sábado, 7 de mayo de 2016

Gracias Dios, mío; Gracias

El Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado (Jn 16, 27).
Primera Comunión de aquella niña, llena de ilusión -como tantas otras que estos días, también hoy, por 1ª vez comulgarán-, que con feliz equi­vocación rezaba la Comunión Espiritual: Yo quisiera Señor, recibiros, con aquella pureza, humildad y EMOCIÓN, con que… Y yo ¿me sigo emocionando cada vez que comulgo? No es tanto el sentimiento sino el Amor que encuentro: el amor del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Pide a Jesús por los que hacen su 1º Comunión y los que ya llevamos años
Salí del Padre y vine al mundo oído (Jn 16, 28).
Gracias Señor por la Aurora / Gracias por el nuevo día / Gracias por la Eucaristía / Gracias por nuestra Señora, rezarán quizá hoy tantos niños al comulgar por 1º vez. Y yo también te quiero dar gracias: gracias Jesús por quedarte, por poder recibirte, por comerte, por aguantarme, por esperarme, por perdonarme, por crearme, por redimirme, por conso­larme, por mis papás, por mis abuelos, por mis hermanos, por mis ami­gos, por mi colegio, por mis enfermedades, por mis… ¿¡pecados!? Pues también, porque son la ocasión de arrepentirme y alcanzar tu perdón. Gracias Dios mío, gracias por tantas cosas, y gracias… por tu Madre.
Piensa que más le puedes decir a Jesús en tu próxima comunión.

Propósito: emocionarme, otra vez, al comulgar.