lunes, 5 de noviembre de 2012

Hoy invita la casa


Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado (Lc 14, 12-13).
Jesús, a mí, lo que de verdad me cuesta, es dar de mi comida a otros, especialmente si es pizza de queso. En los recreos los de mi clase, como moscas, zumban a mi alrededor: —me das…—sólo un pedacito…—¡porfa…! Y yo les intento explicar que hay que ser hermanos pero no primos, pero al final siempre acabo cediendo y les doy. Jesús, ayúdame a ser más generoso desde el principio, a ser como Tú.
·         ¿A qué me cuesta invitar?: mi pizza, mi tiempo, mi amistad...
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos, ciegos: dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos (Lc 14, 14).
Aquel niño fue sorprendido mientras se comía su comida en el oratorio, muy cerca del Sagrario: —Pero niño, en el oratorio no se come… Le dijo el profesor muy serio.—Es que Jesús es mi mejor amigo… ¡es el único que no me pide! Contestó el niño. Jesús, Tú sí que eres mi mejor amigo, el gran Amigo: siempre me invitas, y te das del todo; te como a besos en cada Comunión.
·         En el Año de la Fe, pídele a Jesús más Fe en la Eucaristía y llévale más amigos a la Comunión.
Propósito: invitar más.