Le presentaron unos niños para que los tocase (Mc 10,13).
Aquel niño travieso ¡qué
bien conocía a su madre! Cada vez que cometía alguna fechoría, alguna
“barrabasada”, no esperaba a ser descubierto sino que, corriendo buscaba a su
mamá: —Mamá, mamá… Élla, asustada por los gritos, acudía con prisa: ¿Qué pasa
hijo mío? ¿Qué sucede? —Mama, bonita… Y la mamá lo entendía todo sin que le contara
que había hecho alguna travesura. Hoy es sábado, en el que los cristianos
veneramos a la Santísima Virgen ¿De qué lío me puede sacar la Virgen? Pídele
que te auxilie ¿No es acaso tu Madre?
u Habla con Santa María y dile algunas
cosas bonitas.
Os aseguro que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no
entrará en él. Y abrazándolos, los bendecía imponiendo las manos sobre ellos
(Mc 10,16).
Siempre lo es, pero hoy de
forma especial: ¡sábado y fiesta de la Virgen!, es la ocasión de hacernos niños
y rezar muchas veces el Acordaos, un “auténtico chantaje” a la Virgen: Acordaos,
¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los
que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido
desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre…” ¡Ahí
queda eso!
u Pide a la Virgen que auxilie también a
personas a las que quieres.
Propósito: Acordarme de
rezar Acordaos.