miércoles, 22 de julio de 2015

Coeficiente intelectual requerido: 70

Se sentó a orillas del lago. Se reunió en torno a él mucha gen­te, tanta que subió a una barca y se sentó, mientras la gente se quedaba de pie a la orilla. (Mt 13, 1-2).
Mi mamá una vez estaba viendo un concierto de un cantante que es cieguito. El escenario estaba colocado a la orilla de un lago inmenso. Mientras la gente escuchaba al cantante, en unas pantallas se veían tomas de los alrededores. Jesús, hoy día todavía te sigues sentando a la orilla, cerca de donde yo estoy. Si te pongo atención, descubro que realmente es increíble estar contigo. Pensándolo bien, ponerse a hacer oración es casi como sentarse en la arena, a tus pies, y escucharte, sin apartar la mirada de tu rostro.
u No pierdas el hábito de sentarte a los pies de Jesús.
Y les habló de muchas cosas por medio de parábolas. Decía: “Salió el sembrador a sembrar… (Mt 13,3).
Y como nunca falta al que le cuesta un poco entender las cosas, les explicas las cosas con “palitos”. Aunque pensándolo bien, las historias gustan a todos. Basta ver las colas que hace la gente para ver las pelícu­las de superhéroes; y ahí se ve gente de todas las edades y coeficientes intelectuales. A lo mejor, Jesús, no me he dado cuenta que las parábo­las, o “palitos”, son también una escuela para ser más humilde.
u Deja de lado tu “coeficiente intelectual” e ilusiónate con las historias que cuenta Jesús.

Propósito: Darle una leidita a un trozo del evangelio cada día.