jueves, 31 de octubre de 2019

La gallina reúne a los pollitos bajo sus alas


Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte. Él contestó: «Id a decirle a ese zorro: Hoy y mañana seguiré curando» (Lc 13, 31).
Jesús, y ahora… Herodes. ¡Qué hombre más bruto! ¿Por qué permites que haya gente así? Por una frivolidad mandó degollar al Bautista, al ¡mayor nacido de mujer! Luego, en la Pasión se reirá de Ti, te ridiculizará vistiéndote con una túnica brillante, y toda su corte le seguirá la gracia. Es la carcajada cobarde de los miedosos. Le hizo muchas preguntas, pero Él nada le respondió (Lc 23,9). Tu silencio. Jesús, no puedes hablar ni con los frívolos, ni con los impuros, porque no pueden oírle. Antes tienen que limpiar su corazón.
Para escuchar a Jesús tengo que limpiar los conductos auditivos del alma.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te envían! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la clueca reúne a los pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido! (Lc 13, 34).
Jesús, ahora como entonces, te duele en el alma, te quejas, por la indiferencia de los hombres. Engendré hijos y los encumbré; ellos sin embargo me despreciaron. El Buey reconoce a su dueño; y el asno el pesebre de su amo pero Israel no me ha reconocido ni mi pueblo me ha comprendido (Isaías 1,2). Jesús, yo si quiero estar bajo tus alas, siempre contigo.
Lo que más duele es la indiferencia de los seres queridos.
Propósito: ser valiente.

miércoles, 30 de octubre de 2019

Yo soy la puerta


Uno le preguntó: Señor, ¿serán pocos los que se salven? Jesús les dijo: Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán (Lc 13, 22-24).
Jesús, menuda preguntita indiscreta o al menos impertinente. Al que la hizo habría que darle el premio cenizo y después mantearle. Jesús, Tú has venido al mundo porque quieres que todos los hombres se salven (1 Tim 2,4), pero también cuentas con mi libertad: Muchos intentarán entrar y no podrán. Jesús, con tu ayuda yo quiero ser de esos que entran por la puerta estrecha.
Dile a Jesús que estás dispuesto a adelgazar para entrar por la estrecha.
Entrad por la puerta angosta, porque amplia es la puerta y ancho el camino que conduce a la perdición y son muchos los que entran por ella (Mt 7,13-14).
También nos lo cuenta San Mateo: junto a la puerta estrecha hay otra ancha que lleva a la perdición. Jesús, la única puerta que merece la pena eres Tú: Yo soy la puerta; si alguno entra a través de Mí, se salvará (Jn 10,9). Viviendo tu Vida en mi vida, a través de Ti, por la puerta estrecha.
Jesús, contigo entraré en el Cielo como los toreros: por la puerta grande.
Propósito: adelgazar.

martes, 29 de octubre de 2019

¿Mostaza o kétchup?


En aquel tiempo, Jesús decía: ¿A qué se parece el reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma (Lc 13, 18)
Jesús, eso del grano de mostaza me suena a hamburguesa con mostaza, pepinillo y mucho ketchup. Ya sabes lo mucho que me gustan las hamburguesas, sobre todo la Whooper con patatas fritas ¡Me vuelven loco! El reino de Dios (...) Se parece a un grano de mostaza… Jesús yo me imagino el Cielo como una gran Burguer o un Mc Donal’s, pero baratísimo, rodeado de las personas a las que más quiero: mis padres, mis amigos y sobre todo, contigo. ¡Qué bien se está contigo! ¡Qué nunca te deje!
Imagínate como es el Cielo. Quizá prefieras imaginarte pizzería o una bocatería de jamón.
Y añadió: –¿A qué compararé el Reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta (Lc13, 21).
Y en el Cielo, además, me encontraré con tu Madre santísima la Virgen Santísima. Como es una gran repostera nos preparará postres exquisitos: tocinillos de cielo, tartas del paraíso... Pedirá la colaboración de los bienaventurados para hacer huesitos de santos, y a los ángeles para elaborar pasteles de cabello de ángel... Jesús, ¡Qué bien se estará contigo en el Cielo! Jesús, ¡Qué bien se está contigo en la tierra!
Pide a Jesús que tu vivir en la tierra sea ya un anticipo de lo que te encontrarás en el cielo.
Propósito: ir al cielo.

lunes, 28 de octubre de 2019

Los limpios de corazón verán a Dios


Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar (Lc 13,11).
¡Pobre mujer! ¡18 años así, sin poder mirar hacia arriba, sin poder mirar a Dios, al Cielo! Jesús, que pena. Yo también encuentro gente, amigos, compañeros, que son como los cerditos, van siempre con la vista gacha mirando cochinadas, buscando porquerías en la tele, en revistas, en internet... Andan encorvados sin poder enderezarse. Quieren pero no pueden. Pobrecitos. Aunque lo intentan no son capaces de mirar arriba, son esclavos de sus vicios, de sus desórdenes, quizá desde hace años.
Pide la virtud de la Santa Pureza para ti y para las personas queridas.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo: –Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha (Lc 13, 12-13).
Ella sola no podía. No lograba enderezarse. Necesitaba de la ayuda de Jesús, de su gracia. La santa pureza la da Dios cuando se pide con humildad (Camino 118). Jesús, cuando soy humilde, cuando me dejo ayudar, cuando acudo a la confesión siempre que haga falta, es cuando me enderezo. Es entonces cuando ya puedo mirar arriba y verte: Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios... Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Repite muchas veces: Dame, Señor, la Santa Pureza.
Propósito: no ser cerdito.

domingo, 27 de octubre de 2019

Humildad es andar en Verdad


El fariseo quedándose de pie, oraba para sus adentros: Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni como este publicano. Ayuno dos veces por semana, pago el diezmo de todo lo que poseo (Lc 18, 9-14).
Jesús, el fariseo de la parábola se creía muy bueno: No soy como los demás hombres. Solo le hace falta decir: “No me beso porque no me llego que sino…” Jesús, no hay cosa más fea que eso de colgarse medallas y hablar bien de uno mismo: Ayuno dos veces por semana, pago el diezmo de todo lo que poseo. Jesús, ¡ayúdame a ser humilde! ¡Que no me lo crea!
Santa Teresa: “Humildad es andar en verdad”. Tengo que ser verdadero.
Porque todo el que se ensalza será humillado, y todo el que se humilla será ensalzado” (Lc 18, 9-14).
De la mano de San Josemaría, “Déjame que te recuerde, entre otras, algunas señales evidentes de falta de humildad: —pensar que lo que haces o dices está mejor hecho o dicho que lo de los demás; —querer salirte siempre con la tuya; —disputar sin razón o —cuando la tienes— insistir con tozudez y de mala manera; (…) —despreciar el punto de vista de los demás; —no mirar todos tus dones y cualidades como prestados;(…) —citarte a ti mismo como ejemplo en las conversaciones; —hablar mal de ti mismo, para que formen un buen juicio de ti o te contradigan (Cfr. Surco 263).
Sigue leyendo por tu cuenta Surco 263 ¿Te sientes retratado…?
Propósito: no colgarme medallas.

sábado, 26 de octubre de 2019

Un Dios que no se entiende, porque es mucho más


Se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque acabaron así? (…) (Lc 13, 1-2).
Jesús, me da alegría comprobar que estabas al día. Aquello de la torre y lo de los galileos asesinados era el tema de conversación de todos. No estabas al margen de los acontecimientos de tus contemporáneos, como ahora tampoco estás al margen de lo que sucede: la liga de fútbol, la moda…
Comenta con Jesús la noticia del día, lo que más te haya impresionado; también puede ser de fútbol.
¿Pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no (Lc 13, 4).
Jesús, ¿por qué existe el mal? ¿Por qué mueren niños inocentes? Si eres todopoderoso, ¿por qué no nos ahorras tanto sufrimiento, tanto dolor?... Es un misterio. La explicación debe ser parecida, digo yo, a cuando llevamos a mi hermano al pediatra. Nada más ver la bata blanca se pone a llorar pues sabe lo que le espera: ¡otra vacuna! Por mucho que se le diga que el médico es bueno, patatín patatán, no lo entiende. No lo puede entender. ¿No será, Jesús, que de vez en cuando me pones una vacuna?
Jesús, que no te eche la culpa de todo lo malo que pasa.
Propósito: no reclamarle a Jesús.

viernes, 25 de octubre de 2019

Al mal tiempo, buena cara


En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos», y así sucede. Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno», y lo hace (Lc 12, 54-55).
Jesús, eres un experto, lo haces mejor que el hombre del tiempo de la tele… Jesús, también en mi alma la climatología es variable y según los días me encuentro con chaparrones, tormentas, a veces huracanes, otras veces tiempos de bochorno, de aridez... ¡tengo de todo! Los chaparrones son las lluvias de gracia que habitualmente me concedes: la paz, la alegría de saberme hijo de Dios, sentir tu cercanía. Pero cuando llegan las tormentas de las tentaciones o se desatan los huracanes de mis pasiones me asusto. ¿Por qué lo permites? ¿No me arrastrará la fuerza del viento? ¿No me perderé? Tampoco me gustan nada los tiempos de sequía y de aridez. Son momentos en los que mi alma está más seca que un polvorón y pienso que eso de rezar no vale para nada.
Dile: al mal tiempo buena cara y al buen tiempo, mejor cara.
Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? (Lc 12, 56).
Jesús, perfecto Dios y perfecto Hombre. Eres el Hombre del tiempo, pero sobre todo también Dios del tiempo y en cada momento envías a mi alma lo que más le conviene, aunque yo no lo entienda.
Pídele que tu ánimo no dependa de la climatología interior.
Propósito: pues si llueve, mejor… ¡a por caracoles!

jueves, 24 de octubre de 2019

¡Fuego he venido a traer a la tierra!


Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda? (Lc 12, 49).
San Josemaría al meditar estas palabras escribía: Aún resuena en el mundo aquel grito divino: «Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda?» -Y ya ves: casi todo está apagado... ¿No te animas a propagar el incendio? (Camino 801). Jesús, qué pena. Sitios, familias, personas, donde antes ardía el Fuego de tu Amor... ahora están apagados, fríos o, lo que es peor, templaditos, entibiados. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Y así, porque eres tibio, y no caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca (Apoc 3, 16-17). Jesús que me entere de una vez: ser cristiano supone amar ardientemente a Dios y a los demás, supone propagar el incendio.
                        ¿Estoy tibio?... Consulta Camino 331.
En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres. (...) Se dividirán el padre contra el hijo. (Lc 12, 52-53).
Jesús, nunca pensé que esto del 3+2 ó 2+3 fuera tan evangélico. Tres contra dos y dos contra tres... Ahora, ya sin bromas, te pido, Jesús, por mi familia. Cuando me entero de familias que se rompen sufro mucho y pienso en la mía. Jesús, que en mi familia nunca haya divisiones; que mis padres se quieran de verdad; que se sepan perdonar; que yo sea buen hijo, buen hermano; que también sepa perdonar.
Rezar a diario por mi familia.
Propósito: consultar nº 311 de Camino, por si acaso.

miércoles, 23 de octubre de 2019

Soy Templo del Espíritu Santo


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete (Lc 12, 39-48).
Mi alma es una casa, pero no es una casa cualquiera, es el Templo del Espíritu Santo. Jesús, que además de habitante eres el arquitecto y el decorador; has enriquecido mi alma con la Fe, con preciosas colecciones de virtudes, con los dones del Espíritu Santo... Los ladrones, que lo saben, merodean por los alrededores buscando por dónde entrar. Lo intentan a través de los ojos por medio de imágenes sucias; a través de los oídos cuando admito críticas o marujeos; a través de la boca cuando hablo mal de alguien. Lo intentan pero no lo consiguen, porque el dueño de la casa está vigilante. Jesús, nunca robarán lo que te pertenece.
La mejor compañía de seguridad: la ayuda de tu Ángel Custodio.
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá (Lc 12,48).
Vida, salud, familia, Mp3, abuelos, colegio, play station, dos piernas, amigos, regate, mi perro, simpatía, tu Madre Santísima... tantas cosas. Jesús, me has dado tantas cosas solo por mi cara bonita, hasta la cara bonita. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá. Y yo ¿Qué te doy?: mi ratito de oración, mi tiempo de estudio, mi ayuda en casa... ¿Qué más, Jesús? ¿Qué más te puedo dar?
Pregunta a Jesús que más le puedes dar…
Propósito: mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón.

martes, 22 de octubre de 2019

Dichoso el que espera al Amado


Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame (Lc 12, 35-36).
Cuando era pequeño, más pequeño todavía (no te rías de mi), a veces, yo y mis hermanos antes de irnos a la cama, recién bañados y con el pijama puesto, esperábamos con ilusión junto a mi madre el regreso de papá. A veces tardaba pero no por eso nos cansábamos. Cuando oíamos el motor del coche o el ruido de las llaves, corríamos como locos a abrirle la puerta, darle besos, colgarnos de su cuello. Jesús, es así como quiero preparar mi alma cada vez que te me acercas en la Comunión y en la Confesión. ¡Qué ganas de estar contigo!
¿Cómo me preparo por dentro y por fuera para recibir a Jesús?
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: (...) Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos (Lc 12 37-38).
Dichosos al cuadrado o mejor elevado a la n: (dichoso)n dichosisisísimos. Jesús, eres como las novias, te encanta hacernos esperar, nos tienes en vilo día y noche. Y cuando menos lo espero en la oración te metes a raudales en mi alma y me llenas de tus luces. ¡Ha valido la pena la espera! ¡Merece la pena esperar a Jesús!
Vete preparándote para el próximo encuentro con Jesús.
Propósito: repasar mate ¿qué es eso de elevado a la n?

lunes, 21 de octubre de 2019

Dónde está tu tesoro, allí estará tu corazón


Un hombre rico tuvo una gran cosecha. (...) Y se dijo a sí mismo: «Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años: túmbate, come, bebe y date buena vida» (Lc 12, 16.19).
Jesús, el padre de mi amigo tiene un cochazo, un BMW último modelo. Sabes, cuando lo lava, utiliza botellas de agua mineral para, dice él, no rayar la pintura. Creo que se pasa un pelín. Lo que en el fondo le pasa es que en él se cumple aquello de Donde está tu tesoro allí estará tu corazón. Por eso me recuerda al hombre de la parábola. Se ha hecho esclavo de sus bienes y aunque se diga túmbate, come, bebe y date buena vida, no es capaz, pues siempre querrá tener más y más y más… ¡Qué agobio!
No dejarme esclavizar por los videojuegos, internet, móvil y demás.
Pero Dios le dijo: «Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?» Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios (Lc 12,20).
Como aquella señora sorda que preguntó en el funeral si el difunto había dejado mucho... ?Todo, señora; lo ha dejado todo. Y entonces ¿de qué sirve acumular tantas riquezas? Jesús, solo merece la pena invertir en Bonos del Tesoro, pero del Tesoro en el Reino de los Cielos Amontonad en cambio tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre corroen, y donde los ladrones no socavan ni roban. Porque donde está tu tesoro allí estará tu corazón (Mt 6, 20-21). ¡Merece la pena!
Jesús, te nombro mi asesor financiero. ¡Máxima rentabilidad!
Propósito: no ser tan angustias.

domingo, 20 de octubre de 2019

Sin ídolos de oro o barro


Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres (Lc 18,2).
Jesús, ese pobre hombre, mucho juez y todo lo que quieras, pero era un egoísta de pies a cabeza. No le importaba nada ni nadie, solo su bienestar. Su religión era su estómago o más abajo. Y es que cuando se vacía el Cielo de Dios se llena la tierra de ídolos: dinero, salud, sexo, éxito. En plan intelectualoide tendría teorías para justificar su ateísmo. Y el pobre, al alejarse de Dios, poco a poco, quizá sin pretenderlo, también se fue alejando de los hombres. Jesús, para poder amar de verdad a todos tengo que estar cerca de Ti, quererles como Tú les quieres, con tu corazón.
Y para querer de verdad a Dios hay que estar en gracia. ¿Estás confesado?
Ya que esta viuda está molestándome, le haré justicia, para que no siga viniendo a importunarme (Lc 18,2).
Jesús, con esta parábola me dices que te gustan los tipos que como yo te dan la lata, que insisten en sus peticiones. San Josemaría escribió: La primera condición de la oración es la perseverancia; la segunda, la humildad. —Sé santamente tozudo, con confianza. Piensa que el Señor, cuando le pedimos algo importante, quizá quiere la súplica de muchos años. ¡Insiste!..., pero insiste siempre con más confianza (Forja 535)
¿Persevero en mis peticiones o tiro la toalla?
Propósito: dar la lata.

sábado, 19 de octubre de 2019

El Espíritu Santo hablará por ustedes


Todo el que me confiese ante los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará ante los Ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los Ángeles de Dios (Lc 12, 8-9).
Jesús, hay momentos en los que se me pasa por la cabeza hacerme budista, narcisista o de cualquier otra religión. Lo que sea, menos cristiano... ¡Cómo cuesta ser cristiano! Es sobre todo, cuando en mi grupo de amigos, que son buenos en el fondo, hay alguno que se quiere hacer el gracioso y critica a la Iglesia o al Papa. Pobrecito; lo único que hace es repetir la última tontería que ha visto en la TV. Entonces me acuerdo de la traición de San Pedro, que te negó… rezo por mi amigo y con cariño le dejo las cosas claras: eso sí, antes de que cante un gallo, no vaya a ser que…
Lo de Budista o Narcisista ni de broma: todo lo que vale, cuesta.
No os preocupéis de cómo defenderos, o qué tenéis que decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquella hora qué es lo que hay que decir” (Lc 12, 11-12).
San Josemaría, como todos los Santos, acudía mucho al Espíritu Santo pidiéndole inspiración. En la sala donde recibía las visitas hizo poner un rótulo con una inscripción en latín que traducida dice: Señor, pon en mi boca palabras acertadas.
Señor pon en mi boca palabras acertadas y cosas ricas de comer.
Propósito: hacerme más amigo del Espíritu Santo.

viernes, 18 de octubre de 2019

San Lucas. María guardaba estas cosas en su corazón


Ya que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares (Lc 1,1-3).
Jesús, San Lucas es un ¡crack! Es un hombre concienzudo, acostumbrado a ir hasta el fondo de las cuestiones. No en vano es médico, el Médico amado le llama cariñosamente San Pablo. Sus historias clínicas debían ser exhaustivas: ¿Alergias? ¿Pasó la rubeola?... Pero sobre todo Lucas es el Evangelista de la infancia de Jesús. Seguro que pasó largas horas escuchando a la mejor testigo ocular, María: ?¿Y cómo fue lo del Ángel?... ¿Y entonces qué te dijo tu prima?... ¿Y lo de los Magos?... ¿Y qué es lo que guardabas en tu corazón? …
Como Lucas haz tú una entrevista a María: ¡cuéntaselo todo!
Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido (Lc 5,20).
Venga Pe-Lucas, le diría la Virgen, deja de comprobarlo todo exactamente y com-prueba lo rico que me ha salido el bizcocho. A ver, ¿qué te ha inspirado hoy el Espíritu Santo? Y el listo de Lucas leyó: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo… (Lc 1,28). Y Ella se volvió a turbar al oír esas palabras.
Recuerda a María los momentos bonitos de su vida y terminas.
Propósito: contratar al Dr. Lucas como médico de mi familia.

jueves, 17 de octubre de 2019

Las llaves del saber


¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas, después que vuestros padres los mataron! (Lc 11, 47).
Jesús, no te dejabas llevar por lo políticamente correcto. Muchas veces, Jesús, a mi me mata el miedo al qué dirán y entonces dejó de decir algo o me calló, o lo que es peor digo aquello que pienso que los demás quieren oir para seguirles la corriente. Y acabo siendo carreta. Jesús, que aprenda de Ti a no ser un queda-bien, carreta o un cobarde.
Cuéntale a Jesús las situaciones en las que caes al ser medio carreta o queda-bien.
¡Ay de vosotros, maestros de la Ley, que os habéis quedado con las llaves del saber! (Lc 11, 52).
En varias ocasiones, en la clase de Reli, el profesor nos ha dicho que el peor enemigo de la Fe es la ignorancia. Y siempre nos recuerda que esta era una idea que repetía San Josemaría. Jesús, de entrada te digo que yo no me creo ignorante pero luego a la hora de la verdad para defender la Fe no sé qué responder, o si alguno dice que recemos el Angelus me hago el loco porque no me lo sé de memoria.
Por cierto ¿te sabes de memoria las oraciones básicas: bendición de la mesa, Angelus, la oración al comenzar y al terminar un rato de oración?
Propósito: aprenderme de memoria lo que no me sé.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Lo primero es el Amor de Dios


¡Hay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! (Lc 11,42).
¿Qué es más importante, la letra o el espíritu de la letra? ¿Las legumbres o el Amor de Dios? Es lo que les pasaba a los fariseos: se quedaban solo en las legumbres, en cumplir la letra; eso sí, pero para que les viera todo el mundo. ¿No me pasará un poco lo mismo? ¿No seré yo también un tanto hipócrita? Si eres valiente y quieres saberlo contesta al TEST del HIPÓCRITA: a) ¿Rezo igual, aunque nadie me vea?/ b) ¿Ayudo a los demás, sin que lo noten?/ c) ¿Hago favores?/ d) ¿Alguna vez me avergüenzo de ser cristiano?/ e) ¿Ayudo al necesitado, aunque me provoque rechazo?
Jesús, lo 1º es el Amor de Dios y luego, las legumbres, la hierbabuena.
¡Hay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! (Lc 11,43).
Jesús, he superado el primer TEST y ¡no soy Hipócrita! Pero ahora viene la 2ª parte, el TEST del FARISEO. Ánimo y contesta: a) ¿Protesto cuando no tengo un buen sitio en el coche, en la mesa o viendo la TV?/ b) ¿Busco que hablen de mí a toda costa?/ c) ¿Me enfado cuando nadie me llama o no cuentan conmigo?/ d) ¿Me gusta ser el perejil de todas las salsas?
Jesús, ni Fariseo ni Hipócrita… ¡Pero que no me lo crea!…
Propósito: no creérmelo.

martes, 15 de octubre de 2019

Tú eres el Hijo de Dios


Cierto fariseo le rogó que comiera en su casa. El fariseo se quedó extrañado al ver que Jesús no se había lavado (Lc 11,38)
Aquel hombre, el fariseo no podía ser amigo de Jesús. Se dejó llevar por las apariencias, por las primeras impresiones, por la crítica. Pero lo peor era que juzgaba las intenciones, era falso, alambicado, barroco. El apóstol Bartolomé alias Natanael, al principio también se dejó llevar por las primeras impresiones: —¿De Nazaret puede salir algo bueno? (Jn 1,46). Pero no era retorcido, complicado interiormente. Reconoció su error y se ganó los elogios de Jesús: —Aquí tenéis un verdadero israelita en quien no hay doblez (Jn 1, 47). Jesús ¿Cómo soy yo por dentro? ¿Tengo doblez? ¿Por qué juzgo tanto? Ayúdame a no ser falso, hipócrita, murmurador, y a saber rectificar cuando meta la pata.
Jesús, dame tus ojos para saber mirar.
El Señor le dijo: Así que vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, pero vuestro interior está lleno de rapiña y maldad”. (Lc 11,39)
Jesús, que bien conoces los corazones, no te quedas con los hechos, con las puras apariencias. Le contestó Natanael: —¿De qué me conoces? —Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi (Jn 1,48). Me ves y te llenas de alegría porque encuentras un corazón limpio, sin maldad. Un corazón con ventrículos y sobre todo con aurículas, para oírte mejor en estéreo (aurícula derecha e izquierda).
Invita a Jesús a conocer tu corazón y que te hable por las aurículas.
Propósito: menos auriculares y más aurículas.

lunes, 14 de octubre de 2019

¿Miedo al silencio?


Habiéndose reunido una gran muchedumbre, comenzó a decir: Esta generación es una generación perversa; busca una señal y no se le dará otra sino la señal de Jonás (Lc 11, 29-32).
Jesús, que bonita la historia de tu gran amigo Jonás. Era lo que ahora llamamos un profeta menor, no por la altura, ni por peso, sino porque escribió poco. El caso es que escapando de cumplir la voluntad de Dios, —como yo-, fue engullido por un pez enorme. Allí dentro, un sitio calentito, tranquilo, silencioso hizo un curso de retiro de 3 días. Se dio cuenta de lo mucho que Dios le quería. Volvió cambiado, irreconocible, feliz. Se puso a hacer apostolado y convirtió a toda la ciudad: Nínive. Jesús, que me decida hacer un curso de retiro.
¿Te puedes apuntar aún para hacer un curso de retiro? Averígualo.
La reina del Mediodía se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y los condenará: porque ella vino de los extremos de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón (Lc 11, 29-32).
La Reina de Saba y Salomón y los Reyes Magos y Moisés y los once hermanos de José, y la Burra de Balaám, y Noé y la hija de Jairo y Abrahám y Jonás y la Magdalena, y… tantos personajes bíblicos, me tienen envidia ¿Por qué? Por poderte recibir en la Eucaristía, Jesús mío. ¿Me doy cuenta? ¿Lo aprovecho? ¿Lo valoro?
Sigue por tu cuenta diciéndole a Jesús que le quieres recibir muy bien en la Comunión.
Propósito: Apuntarme al próximo curso de retiro.

domingo, 13 de octubre de 2019

Vayan a los sacerdotes


Vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: –Jesús, maestro, ten compasión (Lc 17, 11-13).
Hoy apenas hay lepra y además es una enfermedad que se cura. Pero entonces era algo terrible que desfiguraba el rostro: se quedaban, poco a poco, sin nariz, sin orejas, sin labios, sin párpados... La gente, al ver leprosos huían horrorizados. Pero Jesús no. Jesús, Tú les acoges, les tocas: Al verlos, les dijo: –Id a presentaros a los sacerdotes. Jesús, los pecados, mis pecados son como lepra en el alma. La imagen de Dios que llevo dentro se va desfigurando. Id a los sacerdotes, me dices y es ahí donde te encuentro y me limpias: Y mientras iban de camino, quedaron limpios.
¿Tengo concretado un día y una hora fija a la semana para confesarme?
Uno de ellos, (...) se volvió alabando a Dios. (…) ¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve ¿dónde están? (Lc 17, 15-17)
Jesús, echas en falta el agradecimiento de los otros nueve. Por eso: Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. Porque te da esto y lo otro. Porque te han despreciado. Porque no tienes lo que necesitas o porque lo tienes. Porque hizo tan hermosa a su Madre, que es también Madre tuya. Porque creó el Sol y la Luna y aquel animal y aquella otra planta (…). Dale gracias por todo, porque todo es bueno (Camino 268).
Como dice el refrán: Es de bien nacidos ser agradecidos.
Propósito: Ser agradecido con Dios.

sábado, 12 de octubre de 2019

Virgen del Pilar, ruega por nosotros


El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado.
Cuando los Apóstoles se repartieron el mundo entonces conocido, al Apóstol Santiago le tocó en suerte el sitio más lejano, el fin del mundo: Finis Terrae, ¡Menudo bajón! El pobre Apóstol, desanimado, lloroso, repetía a orillas del Ebro: —¡Qué brutos son los hispanos, pero qué brutos…! No hay manera; si lo sé, no vengo.— Y en esto, recibe la visita de la Virgen, que desde lo alto de un pilar, de una columna —la Virgen del Pilar—, le anima: —Hijo del Trueno, sigue, no te canses de mis hijos hispanos; que lo que tienen de brutos lo tienen de buenos. —Venga, vale, seguiré solo un poco más,— dijo Santiago el Mayor. Y por eso estamos aquí tú y yo, muy brutos, pero en el fondo muy buenos, muy majos.
Dale las gracias al Apóstol y proponte ser algo menos bruto.
Pero Él replicó: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan (Lc 11, 27-28).
Hoy es la fiesta de la Virgen del Pilar. Se ha organizado un concurso Open de piropos a nuestra Madre. El 1º participante es el mismísimo Arcángel San Gabriel: Llena eres de Gracia, el Señor es contigo (Bastante bien). Sta. Isabel: Bendita Tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Muy bien). Pero el ganador es Jesús: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan.
Participa en el Open, por el 2º premio con tus piropos preferidos.
Propósito: Guapetona, Bombón, Madre mía, Madre de Dios….