¡Hay
de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de
toda clase de legumbres mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios!
(Lc 11,42).
¿Qué
es más importante, la letra o el espíritu de la letra? ¿Las legumbres o el Amor
de Dios? Es lo que les pasaba a los fariseos: se quedaban solo en las
legumbres, en cumplir la letra; eso sí, pero para que les viera todo el mundo.
¿No me pasará un poco lo mismo? ¿No seré yo también un tanto hipócrita? Si eres
valiente y quieres saberlo contesta al TEST del HIPÓCRITA: a) ¿Rezo
igual, aunque nadie me vea? b) ¿Ayudo a los demás, sin que lo noten? c)
¿Hago favores? d) ¿Alguna vez me avergüenzo de ser cristiano? e) ¿Ayudo
al necesitado, aunque me provoque rechazo?
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Jesús, lo 1º es el Amor de Dios y luego ya, las
legumbres, hierbabuena.
¡Hay
de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y
las reverencias por la calle! (Lc 11,43).
Jesús,
he superado el primer TEST y ¡no soy Hipócrita! Pero ahora viene la 2ª parte,
el TEST del FARISEO. Ánimo y contesta: a) ¿Protesto cuando no
tengo un buen sitio en el carro, en la mesa o viendo la TV? b) ¿Busco
que hablen de mí a toda costa? c) ¿Me enfado cuando nadie me llama o no
cuentan conmigo? d) ¿Me gusta ser la sal de todas las comidas?
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Jesús, ni Fariseo ni Hipócrita… ¡Pero que no me lo
crea!…
Propósito: no creérmelo.