viernes, 20 de septiembre de 2013

Jesús quiere tener ayuda

Él recorría ciudades y aldeas predicando y anunciando la buena nueva del Reino de Dios (Lc 8, 1).

Jesús, no sé qué hubieras hecho hoy, si habrías abierto una cuenta en facebook, o un twitter. Lo que sí sé es que no te estás quieto, vas de un lado para otro anunciando el Evangelio (la buena-noticia) que eres Tú mismo, Dios hecho hombre. Y pensar que yo me rindo ante el primer obstáculo, y que si no hay carro no me muevo ni con una grúa. Tú caminas aunque te canses, como aquel día en que fatigado del camino te sentaste junto al pozo a las tres de la tarde (cfr. Jn 4, 6). Yo, en cambio, casi siempre estoy cansado de no hacer nada, y me canso muy pronto de hacer el bien.

·        Cuenta a Jesús qué caminos recorres y por qué.

Le acompañaban los Doce y algunas mujeres: (...) María, llamada Magdalena,(...) Juana,(...) Susana y otras muchas que le asistían con sus bienes (Lc 8, 1-3).

Y es que, hay que reconocerlo, Jesús, las mujeres son expertas en asistir con sus bienes: desde que nací me cuida mi mamá, siempre tan tierna y pendiente de todo, mi abuela que no se le escapa una. María, Juana, Susana, ayúdenme a querer más a Jesús, a ser menos tacaño con Él y con los demás, a saber poner esfuerzo y servir a Jesús en los demás; ayúdenme a lanzarme hacer apostolado y a tratar muy bien a todas las mujeres especialmente a las de mi familia.

·        Pide consejos a las Santas Mujeres para asistir a Jesús y con¬creta con quién vas hacer apostolado.


Propósito: Tratar muy bien a las mujeres de mi familia.