Es también como un hombre que al marcharse de su tierra llamó a
sus servidores y les entregó sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro
dos y a otro uno sólo: a cada uno según su capacidad; y se marchó (Mt 25,
14-15).
Jesús,
si me pongo a contar todos los talentos, todos los regalos que me has dado, la
lista es interminable: la vida, la FE, mis papás, mis hermanos, mi ángel de la
guarda, mis abuelitos, mis amigos, la Comunión, mi regate en el fut, mi
capacidad de comer papitas fritas sin engordar, mi colegio, mis teachers,
mi amor a la patria, las mil veces que me has perdonado en la confesión, la
Virgen como madre mía y un larguísimo etcétera. Y con todos estos talentos soy tan
lento para quererte de verdad.
·
¿En qué cosas eres tan lento? Háblalo con
Jesús.
El que había recibido cinco talentos fue inmediatamente y se puso
a negociar con ellos y llegó a ganar otros cinco. Del mismo modo, el que había
recibido dos ganó otros dos. Pero el que había recibido uno fue, cavó en la
tierra y escondió el dinero de su señor (Mt 25, 16-18).
Yo
quiero, Jesús, ser de los que se mueven y le sacan partido a lo que han
recibido. No quiero ser tan lento que no te lleve nada de vuelta.
Ayúdame a ser agradecido y no andar quejándome por cualquier cosita. Que sea
fuerte y me mueva hacer apostolado y ayudar a los demás y ayudarte a cambiar mi
país, el mundo entero.
·
¿Qué detalles de pereza te puedes quitar para no ser tan
lento?
Propósito: Dejar de ser tan lento.