martes, 27 de marzo de 2012

Jesús, que cuando me vean, Te vean


¿Tú quién eres? (…) Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que Yo soy (Jn 8, 25.28).
Jesús, levantado o colgado significa crucificado. Jesús, les estás diciendo que solo en la Cruz pueden entender quién eres. Y es que tu vida no se entiende sin tu misión redentora que culmina en la Cruz. Por las mañanas, recién levantado, al mirarme al espejo me pregunto: Y yo, ¿quién soy?... Y por dentro una vocecilla me responde: Eres Cristo, y tu cruz, lo que te santifica, es el estudio, ayudar en casa, ser buen amigo… Jesús, ¡que cuando me vean, Te vean!
u  Espejito, espejito ¿Quién soy?… ¿Soy Blancanieves?… No, soy ¡Cristo!
El que me ha enviado está conmigo; no me ha dejado solo porque Yo hago siempre lo que le agrada (Jn 8, 29).
Jesús, esta es la razón profunda de mi alegría: ¡Siempre estás conmigo! ¡Nunca me dejarás! Has prometido quedarte con los hombres hasta el último día. ¡Qué gozada! No me dejas sólo porque busco hacer lo que te agrada: perdonar al bestia de mi hermano pequeño, aguantar el mal humor de mi hermana mayor, cambiar el rollo de papel del baño sin rezongar, ir a Misa y confesarme con frecuencia… ¿Qué más te agrada?
u  Pregunta a Jesús qué más cosas le agradan y terminas.
Propósito: preguntar al espejo quien soy.