martes, 12 de mayo de 2020

La Paz esté con vosotros


La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde” (Jn 14, 27).
Rencillas, agobios, incertidumbres, temores…, son el fruto amargo de perder el sentido de la vida. Insatisfacción, desasosiego, angustia…, es la falsa paz que ofrece el mundo. Sólo estar “contentín” o “agustín”, y nada más. Virgen Santa, desde que trato a tu Hijo me has quitado todo esto y me has regalado su Paz. Tu Hijo me ofrece: paz, alegría, equilibrio, esperanza. Nada puede robarme esta felicidad interior. Sólo el pecado, como un ladrón, intentará sustraer de mi vida su presencia amorosa. Pero tengo contratado un sistema más seguro que “Prosegur”: antes de dormir hago cada día el examen de conciencia. ¡Qué bien se duerme! ¡La mejor almohada es una conciencia tranquila!
La paz es consecuencia de la “lucha” ¡Que no me olvide!
Os he dicho: Me voy y vuelvo a vosotros.” (Jn 14, 28)
¿Y si algún día meto la pata?, porque ¡mira que soy bruto! Pues entonces me acordaré de los consejos que pone la Dirección General de Tráfico en los paneles luminosos: “Lo importante es Volver”. Volveré una y otra vez y mil a mi Jesús a través del sacramento de la paz y de la alegría, la Confesión.
Lo importante es “Begin to begin”, en inglés o en turco.
Propósito: saber volver