Vinieron unos y le preguntaron a Jesús: Los discípulos de Juan y
los discípulos de los fariseos ayunan ¿Por qué los tuyos no? (Mc 2, 18).
Jesús, Tú le das al
ayuno su verdadero sentido. No me vaya a pasar como aquel fariseo que decía
orgulloso: “Ayuno dos veces por semana” (Lc 18, 12). Además hay también
un ayuno estético (para mantener la línea), ayuno político (huelga de hambre),
ayuno enfermizo (anorexia) o el ayuno por necesidad de los millones que pasan
hambre. ¿Qué sentido tiene el ayuno (también de chucherías, tv, internet,
música)?: me ayuda a tener dominio de mí y encontrarme contigo, Jesús. No
podemos olvidar que hay “demonios modernos” que no se vencen más que con
el ayuno y la oración.
Comprométete a ayunar:
peleas, haraganería, enojos…
¿Por qué no hemos podido expulsar ese demonio? Esta raza, les
dijo, no puede ser expulsada por ningún medio, sino por la oración (Lc 9, 29).
Contaba una madre el
afán de su hija pequeña para que viviera el ayuno. Al llegar a casa un
Miércoles de Ceniza le dijo: Mamá hoy en clase nos han explicado que los
mayores tienen que hacer ayuno, es decir, no comer. Mamá ¿tú haces ayuno
verdad? – Si claro, hija, sí. La niña se pasó toda la tarde persiguiendo a
su madre para asegurarse que no comía. Cuando llegó su padre a casa: – Papá
¿hoy has comido? – Pues claro, hija…
Ayuna por la cuenta que
te trae…
Propósito: Ayunar de facebook (p.ej.)