jueves, 12 de mayo de 2016

Beato Álvaro del Portillo ¡Qué bien se está contigo!

Padre, este es mi deseo: que los que me confiaste estén con­migo donde yo estoy (Jn 17, 24).
Oye Jesús, ¡muchas gracias! Es todo un detalle. Yo también quiero estar siempre contigo. Cuando me voy de excursión lo que más me importa no es tanto donde voy sino con quien voy. Si vienen conmigo mis ami­gos: Javi, Enrique… entonces todo va bien. Estén conmigo donde yo estoy. Un sacerdote recordaba de aquel chico pequeño que le seguía a todas partes, entraba, salía, subía, bajaba y el niño detrás. Por fin ex­trañado preguntó al niño: −Pero tú, ¿a dónde vas? El chico respondió con sinceridad: −Yo voy contigo… Pues Jesús, ya sabes: yo voy contigo, estoy donde Tú estés.
San Agustín recordaba con tristeza: Señor, Tú estabas conmigo más yo no estaba contigo. Yo, ¿con quien estoy?
Padre santo, que el amor con que Tú me has amado esté en ellos y yo en ellos (Jn 17,26).
Jesús, hoy la Iglesia celebra la memoria de tu gran amigo el Beato Álvaro del Portillo. Le gustaba considerar estas palabras: ¡Qué bien se está contigo, Señor, junto al Sagrario! / ¡Qué bien se está contigo! ¿Por qué no vendré más? / Hace ya muchos años que vengo aquí a diario / Y aquí te encuentro siempre, Amor Solitario, / Solo, pobre, escondido, pensando en mí quizás. / (…) ¿Por qué no vendré más si sé que aquí, a tu lado, / Puedo encontrar, Dios mío, lo que tanto he buscado / Mi luz, mi fortaleza, mi paz, mi único bien? / ¡Qué bien se está contigo, qué bien se está, Señor! (cfr J. Caraud).
Pide a la Virgen que te ayude a estar con Jesús junto al Sagrario.

Propósito: juntarme más con Jesús.