lunes, 25 de noviembre de 2013

Dale tú lo que le puedas dar

Alzando Jesús los ojos, vio unos ricos que echaban donativos en el cepillo del Templo; vio también una viuda pobre que echaba dos monedas pequeñas (Lc 21, 1-2).

Jesús, este pasaje ya había salido en este mes. Y me acuerdo de haber estado hablando contigo sobre la generosidad. El Papa Benedicto XVI quería que vivamos, conozcamos y comuniquemos la Fe a los demás. Esto lo sé porque me lo han repetido tantas veces hasta que me lo aprendí de memoria. Y a mí me hace falta la generosidad, Jesús, para vivir mis propósitos, leer al menos el Compendio y para hacer apostolado. ¡Auméntame la Fe!

·        Sigue por tu cuenta pidiéndole la Fe a Jesús para ser generoso.

Alzando Jesús los ojos (Lc 21, 1)

Aprender a ver con tus ojos, así se puede resumir el tener Fe. Jesús, a mi eso me cuesta mucho. A veces veo las cosas sólo desde mi punto de vista. Por eso, me dicen que soy un poco terco ya que no me doy cuenta de lo que los otros ven. Ahora bien, ver desde tu mirada y querer con tu Corazón eso si que me supera. ¡Auméntame la Fe! Como San Josemaría te digo: que yo vea con tus ojos Cristo mío, Jesús de mi alma.

·        Repite varias veces esa oración de San Josemaría diciéndola de verdad.


Propósito: compromiso.