sábado, 25 de febrero de 2017

Jamás se ha oído decir…

Le presentaron unos niños para que los tocase (Mc 10,13).
Aquel niño travieso ¡qué bien conocía a su mamá! Cada vez que co­metía alguna fechoría, alguna “barrabasada”, no esperaba a ser descu­bierto sino que, corriendo buscaba a su madre: —Mamá, mamá… Ésta, asustada por los gritos, acudía presurosa: ¿Qué pasa hijo mío? ¿Qué sucede? —Mamá, bonita… Y la madre, de golpe, lo entendía todo. Hoy es sábado, en el que los cristianos veneramos a la Santísima Virgen ¿De qué lío me puede sacar la Virgen? Pídele que te auxilie. ¿No es acaso tu Madre?
Cuando esté en apuros y cuando no, acudiré a mi Madre del cielo.
Os aseguro que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y abrazándolos, los bendecía impo­niendo las manos sobre ellos (Mc 10,16).
Siempre lo es, pero hoy de forma especial: ¡Sábado y fiesta de la Virgen!, es la ocasión de hacernos niños y rezar muchas veces el Acordaos, un “auténtico chantaje” a la Virgen: Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acu­dido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido des­amparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre…” ¡Ahí queda eso!
Pide a la Virgen que auxilie también a personas a las que quieres.

Propósito: Acordarme de rezar el “Acordaos”.