Proponía a los
invitados una parábola, al notar cómo iban eligiendo los primeros puestos,
diciéndoles: Cuando seas invitado por alguien a una boda, no te sientes en el
primer puesto (Lc 14, 7-8)
¡Qué
cosas tienen las mamás! Fíjate, la mía dice, que lo que más le gusta es la
fruta pasada, la rabadilla del pollo y la cabeza del pescado... Yo, que la
conozco desde mi más tierna infancia, empiezo a sospechar. Creo que la hace, no
por gusto, sino para que yo y mis hermanos comamos lo mejor. Iban eligiendo los
primeros puestos… y el mejor sitio en el carro, y el sillón más cómodo… ¡Qué
vergüenza!
Dile a Jesús que a la hora de elegir pensarás siempre en los
demás
El que se enaltece
será humillado, y el que se humilla será enaltecido (Lc 14, 11)
Jesús,
que lejos están de Ti los creídos, los engañados, los perdona-vidas, los
violentos, los dominantes, los… Jesús, que cerca están de Ti los sencillos, los
sinceros, los mansos, los humildes, los niños. Todavía me acuerdo de una vez
que iba en bici con todos los extras posibles: casco, anteojos, etc. En una
parada se acercó un niño pequeño con su bici con ruedas extras. Se me quedó
mirando y pregunto: −Oye, ¿tú eres de verdad? Me dio la risa pero pensé que en
el fondo tenía razón aquel niño, yo iba de creído. Jesús, que ya no vaya más de
creído por la vida.
Jesús, humildad es andar en Verdad. ¿Soy de verdad o
apariencia?
Propósito: no ser un
creído.