Vosotros sois la luz del
mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte (Mt 5, 14).
Jesús, ¿te imaginas
que el próximo premio Nobel de Medicina fuese un buen católico?, ¿te gustaría
que los que más conciertos de rock dan tuvieran matrimonios unidos, con muchos
hijos y que fueran a Misa todos juntos los domingos? Pues claro que sí, y a mí
también. Tengo que confesarte que me repugnan quienes llevan muchas estampitas
y se echan clases… Yo sé que para mostrar a mis amigos lo que es ser cristianos
no tengo que lincharlos con mi rosario, sino con mi amistad, darles ejemplo con
mi compañerismo, con mi estudio, metiendo muchos goles y sabiendo pasármela en
grande sin ofender a nadie.
·
Ver
con Jesús cuándo no soy luz de mi fe para los demás.
Alumbre así vuestra
luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a
vuestro Padre (Mt 5, 16).
La verdad, mi Señor,
es que cuando me dan un 99 o encesto un triple y oigo como alguien me dice
“¡muy buena!” me lo creo un poco… ¡Qué sería yo si Tú no me hubieras dado la
inteligencia y los músculos! Que no te quite tu gloria. Si no te hubiera
conocido, si no me hubieran enseñado a amarte lo mismo sería de la Mara 18… Que
haga como aquel torero que cuando le daban una ovación cerrada y le arrojaban
flores y lo vitoreaban rezaba por dentro: “son para Ti, son para tu gloria”.
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Da
gracias al Señor por los talentos que te ha dado y ve si puedes ponerlos de
mejor manera a su servicio.
Propósito: Destacar
para la gloria de Dios.