¿Tú quién eres? (…)
Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy (Jn
8, 25-28).
Jesús, levantado, colgado, significa crucificado. Jesús, les estás
diciendo que sólo en y desde la Cruz pueden entender quién eres. Y es que no
se te puede separar de la Cruz. Preguntaron a un conocido pintor: —¿Mi cuadro
favorito? No tengo. A mí me gusta Velázquez (…). Cuando pienso en Velázquez,
nunca pienso en un cuadro, sino en una persona a la que quiero mucho. Recuerdo
un día que estaba mirando (su Cristo en la Cruz) y de repente sentí que ese
hombre me estaba viendo, me estaba escuchando… No está muerto, un muerto
flexiona las rodillas. Ese hombre está con la cabeza baja y sabe que estamos
aquí (...). Cuando una persona te gusta de un modo tan profundo y cuentas con
él para tantas cosas, y dialogas con él, es una referencia en tu vida.
¿Sabe
Jesús qué estás con Él?
El que me ha enviado
está conmigo; no me ha dejado solo porque yo hago siempre lo que le agrada (Jn
8, 29).
Y sigue diciendo el mismo pintor: El misterio de este Cristo, algo
tiene que ver con lo espiritual, con la profundidad y la bondad. En el cristianismo
se han hecho pocas imágenes como esta, tan liberadoras de toda violencia, de
toda amenaza al espectador. Pero tampoco te mueve a sentir pena por el
personaje. Realmente desvela lo espiritual con una profundidad como muy pocas
veces se ha hecho. Es un Cristo limpio de sangre….
Cristo
en la Cruz lo atrae todo hacia sí: miradas, sueños, vidas.
Buscar una imagen del Cristo de Velázquez y mirarla.