Las muchedumbres le preguntaban: —Entonces, ¿qué debemos
hacer?” (Lc 3,10).
Jesús, y yo ¿qué debo hacer? Respuesta:
–La Novena de Navidad, “tontito”. –Pero eso... ¿qué es? –Pues muy sencillo,
nos quedan nueve días hasta Navidad. En este periodo vamos a acompañar a la
Virgen y a San José pidiendo posada camino de Belén. Antes San José, que era
carpintero, fabricó la cuna más bonita, con la mejor madera que tenía para el
niño Dios. La Virgen María, alternando con los trabajos de la casa, pasó mucho
tiempo tejiendo y bordando los pañales y vestidos. Poniendo siempre en todo lo
que hacía el inmenso cariño que tenía a su hijo. ¿Y yo? ¿Qué debo hacer? ¿Cómo
les daré Posada a Jesús, María y José en mi alma?
Dile
que no aguantas más las ganas por verle nacer (y comer tamales y quemar
“silbadores” aunque estén prohibidos)
Maestro, ¿qué debemos hacer? (…) Asimismo le preguntaban los
soldados: —Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?” (Lc 3,12-14).
Jesús, perdóname que soy un poco corto
de mente (y de cuerpo). Necesito que me lo expliquen todo, como cuando mi mamá
me da un encargo. Y yo, ¿qué debo hacer? Y me susurras: el mejor regalo de
Navidad será ayudar con más empeño en casa, que ahora hay más trabajo
preparándolo todo, y haciendo mucho apostolado.
Jesús
¿Y qué más puedo hacer…?
Propósito:
Hacerme la cama e invitar a la familia a rezar la Novena.