miércoles, 31 de octubre de 2012

Yo soy la puerta


Uno le preguntó: Señor, ¿serán pocos los que se salven? Jesús les dijo: Esforzaos en entrar por la puerta estrecha. Os digo que muchos intentarán entrar y no podrán (Lc 13, 22-24).
Jesús, vaya preguntita más indiscreta o al menos impertinente. Al que la hizo habría que darle el premio tonto del año y después hacerle bolita. Jesús, Tú has venido al mundo porque quieres que todos los hombres se salven (1 Tim 2,4), pero también cuentas con mi libertad: Muchos intentarán entrar y no podrán. Jesús, con tu ayuda yo quiero ser de esos que entran por la puerta estrecha.
·         Dile a Jesús que estás dispuesto a adelgazar para entrar por la estrecha. Pero, ¿adelgazar de qué?
Entrad por la puerta angosta, porque amplia es la puerta y ancho el camino que conduce a la perdición y son muchos los que entran por ella (Mt 7,13-14).
También nos lo cuenta San Mateo: junto a la puerta estrecha hay otra ancha que lleva a la perdición. Jesús, la única puerta que merece la pena eres Tú: Yo soy la puerta; si alguno entra a través de Mí, se salvará (Jn 10,9). Viviendo tu Vida en mi vida, a través de Ti, por la puerta estrecha.
·         Piensa y háblalo con Él si estas luchando seriamente por vivir en gracia y si estás haciendo apostolado.
Propósito: adelgazar.

martes, 30 de octubre de 2012

¿Mostaza o Ketchup?


En aquel tiempo, Jesús decía: ¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿A qué lo compararé? Se parece a un grano de mostaza que un hombre toma (Lc 13, 18).
Jesús, eso del grano de mostaza me suena a hamburguesa con mostaza, pepinillo y mucho ketchup. Ya sabes lo mucho que me gustan las hamburguesas. ¡Me vuelven loco! El Reino de Dios (...) se parece a un grano de mostaza... Jesús, yo me imagino el Cielo como una gran cocina, todo gratis, rodeado de las personas a las que más quiero: mis papás, mis amigos y sobre todo, contigo. ¡Qué bien se está contigo! ¡Qué nunca te deje!
·         Imagínate cómo es el Cielo. Quizá prefieras pizza o sushi.
Y añadió: ¿A qué compararé el Reino de Dios? Se parece a la levadura que una mujer toma y mete en tres medidas de harina, hasta que todo fermenta (Lc 13, 21).
Y en el Cielo, además, tu Madre, la Virgen Santísima, como es una gran repostera, nos preparará postres exquisitos: selva negra, tartas del paraíso, cheesecake estilo Nueva York... Pedirá la colaboración de los bienaventurados para hacer huesitos de santos, cabello de ángel... Jesús, ¡qué bien se estará contigo en el Cielo! Jesús, ¡qué bien se está contigo en la tierra!  
·         Pide a Jesús que tu vivir en la tierra sea ya un anticipo del Cielo.
Propósito: ir al Cielo acompañado, hacer apostolado.

lunes, 29 de octubre de 2012

Los limpios de corazón verán a Dios


Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y andaba encorvada, sin poderse enderezar (Lc 13,11).
¡Pobre mujer! ¡18 años así, sin poder mirar hacia arriba, sin poder mirar a Dios, al Cielo! Jesús, qué pena. Yo también encuentro gente, amigos, compañeros, que son como los cerditos, van siempre con la vista baja mirando cochinadas, buscando porquerías en la tele, en revistas, en internet... Andan encorvados sin poder enderezarse. Quieren, pero no pueden. Pobrecitos. Aunque lo intentan no son capaces de mirar arriba, son esclavos de sus vicios, de sus desórdenes, quizá desde hace años.
·         Pide la virtud de la santa Pureza para ti y para las personas queridas.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad. Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha (Lc 13, 12-13).
Ella sola no podía. No lograba enderezarse. Necesitaba de la ayuda de Jesús, de su gracia. La santa pureza la da Dios cuando se pide con humildad (Camino n. 118). Jesús, cuando soy humilde, cuando me dejo ayudar, es cuando me enderezo. Es entonces cuando ya puedo mirar arriba y verte: Bienaventurados los limpios de corazón porque verán a Dios. Y yo Jesús, como esa mujer me acercaré a Ti en la confesión. Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios. 
·         Reza esto: Dame, Señor, la santa Pureza y luego terminas.
Propósito: no ser cerdito y rezar mis 3 Avemarías .

domingo, 28 de octubre de 2012

¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mi!


Pasa Jesús Nazareno. Entonces gritó: ¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí! Los que iban delante le regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte (Lc 18, 38-39).
Jesús, oigo voces. Como el ciego de Jericó, en mi oscuridad oigo voces a mi alrededor. Unas voces, las de los que se dicen mis amigos —pero en el fondo solo buscan cómplices, compinches—, quieren que no hable de Dios (lo llaman supersticiones). Quieren que me calle y me regañan: Muchos lo regañaban para que se callara. Otras voces, las de mis amigos de verdad, me ponen delante de ti: Animo, levántate, que te llama. ¿A quienes hago caso?
·         Jesús, que no me deje arrastrar por el mal.
«Animo, levántate, que te llama.» Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le dijo: – «¿Qué quieres que haga por ti?» El ciego le contestó: – «Maestro, que pueda ver» (Mc 10, 49-52).
El ciego Soltó el manto. Siempre me he preguntado ¿Cómo sería ese manto? ¿Qué tendría de especial? Me imagino un capote pesado y sucio, multi-uso, de color indefinido y olor a humedad. Un manto asqueroso, pero era suyo, estaba apegado. El ciego Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Para acercarse a Jesús, para poder dar el salto y ver, hay que tirar el manto, estar desprendido de lo material.
·         Jesús, mi manto es mi Blackberry, mi iPad, mi tiempo, mi descanso.
Propósito: practicar el tirar el manto.

sábado, 27 de octubre de 2012

Un Dios que no se entiende, porque sabe más


Se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos porque acabaron así? (…) Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé (Lc 13, 1-2.4).
Jesús, me da alegría comprobar que estabas al día. Aquello de la torre y lo de los galileos asesinados era el tema de conversación de todos. No estabas al margen de los acontecimientos de tus contemporáneos, como ahora tampoco estás al margen de lo que sucede: la liga de fútbol, la moda…
·         Comenta con Jesús la noticia del día, lo que más te haya impresionado; también puede ser de fútbol.
¿Pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no (Lc 13, 4).
Jesús, ¿por qué existe el mal? ¿Por qué mueren niños inocentes? Si eres todopoderoso, ¿por qué no nos ahorras tanto sufrimiento, tanto dolor?... Es un misterio. La explicación debe ser parecida, digo yo, a cuando llevamos a mi hermano al pediatra. Nada más ver la bata blanca se pone a llorar pues sabe lo que le espera: ¡otra vacuna! Por mucho que se le diga que el médico es bueno, patatín patatán, no lo entiende. No lo puede entender. ¿No será, Jesús, que de vez en cuando me pones una vacuna?
·         Jesús, que no te eche la culpa de todo lo malo que pasa.
Propósito: no reclamarle a Jesús.

viernes, 26 de octubre de 2012

A mal tiempo, buena cara


En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: «Chaparrón tenemos», y así sucede. Cuando sopla el sur decís: «Va a hacer bochorno», y lo hace (Lc 12, 54-55). 
Jesús, eres un experto, lo haces mejor que el hombre del tiempo de la tele… Jesús, también en mi alma la climatología es variable y según los días me encuentro con chaparrones, tormentas, a veces huracanes, otras veces tiempos de bochorno, de aridez... ¡tengo de todo! Los chaparrones son las lluvias de gracia que habitualmente me concedes: la paz, la alegría de saberme hijo de Dios, sentir tu cercanía. Pero cuando llegan las tormentas de las tentaciones o se desatan los huracanes de mis pasiones me asusto. ¿Por qué lo permites? ¿No me arrastrará la fuerza del viento? ¿No me perderé? Tampoco me gustan nada los tiempos de sequía y de aridez. Son momentos en los que mi alma está muy seca y pienso que eso de rezar no vale para nada.
·         Dile: al mal tiempo buena cara y al buen tiempo, mejor cara.
Si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? (Lc 12, 56). 
Jesús, perfecto Dios y perfecto Hombre. Eres el Hombre del tiempo, pero sobre todo también Dios del tiempo y en cada momento envías a mi alma lo que más le conviene, aunque yo no lo entienda. Que no deje arrastrar por mis estados de ánimo.
·         Pídele que tu ánimo no dependa de la climatología interior.
Propósito: luchar por ser estable de ánimo.

jueves, 25 de octubre de 2012

¡Fuego he venido a traer a la tierra!


Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda? (Lc 12, 49).
San Josemaría al meditar estas palabras escribía: Aún resuena en el mundo aquel grito divino: «Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda?» -Y ya ves: casi todo está apagado... ¿No te animas a propagar el incendio? (Camino 801). Jesús, qué pena. Sitios, familias, personas, donde antes ardía el Fuego de tu Amor... ahora están apagados, fríos o, lo que es peor, templaditos, entibiados. Ojalá fueras frío o caliente! Y así, porque eres tibio, y no caliente ni frío, voy a vomitarte de mi boca (Apoc 3, 16-17). Jesús que me entere de una vez: ser cristiano supone amar ardientemente a Dios y a los demás, supone propagar el incendio.
·         ¿Estoy tibio?... Consulta Camino 331.
En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres. (...) Se dividirán el padre contra el hijo (Lc 12, 52).
Jesús, nunca pensé que esto del 3+2 ó 2+3 fuera tan evangélico. Tres contra dos y dos contra tres... Ahora, ya sin bromas, te pido, Jesús, por mi familia. Cuando me entero de familias que se rompen sufro mucho y pienso en la mía. Jesús, que en mi familia nunca haya divisiones; que mis papás se quieran de verdad; que se sepan perdonar; que yo sea buen hijo, buen hermano; que también sepa perdonar.
·         Rezar a diario por mi familia. 
Propósito: consultar nº 311 de Camino, por si acaso.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Soy Templo del Espíritu Santo


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete (Lc 12, 39-48).
Mi alma es una casa, pero no es una casa cualquiera, es el Templo del Espíritu Santo. Jesús, que además de habitante eres el arquitecto y el decorador; has enriquecido mi alma con la Fe, con preciosas colecciones de virtudes, con los dones del Espíritu Santo... Los ladrones, que lo saben, merodean por los alrededores buscando por dónde entrar. Lo intentan a través de los ojos por medio de imágenes sucias; a través de los oídos cuando admito críticas o chismes; a través de la boca cuando hablo mal de alguien. Lo intentan pero no lo consiguen, porque el dueño de la casa está vigilante. Jesús, nunca robarán lo que te pertenece.
·         La mejor compañía de seguridad: mi Ángel Custodio.
Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá (Lc 12,48).
Vida, salud, familia, Mp3, abuelos, colegio, Play Station, dos piernas, amigos, regate, mi perro, simpatía, tu Madre Santísima... tantas cosas. Jesús, me has dado tantas cosas solo por mi cara bonita, hasta la cara bonita. Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá. Y yo ¿Qué te doy?: mi ratito de oración, mi tiempo de estudio, mi ayuda en casa... ¿Qué más, Jesús? ¿Qué más te puedo dar? 
·         Pregunta a Jesús que más le puedes dar…
Propósito: mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón.

martes, 23 de octubre de 2012

Dichoso el que espera al Amado


Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas: Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle, apenas venga y llame (Lc 12, 35-36).
Cuando era pequeño, más pequeño todavía (no te rías de mi), a veces, yo y mis hermanos antes de irnos a la cama, recién bañados y con el pijama puesto, esperábamos con ilusión junto a mi mamá el regreso de papá. A veces tardaba pero no por eso nos cansábamos. Cuando oíamos el carro o el ruido de las llaves, corríamos como locos a abrirle la puerta, darle besos, colgarnos de su cuello. Jesús, es así como quiero preparar mi alma cada vez que te me acercas en la Comunión y en la Confesión. ¡Qué ganas de estar contigo!
·         ¿Cómo me preparo por dentro y por fuera para recibir a Jesús?
Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela: (...) Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos (Lc 12 37-38).
Dichosos al cuadrado o mejor elevado a la n: (dichoso)n dichosisisísimos. Jesús, eres como las novias, te encanta hacernos esperar, nos tienes en vilo día y noche. Y cuando menos lo espero en la oración te metes a raudales en mi alma y me llenas de tus luces. ¡Ha valido la pena la espera! ¡Merece la pena esperar a Jesús!
·         Vete preparándote para el próximo encuentro con Jesús.
Propósito: repasar mate ¿qué es eso de elevado a la n? 

lunes, 22 de octubre de 2012

Donde está tu tesoro, allí estará tu corazón


Un hombre rico tuvo una gran cosecha. (...) Y se dijo a sí mismo: «Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años: túmbate, come, bebe y date buena vida» (Lc 12, 16.19).
Jesús, el papá de un amigo tiene un carrazo, un BMW último modelo. Sabes, cuando lo lava, utiliza botellas de agua mineral para, dice él, no rayar la pintura. Creo que se pasa un pelo. Lo que en el fondo le pasa es que en él se cumple aquello de Donde está tu tesoro allí estará tu corazón. Por eso me recuerda al hombre de la parábola. Se ha hecho esclavo de sus bienes y aunque se diga túmbate, come, bebe y date buena vida, no es capaz, pues siempre querrá tener más y más y más… ¡Qué agobio!
·         No dejarme esclavizar por los videojuegos, internet...
Pero Dios le dijo: «Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?» Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios (Lc 12,20).
Como aquella señora sorda que preguntó en el funeral si el difunto había dejado mucho... —Todo, señora; lo ha dejado todo. Y entonces ¿de qué sirve acumular tantas riquezas? Jesús, solo merece la pena invertir en Bonos del Tesoro, pero del Tesoro en el Reino de los Cielos Amontonad en cambio tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni la herrumbre corroen, y donde los ladrones no socavan ni roban. Porque donde está tu tesoro allí estará tu corazón (Mt 6, 20-21). ¡Merece la pena!
·         Jesús, que ponga mi corazón sólo en Ti.
Propósito: no ser tan apegado a las cosas.

domingo, 21 de octubre de 2012

Hágase TU voluntad en la tierra como en el cielo


Se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron: Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir (Mc 10,35).
Me parece que los hijos de Zebedeo han confundido a Jesús con un genio de una lámpara mágica: Queremos que hagas lo que te vamos a pedir. Queremos, te exigimos, tienes la obligación de... y si no me lo concedes, no bautizo a mis hijos, pierdo la fe o no respiro… La situación se repite en algunos cristianos que quieren “comprar” a Dios con sus oraciones o con su dinero. Solo les falta decir hágase MI voluntad así en la tierra como en el cielo.
·         Habla unos minutos tú con Jesús. Dile: hágase TU voluntad en mi vida
Les preguntó: «¿Qué queréis que haga por vosotros?» Contestaron: «Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda» Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís» (Mc 10,36-38).
Jesús, tantas veces te pido cosas, pero en el fondo no sé ni lo que quiero ni lo que más me conviene. No sabéis lo que pedís. -”Y Ud. para que reza —decía un ateo— porque por mucho que rece Dios no va a cambiar”, -”No si yo cuando rezo no es para cambiar a Dios, es para que Dios me cambie a mí” le contestó el otro. Hágase TU voluntad en la tierra como en el cielo.
·         Todo el que pide recibe… lo que más le conviene, aunque no lo entienda. ¿Lo entiendo?
Propósito: pedir lo que más me convenga 

sábado, 20 de octubre de 2012

El Espíritu Santo hablará por vosotros


Todo el que me confiese ante los hombres, también el Hijo del Hombre le confesará ante los Ángeles de Dios. Pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los Ángeles de Dios (Lc 12, 8-9).
Jesús, hay momentos en los que se me pasa por la cabeza hacerme budista, narcisista o de cualquier otra religión. Lo que sea, menos cristiano... ¡Cómo cuesta ser cristiano! Es sobre todo, cuando en mi grupo de amigos, que son buenos en el fondo, hay alguno que se quiere hacer el gracioso y critica a la Iglesia o al Papa. Pobrecito; lo único que hace es repetir la última tontería que ha visto en la TV. Entonces me acuerdo de la traición de San Pedro, que te negó… rezo por mi amigo y con cariño le dejo las cosas claras: eso sí, antes de que cante un gallo, no vaya a ser que…
·         Lo de budista o narcisista ni de broma: todo lo que vale, cuesta.
No os preocupéis de cómo defenderos, o qué tenéis que decir, porque el Espíritu Santo os enseñará en aquella hora qué es lo que hay que decir” (Lc 12, 11-12).
San Josemaría, como todos los Santos, acudía mucho al Espíritu Santo pidiéndole inspiración. En la sala donde recibía las visitas hizo poner una cartela con una inscripción latina que traducida dice: Señor, pon en mi boca palabras acertadas. ¿Servirá también para los exámenes orales?
·         Jesús, pon en mi boca palabras acertadas.
Propósito: hacerme más amigo del Espíritu Santo.

viernes, 19 de octubre de 2012

No tengáis miedo


A vosotros, amigos míos, os digo: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer nada más (Lc 12, 4).
Jesús, a mí, lo que más miedo me da, son las arañas, los tiburones, los perros grandes y la oscuridad. Me pasa como aquel niño pequeño al que preguntan: - ¿Ya rezas?; - Sí, por la noche. - ¿Y por la mañana no? - No; por la mañana no tengo miedo... También me da miedo perder el autobús, perder a los amigos, perder una clase… Soy un gran miedoso. ¿Sabes lo que hacía cuando era pequeño?: me agarraba fuerte de la mano de mis papás y se me pasaba. Jesús, esto lo he aprendido de Ti: cuando en el Huerto de los Olivos sentías aquella angustia, aquel miedo tan terrible, entonces acudiste a tu Padre: ¡Abba, Padre! Le llamabas papá, papaíto y se te pasó el miedo.
·         Y a ti ¿qué te da miedo? Díselo a Jesús. Es el mejor quitamiedos.
¡Soy yo, no tengáis miedo! (Mc 6, 46).
Jesús, perdona la tontería, pero a veces… te tengo miedo. Me pasa como a los apóstoles en medio de la tormenta del lago cuando caminabas sobre las aguas. Te confundieron con un fantasma y se pusieron a gritar. Por eso nos dice el Papa: —¡No tengáis miedo de Cristo! ¡Él no quita nada y lo da todo! ¿Te imaginas un hambriento con miedo a comer, o un sediento con miedo a beber, o un enfermo con miedo a tomar la medicina? Pues eso. Deja que Jesús suba a tu barca y no hay tempestad que se le resista. Jesús, ¡qué solo tenga miedo a perderte!
·         Dile a Jesús que aquí, el único fantasma, soy yo (o sea, tú).
Propósito: ser más valiente. 

jueves, 18 de octubre de 2012

San Lucas. María guardaba estas cosas en su corazón


Ya que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares (Lc 1,1-3).
Jesús, San Lucas es un ¡crack! Es un hombre concienzudo, acostumbrado a ir hasta el fondo de las cuestiones. No en vano es médico, el Médico amado le llama cariñosamente San Pablo. Sus historias clínicas debían ser exhaustivas: ¿Alergias? ¿Le dio la rubeola?...  Pero sobre todo Lucas es el Evangelista de la infancia de Jesús. Seguro que pasó largas horas escuchando a la mejor testigo ocular: María. —¿Y cómo fue lo del Ángel?... ¿Y entonces qué te dijo tu prima?... ¿Y lo de los Magos?... ¿Y qué es lo que guardabas en tu corazón?
·         Como Lucas haz tú una entrevista a María: ¡cuéntaselo todo!
Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido (Lc 5,20).
Venga Pe-Lucas, le diría la Virgen, deja de comprobarlo todo exactamente y comprueba lo rico que me ha quedado esta comida. A ver, ¿qué te ha inspirado hoy el Espíritu Santo? Y el listo de Lucas leyó: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo… (Lc 1,28). Y Ella se volvió a turbar al oír esas palabras.
·         Recuerda a María los momentos bonitos de su vida y terminas.
Propósito: contratar al Dr. Lucas como médico de mi familia.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Lo primero es el Amor de Dios


¡Hay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! (Lc 11,42).
¿Qué es más importante, la letra o el espíritu de la letra? ¿Las legumbres o el Amor de Dios? Es lo que les pasaba a los fariseos: se quedaban solo en las legumbres, en cumplir la letra; eso sí, pero para que les viera todo el mundo. ¿No me pasará un poco lo mismo? ¿No seré yo también un tanto hipócrita? Si eres valiente y quieres saberlo contesta al TEST del HIPÓCRITA: a) ¿Rezo igual, aunque nadie me vea? b) ¿Ayudo a los demás, sin que lo noten? c) ¿Hago favores? d) ¿Alguna vez me avergüenzo de ser cristiano? e) ¿Ayudo al necesitado, aunque me provoque rechazo?
·         Jesús, lo 1º es el Amor de Dios y luego ya, las legumbres, hierbabuena.
¡Hay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! (Lc 11,43).
Jesús, he superado el primer TEST y ¡no soy Hipócrita! Pero ahora viene la 2ª parte, el TEST del FARISEO. Ánimo y contesta: a) ¿Protesto cuando no tengo un buen sitio en el carro, en la mesa o viendo la TV? b) ¿Busco que hablen de mí a toda costa? c) ¿Me enfado cuando nadie me llama o no cuentan conmigo? d) ¿Me gusta ser la sal de todas las comidas?
·         Jesús, ni Fariseo ni Hipócrita… ¡Pero que no me lo crea!…
Propósito: no creérmelo.

martes, 16 de octubre de 2012

No tener doblez ni arruga


Cierto fariseo le rogó que comiera en su casa. El fariseo se quedó extrañado al ver que Jesús no se había lavado antes de la comida (Lc 11,38).
Aquel hombre, el fariseo, no podía ser amigo de Jesús. Se dejó llevar por las apariencias, por las primeras impresiones, por la crítica. Pero lo peor era que juzgaba las intenciones, era falso, complicado. El apóstol Bartolomé, alias Natanael, también se dejó llevar por las primeras impresiones: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? (Jn 1,46). Pero no era retorcido, complicado interiormente. Reconoció su error y se ganó los elogios de Jesús: Aquí tenéis un verdadero israelita en quien no hay doblez (Jn 1, 47). Jesús ¿Cómo soy yo por dentro? ¿Tengo doblez, arrugas? ¿Por qué juzgo tanto? Ayúdame a no ser falso, hipócrita, murmurador, a saber rectificar cuando meta la pata.
·         ¿Me dejo llevar por las primeras impresiones?
El Señor le dijo: Así que vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, pero vuestro interior está lleno de rapiña y maldad (Lc 11,39).
Jesús, que bien conoces los corazones, no te quedas en los hechos, en las apariencias. Le contestó Natanael: ¿De qué me conoces? Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi (Jn 1,48). Me ves y te llenas de alegría porque encuentras un corazón limpio.
·         En lo que queda de la oración invita a Jesús a conocer tu corazón, y que te diga cómo eres por dentro.
Propósito: limpiar, sobre todo x dentro con 1 buena confesión.

lunes, 15 de octubre de 2012

Santa Teresa. Determinada determinación


Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla (Mt, 11,25-26).
Jesús, hoy celebramos a una gran Santa: Teresa de Ti, Tu Teresa; Santa Teresa de Ávila o mejor, Santa Teresa de Jesús, que me gusta más. Es por aquella aparición que tuvo al pie de las escaleras del Convento de la Encarnación. Bajaba la Santa y se encontró con un niño pequeño que le pregunta: ¿Tú quien eres? Yo Teresa de Jesús; ¿Y tú? Yo Jesús de Teresa.
·         Dile a Jesús que tú también quieres ser suyo.
Sí, Padre, así te ha parecido mejor (Mt, 11,26).
De la boca de los niños y de los santos salen grandes verdades; Santa Teresa decía: Importa mucho, y el todo, una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ella, venga lo que viniere, suceda lo que sucediere, trabájese lo que se trabajare, murmure quien murmurare, siquiera llegue allá, siquiera se muera en el camino o no tenga corazón para los trabajos que hay en él, siquiera se hunda el mundo, como muchas veces acaece con decirnos: «hay peligros», «fulana por aquí se perdió», «el otro se engañó», «el otro, que rezaba mucho, cayó», «hacen daño a la virtud», «no es para mujeres, que les podrán venir ilusiones», «mejor será que hilen», (…) «basta el Paternóster y Avemaría» (Camino de perfección, cap. 21, 2).
·         Pide a Jesús una determinada determinación de no parar.
Propósito: hacerme amigo de Santa Teresa.

domingo, 14 de octubre de 2012

Tú no quieres a Dios, tú cumples mandamientos


(…) salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: –Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? (Mc 10, 17).
Jesús, acabas de bendecir a los niños de aquel pueblo. Se te hace tarde y tienes que irte. Te acompañan los apóstoles, cuando de repente aparece el hombre-bala: se le acercó uno corriendo, se arrodilló… Jesús, no sé, pero cuando considero la actitud del joven rico me parece cada vez más falsa. Sobreactúa, es teatrero. Recuerda a lo que hacen algunos delanteros para celebrar un gol: van corriendo al corner y se deslizan de rodillas sobre la hierba... ¿Pero por qué espera a que salgas de la ciudad? ¿No pudo hablar antes contigo de forma más discreta? Eso de ir corriendo y ponerse de rodillas, montar el numerito me parece algo forzado.
·         Jesús, no solo fue por las riquezas. Ese joven era pura apariencia.
Todo esto lo he guardado —le dijo el joven— ¿Qué me falta aún? (Mt 19, 20).
En el fondo el joven lo que buscaba era quedar bien. Está orgulloso de sí mismo, le gusta ser el centro y lo manifiesta claramente: —¿Cuáles?...  ¿Qué me falta aún?... –Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño. Pobre. No estaba preparado para seguirte. Es el peligro de reducir la fe a cumplir mandamiento. Jesús, ayúdame a quererte.
·         Dile a Jesús que la cosa más monstruosa es el aparentar.
Propósito: no ser queda-bien ni cumple-mandamientos.

sábado, 13 de octubre de 2012

Habla, Señor. Tu siervo escucha


Pero Él replicó: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan (Lc 11, 28).
Jesús, me hace gracia cuando en la radio ahora dicen eso de radio-escuchantes y ya no usan el término radio-oyentes. Quizá se han dado cuenta de que una cosa es escuchar, poner atención, y otra oír, que es más pasivo: por un oído me entra y por otro me sale. Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios. Y yo, Jesús, en la oración ¿qué hago? ¿Te oigo o te escucho? Tú, Jesús, me dices las cosas claras, a veces muy claras, clarísimas, demasiado claras, pero… no me doy por enterado. No hay peor sordo que el que no quiere escuchar.
·         Dile a Jesús que quieres ser su escuchante: Jesús, estoy a la escucha.
María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón (Lc 2,19).
Tras encontrar al Niño perdido tres días en el Templo de Jerusalén, Su Madre guardaba todas estas cosas en su corazón (Lc 11, 51). Nuestra Madre no sólo escucha la palabra de Dios, sino que también la atesoraba, la guardaba: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan (Lc 11, 28). Escuchar, guardar, atesorar, acaudalar, considerar, custodiar, meditar, rumiar, masticar…lo que Jesús me diga.
·         Dile también a Jesús que quieres enriquecerte, atesorar sus palabras.
Propósito: estar a la escucha.

viernes, 12 de octubre de 2012

Virgen del Pilar, ruega por nosotros


El Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado.
Cuando los Apóstoles se repartieron el mundo entonces conocido, al Apóstol Santiago le tocó en suerte el sitio más lejano, el fin del mundo: Finis Terrae. Pobre Apóstol, desanimado, lloroso, repetía a orillas del Ebro: —¡Qué brutos son los hispanos, pero qué brutos…! No hay manera; si lo sé, no vengo. Y en esto, recibe la visita de la Virgen, que de pie sobre un pilar, de una columna —la Virgen del Pilar—, le anima: —Hijo del Trueno, sigue, no te canses de mis hijos hispanos; que lo que tienen de brutos lo tienen de buenos. Y el apóstol Santiago siguió evangelizando a aquel pueblo que luego nos trajo la Fe a América.
·         Dale las gracias al Apóstol y proponte ser también apóstol.
Pero Él replicó: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan (Lc 11, 27-28).
Hoy, fiesta de la Virgen del Pilar, se ha organizado un concurso Open de piropos a nuestra Madre. El 1º participante es el mismísimo Arcángel San Gabriel: Llena eres de Gracia, el Señor es contigo (Bastante bien). Santa Isabel: Bendita Tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre (Muy bien). Pero el ganador es Jesús: Bienaventurados más bien los que escuchan la palabra de Dios y la guardan.
·         Participa en el Open, por el 2º premio con tus piropos.
Propósito: decir piropos a la Virgen todo el día.