lunes, 22 de mayo de 2017

Ven, oh Espíritu Santo

Dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que proce­de del Padre, él dará testimonio de mi» (Jn 15,26).
Jesús, ¡qué difícil es entenderte! ¡Cuánto te echamos de menos! ¿Por qué no te quedaste? Como a tus discípulos me gustaría tanto sentir tu mirada de cariño, oír mi nombre en tu voz, reconocer tu risa y tu caminar. ¿Por qué no te has quedado? Os conviene que me vaya, pues si no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros (Jn 16,7). Jesús mío, siempre haces lo que más nos conviene. Cada día seré más amigo del Espíritu Santo que me hablará de Ti y del Padre.
¿Conozco al Espíritu Santo? Dile a Jesús que “te lo presente”.
Os conviene que me vaya, pues si no me voy, el Paráclito no vendrá a vosotros (Jn 16,7).
Con San Josemaría reza al Espíritu Santo preparándote para Pentecostés: Ven, oh Espíritu Santo! Ilumina mi entendimiento para conocer tus mandatos; fortalece mi corazón contra las insidias del enemigo; in­flama mi voluntad… He oído tu voz, y, no quiero endurecerme y re­sistir diciendo: Después..., mañana. Nunc coepi! ¡Ahora! No vaya a ser que el mañana me falte. ¡Oh, Espíritu de verdad y de sabidu­ría. Espíritu de entendimiento y de consejo. Espíritu de gozo y de paz! Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como quieras, quiero cuando quieras…
Repite la Oración al Espíritu Santo y luego terminas

Propósito: conocer mejor al Espíritu Santo.