Y
dejando Nazaret se fue a vivir a Cafarnaún (…) para que se
cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: el pueblo que
yacía en tinieblas ha visto una gran luz. (Mt 4, 13-16)
Jesús,
pronto voy a dejar mi casa cada mañana para volver al colegio,
me queda poco tiempo de vacaciones. ¡Ojalá sea mi casa
como la tuya de Nazaret! En parte depende de mí, de no ser un
servido. Voy a aprovechar los días que me quedan para ayudar
mucho a mis papás, seguro que puedo arreglar más de un
closet, recoger y ordenar cosas de estos días… ¡ah! y
preparar muy bien todo mi material y el de mis hermanos para el
colegio.
- Jesús, que no se me apague tu Luz cuando empiece el colegio.
Y
le seguían grandes multitudes de Galilea, Decápolis,
Jerusalén, Judea y del otro lado del Jordán (Mt 4, 25)
Estos
días pasados mucha gente se ha acordado de Ti, mi Jesús,
pero te pido para que no haya sido sólo por un día. Una
prima mía fue a Orlando y me contó que las calles
estaban bien bonitas y que en la iglesia supo seguir la Misa muy bien
aunque era en inglés y que había dos chinos y bastantes
negros. ¡Qué alegría que tanta gente te siga,
todos tan distintos y todos tan iguales! Quiero ser hermano de todos,
también de los nuevos en el colegio y de aquellos que no me
caen tan bien.
- Te siguen cheles, chaparros, negritos,… yo no discrimino, soy cristiano.
Propósito:
Sólo una raza, la de los hijos de Dios.