domingo, 15 de marzo de 2020

Jesús, Si yo supiera


Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber». (Jn 4, 6-7).
Jesús, tú eres perfecto hombre, y estabas cansado de andar toda la mañana y claro te sientas pues era la hora de comer. Yo a veces soy un perfecto niño chico y me echo sobre la cama a toda hora, adoro la cama. Además tienes sed, es lógico. ¿Pero porque no tienes cantimplora o una botella? En mi Cole, no eres nadie si no tienes la tuya, y hay que estar chupando sin parar, como un bebito son biberon o su chupe: ¡es la moda! ¿Sabes una cosa? Durante la Cuaresma voy ayuanar de capri­chos: ¿tener una cantimplora y beber en todo momento es un capricho?
Pide su opinión a Jesús sobre todo lo que tu abuela califica de “caprichos de niño chico”
Jesús, fatigado del camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber». (Jn 4, 10).
En la Cruz dijiste « tengo sed » (Jn 19, 28), tenías sed física … y espiritual, sed de almas que te amen, de almas que quieran dejarse salvar por Ti, llenarse de « agua viva », el agua que salió de tu costado abierto. Sta. Teresa de Calcuta colocaba siempre, en la capilla de sus casas, un Crucifijo con la leyenda « tengo sed » para recordar a las monjas que Jesús ansía nuestro amor. Con nuestro amor podemos dar de be­ber a Jesús, y, a cambio, Él nos abrirá su corazón para darnos el agua viva que “brota hasta la vida eterna” (Jn 4, 14). Jesús, Tú me dices: “si conocieras el don de Dios” (Jn 4, 10) Puedo ser más generoso en mis sacrificios de Cuaresma para quitar la sed a Jesús?
Puedo ser más generoso en mis sacrificios de Cuaresma
Ayunar de CANTIMPLORA y llenarme de agua viva.