martes, 31 de mayo de 2016

Visitación de Nuestra Señora. Servidores de vuestra alegría

Por aquellos días, María se levantó, y marchó deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá (Lc 1, 39).
María, ¿estás contenta? Yo, un montón. Muchas gracias, Madre mía, por tantas cosas buenas. Durante todo este mes de mayo me has lleva­do de tu mano, de sábado en sábado y tantas fiestas tuyas. He hecho Romerías, he rezado Rosarios, he saludado con cariño tus imágenes... Ahora, después de todos estos días contigo, soy más amigo de tu Hijo. Pero antes de acabar el mes la traca final, la Fiesta de la Visitación.
Agradece a la Virgen tantas gracias recibidas en el mes de Mayo.
Y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y en cuanto oyó Isabel el saludo de María, el niño saltó de gozo en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo (Lc 1, 40-41).
Madre mía, hoy me enseñas el espíritu de servicio. ¿Qué es lo que haces cuando te enteras que vas a ser la Madre de Dios?... Te vas corriendo a ayudar a tu prima Sta Isabel. Y eso que vivía bastante lejos. Yo, Virgen Santa, hago el propósito de no andarme con remilgos. Voy a poner la mesa sin que me lo digan, y sacar el lavaplatos, y ayudar con los de­beres a mis hermanos, y recoger la habitación, y cambiar el agua a la tortuga y, después… como San Juan Bautista sin nacer, saltar de gozo.
Como dice San Pablo a los de Corintio, yo también seré: servidor de vuestra alegría (Cor 1, 24).
Propósito: Después de servir mucho… saltar de gozo.


lunes, 30 de mayo de 2016

Cultivar el trato con Dios

Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labra­dores y se marchó de viaje (Mc 12, 1).
Jesús, el evangelio de la Misa me recuerda una bella historia: Se decía de un hombre con fama de acaudalado, que entre sus posesiones y fincas tenía escondido un tesoro riquísimo, pero que nadie sabía dónde estaba enterrado. Cuando le llegó el momento de encontrase con su Creador, antes de fallecer, reveló a sus hijos, algo vagos, el lugar del famoso tesoro. Resulta que se encontraba en una lejana viña que por mucho tiempo había estado descuidada. Allá fueron los hijos y empe­zaron con azadillas a “peinar” toda la viña. Después de quitar la maleza y cavarla toda entera no encontraron absolutamente nada..
Jesús, ayúdame a descubrir tantos tesoros con los que me enriqueces
Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña. Mi amigo tenía una viña en un fértil collado. La entreca­vó, la descantó y plantó buenas cepas; construyó en medio una atalaya y cavó un lagar. Y espero que diese uvas (Is 5. 1-7).
Desanimados y cansados desistieron. Quizá, pensaron, todo fuera una bro­ma póstuma de su padre. Pero al poco tiempo, con toda la dedicación que pusieron en cavar, descubrieron que esa viña daba unas uvas colosa­les y de ellas sacaron un vino excelente. ¡Este era el tesoro… la viña!
Cuenta a Jesús todo lo que cultivas: amistades, aficiones, ¿calabazas?

Propósito: cultivar las amistades.

domingo, 29 de mayo de 2016

Corpus Christi. ¡Viva Jesús Sacramentado!

Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno como de este pan, vivirá eternamente (Jn 6,51).
Fue en una excursión al monte. Al comienzo de la ascensión los árboles nos escoltaban con sus sombras. Al dejarlos atrás, conforme subíamos, se nos abría un paisaje cada vez más espléndido. Uno de los chicos, que no dejaba de mirar el celular, gritó horrorizado: —¡Nos hemos per­dido! ¡No tengo cobertura!... Era lo peor que nos podía pasar, el mundo estaba incomunicado… Efectivamente no había ninguna antena cerca. No sé por qué, pero pensé cual sería el Sagrario más próximo. Jesús, hoy, en la Fiesta del Corpus Christi, ¡que nunca pierda cobertura!
¿Tengo localizados los Sagrarios más próximos? ¿Busco buenas coberturas?
Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna (Jn 6,54).
Otra excursión al monte. Coronamos la cima a la hora de comer. Mientras dábamos buena cuenta de los bocadillos se podían distinguir muchos pueblos agrupados en torno a su Iglesia. —¿Por qué no hace­mos la Visita? Dijo uno. —Como no sea a las vacas, soltó el graciosillo de turno. Y a muchos kilómetros de distancia, y a muchos metros de altura, cada uno eligió su Sagrario: ¡Viva Jesús Sacramentado! ¡Viva y de todos sea amado!... A Jesús le encantó.
Einstein se equivocó: la oración viaja más rápido que la velocidad de la luz.

Propósito: no perder cobertura.

sábado, 28 de mayo de 2016

Sólo el Amor es digno de Fe

Mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron: —¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado seme­jante autoridad? » (Mc 11,27).
Aquella monjita había dedicado toda su larga vida a la docencia en distintos colegios, con fama de buenísima profesora. Llevaba ya unos años jubilada cuando inesperadamente sufrió un derrame cerebral. El sacerdote que le administró la Unción de Enfermos quiso saber el se­creto de su éxito: —¿Por qué siempre te han querido tanto tus alumnas? Respuesta —Porque yo las quiero mucho. —¿Y con las más rebeldes? (su especialidad eran las adolescentes rebeldes). Respuesta: —A esas las quiero mucho más.
Pide a Jesús un corazón tamaño BUS, donde quepa mucha gente
Todos se preguntaron estupefactos: ¿Qué es esto? Este ense­ñar con autoridad es nuevo (Mc 1, 27).
Jesús, Tú enseñabas con la autoridad del que sabe amar. Puede más el cariño que dos horas de pelea, porque —como decía San Juan de la Cruz— donde no hay amor, pon amor y sacarás amor.
Pregunta a Jesús: ¿Dónde tengo que poner más amor? y terminas

Propósito: usar la autoridad del amor.

viernes, 27 de mayo de 2016

Mi casa se llamará casa de oración

Llegaron a Jerusalén, entro en el templo y se puso a echar a los que traficaban allí volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas (Mc 11, 16).
Jesús, se me hace raro. Me cuesta imaginarte volcando las mesas y echando a la gente. ¿No eres el Manso y humilde de corazón? Y es que no aguantabas, no podías soportar ver la Casa de tu Padre convertida en un mercado, ni aguantas la hipocresía, ni el escandalizar niños, ni la mentira...
Jesús, ayúdame a tener fortaleza con un corazón manso como el tuyo
¿No está escrito: Mi casa se llamará casa de oración para todos los pueblos? Vosotros en cambio, la habéis convertido en cueva de bandidos (Mc 11, 17).
Visitando aquel famoso Templo todo era gente y gente, iban de un sitio a otro, mirando y tomando fotos. Nos sentíamos incómodos. Daba la sensación de ser cómplices de una profanación colectiva. Preguntamos entonces al guía, buen cristiano, sobre el horario de Misas. Nos contes­tó, entristecido, que en ese Templo no había culto y con dolor citó a San Marcos: habéis convertido mi Casa en cueva de bandidos. Jesús, cuando entre en una iglesia, por muy bonita que sea, lo primero que haré será buscarte en el Sagrario para saludarte con cariño y hacerte compañía. ¡Tú eres el tesoro más grande! Te pediré por todas las perso­nas que, sin darse cuenta de tu Presencia, entran en las iglesias.
Jesús, quiero convertir mi alma en tu Templo preferido.

Propósito: sacar bandidos de mi alma. Que sea menos cueva.

jueves, 26 de mayo de 2016

¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!

Pasa Jesús Nazareno. Entonces gritó: −¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí! Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte (Lc 18, 38-39).
Jesús, oigo voces... Como el ciego de Jericó, en mi oscuridad oigo vo­ces a mí alrededor. Unas voces son las de los que se dicen mis ami­gos, pero en el fondo solo buscan compinches, cómplices, quieren que no hable de Dios (lo llaman supersticiones). Me dicen que me calle: Muchos lo regañaban para que se callara. Pero también oigo otras voces, las de mis amigos, los de verdad, los que me ponen delante de ti: Animo, levántate, que te llama. ¿A quiénes hago caso?
Jesús, que oiga las voces de los buenos.
«Animo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: –«¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le contestó: – «Maestro, que pueda ver.»” (Mc 10, 49-52).
El ciego Soltó el manto… Siempre me he preguntado ¿Cómo sería ese manto? ¿Cómo el niño de la mantita en Snoopy? ¿Qué tendría de espe­cial? No sé pero me imagino un capote pesado y sucio, multiuso, lleno de suciedad, de color indefinido y olor a humedad. Un manto asque­roso, pero era suyo y solo suyo…, estaba apegado. Era su tesoro, −¡Mi teessssoro…! El ciego Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Para acercarse a Jesús, para poder dar el salto y ver, hay que tirar el manto, estar desprendido de lo material.
¿Tengo un manto que debería soltar?

Propósito: desprenderme del manto.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Mirarán al que traspasaron...

Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte” (Mc 10, 33-34).
Un amigo de mi papá, que es de España, siempre me cuenta la historia de la Vulnerata (la herida, la injuriada). Así se llama una talla de la Virgen que intentaron destruirla -en el siglo XVI- en una incursión de piratas ingle­ses protestantes. Cuando la encontraron, estaba llena de cuchilladas, sin Niño y sin brazos. Otros ingleses, los seminaristas del Colegio de San Albano de Valladolid, al enterarse de lo sucedido, pidieron la imagen para su capilla. Desde entonces, hace más de 400 años, la talla, sin restaurar pero de gran belleza, recibe el cariño y el desagravio de futuros sacerdotes ingleses por lo que hicieron sus compatriotas.
Jesús, ayúdame a desagraviar por mis pecados ¿Te duelen mucho?
Lo entregarán a los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán y lo matarán; y a los tres día resucitará (Mc 10,34).
Virgen Santa, ¡Cuánto sufriste con la Pasión de tu Hijo! ¡Cuánto sufres por cada uno de tus hijos heridos! Al considerar la historia de la Vulnerata me acuerdo de tantas personas Vulneradas, que han sufrido abusos, con heridas físicas y morales abiertas, que quizá nunca cerrarán. Son Cristo sufriente, son de nuevo, en vivo, la historia de la Vulnerata.
¿Conozco alguna persona Vulnerada (injuriada) a la qué consolar?

Propósito: Consolar a Cristo en los injuriados.

martes, 24 de mayo de 2016

El ciento por uno y la vida eterna

Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido (…) Recibiréis ahora, en este tiempo cien veces más (…) y en la edad futura la vida eterna (Mc 10, 28.30).
Jesús, lo siento pero te lo tengo que decir: —de matemáticas no tienes ni idea. Eres un desastre. Lo primero de todo es que no sabes contar: uno… y uno… y uno… y es que no puedes pasar al dos. Ya sé que para ti cada uno somos único. Pero tampoco sabes calcular: dejas a las 99 ovejas por ahí y te vas detrás de una perdida, además la oveja más tonta. Y además eres nulo en economía dices que das, no el 1% sino el cien veces más (…) y en la edad futura la vida eterna. Mi papá siempre dice que nadie da nada regalado.
Pregúntale a Jesús por qué es así.
Bendito seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has reve­lado los secretos del Reino a la gente sencilla.
¡Vale la pena! ¡Vaya si vale la pena! Pero no tanto por la rentabilidad, por el dinero (mi amigo llama al dinero: estiércol de Satanás), sino por estar siempre junto a Ti: “y en la edad futura, la Vida eterna”. Como Gollum diré: mi tessssoro, mi tesssssoro… Jesús, Tú eres mi tesoro y donde está tu tesoro allí estará tu corazón: quiero siempre estar contigo, Tú eres el mejor.
Termina agradeciendo tanta rentabilidad. ¿A quién más se lo puedo decir?

Propósito: cuidar mi Tessssoro…

lunes, 23 de mayo de 2016

Tú no quieres a Dios, tú cumples mandamientos

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acer­có uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: –Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? (Mc 10, 17).
Jesús, acabas de bendecir a los niños de aquel pueblo. Se te hace tarde y tienes que irte. Te acompañan los lugareños, cuando de repen­te aparece el hombre-bala: se le acercó uno corriendo, se arrodilló…. Jesús, no sé, pero cuando considero la actitud del joven rico me parece cada vez más falsa. Sobre-actúa, es teatrero. Recuerda a lo que hacen algunos delanteros para celebrar un gol: van corriendo al corner y se deslizan de rodillas sobre la hierba... ¿Pero por qué espera a que salgas de la ciudad? ¿No pudo hablar antes contigo de forma más discreta? Eso de ir corriendo y ponerse de rodillas, montar el numerito me parece algo forzado.
Jesús, no solo fue por las riquezas. El chico se quería demasiado.
Todo esto lo he guardado —le dijo el joven— ¿Qué me falta aún? (Mt 19, 20).
En el fondo el chico lo que buscaba era quedar bien. Está orgulloso de sí mismo, le gusta ser el centro y lo manifiesta claramente: —¿Cuáles?... ¿Qué me falta aún?... –Maestro, todo eso lo he cumplido desde peque­ño. Pobre. No estaba preparado para seguir a Cristo. Es el peligro de re­ducir la fe a cumplir mandamiento. Jesús, sin darme cuenta yo también pretendo comprarte cumpliendo mandamientos.
Dile a Jesús que la cosa más monstruosa es un cumple-mandamientos.

Propósito: ser sincero con Dios.

domingo, 22 de mayo de 2016

Santísima Trinidad. Tanto amó Dios al mundo…

Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca sino que tenga vida eterna (Jn 3, 14).
Se dice que San Juan de la Cruz escuchaba a escondidas la conver­sación íntima de la Stma Trinidad. Esto es lo que oyó: En aquel amor inmenso / que de los dos procedía, / palabras de gran regalo / el Padre al Hijo decía, / de tan profundo deleite / que nadie las entendía; / solo el Hijo lo gozaba / que es a quien pertenecía. / Pero aquello que se entiende, / desta manera decía: / Nada me contenta, Hijo, / fuera de tu compañía. / Y si algo me contenta, / en ti mismo lo quería. / El que a ti se parece, / a mí más me satisfacía; / y el que en nada te semeja, / en mi nada hallaría.
Felicita a Jesús por tener en el Cielo una Familia tan unida: La Trinidad.
Pues Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar el mundo, sino para que el mundo se salve por Él” (Jn 3,16).
Parece ser, lo dice el santo, que en ese diálogo de amor intratrinitario salimos citados. En este caso, por excepción, si que está permitido ser un poco metiche y ponemos la oreja: “Al que a ti te amare, Hijo, /a mi mismo le daría, /y el amor que yo en ti pongo, /ese mismo en él pondría, /en razón de haber amado /a quien yo tanto quería”.
Dile a Jesús que te quieres parecer a Él para recibir el Amor del Padre.

Propósito: decir treinta y tres, treinta y tres veces.

sábado, 21 de mayo de 2016

Jamás se ha oído decir...

Le presentaron unos niños para que los tocase (Mc 10,13).
Aquel niño travieso ¡qué bien conocía a su mamá! Cada vez que co­metía alguna fechoría, alguna barrabasada, no esperaba a ser descu­bierto sino que, corriendo buscaba a su madre: —Mamá, mamá… Ésta, asustada por los gritos, acudía presurosa: ¿Qué pasa hijo mío? ¿qué su­cede? —Mama, mami bonita… Y la madre, de golpe, lo entendía todo. Hoy es un sábado del mes de mayo. ¿De qué lío, problema o atolladero me puede sacar la Virgen? Pídele que te auxilie ¿No es acaso tu Madre?
Cuando estés en apuros y cuando no, acudiré a mi Madre del Cielo.
Os aseguro que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y abrazándolos, los bendecía impo­niendo las manos sobre ellos (Mc 10,16).
Siempre lo es, pero hoy de forma especial: ¡sábado, fiesta de la Virgen!, es la ocasión de hacernos niños y rezar muchas veces el Acordaos, un “auténtico chantaje” a la Virgen: Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acu­dido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido des­amparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre…”
Pide a la Virgen que auxilie también a personas a las que quieres.

Propósito: chantajear a María.

viernes, 20 de mayo de 2016

Mi amor es mi peso

¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer? (Mc 10,2).
Jesús, pero ¿Qué está pasando? ¿Por qué tanta tragedia, tanto dolor? ¿No me pasará a mí también? Jesús, con razón me decía aquel amigo: Cuando el noviazgo es una comedia (todo vale), el matrimonio acaba en tragedia (ya, nada vale). Es en el noviazgo cuando pongo los cimien­tos, las bases, de lo que después será un hogar luminoso y alegre y no todo vale... Es tiempo de hablar y hablar. ¿De qué?: decía una abuela: Si la persona con la que sales, que empieza a gustarte, no tiene fe, en­tonces no tomes ni café; porque si te enamoras, luego ¿Qué haces?... Compartir amores es compartir valores.
Dicho de abuela sabia: “Si no tiene fe, ni café”
Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre (Mc 10,9).
Juan Pablo II escribió una obra de teatro “El taller del orfebre” donde trata de las andanzas de varios matrimonios jóvenes en los que “se ha terminado el amor”. Un día Ana, una de las mujeres, decide entrar en la tienda para tasar su alianza matrimonial... El orfebre comprueba en la balanza que ¡no pesa nada! Asombrado mira por dentro y encuentra inscrita la fecha de la boda. -Lo siento, su anillo no tiene valor, si no está junto al otro. Es lo que decía San Agustín: “Mi amor es mi peso”.
Reza por todos los matrimonios que conozcas

Propósito: seguir el consejo de la abuela.

jueves, 19 de mayo de 2016

Ni Peter Pan ni hacer de mayor

Cualquiera que os dé de beber un vaso de agua en mi nom­bre, porque sois de Cristo, en verdad os digo que no perderá su recompensa (Mc 9, 41).
Jesús, soy un cazador de recompensas, como en las películas. Mira, este mes no solo he servido el agua en la mesa sino que además, tam­bién, he regado las plantas de mi mamá, he lavado el carro, me he hecho la cama todos los días… ¡Tantas cosas buenas! Jesús, ¿qué me he ganado de recompensa?... ¿Sabes una cosa?, pensándolo bien no quiero más recompensa que tenerte a Ti, parecerme a Ti. Jesús, que no te pierda nunca, que no pierda mi Recompensa.
Agradece a Jesús tantas cosas buenas y “exígele” tu Recompensa.
Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino, de las que mueve un asno, y sea arrojado al mar (Mc 9, 42).
Jesús, ¡qué tonto soy! A veces me da por ser mayor y me pongo a ridi­culizar delante de los demás la piedad e inocencia de los niños más pequeños: cuando van a Misa, hacen la Visita, voy, idiota de mí, y me río de ellos... Y lo hago solo para quedar bien delante de los amigos. Jesús, te pido perdón por si alguna vez he podido escandalizar a alguien, y más si fuera un niño.
¿Evito dar mal ejemplo, el escándalo, especialmente con los niños más pequeños?

Propósito: no “hacer de mayor”.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Se hace camino al andar

Maestro hemos visto a uno que echaba demonios en tu nom­bre, y se lo hemos prohibido, porque no era de los nuestros” (Mc 9,38-40).
Jesús, que mal me suena eso de “no era de los nuestros”, como si alguien tuviera la “exclusividad” en el amor a Dios, o ver en otros “la compe­tencia”. Nos lo recuerda San Josemaría: “Me decías, con desconsue­lo: ¡hay muchos caminos! —Debe haberlos: para que todas las almas puedan encontrar el suyo, en esa variedad admirable. ¿Confusionismo? —Escoge de una vez para siempre: y la confusión se convertirá en segu­ridad” (Camino 964).
Pídele a Jesús un corazón grande y abierto, y decidido.
Yo soy el Camino la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre si no es por mi (Jn 16,6).
Tantos caminos, tantas veredas: “He andado muchos caminos, / he abierto muchas veredas; / he navegado en cien mares / y atracado en cien riberas” (A. Machado). ¿Cuál es el mío? ¿Acertaré? No es fácil, ¡hay tantos!: “Cada caminante siga su camino”, nos recuerda el poe­ta. Jesús, Tu eres El Camino, y seguiré el consejo de San Josemaría: “Es preciso atravesar el mundo. Pero no hay caminos hechos para voso­tros... Los haréis, a través de las montañas, al golpe de vuestras pisadas” (Camino 928).
¿Cuál es mi camino? Merece la pena.

Propósito: buscar mi camino.

martes, 17 de mayo de 2016

Porque los iba instruyendo…

Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que na­die se enterase, porque los iba instruyendo (Mc 9,30).
Jesús, ¿de qué les hablabas? ¿Qué les contabas? Me imagino que les hablarías de tu Familia: lo mucho que te quiere tu Padre que está en el Cielo, y del Espíritu Santo que es todo Amor, de tu entrega, pasión y muerte, por todos los hombres pero que luego resucitarías... Pero no en­tendían aquello. Los pobres se mirarían unos a otros y por lo bajo: -¿Pero es, o no es, el Mesías?... ¿¡Pues entonces...!?. Jesús yo tampoco entiendo tantas cosas: por qué mueren los niños, por qué hay guerras, hambre, dolor... Jesús, háblame, instrúyeme…
Dile a Jesús que quieres formarte hasta los 100 años por lo menos
¿De qué discutíais por el camino? Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante (Mc 9,33-34).
Los discípulos, genio y figura hasta la sepultura. Como yo, que a veces tampoco me entero. Y lo peor es que me lo creo. Pienso que estoy bien instruido, con buena formación, digo, por mi familia, porque asisto a clases de Religión. Jesús, pero no es suficiente… No puedo funcionar así, con los conocimientos de la Primera Comunión. Jesús, necesito cono­certe mejor y dejarme formar asistiendo a charlas, círculos, meditacio­nes, retiros... ¿Por qué?: ¡porque me da la gana!
Amar a alguien es conocerle mejor. Dile que quieres conocer más

Propósito: Conocerle mejor.

lunes, 16 de mayo de 2016

El Maestro está aquí y te llama

Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo (Mc 9,15).
Jesús, ¡lo que hace la Visita al Santísimo! Edith Stein, la que después sería Santa Benedicta de la Cruz, cuenta que de joven estaba llena de prejuicios racionalistas. Un día, paseando con un amigo católico, —ella era judía— por la ciudad vieja de Fráncfort: entramos unos minutos en la catedral y, en medio de aquel silencio, entró una mujer con su bolsa del mercado y se arrodilló con profundo recogimiento para orar. Esto fue para mí algo totalmente nuevo. En las sinagogas y en las iglesias pro­testantes que yo conocía se iba sólo para los oficios religiosos. Aquí, en cambio, cualquiera en medio de su trabajo se acercaba a la iglesia vacía para un diálogo confidencial. Esto no lo he podido olvidar.
Jesús, que todos los días vaya a hacerte una «visitilla”
En aquellos días, Moisés levantó la tienda de Dios y la plantó fuera, a distancia del campamento, y la llamó «tienda del encuentro». El que quería visitar al Señor salía fuera del cam­pamento y se dirigía a la tienda del encuentro (Ex 33, 7-8).
Jesús, me han explicado que al Sagrario también se le llama Tabernáculo, que significa Tienda del encuentro. ¡Qué alegría! A mí tam­bién me gustan los campings: ir por ahí y poner la tienda de campaña. El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo. Pero, ¿por qué no iré más a verte al Tabernáculo? Yo, como Moisés, pero sin barba…
Jesús, iré a visitarte a tu Tienda de Gran Jefe.

Propósito: visitar al Gran Jefe.

domingo, 15 de mayo de 2016

Pentecostés. Ven Espíritu Santo, llena mi corazón

Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y con María, la madre de Jesús (Hch 1,14).
Para que venga el Espíritu Santo es necesaria la oración, junto a María: “Ven, Espíritu Santo, y envía del Cielo un rayo de tu luz. Ven, padre de los pobres, ven, dador de gracias, ven luz de los corazones. Consolador magnífico”. La Virgen quiere que termines su mes acudiendo al Espíritu Santo: dulce huésped del alma, dulce refrigerio. Descanso en la fatiga, brisa en el estío, consuelo en el llanto ¡Oh luz santísima! llena lo más ínti­mo de los corazones de tus fieles.
De la mano de María, conoce al “Gran Desconocido”, al Espíritu Santo.
Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se re­partían posándose encima de cada uno. Se llenaron todos de Espíritu Santo (Hch 2, 2-3).
María que tenga calor, el calor del fuego del Espíritu Santo que arda en nuestros corazones: “Lava lo que está manchado, riega lo que está árido, sana lo que está herido. Dobla lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está extraviado. Concede a tus fieles, que en Ti confían tus siete sagrados dones. Dales el mérito de la virtud, dales el puerto de la salvación, dales la felicidad eterna”.
Termina agradeciendo tantos dones, regalos y “la calor”.

Propósito: agradecer 

sábado, 14 de mayo de 2016

San Matías. Alégrate, Reina del Cielo

Pedro se puso de pie en medio de los hermanos. Se habían reunido allí unas ciento veinte personas (Act 1, 15).
San Pedro tenía un problema, ¡un grave problema! Los Apóstoles em­pezaron a preocuparse. Pedro se paseaba nervioso por el Cenáculo, no comía, no dormía… La Virgen, que está en todo, consideraba por dentro: ¿Pero qué le pasará? El caso era que tenían un sitio vacío, una va­cante, entre los 12 Apóstoles: el de Judas, ¡el que se suicidó! Había que sustituir a un traidor, y encontrar a alguien que sirviera y que quisiera… San Pedro necesitaba, urgentemente, un Apóstol de repuesto.
Pide a Jesús para que no le traicione jamás ninguno de sus apóstoles.
Presentaron a dos: José, llamado Barsabás, por sobrenom­bre Justo, y a Matías (…) Echaron a suertes y la suerte recayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles (Act 1, 23-26).
Por un lado estaba José, -¡todo un personaje!-, por sobrenombre Justo, lleno de prestigio, con pedigrí y talento. Y por otro lado, un tal Matías, un desconocido, un don-nadie. ¡Fíjate cómo hace Dios las cosas! Después de orar, salió el que a los ojos humanos menos valía ¡Qué suerte has tenido, Matías! ¡Qué suerte si también Dios me elige a mí!
Jesús necesita de otros Matías: apóstoles de repuesto, ¿cuenta contigo?

Propósito: Estar listo por si me llama.

viernes, 13 de mayo de 2016

Nuestra Señora de Fátima. Y haremos morada en él

María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su co­razón (Lc 2,19).
María ¿Pero, qué es lo que guardabas en tu corazón? Mi mamá se pasa toda la vida guardándolo todo en los armarios, por si alguna vez sirve para algo (hasta las bolsas plásticas guarda). —¡Pues qué iba a guar­dar…! Nos lo aclara San Juan: El que me ama, guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él (Jn 14, 23). Por eso, María, eres Casa de oro, Arca de la Alianza, Torre de Marfil, Templo de Dios. María en ti hacen morada, guardas, al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. María, ayúdame a escuchar a Dios en mi oración, guar­dar sus palabras para ser y saberme yo también Templo y morada de la Santísima Trinidad.
¿Qué es lo que guardo en mi corazón?: Futbolistas, cantantes…
Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón (Lc 2,51).
Hoy también es un día para cantar a pleno pulmón (sin miedo a desafi­nar) El 13 de mayo la Virgen María / bajó de los cielos a Cova de Iría. / Ave, Ave María. También un 13 de Mayo, en 1981 la Virgen María bajó del Cielo a la Plaza de San Pedro. Aquel día el Papa Juan Pablo II sufrió un grave atentado. Una mano disparó la pistola asesina, y otra, la de la Virgen, guió el proyectil salvando la vida al Papa. Por eso cuando don Álvaro del Portillo, gran amigo de Juan Pablo II, fue a visitarle al hospital: -Santo Padre creo que todo esto es una caricia de la Virgen. El Papa le respondió -Yo también lo creo.
Canta, si quieres, lo del 13 de Mayo, hasta quedarte afónico.

Propósito: cantar a pleno pulmón.

jueves, 12 de mayo de 2016

Beato Álvaro del Portillo ¡Qué bien se está contigo!

Padre, este es mi deseo: que los que me confiaste estén con­migo donde yo estoy (Jn 17, 24).
Oye Jesús, ¡muchas gracias! Es todo un detalle. Yo también quiero estar siempre contigo. Cuando me voy de excursión lo que más me importa no es tanto donde voy sino con quien voy. Si vienen conmigo mis ami­gos: Javi, Enrique… entonces todo va bien. Estén conmigo donde yo estoy. Un sacerdote recordaba de aquel chico pequeño que le seguía a todas partes, entraba, salía, subía, bajaba y el niño detrás. Por fin ex­trañado preguntó al niño: −Pero tú, ¿a dónde vas? El chico respondió con sinceridad: −Yo voy contigo… Pues Jesús, ya sabes: yo voy contigo, estoy donde Tú estés.
San Agustín recordaba con tristeza: Señor, Tú estabas conmigo más yo no estaba contigo. Yo, ¿con quien estoy?
Padre santo, que el amor con que Tú me has amado esté en ellos y yo en ellos (Jn 17,26).
Jesús, hoy la Iglesia celebra la memoria de tu gran amigo el Beato Álvaro del Portillo. Le gustaba considerar estas palabras: ¡Qué bien se está contigo, Señor, junto al Sagrario! / ¡Qué bien se está contigo! ¿Por qué no vendré más? / Hace ya muchos años que vengo aquí a diario / Y aquí te encuentro siempre, Amor Solitario, / Solo, pobre, escondido, pensando en mí quizás. / (…) ¿Por qué no vendré más si sé que aquí, a tu lado, / Puedo encontrar, Dios mío, lo que tanto he buscado / Mi luz, mi fortaleza, mi paz, mi único bien? / ¡Qué bien se está contigo, qué bien se está, Señor! (cfr J. Caraud).
Pide a la Virgen que te ayude a estar con Jesús junto al Sagrario.

Propósito: juntarme más con Jesús.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Amar al mundo “apasionadamente”

No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del mal.
Jesús, me gustan las hamburguesas (con kétchup) y las puestas de sol, y ver a las hormigas todas en hilera, y me muero de risa con los chistes de mi hermano. Jesús, me gustan las carreras de motos y la música y hacer castillos de arena en la playa. Jesús, me gusta silbar, guiñar, volar cometas, hacer pompas de jabón, jugar a…. Jesús, me gustan tantas cosas del mundo en el que vivo, y sé que a ti también te gustan. Jesús, es en medio del mundo, donde te encuentro: en la piscina, en el patio del colegio, en la copa de un pino… y en mi alma en gracia.
Pide a Jesús amar apasionadamente al mundo.
Padre, como tú me enviaste al mundo, así los envío yo tam­bién al mundo. (…) para que también ellos sean santificados en la verdad. (Jn 17, 18-19).
Jesús, me encantan esas palabras de San Josemaría: Allí donde están vuestras aspiraciones, vuestro trabajo, vuestros amores, allí está el sitio de vuestro encuentro cotidiano con Cristo (…). En la línea del horizonte, hijos míos, parece unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria. Jesús mío, es en mi corazón, en las cosas que amo tanto, el sitio donde te encuentro, donde se unen el cielo y la tierra.
Di a Jesús que quieres ser santo.

Propósito: ¡quiero ser santo!

martes, 10 de mayo de 2016

Gloria a Cristo Jesús, Cielos y tierra bendecid al Señor

Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique (Jn 17, 1).
¡Faltan cinco minutos!; ¡Es la hora…! Avisa en clase el encargado con puntualidad suiza, casi como un “reloj de cuco”. También Jesús avisa a su Padre: Padre, ha llegado la hora… Todo llega, es cuestión de tiempo: hay tiempo para reír y tiempo para llorar; tiempo para sembrar y tiempo para cosechar; tiempo para trabajar y tiempo para descansar… Todo tiene su tiempo y Dios su eternidad. Padre, ha llegado la hora… El Padre, el Hijo junto al Espíritu Santo serán eternamente glorificados por los coros de los Ángeles, de los Santos y, aunque desafino un poco, también por mí.
Jesús, que aproveche el tiempo.
Tuyos eran, me los confiaste y han guardado tu palabra. (…) Yo ruego por ellos; (…) he sido glorificado en ellos (Jn 17, 6.9.10).
Cuando hablan bien de mí, y lo oigo me pongo colorado. Jesús, gracias por los piropos: han guardado tu palabra; he sido glorificado en ellos. ¡Qué otra cosa voy a hacer, sino! Que toda mi vida sea guardar tu pala­bra y darte gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Termina diciendo que quieres glorificar a Jesús con tu santidad.

Propósito: aprovechar el tiempo.

lunes, 9 de mayo de 2016

Confiad, Yo he vencido al mundo

Mirad que llega la hora, y ya llegó, en que os dispersaréis cada uno por su lado, y me dejaréis solo, aunque no estoy solo porque el Padre está conmigo” (Jn 16, 32).
Jesús, que que esté muy unido a tu Madre, el mes de Mayo se me ha pasado volando. ¡Qué buen mes de Mayo! Pienso que se cumplirá eso de Llega la hora, y ya llegó, en que os dispersaréis cada uno por su lado. Es verdad; dentro de poco, vienen las vacaciones y cada uno se va para distintos lugares. Pero lo que no es cierto es eso otro de que me dejaréis solo. Tú nunca estás solo, porque el Padre está siempre contigo, y yo…¡también! Aunque me vaya de vacaciones a Cancún te llevaré conmigo.
Dile a Jesús que nunca le dejarás. Jamás. Díselo muchas veces.
En el mundo tendréis tribulación, pero confiad: yo he vencido al mundo (Jn 16, 33).
Jesús, son los exámenes lo que me da un poco de miedo. ¿Lo sabré todo? ¿Me dará tiempo a estudiar? ¿Sacaré buenas notas? Pero lo peor es que me pongo nervioso y trato con dureza a los que me rodean. No soy capaz de hacer un favor. Me encierro en lo mío y a los demás que vean que hacen. En el mundo tendréis tribulación… y exámenes. Jesús, Tu también ¿vences a los exámenes? ¡Pues claro, me contestas!
Dile a Jesús que durante los exámenes, vas a ser más cariñoso.

Propósito: además de estudiar mucho, repetir: Virgen Santa, Virgen Pura, haz que apruebe esta asignatura.

domingo, 8 de mayo de 2016

La Ascensión del Señor. Cambiar el clima interior

Se apareció Jesús a los Once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará» (Mc 16,15).
Aquel montañero poeta, un día de Pascua, se conmovió al ver des­puntar, entre las rocas y la nieve el brote de una flor tierna y elegante: «como un estallido de vida, cientos de estallidos», decía. El asombroso descubrimiento le acompañó hasta la cumbre mientras consideraba: El Cristianismo es mucho más que un código de comportamientos éticos, que una ideología o un mensaje filosófico. Para mí es como esa flor en la nieve: Cristo que vive, hoy y siempre. Cristo continuamente resucitando en los corazones de los hombres. Jesús, resquebraja el hielo que cubre mi vida, resucita en mi corazón (Julián Herranz, «Los atajos del silencio»).
Dile a Jesús que te aplique las “maniobras de resucitación cardiaca”.
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes (Mc 16,20).
Jesús, ayúdame a pregonar el Evangelio como hicieron los Once y después San Marcos. Que Cristo viva, ¡resucite!, en el corazón de tantos de mis amigos, de mi familia, de mis compañeros. Con tu Gracia y el fuego de mi amor provocaré el deshielo. Será una nueva primavera del Cristianismo.
Pide a Jesús un “Cambio Climático” que deshiele los corazones.

Propósito: facilitar el cambio climático.

sábado, 7 de mayo de 2016

Gracias Dios, mío; Gracias

El Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado (Jn 16, 27).
Primera Comunión de aquella niña, llena de ilusión -como tantas otras que estos días, también hoy, por 1ª vez comulgarán-, que con feliz equi­vocación rezaba la Comunión Espiritual: Yo quisiera Señor, recibiros, con aquella pureza, humildad y EMOCIÓN, con que… Y yo ¿me sigo emocionando cada vez que comulgo? No es tanto el sentimiento sino el Amor que encuentro: el amor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Pide a Jesús por los que hacen su 1º Comunión y los que ya llevamos años
Salí del Padre y vine al mundo oído (Jn 16, 28).
Gracias Señor por la Aurora / Gracias por el nuevo día / Gracias por la Eucaristía / Gracias por nuestra Señora, rezarán quizá hoy tantos niños al comulgar por 1º vez. Y yo también te quiero dar gracias: gracias Jesús por quedarte, por poder recibirte, por comerte, por aguantarme, por esperarme, por perdonarme, por crearme, por redimirme, por conso­larme, por mis papás, por mis abuelos, por mis hermanos, por mis ami­gos, por mi colegio, por mis enfermedades, por mis… ¿¡pecados!? Pues también, porque son la ocasión de arrepentirme y alcanzar tu perdón. Gracias Dios mío, gracias por tantas cosas, y gracias… por tu Madre.
Piensa que más le puedes decir a Jesús en tu próxima comunión.

Propósito: emocionarme, otra vez, al comulgar.

viernes, 6 de mayo de 2016

Nadie os quitará vuestro gozo

Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo (…) Os volveré a ver y se alegrará vuestro corazón, y na­die os quitará vuestro gozo (Jn 16, 20).
Jesús, el próximo domingo es la Ascensión ¡Cómo no vamos a estar un poco tristones si te nos vas! Estos días, sin quererlo, tienen un regusto amargo, de despedida. ¡Qué difícil es disimular con las personas queri­das! Hacemos como que no pasa nada, pero se nota que las miradas son más intensas, el tono de voz nos sale forzado y entrecortado. Jesús, te nos vas; te tienes que ir. Pero recuerda que nos has dado tu palabra: Os volveré a ver y se alegrará vuestro corazón. Mientras vuelves nos con­solamos con tu Madre, haciendo muy bien el mes de mayo. Ella trans­formará nuestra tristeza en gozo.
¿Qué tal te va el mes de Mayo?
En verdad, en verdad os digo: si algo pedís al Padre en mi nombre, os lo concederá (Jn 16, 23).
Jesús, voy comenzando a entender. Te vas para estar cerca del Padre y así intercedes por nosotros ¿Cómo no voy a estar contento? La felicidad en la tierra, la alegría no está en tener, llegar a ser, ganar más dinero… Como nos dice San Josemaría: Lo que se necesita para conseguir la feli­cidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado (Surco 795).
¿Busco la felicidad sólo en lo material?

Propósito: preparar la despedida de la mano de la Virgen.

jueves, 5 de mayo de 2016

Te adoro con devoción Dios escondido

Dentro de un poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver. Sus discípulos se decían unos a otros: ¿Qué es esto? (…) No sabemos lo que dice (Jn 16, 16.18).
Hay veces que pierdo la paciencia con tus discípulos, me desesperan, no se enteran: No sabemos lo que dice… Las palabras de Jesús las en­tienden hasta los niños pequeños. Jesús les estás hablando de tu juego preferido, el ESCONDITE: Dentro de un poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver. Jesús, como te gusta jugar al escondite. ¡Eres un campeón! ¡Qué bien te escondes!: en el sagrario, en los demás. La delicia de Dios es jugar con los hijos de los hombres. Y si Dios quiere jugar conmigo, pues yo, a divertirme.
Intenta descubrir los “escondites preferidos” de Jesús
Conoció Jesús que querían preguntarle (Jn 16, 19).
Jesús, yo, a veces, tampoco te entiendo; y en vez de preguntarte, me dirijo a otras personas que no me saben dar respuestas. Jesús, que acu­da a Ti. ¡Cómo te gusta que te pregunte! Como me conoces muy bien, siempre me das la respuesta adecuada. Y me hablas en todo momento pero sobre todo, me das tus mejores respuestas en la oración y después en la Comunión.
Pregúntale a Jesús algo que no entiendas y terminas la oración

Propósito: ser preguntón.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Ven Espíritu Santo y guía mi corazón

Cuando venga Aquél, el Espíritu de la verdad, os guiará hacia toda la verdad (Jn 16, 13).
Multitud de rutas en el cielo y en el mar. Miles de kilómetros en senderos, caminos y autopistas. Todos llevan a algún lugar. Algunos… a ninguna parte. Hay caminos que, después de muchas vueltas, regresan al mismo sitio. También hay calles sin salida, hay senderos angostos, unos llenos de espinas, otros anchos y fáciles. Pienso en mi vida, en lo que quiero conseguir, mis planes, mis proyectos… ¿Se quedarán sólo en sueños? Veo a tantos que se han quedado en la cuneta, que han tropezado y no han sido capaces de levantarse. Y, ¿no me sucederá a mi lo mismo? Jesús, hoy me enseñas que el Espíritu de la verdad, os guiará hacia toda la verdad. Me hace falta un guía, alguien que me oriente en la vida.
El Espíritu de la Verdad habla a través de personas ¿Tengo director espiritual?
Todavía tengo que deciros muchas cosas, pero no podéis so­brellevarlas ahora (Jn 16, 12).
Virgen Santa a Jesús recién nacido no le dabas de comer filetes. Como buena madre, al principio lo alimentabas con leche, después puré, más tarde cereales, fruta, y al final… los filetes. Cada alimento en su mo­mento. Tengo que deciros muchas cosas, pero no podéis sobrellevarlas ahora. En la dirección espiritual también todo tiene su momento.
Jesús, ayúdame a buscarte en la dirección espiritual

Propósito: tener dirección espiritual.

martes, 3 de mayo de 2016

Felipe y Santiago, Apóstoles. Reina de los Apóstoles.

Jesús le contestó: Felipe, ¿tanto tiempo como llevo con voso­tros y no me has conocido? (Jn 8, 12).
María, Madre Santa, como estamos en el mes de mayo hoy me dirijo a ti. ¡Cómo querías a Felipe! Era uno de los elegidos, uno de los 12 Apóstoles. Le querías como a un hijo, que eso era. Además, Felipe tenía estudios ¡hablaba el griego! (cf Jn 12, 20-21), se las daba de intelectual. Quizá por eso medía todo, calculaba todo, racionalizaba todo, como cuan­do la multiplicación de los panes y de los peces: Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno coma un poco (Jn 6, 7). Felipe, tan seguro de sí mismo, de su ciencia… y se le es­capaba lo más importante: ¡No conocía a Jesús!: Felipe, ¿tanto tiempo como llevo con vosotros y no me has conocido? (Jn 8, 12).
Y yo, después de tanto tiempo, ¿conozco a Jesús? ¿Pero, de verdad?
En verdad, en verdad os digo: El que cree en Mí, también él hará las obras que Yo hago (Lc 12, 49).
Virgen Santa, quien conoce a Jesús, quien le trata, hace sus obras. Seguro que ayudarías a Felipe y le limarías toda esa capa de orgullo: Felipe, hijo mío, le dirías, por muy listo que seas, Dios es más grande que tu cabeza… Y Felipe llegó a ser un gran Apóstol, hizo las obras de Jesús. Y yo, ¿qué hago? ¿A qué espero?
Pide a Jesús conocerle más… para hacer sus obras.

Propósito: Conocer mejor a Jesús.

lunes, 2 de mayo de 2016

Ven, oh Espíritu Santo.

Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que proce­de del Padre, él dará testimonio de mi» (Jn 15,26).
Jesús, ¡qué difícil es entenderte! ¡Cuánto te echamos de menos! ¿Por qué no te quedaste? Como a tus discípulos me gustaría tanto sentir tu mirada de cariño, oír mi nombre en tu voz, reconocer tu risa. ¿Por qué no te has quedado? Jesús mío, siempre haces lo que más nos conviene. Cada día seré más amigo del Espíritu Santo que me hablará de Ti y del Padre.
¿Conozco al Espíritu Santo? Dile a Jesús que “te lo presente”.
Os conviene que me vaya, pues si no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros (Jn 16,7).
Con San Josemaría reza al Espíritu Santo preparándote para Pentecostés: Ven, oh Espíritu Santo! Ilumina mi entendimiento para conocer tus man­datos; fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo; inflama mi voluntad… He oído tu voz, y, no quiero endurecerme y resistir diciendo: Después..., mañana. Nunc coepi! ¡Ahora! No vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh, Espíritu de verdad y de sabiduría. Espíritu de entendimiento y de consejo. Espíritu de gozo y de paz! Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras…
Pídele a María (esposa de Dios Espíritu Santo) que te ayude a tratarlo.

Propósito: conocer mejor al Espíritu Santo.

domingo, 1 de mayo de 2016

San José Artesano. ¿De dónde saca todo esto?

¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos poderes? ¿No es éste el hijo del artesano? ¿No se llama su madre María? (Mt 13, 54-55).
Jesús, hoy comienza el mes de Mayo, el mes de tu Madre, el mes de María. Si te parece bien, Jesús mío, durante estos treinta días en mis ratos de oración me dirigiré a Ti por mediación de María Santísima. Quiero que mi cariño sea el ardiente amor que pondré en honrar a tu Madre. Y no estaré solo porque buscaré amigos y cantaremos desafinando como siempre: Venid y vamos todos / con flores a María / que Madre nuestra es. Jesús, el mes de Mayo de este año será el más caluroso de la historia.
¿Qué te vas a proponer en este mes?
Se quedaron asombrados de su doctrina (Mc 1, 22).
Jesús, ¿Quién te enseñó a caminar? ¿Y a comer? —La Virgen María. ¿Quién te enseñó a nadar? ¿Quién te enseñó a montar en burro? —San José. ¿Quién te enseñó a leer? ¿Y a escribir? ¿Y a sumar y a restar? —El Rabino. De acuerdo, pero aquí hay algo más… También San Mateo se dio cuenta: La gente decía admirada: —¿De dónde saca este esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? (…) Entonces, ¿de dónde saca todo eso? (Mt 13, 54). La pregunta del millón Jesús, ¿de dónde sacabas toda eso, toda esa sabiduría? —De mi Padre Amado. Jesús, del amor al Padre te venía no solo la Sabiduría, sino también el Amor y la Misericordia y el Perdón y tantas otras cosas más...
Pide al Padre de Jesús, que te dé un poco de lo mismo

Propósito: vivir el mes de mayo, el mes blanco.