martes, 6 de mayo de 2014

Señor, danos siempre de ese Pan

Pues el pan de Dios es el que ha bajado del Cielo y da la vida al mundo. Ellos le dijeron: Señor, danos siempre de este pan. Jesús les respondió: Yo soy el pan de vida (Jn 6, 33-34).
A veces, Santa María, acompaño a mi mamá a la panadería y me quedo sin saber qué pan elegir porque hay muchos de distintos tamaños y sabores (eso lo sé porque a veces los pellizco). Hoy lo tengo claro: El mejor pan es tu Hijo en la Eucaristía. Pan hecho con trigo de primera: Si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto (Jn 12, 24). Madre mía, la Eucaristía es fruto del Amor de tu Hijo en la Cruz; es fruto de tu vientre. Como los discípulos yo también pediré: Señor, danos siempre de este pan.
u La mejor Panadería la encuentro en la Misa. ¿Por qué no voy más veces?
Jesús les respondió: Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí no tendrá nunca sed (Jn 6, 35).
Madre mía, lo mío es una adolescencia permanente: Nada me satisface, todo me cansa, ¡qué aburrido! Me prometen paraísos artificiales: lo pruebo todo, lo experimento todo y luego me encuentro en infiernos terrenales. Mi corazón está inquieto, hecho para Dios y solo se satisface con Dios, con el Pan de Vida.
u Piensa en el Sagrario más olvidado del mundo y dile con el corazón que le quieres.

Propósito: querer más a Jesús en la Eucaristía