Yo les digo que aquí hay alguien más
importante que el templo (Mt 12,6).
Mi abuelita regresó de un tour por Europa. Le tomó foto a todo. Un
día que fui a visitarla, y me enseño las fotografías. Había imágenes del ala
del avión, de un perrito cursi que vio por la calle, comida, tiendas, y muchas
fotos de iglesias espectaculares que se ve hay por toda Europa. “Ahí sí dan ganas
de rezar”, le dije a mi abuelita. Ella resopló, y me dijo que aunque las
iglesias sean bellas, eso no es lo más importante. Nadie hubiera hecho
construcciones tan hermosas, si no hubieran tenido fe en la presencia de Jesús
en la Eucaristía.
u Cuando
entres a una iglesia, vete directo a saludar a Jesús en el Sagrario.
Si supieran lo que significa: quiero amor
y no sacrificios, no condenarían a los inocentes (Mt 12, 7).
Creo que entendí lo que decía mi abuelita. Las iglesias hermosas
que fotografió, eran como regalos para Jesús Sacramentado. Realmente no habían
sido hechas para ser fotografiadas, sino para que Jesús se pusiera contento
estando en un lugar tan bonito. Jesús, ¿te parece mi corazón un lugar bonito
para estar? Voy a procurar embellecerlo para ti con buenas obras y sacrificio
por los demás. Me van a tener envidia los arquitectos del renacimiento.
u Piensa
en qué vas a hacer para embellecer tu corazón.
Propósito: Decorar el interior de mi
corazón.