Padre,
este es mi deseo: que los que me confiaste estén conmigo donde yo estoy (Jn
17, 24).
Oye Jesús,
¡muchas gracias! Es todo un detalle. Yo también quiero estar siempre contigo.
Cuando me voy de excursión lo que más me importa no es tanto donde voy sino con
quien voy. Si vienen conmigo mis amigos: Javi, Enrique… entonces todo va bien.
Estén conmigo donde yo estoy. Un sacerdote recordaba de aquel chico pequeño que
le seguía a todas partes, entraba, salía, subía, bajaba y el niño detrás. Por
fin extrañado preguntó al niño: −Pero tú, ¿a dónde vas? El chico
respondió con sinceridad: −Yo voy contigo… Pues Jesús, ya sabes:
yo voy contigo, estoy donde Tú estés.
San Agustín recordaba con tristeza: Señor, Tú
estabas conmigo más yo no estaba contigo. Yo, ¿con quien estoy?
Padre
santo, que el amor con que Tú me has amado esté en ellos y yo en ellos (Jn
17,26).
Jesús, hoy
la Iglesia celebra la memoria de tu gran amigo el Beato Álvaro del Portillo. Le
gustaba considerar estas palabras: ¡Qué bien se está contigo, Señor, junto
al Sagrario! / ¡Qué bien se está contigo! ¿Por qué no vendré más? / Hace ya
muchos años que vengo aquí a diario / Y aquí te encuentro siempre, Amor
Solitario, / Solo, pobre, escondido, pensando en mí quizás. / (…) ¿Por qué no
vendré más si sé que aquí, a tu lado, / Puedo encontrar, Dios mío, lo que tanto
he buscado / Mi luz, mi fortaleza, mi paz, mi único bien? / ¡Qué bien se está
contigo, qué bien se está, Señor! (cfr J. Caraud).
Pide a la Virgen que te ayude a estar con Jesús
junto al Sagrario.
Propósito: juntarme más con Jesús.