miércoles, 11 de diciembre de 2013

El verdadero descanso

Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo los aliviaré. (Mt 11, 28).

A estas alturas del año, se escucha a muchos adultos decir que ya están cansados y que necesitan un respiro. Quizá por eso la gente añora que llegue Navidad. Esperan esos días de vacación de fin de año para reponer las fuerzas. Es bonito pensar que el niño Jesús es quien nos invita a que nos acerquemos a Él todos los que nos sentimos cansados y agobiados. La verdad es que al final, lo que de verdad descansa es estar contigo, Jesús. Otras cosas, dormir, tomar algo, ir al mar o ver una película, algo ayuda, pero nada como saber que todo está en tus manos.

·        ¿Hay algo que te agobia? Ponelo a los pies de Jesús en el sagrario.

Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera” (Mt 11, 30).

Creo que una de las cosas que más agobia son los problemas en los que uno se metió por su propia culpa. Por ejemplo, cuando uno no dijo la verdad o dejó de hacer lo que le habían mandado. Este no es el “yugo” que nos pides que llevemos, Jesús. Tu yugo consiste en una carga que a la larga es ligera: la carga de obedecer, de estudiar a su tiempo, de ser sincero o de no agarrar a escondidas las cosas. Esto da descanso. Basta ver las caras de los que sacaron buenas notas y no andan afligidos en vacaciones.

·        Descansa haciendo lo que Jesús espera que hagas.


Propósito: Descansar ayudando mucho en la casa.