miércoles, 11 de mayo de 2016

Amar al mundo “apasionadamente”

No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del mal.
Jesús, me gustan las hamburguesas (con kétchup) y las puestas de sol, y ver a las hormigas todas en hilera, y me muero de risa con los chistes de mi hermano. Jesús, me gustan las carreras de motos y la música y hacer castillos de arena en la playa. Jesús, me gusta silbar, guiñar, volar cometas, hacer pompas de jabón, jugar a…. Jesús, me gustan tantas cosas del mundo en el que vivo, y sé que a ti también te gustan. Jesús, es en medio del mundo, donde te encuentro: en la piscina, en el patio del colegio, en la copa de un pino… y en mi alma en gracia.
Pide a Jesús amar apasionadamente al mundo.
Padre, como tú me enviaste al mundo, así los envío yo tam­bién al mundo. (…) para que también ellos sean santificados en la verdad. (Jn 17, 18-19).
Jesús, me encantan esas palabras de San Josemaría: Allí donde están vuestras aspiraciones, vuestro trabajo, vuestros amores, allí está el sitio de vuestro encuentro cotidiano con Cristo (…). En la línea del horizonte, hijos míos, parece unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria. Jesús mío, es en mi corazón, en las cosas que amo tanto, el sitio donde te encuentro, donde se unen el cielo y la tierra.
Di a Jesús que quieres ser santo.

Propósito: ¡quiero ser santo!