domingo, 23 de junio de 2013

Peleonero

Venid a mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré (Mt 11, 28).
¡Jesús que cosas más bonitas dices! A todos los que se encuentren cansados y agobiados les ofreces descanso y consuelo. Pero, ahora que lo pienso supongo que aplican restricciones como en todas las promociones. El consuelo que ofreces es para aquellos que se can­san y se agobian porque luchan en las batallas de Dios: en hacer apostolado, en eliminar aquel vicio, en quitarse tal defecto que les impide amar a los demás, en sacar adelante aquella obra de mise­ricordia, etc. Pero como eres tan re-bueno probablemente también ofreces consuelo cuando nos cansamos en cosas que son puras ton­teras nuestras.
·         Cuéntale a Jesús si te cansas en esas batallas de Dios o si te cansas en otras cosas.
Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas: porque mi yugo es suave y mi carga ligera (Mt 11, 29-30).
Jesús, yo quiero aprender de Ti. Quiero ser un buen hijo de Dios, quiero luchar y que mi vida sea verdaderamente útil. No quiero dejarme lle­var por la pereza y el egoísmo en las vacaciones. Ayúdame a que es­tos días los aproveche no sólo para descansar, comer y dormir. Quiero hacer mucho apostolado. No quiero que me apliques restricciones.
·         Concreta tus buenos deseos.

Propósito: Un hijo de Dios peleón y no una momia.