martes, 30 de abril de 2013

La Paz esté con vosotros


La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde” (Jn 14, 27).
Rencores, agobios, incertidumbres, temores…, son el fruto amargo de perder el sentido de la vida. Insatisfacción, desasosiego, angustia…, es la falsa paz que ofrece el mundo. Sólo estar contentín o agustín, y nada más. ¿Cómo? ¿No te sabes el chiste malo?: Ring, Ring… —Si dígame. —¿Está Agustín? —No estoy contentín. Virgen Santa, desde que trato a tu Hijo me has quitado todo esto y me has regalado su Paz. Tu Hijo me ofrece: paz, alegría, equilibrio, esperanza. Nada puede robarme esta felicidad interior. Sólo el pecado, como un ladrón, intentará sustraer de mi vida su presencia amorosa. Pero tengo contratado un sistema de seguridad y con alarma: antes de dormir hago cada día el examen de conciencia. ¡Qué bien se duerme! ¡La mejor almohada es una conciencia tranquila!
·        ¿Hago el examen de conciencia? El link está justo arriba en el blog del 3+2.
Os he dicho: Me voy y vuelvo a vosotros (Jn 14, 28).
¿Y si algún día meto la pata?, porque como soy medio burro. Pues entonces me acordaré de los consejos del sacerdote: Lo importante es Volver. Volveré una y otra vez a mi Jesús con el sacramento de la paz y de la alegría, con la Confesión.
·        ¿Me confieso con frecuencia?
Propósito: llevar a varios amigos a la confesión.

lunes, 29 de abril de 2013

Soy Templo de Dios


El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo le amaré y yo mismo me manifestaré a él (Jn 14, 21-22).
Jesús de mi alma, que me convenza que los mandamientos no son barreras, prohibiciones: “no mires, no toques, no pienses ¡que stress!” Los mandamientos me marcan el mejor camino para amar mucho en la tierra y después llegar hasta el Cielo. Si quiero ir a Nicaragua, encuentro un cartel que dice A Nicaragua y sigo otro que dice A México, es que soy tonto. Esas señales no me quitan libertad, me ayudan a ejercitarla. Madre mía, quiero que seas como la policía. Si ves que voy perdido me pones la sirena
·        No acostumbrarme a saltar las señales (Mandamientos).
Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él (Jn 14, 23).
Mi alma es una casa. Está limpia cuando vivo en Gracia, lleno de la fragancia y del Amor de Dios. En ella habita Dios. ¡Soy Templo de Dios!: El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Dios es mi huésped. Está en mí mientras no lo expulse por el pecado mortal. La llave está en mi mano. La casa es pobre, pero la Santísima Trinidad la embellece con su presencia. Hoy Dios mora en mí, en la eternidad yo moraré en Dios.
·        Termina considerando que eres “morada”, Templo de Dios.
Propósito: El que quieras…

domingo, 28 de abril de 2013

Domingo V Pascua. Que os améis los unos a los otros


Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado (Jn 13, 32).
Jesús mío, una pregunta ¿por qué siempre nos hablas de un mandamiento nuevo? A mi me parece que ya es bastante antiguo. Respuesta: es nuevo porque está todavía sin estrenar. Lleva 21 siglos y sigue así, nuevecito. —Otra pregunta, perdona que sea tan burro a veces: ¿No era suficiente el amarás al prójimo como a ti mismo. Respuesta: nuestro corazón a veces se envilece y se hace mezquino. Quien más y mejor ama es el que lo hace a través del corazón de Cristo.
·        Ahora dile a Jesús que estás dispuesto a que ya no sea nuevo, que lo vas a estrenar y gastar.
La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros (Jn 13, 35).
¿Qué tal voy de Amor? Prueba a contestar el Test de Compañerismo: ¿Escucho con respeto y cariño a los demás? ¿También a los profesores? ¿Hablo bien de todos? ¿Permito que, en mi presencia, otras hablen mal de los demás? ¿Sé perdonar? ¿Pido perdón? ¿Soy rencoroso? ¿Me río o ridiculizo a mis compañeros? ¿Procuro comprender a todos? ¿Acepto a los demás y les quiero como son, aunque no les entienda? ¿Promuevo la amistad con todos los de la clase sin excluir a nadie? ¿Rezo a diario por mis compañeros, profesores y por todos los que trabajan en el colegio?
·        Ahora tienes tarea para un rato. Háblalo con Jesús.
Propósito: sacar 10 en el test de compañerismo.

sábado, 27 de abril de 2013

Nª Sra de Monserrat. Dame un corazón como el Tuyo


Y lo que pidáis en mi nombre eso haré (Jn 14, 13)
Hoy es sábado, el día de la Virgen y fiesta de la Virgen: Nª Sra de Monserrrat. ¡Qué suerte! Un día más mariano no se puede pedir. Madre mía, ¿estás contenta? Yo, sí y mucho. En el próximo mes, en Mayo, voy a hacer como en el juego De Oca a oca y tiro porque me toca; iré de sábado a fiesta de la Virgen y tiro porque me toca. Por eso hoy, nada más levantarme, —como todo los días—, he rezado el Oh Señora mía (…) os ofrezco en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón. Hoy sí; hoy de verdad, te doy mi corazón. ¡Ay…! ¡Perdona…! Se me había olvidado. Tendrás que compartirlo con tu Hijo. También he rezado el Jesusito de mi vida (…) y te doy mi corazón, tómalo, tuyo es y mío no. Bueno, entre los dos se lo reparten. Porque lo que pidáis en mi nombre eso haré.
·        ¿De verdad, le has dado tu corazón?
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y las hará mayores (Jn 14, 12).
Madre mía, ¡qué no puedo vivir sin corazón…! ¡Necesito urgentemente un trasplante! Hoy, que es tu fiesta, te pido este regalo. Ya sé que es mucha sinvergüenzada, pero quiero o bien un corazón misericordioso como el de tu Hijo, o si no, un corazón inmaculado como el tuyo. Con menos no me conformo.
·        Sigue hablando con la Virgen.
Propósito: tener más corazón.

viernes, 26 de abril de 2013

San Isidoro. Vosotros sois la luz del mundo


Vosotros sois la luz del mundo. (…) No se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa (Mt 13, 14-15).
Jesús, a veces pienso que soy el patito feo de mi familia, de mi clase, de mis amigos. Y empiezo a darle vueltas: que si nadie me aprecia, que si nadie me quiere, que si no se me valora… y termino convenciéndome de que, en el fondo, será por algo... Y encerrado en mí mismo le doy vueltas y revueltas, tantas que acabo mareado y tristón. Hasta que un día, alguien, me hace caso, se fija en mí y de golpe y porrazo me doy cuenta que no soy tan horrible. Jesús, estas cosas que me pasan son manifestaciones de encerrarme en mí mismo, de egoísmo. Jesús, líbrame de mí mismo.
·        Habla tú con Jesús y dile lo que quieras durante dos o tres minutos.
Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre (Mt 13,16).
Jesús, te contaba eso de darme tantas vueltas y de pensar en mi mismo porque comprendo cada vez mejor que los santos han sido capaces de pensar sólo en los demás. Y yo quiero ser santo. Hoy es la fiesta de San Isidoro, un santo que pensaba en cómo ayudar a los demás y fue el primero en inventarse una enciclopedia. Tal vez yo no escriba una enciclopedia pero quiero liberarme de mí mismo y hacer mucho apostolado y llevarte muchas almas.
·        Pídele a Jesús la gracia de pensar más en los demás.
Propósito: iluminar con mi sonrisa.

jueves, 25 de abril de 2013

San Marcos Jesús, descongela mi corazón


Se apareció Jesús a los Once y les dijo: Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará (Mc 16,15).
Aquel montañero poeta, un día de Pascua, se conmovió al ver despuntar, entre las rocas y la nieve el brote de una flor tierna y elegante: como un estallido de vida, cientos de estallidos, decía. El asombroso descubrimiento le acompañó hasta la cumbre mientras consideraba: El Cristianismo es mucho más que un código de comportamientos éticos, que una ideología o un mensaje filosófico. Para mí es como esa flor en la nieve: Cristo que vive, hoy y siempre. Cristo continuamente resucitando en los corazones de los hombres. Jesús, resquebraja el hielo que cubre mi vida, resucita en mi corazón, dame el deseo de servirte (Julián Herranz, Los atajos del silencio).
·        Dile a Jesús que te aplique maniobras de resucitación cardiaca contra el egoísmo.
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes (Mc 16,20).
Jesús, ayúdame a pregonar el Evangelio como hicieron los Once y después San Marcos. Que Cristo viva, ¡resucite!, en el corazón de tantos de mis amigos, de mi familia, de mis compañeros. Con tu Gracia y el fuego de mi amor provocaré el deshielo. Será una nueva primavera del Cristianismo. Que no sea carreta que jalan, que sea apóstol.
·        Pide a Jesús un Cambio Climático que deshiele los corazones de … (háblale de personas concretas)
Propósito: facilitar el cambio climático.

miércoles, 24 de abril de 2013

No hay iglesia mejor iluminada que la que arde


Yo soy la luz que ha venido al mundo para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas (Jn 12, 44).
De pequeño, a veces, me despertaba a media noche. Abría los ojos y entonces encontraba la habitación oscura y silenciosa. No podía evitar imaginar unos monstruos horribles y todo tipo de bichos rodeaban mi cama. Yo gritaba a pleno pulmón: ¡Mamá!, ¡Mamiiii…! Venía mi mamá, somnolienta y sonriente; me tranquilizaba con un beso y a mi lado dejaba una lamparita encendida. Virgen Santa, tú nos has traído a Jesús, la “Luz del Mundo”. Si estoy cerca de Jesús ya no hay tinieblas que se resistan: un poco de luz de tu Hijo disipa las tinieblas más tenebrosas.
·        ¿Qué es lo que me da miedo? A la luz de Jesús ya no hay miedo que valga.
Y si alguien escucha mis palabras y no las guarda, yo no le juzgo, ya que no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.” (Jn 12, 45)
Jesús, un día nos contaron lo que pintaron en una pared de una iglesia: No hay iglesia mejor iluminada que la que arde. Me recordé, entonces, de la ceremonia de la Vigilia Pascual del Sábado Santo. A la entrada de la Iglesia encendieron una gran fogata con la que el sacerdote encendió un gran cirio. Según entraba en la Iglesia a oscuras cantaba: Luz de Cristo y todos respondíamos: Demos gracias. Y la ardiente luz de Cristo se extendió e iluminó toda la Iglesia y ya no hay quien la apague.
·        Dile a Jesús que quieres arder en su amor para iluminar a muchos.
Propósito: iluminar.

martes, 23 de abril de 2013

Jesús, que refleje tu rostro


Se celebraba por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Paseaba Jesús por el Templo, en el pórtico de Salomón (Jn 10, 22-23).
Madre mía, ¡qué bonito es ver pasear a Jesús tan elegante! paseando por el pórtico de Salomón. Como era invierno le habías tejido un bonito manto de lana bien calentito, que se ponía encima de esa túnica de lino sin costura. Tu Hijo iba siempre tan bien arreglado, muy elegante, humanamente atractivo. Por eso atraía tanto. Elegante es el que sabe elegir, el que no se hace cualquier cosa, no se cosifica. La elegancia lleva a agradar, ser atractiva, tener buen gusto, saber hablar y saber vestir.
·        ¿Imito a Jesús en su elegancia?
Entonces le rodearon los judíos y le decían: ¿Hasta cuándo nos vas a tener en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.” (Jn 10, 24).
Sus modales, que digamos, no son muy correctos: hablan al Señor con violencia, sus intenciones no son muy rectas. La vulgaridad, la zafiedad, el mal gusto, no solo afecta al modo de vestir sino también a las conversaciones, a las palabras y expresiones groseras. María, madre mía, ayúdame a tener esa finura interior para tratar con delicadeza a todos. Quiero parecerme a tu Hijo: pásame el cepillo que me desenrede el pelo y el alma, límpiame el alma para que refleje en mi rostro y en mis actos la elegancia de Jesús.
·        ¿Soy mal hablado? Cuéntaselo a Jesús.
Propósito: ¡guerra a la vulgaridad! 

lunes, 22 de abril de 2013

Jesús, que reconozca y escuche siempre tu voz


En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta del redil de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es un ladrón y un salteador (Jn 10, 1-2).
Somos Templos del Espíritu Santo. Desde el Bautismo Dios nos ha adornado con su Gracia, esperanza, alegría, amor de Dios, ¡tantas cosas buenas! Pasa el tiempo y el tesoro se va enriqueciendo: perlas, rubíes, zafiros, esmeraldas… Son las Virtudes, dones del Espíritu Santo, etc. Los ladrones conocen la existencia de esos tesoros y esperan el momento oportuno, la ventana mal cerrada para entrar, robar y destruir. Y los ladrones son: la curiosidad, querer llamar la atención, querer probarlo todo, ponerse en el límite (border-line), la conversación sucia…
·        Da gracias a Jesús por tantas cosas buenas que te ha dado.
Pero el que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. (…) Las ovejas atienden a su voz, llama a sus propias ovejas por su nombre (…) y camina delante de ellas y las ovejas le siguen, porque conocen su voz (Jn 10 3-4).
Jesús es el Buen Pastor que entra siempre por la puerta. Lo hace a través de los ratos de oración, del Evangelio, de la Eucaristía. Tengo que abrirte la puerta y entonces me llamas con tus silbidos suaves y cariñosos. Jesús es el sacerdote, los amigos buenos que me ayudan, me guían y me acompañan con su palabra, con su oración y con su ejemplo.
·        ¿Sabes silbar? Dile a Jesús que te enseñe. Es un experto en silbos.
Propósito: aprender a escuchar los silbos amorosos de Jesús.

domingo, 21 de abril de 2013

Domingo IV Pascua Este es el Cordero de Dios


Somos su pueblo y ovejas de su rebaño (Sal 99).
Jesús, en la Misa me he fijado que el sacerdote, antes de la comunión, te eleva sobre el altar y dice: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Yo miro y miro, pero nada: ni cordero ni oveja, solo veo pan. ¿Se trata de otro de tus disfraces? Jesús, con los ojos del alma sí que te veo: eres el cordero inocente que mueres por mí. Te veo en la Sagrada Forma pero te veo también en ese niño enfermo, en el viejito olvidado, en la mujer explotada, en el drogadicto: son los nuevos corderos de Dios.
·        Jesús que te sepa ver en los necesitados, enfermos, en los que sufren. ¿Cuándo me apunto a una visita a pobres de la Virgen?
Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna (Jn 10,27).
Jesús, en clase con mis amigos, a veces payaseamos como somos de la sección “B”. Por eso, empezamos a balar: Beee, beee… como las ovejas. Cuando se lo cuento a mi abuela, que es una santa, me recuerda la poesía de Lope de Vega: Pastor, que con tus silbos amorosos me despertaste del profundo sueño; Tú, que hiciste cayado de ese leño en que tiendes los brazos poderosos (…) Oye, Pastor, pues por amor mueres, no te espante el rigor de mis pecados… Jesús quiero ser oveja de tu rebaño para escuchar siempre tu voz, para no perder ni uno de tus silbos amorosos.
·        ¿Le haces caso en todo a Jesús?
Propósito: Decirle que sí a Jesús.

sábado, 20 de abril de 2013

Señor, Tú tienes palabras de Vida Eterna


Entonces, oyéndole muchos de sus discípulos, dijeron: Dura es esta enseñanza, ¿quién puede escucharla? (…) Desde entonces muchos discípulos se echaron atrás y ya no andaban con él (Jn 6, 60. 66).
Jesús, se van, te dejan tirado. Son tus discípulos pero se van. ¿Adónde? ¿Por qué? Se van a sus negocios, a su pueblecito, a su triste y egoísta felicidad. No lo entiendo. Tus palabras, ¡que dan Vida!, son demasiado grandes, demasiado exigentes… Como ahora, también hay cristianos que se escandalizan de la Iglesia, de Cristo: Dura es esta enseñanza, ¿quién puede escucharla? Quizá preferirían un cristianismo más light, más aguado, sin compromiso, más a la medida de su mediocridad.
·        Habla con Jesús y dile que, con su ayuda, tú nunca le dejarás.
Entonces Jesús dijo a los doce: ¿También vosotros queréis marcharos? (Jn 6, 67).
Jesús, somos pocos los que te amamos, y además te amamos poco. Qué doloroso se me hace oírte: También vosotros queréis marcharos. Jesús, ahora, en el momento de la prueba, de la deserción en masa de tantos católicos, es la hora de la Cruz, es la hora de la fidelidad. Por eso te diré como San Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida Eterna (Jn 6,68). Y con la canción: Más allá de mis miedos, más allá de mi inseguridad quiero darte mi respuesta.
·        Jesús, que mi amor sea decirte SI hasta el final.
Propósito: decir a Dios en todo que Sí, Sí, Sí, Sí, Sí, Sí, Sí, Sí, Sí y Sí.

viernes, 19 de abril de 2013

¡Viva Jesús Sacramentado!


Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come de este pan, vivirá eternamente (Jn 6,51).
Me contaron lo que pasó en una excursión. Al comienzo de la ascensión, los árboles eran muy tupidos. Al dejarlos atrás, conforme subieron, se abría un paisaje cada vez más espléndido. Uno de los excursionistas no dejaba de mirar al celular, y gritó horrorizado: ¡Nos hemos perdido! ¡No tengo cobertura! ¡No hay señal!... Era lo peor que podía pasar, no había comunicación con el mundo. Efectivamente no había ninguna antena cerca. Jesús, hoy te pido: ¡Que nunca pierda tu cobertura!
·        ¿Tengo localizados los Sagrarios más próximos? ¿Busco buenas coberturas?
Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida Eterna (Jn 6,54).
Otra excursión al monte. Coronamos la cima ya a la hora de comer. Mientras comíamos como náufragos la comida que llevábamos, se podían distinguir muchos pueblos agrupados en torno a su Iglesia. ¿Por qué no hacemos la Visita? Dijo uno. Como no sea a las vacas, soltó el chistoso del grupo. Y a muchos kilómetros de distancia, y a muchos metros de altura, cada uno eligió su Sagrario: ¡Viva Jesús Sacramentado! ¡Viva y de todos sea amado!... A Jesús le encantó, estoy seguro.
·        Einstein se equivocó: La oración viaja más rápido que la luz. Pero de todos modos dí despacito una Comunión espiritual.
Propósito: no perder cobertura.

jueves, 18 de abril de 2013

En mis ojos no ha parado de llover


Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron (Jn 6,50).
Jesús, de lo que hicieron mis papás yo no respondo, pero a mí lo que me gusta de verdad, lo que consumo con avidez es el otro Maná, el grupo de rock mejicano: ¡Qué bárbaros!: Desde que te perdí / la luz se ha puesto muy mojada / mirada triste está nublada / Y en mis ojos no ha parado de llover. Te parecerá una tontería, pero me recuerda lo mal que se está sin Ti, cuando te pierdo por el pecado. Solo y ya sin ti / Me tienes como un perro herido / Me tienes como un ave sin su nido / Estoy solo como arena sin su mar.
·        Pregúntate: ¿En alguna ocasión pierdo a Jesús? ¿Me duele perderle?
Éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre (Jn 6,51).
Jesús, como en la canción te pregunto: Dime que faltó, dime que sobró, dime que pasó / Pero dime algo, pues me estoy muriendo. Y en la oración me respondes que me faltó valentía, me sobró egoísmo, y por eso, pasó… lo que pasó. ¡Qué mal se está sin Ti! ¡No se puede vivir sin Dios! Y vienen las lágrimas del arrepentimiento: Sigue lloviendo, le sigue lloviendo al corazón / Y en mis ojos no ha parado de llover. Bien purificado por la Penitencia me acercaré el Pan de Cielo, a la Eucaristía.
·        ¿Cada cuánto me confieso?
Propósito: comulgar más a menudo.

miércoles, 17 de abril de 2013

Hágase tu voluntad


He bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no se pierda nada de lo que me dio (Jn 6,35-40).
Jesús, mi madre cuando era pequeño me llamaba El Rey de la Casa. Tanto repetirlo que al final me lo acabé creyendo y ahora me he convertido en El Tirano de mi Familia: ¡Hay de aquel que ose llevarme la contraria! ¡Hay de aquella que no haga mi voluntad!... Les mando hacer todo aquello que me dé la real gana. Jesús: Ayúdame a no ser tan déspota con mis hermanos, ni tan mandón con mis amigos, ni opresor de mi mascota, ni totalitario con mis papás. ¡Destrona de una vez al tirano de mi yo! Jesús: hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo, no mi voluntad.
·        Sigue contándole a Jesús en qué cosas se te sale el tirano que llevas dentro.
Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día (Jn 6,40).
En un Santuario de la Virgen, a la entrada, había un libro de firmas donde los peregrinos ponían lo que les brotaba en su corazón. En plan curioso leí y me llamó la atención una escritura que decía: ¡Señor! No entiendo nada pero en ti confío, ¡Ayúdame! En este Año de la Fe, auméntame la FE para cumplir siempre tu voluntad.
·        Termina preguntándole a Jesús: ¿cuál es tu voluntad para mí?
Propósito: considerar la posibilidad del tiranicidio de mi yo.

martes, 16 de abril de 2013

Señor, danos siempre de ese Pan


Pues el pan de Dios es el que ha bajado del Cielo y da la vida al mundo. Ellos le dijeron: Señor, danos siempre de este pan. Jesús les respondió: Yo soy el pan de vida (Jn 6, 33-34).
María, Tú eres la mejor panadera del mundo. Algunas veces acompaño a mi mamá a la panadería y me gusta ver los distintos tipos de pan que hay y los quiero todos. Pero hoy lo tengo claro: El mejor pan es tu Hijo, en la Eucaristía. Pan hecho con trigo de primera: Si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto (Jn 12, 24). Madre mía, la Eucaristía es fruto del Amor de tu Hijo en la Cruz; es fruto de tu vientre. Como los discípulos yo también pediré: Señor, danos siempre de este pan.
·        La mejor Panadería la encuentro en la Misa. ¿Por qué no voy más veces?
Jesús les respondió: Yo soy el pan de vida; el que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí no tendrá nunca sed (Jn 6, 35).
Madre mía, lo mío es una adolescencia permanente: Nada me satisface, todo me cansa, me enojo por cualquier cosa Me dicen los amigos que vea esto, haga esto otro, y yo de carreta voy y lo pruebo todo, lo experimento todo y luego… me encuentro en infiernos terrenales. Mi corazón está inquieto, hecho para Dios y solo se satisface con Dios, con el Pan de Vida.
·        Piensa en el Sagrario y dile con el corazón que le quieres.
Propósito: no ser carreta.

lunes, 15 de abril de 2013

Quiero volver a sentir, escuchar solo tu voz


Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí se embarcaron y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús (Jn 6, 22-29).
Jesús, te quieren y te buscan. Tienen que remar con esfuerzo, quizá con el viento en contra, a contra corriente, como esa canción que me gusta tanto: Quiero volver a sentir / Escuchar solo tu voz / Que me diga aquello / Que todas las mañanas repetía en sueños / A contracorriente, a contracorriente… Jesús, ser cristiano es saber ir a contracorriente del ambiente dominante, como decía Juan Pablo II: La humanidad tiene necesidad imperiosa del testimonio de jóvenes libres y valientes que se atrevan a caminar contracorriente. Jesús, solo a los peces muertos se los lleva la corriente. Y yo no quiero ser pez, y menos muerto.
·        ¿En qué cosas o situaciones te dejas arrastrar por la corriente?
Al encontrarlo en la otra orilla del lago le preguntaron: Maestro, ¿cuándo has venido aquí? (Jn 6, 22-29).
La corriente —con palabras de Benedito XVI— es el estilo de vida superficial, incoherente e ilusorio que a menudo nos arrastra, nos domina y nos hace esclavos del mal. Y en mi cabeza sigue sonando la dichosa canción: Y salgo y te busco y no veo el momento / Me asusto / Te vuelvo a buscar / Corriendo a contracorriente / Sentir que no te encuentro entre tanta gente / Que viene, que corre / Y no escucha su mente. Jesús quiero escuchar solo tu voz en mi corazón que me dice: Vamos, contracorriente haz apostolado, sé ejemplar…
·        Dile a Jesús que quieres escuchar su voz.
Propósito: no ser carreta.

domingo, 14 de abril de 2013

Domingo III Pascua ¿A ti qué? Tú sígueme…


Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús tanto amaba (…) «Señor, y este ¿qué?» (Jn 21, 20-21).
Jesús, ¡cómo me gusta verte pasear tranquilamente con San Pedro! Seguro que le dabas las últimas instrucciones antes de tu Ascensión. Le dirías algo así como: Santiago Boanerges (Hijo del Trueno), como es bastante rudo, que sea el apóstol de Hispania (España), va hacer click con ellos; a mi Madre cuídamela mucho; dentro de poco me la llevaré conmigo en cuerpo y alma al Cielo; ¡Ah! y por favor, ¡no me pierdas las llaves que no tengo copia! Pero Pedro, curioso no pudo evitar preguntar por San Juan «Señor, y este ¿qué?». Jesús, es lo que mismo que me pasa a mí: me encanta el chisme, meterme en la vida de los demás, saberlo todo de todos.
·        Pídele que te ayude a no andar hablando mal de nadie, ni andar contando chismes.
Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? Tú sígueme (Jn 21,22).
Y Pedro salió regañado: Jesús le contesta: «¿A ti qué? Tú sígueme». Y en el fondo de mi corazón, Jesús de mi alma, me dices que no me fije tanto en lo que hace o dejan de hacer los demás «¿A ti qué?...». Incluso aunque los que me deberían ser modelos (el sacerdote, profesores, mis padres, hermanos mayores) no me den buen ejemplo. “«¿A ti qué?...Tú sígueme”
·        Jesús, yo te sigo siempre.
Propósito: No al chisme.

sábado, 13 de abril de 2013

Soy Yo, no tengáis miedo


Habían remado uno, cinco o seis kilómetros, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el lago y se asustaron. Pero Él les dijo: Soy yo, no temáis (Jn 6, 20).
¡No tengáis miedo!, ¿te acuerdas? Era Juan Pablo II recién elegido Papa, asomado a la ventana de San Pedro ante miles de personas. Años más tarde, Benedicto XVI, también en la misma Plaza, añadió: —¡No tengáis miedo de Cristo! ¡Él no quita nada y lo da todo! Jesús, me pasa como a los Apóstoles en medio de la tormenta del lago de Tiberiades, cuando caminando sobre las aguas te confundieron con un fantasma. ¡Soy Yo, no tengáis miedo! Subiste a la barca y se terminó la tempestad. Jesús, ¡que no te tenga miedo!, ¡qué no te tenga miedo! Pídeme lo que quieras.
·        Di a Jesús que con Él no tienes miedo a nada ni a nadie, sólo tienes miedo de perderle.
Y viéndoles remar con gran fatiga, porque el viento les era contrario, hacia la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar, e hizo ademán de pasar de largo (Mc 6, 48).
Jesús, ese gesto tan tuyo hizo ademán de continuar adelante, me encanta. Lo hiciste con los discípulos de Emaús y ahora en medio del lago. Tantas veces, Jesús, pasas cerca de mí y no me entero. Los de Emaús le retuvieron diciéndole: Quédate con nosotros. Jesús, que te sepa descubrir y sobre todo retener: ¡Quédate conmigo! Yo nunca te dejaré.
·        Dile a Jesús que te pida lo que quiera. Sé muy valiente.
Propósito: decirle que sí a Jesús.

viernes, 12 de abril de 2013

Dejarse mirar por Jesús


Jesús, al levantar la mirada y ver que venía hacia Él una gran muchedumbre, dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para que coman éstos? (Jn 6, 5).
Jesús, levantas la mirada y ves a la muchedumbre. Pero no ves a la multitud, nos ves a cada uno, me ves a mí. Como nos dice el Papa: La mirada conmovida de Cristo se detiene también hoy sobre los hombres y los pueblos. Con su mirada abraza a las multitudes y a cada uno. Jesús, cómo me gusta sentir tu mirada. De un vistazo borras de mi alma cualquier preocupación inútil, de amargura. Jesús, mírame, mírame mucho. Y es que cuando me miras y te miro, sé muy bien que me vas a pedir algo grande… como dar de comer a una multitud.
·        Deja que Jesús te mire un rato cada vez que vayas a verle al Sagrario.
Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces (Jn 6, 7).
Jesús, este muchacho me da envidia. Yo en su lugar me hubiera hecho el loco al oírte decir a los apóstoles que buscaran comida para dársela a la muchedumbre. Tal vez lo miraste a ese muchacho, y él comprendió que esa mirada valía la pena darlo todo. Apuesto lo que quieras que tu mirada es muy parecida a la mirada de la Virgen. Y así no vale. Porque tanto Tú como María con una mirada son capaces de derretir los corazones más duros para que se den del todo. Ni Superman tiene una mirada así.
·        Y yo, ¿qué puedo dar a Jesús?
Propósito: darme del todo

jueves, 11 de abril de 2013

Cantaré tus alabanzas, Señor


El que es de la tierra, de la tierra es y de la tierra habla (Jn 3, 31).
Jesús, y yo, ¿de qué hablo? ¿Cuál es el tema de mi conversación?, ¿con mis amigos, en clase? ¿De qué hablo? El que es de la tierra, de la tierra es y de la tierra habla ¡Qué vergüenza me da reconocerlo, Jesús!: Resulta que no es que hable de la tierra, sino que me presto hablar de la mugre, hablo de la última cochinada de la televisión, del último chisme, chisme sin pudor de todo y de todos. Y, para no quedarme atrás, también yo echo leña al fuego... Otras veces escucho, y mi silencio me hace cómplice de tanto chisme. Jesús, y pensar que Tú ¡lo oyes todo! Nunca más Jesús. Si no es para hablar bien, mejor calladito.
·        Jesús, que siempre mis comentarios y palabras sean limpios.
El que viene del Cielo está sobre todos y da testimonio de lo que ha visto y oído (Jn 3, 31).
Jesús, no quieres que esté callado, sino todo lo contrario. Prepárate boca, prepárense cuerdas vocales, porque allá vamos. Jesús, quiero hablar mucho de ti, mucho. No solo hablar, sino también cantar. Que todos mis amigos, mi familia, mis compañeros se enteren de la alegría que me llena el alma. Voy hablar hasta quedarme afónico, como Tú, Jesús mío, que das testimonio de lo que has visto y oído (Jn 3, 31).
·        Hablar de Jesús hasta perder el habla y después por señas o por escrito.
Propósito: no ser chismoso.

miércoles, 10 de abril de 2013

Tanto amó Dios al mundo…


Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca sino que tenga Vida Eterna (Jn 3, 16).
Si leo despacito esa frase del Evangelio, Jesús, me quedo patidifuso, pasmado, atontado, lelo, tarado, etc. Tan grande es el amor de Dios Padre por nosotros los hombres, por mí, que nos da lo mejor que tiene, es decir a su Hijo Unigénito. Jesús, ¡qué grande es tu Padre, mi Padre Dios! Ante este amor que se desborda en generosidad me pongo colorado de pensar lo egoísta, agarrado y codo que soy con Dios. En vez de darle a Dios algo, lo único que hago es pedir, pedir y pedir. ¡Ayúdame, Jesús, a ser generoso!
·        ¿En qué cosas no eres generoso con Dios? Háblalo con Jesús.
Pues Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar el mundo, sino para que el mundo se salve por Él (Jn 3,17).
Jesús, tu si que eres el mejor amigo. Ahora me explico esa amistad tan buena y fuerte que había entre don Pedro y San Josemaría. Como los dos eran muy amigos tuyos se sabían querer de verdad entre los dos. Yo sigo con lo mismo de ayer y te vuelvo a pedir que me ayudes a querer bien a los demás, que sepa rezar por mi familia y mis amigos, que los lleve a Ti y les hable de la Confesión y de la Eucaristía.
·        Platícale a Jesús sobre tu familia y tus amigos. Concreta cómo ayudarles y quererles mejor.
Propósito: Querer bien a los demás, hacer apostolado.

martes, 9 de abril de 2013

San Pedro Poveda


Si os he hablado de cosas terrenas y no creéis, ¿cómo ibais a creer si os hablara de cosas celestiales? (Jn 3, 12).
Jesús, hoy nos han contado una historia buenísima en el colegio. San Josemaría tenía un amigo, que era sacerdote, llamado Pedro Poveda. Eran muy amigos y antes de que estallara la guerra civil española, tanto don Pedro como San Josemaría había hablado sobre la posibilidad de que los podían matar en esa guerra. Acordaron los dos que si alguno moría, desde el cielo seguirían ayudando al que se quedara en la tierra. La cosa es que a don Pedro lo mataron, y San Josemaría estaba seguro que su amigo desde el cielo le seguiría ayudando.
·        Habla con Jesús sobre tus amigos. ¿Tienes una amistad así de fuerte como la de don Pedro y San Josemaría?
Pues nadie ha subido al Cielo, sino el que bajó del Cielo, el Hijo del Hombre (Jn 3, 13).
Pero la historia no acaba, Jesús. Dicen que cuando San Josemaría se enteró de que su amigo Pedro había sido asesinado, lloró durante un buen rato. Pero que después se encontraba sereno y contento porque estaba convencido que sigue queriéndonos desde el cielo. A mi Jesús, esta historia me hace pensar que te tengo que pedir que me ayudes a querer bien a la gente, querer de verdad a mi familia y a mis amigos. Que por cualquier cosita me peleo con ellos, o lo peor que hay días que no rezo por ellos.
·        Sigue hablando con Jesús sobre la forma de querer mejor a tus amigos.
Propósito: querer de verdad a los amigos.

lunes, 8 de abril de 2013

La Anunciación del Señor. Ave María, llena de Gracia


En aquel tiempo fue enviado el Ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón llamado José, de la casa de David, y el nombre de la Virgen era María. Y, habiendo entrado el Ángel donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo (Lc 1, 26-28).
Jesús, siempre me ha parecido de mala educación y de mal gusto, eso de curiosear en la vida de los demás, pero hoy… hago una excepción: ¿Cómo fue la Anunciación? ¿Qué dijo tu Madre? ¿Se puso colorada? Quiero saberlo todo. A veces, también les pregunto a mis papás cómo se conocieron, quién tomó la iniciativa… Entonces se miran con ojos de complicidad y se nota que les palpita el corazón. Yo entiendo que cada Avemaría, dice San Josemaría, cada saludo a la Virgen, es un nuevo latido de un corazón enamorado (Forja, n. 615).
·        Dile a la Virgen que la quieres mucho.
María contestó: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y la dejó el Ángel (Lc 1, 38).
¡La esclava del Señor! ¡La sierva de Dios! La criatura más excelsa, la más perfecta, la Santísima Virgen, hace del servicio el centro de su existencia. Esto no todo el mundo lo entiende. Hace falta tener mucha finura interior, mucha delicadeza y mucho amor: Sólo son capaces algunas almas privilegiadas. Y yo, ¿lo entiendo?
·        Pídele a María a que te ayude a decirle sí a todo aquello que te pida Dios.
Propósito: Como María, decirle sí a Dios.