“Por tanto, cuando des limosna no lo vayas pregonando, como hacen los
hipócritas en las sinagogas y en las calles, con el fin de ser alabados por los
hombres. En verdad os digo que ya recibieron su recompensa” (Mt 6, 2).
Jesús, se nota que me conoces. Cuando hago algo me
gusta que me digan que salió bien. Es más, me encanta que me den las gracias y
hasta parezco pavo que va por ahí mostrando sus plumas para que los demás se
fijen en él. Pero lo que me interesa es quedar bien contigo. Que sepa
rectificar la intención, es decir hacer las cosas sólo para quedar bien
contigo.
► Piensa en qué situaciones te pones como el pavo.
“Tú, por el
contrario, cuando des limosna, que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu
derecha, para que tu limosna quede en oculto; de este modo, tu Padre, que ve en
lo oculto, te recompensará” (Mt 6, 3-4).
San Josemaría escribió en el nº 109 de “Camino”: Si no
eres hombre de oración, no creo en la rectitud de tus intenciones cuando dices
que trabajas por Cristo. Jesús, que aprenda a irte ofreciendo cada cosa que
hago como el estudio, los favores en mi casa, el prestar mis cosas, etc. Y que
mejor lugar para ofrecer lo que hago que el ofertorio de la Santa Misa, que te
ponga ahí mi día y las distintas actividades que realizo.
► San Josemaría escribió en el nº 109 de “Camino”: Si no
eres hombre de oración, no creo en la rectitud de tus intenciones cuando dices
que trabajas por Cristo. Jesús, que aprenda a irte ofreciendo cada cosa que
hago como el estudio, los favores en mi casa,
Propósito: dejar de ser pavo.