Se apareció Jesús a los Once y les dijo: Id al mundo
entero y proclamad el evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se
salvará (Mc 16,15).
Aquel montañero poeta, un día de Pascua, se conmovió
al ver despuntar, entre las rocas y la nieve el brote de una flor tierna y
elegante: como un estallido de vida, cientos de estallidos, decía. El
asombroso descubrimiento le acompañó hasta la cumbre mientras consideraba: El
Cristianismo es mucho más que un código de comportamientos éticos, que una
ideología o un mensaje filosófico. Para mí es como esa flor en la nieve: Cristo
que vive, hoy y siempre. Cristo continuamente resucitando en los corazones de
los hombres. Jesús, resquebraja el hielo que cubre mi vida, resucita en
mi corazón, dame el deseo de servirte (Julián Herranz, Los atajos del
silencio).
u Dile
a Jesús que te aplique maniobras de resucitación cardiaca contra el
egoísmo.
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas
partes (Mc 16,20).
Jesús, ayúdame a pregonar el Evangelio como hicieron
los Once y después San Marcos. Que Cristo viva, ¡resucite!, en el corazón de
tantos de mis amigos, de mi familia, de mis compañeros. Con tu Gracia y el
fuego de mi amor provocaré el deshielo. Será una nueva primavera del
Cristianismo. Que no sea carreta que jalan, que sea apóstol.
u Pide
a Jesús un Cambio Climático que deshiele los corazones de … (háblale de personas concretas)
Propósito: facilitar el cambio climático.