sábado, 4 de mayo de 2013

Flores de apostolado y de pureza


Si el mundo os odia, sabed que antes que a vosotros me ha odiado a mí. (…) Si me han perseguido a mí, también a voso­tros os perseguirán (Jn 15, 18.20).
Hoy es sábado, el día de la Virgen en el mes de la Virgen. Un día más mariano no se puede pedir. Madre mía, ¿estás contenta? En lo que queda del mes de Mayo, voy a esforzarme por darte un montón de flores, flores de oraciones, sacrificios, trabajo bien hecho y apostola­do. Por eso hoy, nada más levantarme, como todo los días, he rezado el Oh Señora mía (…) os ofrezco en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón. Hoy sí; hoy de verdad, te doy mi corazón. ¡Ay…! ¡Perdona…! Se me había olvidado. Tendrás que compartirlo con tu Hijo. También he rezado el Jesusito de mi vida (…) y te doy mi co­razón, tómalo, tuyo es y mío no. Bueno, entre los dos se lo reparten, aunque sea un poco pequeño, este corazón mío.
·        Pídela a la Virgen que te agrande el corazón.
Pero os harán todas estas cosas a causa de mi nombre (Jn 15, 21).
Madre mía, ¡que no puedo vivir sin corazón…! ¡Necesito urgentemen­te un trasplante! Hoy, que es sábado, te pido este regalo. Quiero un corazón misericordioso como el de tu Hijo, o si no, un corazón inma­culado como el tuyo. Te pido un corazón limpio y corazón que se preocupe de los demás.
·        Que lo que pides sea acompañado de obras: ¿qué apostolado voy hacer hoy?
Propósito: Flores de limpieza y de apostolado para la Virgen.