Cuando resuciten de
entre los muertos, ni los hombres tomarán mujer ni las mujeres marido (Mc 12,
25).
El Arcángel San Rafael
es un buen aliado para cuando haya que conseguir una novia. Él guió al joven
Tobías hacia un buen matrimonio. Buena falta me va a hacer su ayuda –dentro de diez
años– porque es una elección difícil, porque el matrimonio es “hasta que la
muerte los separe”. Y Jesús, a veces me entero de familias que tienen
problemas, ahora te pido por ellas. Pero en el cielo ya no hay matrimonio… así
que si Dios me tiene reservado para esta vida que le entregue el corazón
directamente también sé que hay un aliado, el Apóstol Juan, que siguió a Jesús
de esta manera.
·
San
Rafael: ¡ruega por mí! San Juan: ¡ruega por mí!
Sino que serán como
los ángeles en el cielo (Mc 12, 25).
Ángel de mi guarda:
¡me voy a parecer a ti! Aunque no dice que nos transformaremos en ángeles sino
que seremos “como” ángeles, pero sin dejar de ser hombres. Es más,
resucitaremos con nuestros cuerpos, que además, según dicen, habrán mejorado
mucho: ¡qué bueno que por fin me libraré de esos granos en la cara!, ¡cien
abdominales sin ir al gym!. Y claro, para eso tengo que respetar mi cuerpo y
tratarlo como Templo del Espíritu Santo.
·
Ser
como ángeles y muy humanos: siempre hijo de Dios.
Propósito: vivir
siempre en gracia para vivir luego en el cielo.