sábado, 2 de marzo de 2019

Jamás se ha oído decir...


Le presentaron unos niños para que los tocase (Mc 10,13).
Aquel niño travieso ¡qué bien conocía a su madre! Cada vez que co­metía alguna fechoría, alguna “barrabasada”, no esperaba a ser des­cubierto sino que, corriendo buscaba a su madre: Mamá, mamá… Ésta, asustada por los gritos, acudía presurosa: ¿Qué pasa hijo mío? ¿Qué sucede? Mamá, guapetona… Y la madre, de golpe, lo en­tendía todo. Hoy es sábado, en el que los cristianos veneramos a la Santísima Virgen ¿De qué lío me puede sacar la Virgen? Pídele que te auxilie. ¿No es acaso tu Madre?
Cuando esté en apuros y cuando no, acudiré a mi Madre del Cielo.
Os aseguro que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y abrazándolos, los bendecía impo­niendo las manos sobre ellos (Mc 10,16).
Siempre lo es, pero hoy de forma especial: ¡Sábado y fiesta de la Virgen!, es la ocasión de hacernos niños y rezar muchas veces el Acordaos, un “auténtico chantaje” a la Virgen: Acordaos, ¡oh piadosí­sima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acu­do, oh Madre…”
Pide a la Virgen que auxilie también a las personas a las que quieres.
Propósito: Acordarme de rezar el “Acordaos”.