miércoles, 11 de marzo de 2020

Sentarme cerca de Jesús


Entonces se acercó a él la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró para hacerle una petición. Él le preguntó: ¿Qué quieres? (Mt 20, 20-21).
Jesús, ¡qué mujer! ¡Qué poderío!, como me recuerda a mi mamá. Si a los hijos de Zebedeo se les llama también hijos de trueno está claro que el trueno es su madre. Y si les preguntas a mi padres —¿Qué que­réis?, como son padres cristianos, seguro que te dirán: —Que cada uno de mis hijos estén muy cerca de Ti. Por eso desde pequeñito me han enseñado a rezar, y me llevan a visitarte, y a confesarme. Jesús, ahora quiero darte gracias por unos papás tan buenos, aunque a veces mi mamá sea un poco “trueno”.
Habla ahora tú un rato y agradece a Jesús una familia tan estupenda.
Ella le dijo: Di que estos dos hijos míos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda (Mt 20, 21-22).
Jesús ¿Que qué quiero? Pues muy sencillo, como la madre de los hijos de Zebedeo: que las personas a las que amo estén muy cerca de Ti. Por eso, me he propuesto rezar cada día por los de mi familia; y cuan­do alguno tiene exámenes o está con fiebre le encomiendo más. Me he dado cuenta que para que estén muy cerca de Ti, tengo que comenzar por mí: si yo soy buen hijo tuyo entonces Tú adoptas a toda mi familia. Qué bueno eres Jesús.
¿Cómo se llama el padre de los hijos de Zebedeo? (Trueno es la madre, Salomé para las amigas).
Propósito: sentarme cerquita de Jesús.