerca de la Navidad. El tráfico por las calles es terrible. Es desesperante. ¿A dónde va toda esa gente? Vienen o van de compras navideñas, o de alguna celebración. Se preparan para la Navidad con cosas y más cosas. ¿Cómo me preparo yo, Jesús? Juan el Bautista preparaba tu venida vestido sobriamente y con una comida bastante austera. Más que comprar cosas, se había desprendido de ellas.

·        ¿No podrías poner más atención a preparar lo de adentro, tu corazón?

Yo los bautizo con agua, en señal de que ustedes se han arrepentido (…) Él los bautizará en el Espíritu Santo y su fuego. (Mt 3, 11).

Jesús, de chiquito me bautizaron con agua, pero a la vez, no sólo era agua, fui bautizado en el Espíritu Santo y su fuego. Lo material lo quema el fuego. Lo espiritual sobrevive. ¿Qué estoy haciendo hasta el momento para preparar tu nacimiento con “cosas” que no se quemen? Los detalles de servicio, ayudar en la casa, prestar mis cosas, ser obediente. Eso no se quema, sobrevive y extiende el fuego de tu amor.

·        No sólo quemes cohetes en estos días, quema con el fuego del servicio y la obediencia.


Propósito: prepara la Navidad con cosas “inflamables”.

sábado, 7 de diciembre de 2013

9ª Inmaculada

Cumplidos los días de la purificación de la madre según la Ley de Moisés, llevaron al Niño a Jerusalén para presentarlo al Señor (Lc 2, 22)

Hoy, Madre, vengo a ti para aprender y pedir. Como vengo a aprender me voy a sentar en un rincón de tu casa y te miro. ¡Qué bonita eres, María! Y qué sencilla. Me enamoro de ti y aprendo que la verdadera belleza es la que sale del corazón. También a pedir. Te miro a los ojos y te pido: vísteme con los vestidos de la pureza. Yo necesito cubrir mi corazón y mi vida de esa pureza que tú me darás. Dame el vestido del pudor para no mostrar salvajemente mi intimidad. Enséñame con la modestia a no querer llamar la atención a cualquier precio y saber comportarme como un hijo de Dios. Haz que no descubra mi cuerpo a los ojos curiosos de quien no conoce el amor verdadero.

·        Pide a María cada noche la pureza de corazón rezando las Tres Avemarías y de rodillas.

Yo soy la madre del amor hermoso, del temor, del conocimiento y de la santa esperanza (Eclo 24,24)

Te pido la pureza en mis pensamientos, en mis ojos, en mis miradas, en mis palabras. Te miro y me enamoro de ti. ¡Te saludo, llena de Gracia! Te saludo llena de amor, hermosa sobre todas las mujeres, alegría de la Creación, Madre del amor hermoso. Me acostumbraré a recitar con frecuencia el “Bendita sea tu pureza”.

·        Termina pidiendo el don de la Santa Pureza para ti y los tuyos.


Propósito: bendita sea tu pureza.