viernes, 26 de agosto de 2011

Las tareas del colegio

Las necias dijeron a las sensatas: «Dadnos un poco de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas» (Mt 25,8).

¡Ahora sí, verdad! Las necias, que seguramente antes se burlaron de las prudentes, ahora quieren ayuda. Imagino que las prudentes, con todo el dolor de su corazón se vieron en la necesidad de negarles la ayuda. A las necias les pasó lo del perro del hortelano, que ni comía ni dejaba comer. Jesús, cuántas veces por dejar las cosas a última hora, no logro terminar mis tareas y al final las termino copiando en clase. Ni pongo atención y encima, me arriesgo que me quiten mi cuaderno y el de mi amigo por andar copiando. Pero no me quedo aquí, Jesús, la cosa va a más. Si alguno no me quiere prestar su cuaderno, le chantajeo diciéndole que es un mal amigo y que ya va a ver cuando él esté en necesidad.

u Di no a la piratería de tareas.

Mientras iban a comprarlo llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras doncellas, diciendo: «Señor, señor, ábrenos». Pero él respondió: «Os lo aseguro: no os conozco» (Mt 25, 10-12).

No quiero quedarme afuera, Jesús. Te prometo que este fin de semana voy hacer todas mis tareas, y si puedo, hasta voy a adelantar. No me gustaría que por haragán luego no me reconozcas.

u Mejor acabar las tareas antes y luego jugar.

Propósito: sacar el tiempo de trabajo en tareas que me he propuesto