Jesús, fatigado del
camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de
Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber». (Jn 4, 6-7).
Jesús, tú eres perfecto hombre, y estabas cansado de andar toda la
mañana y claro te sientas pues era la hora de comer. Yo a veces soy un perfecto
niño chico y me echo sobre la cama a toda hora, adoro la cama. Además tienes
sed, es lógico. ¿Pero porque no tienes cantimplora o una botella? En mi Cole,
no eres nadie si no tienes la tuya, y hay que estar chupando sin parar, como un
bebito son biberon o su chupe: ¡es la moda! ¿Sabes una cosa? Durante la
Cuaresma voy ayuanar de caprichos: ¿tener una cantimplora y beber en todo
momento es un capricho?
Pide
su opinión a Jesús sobre todo lo que tu abuela califica de “caprichos de niño
chico”
Jesús, fatigado del
camino, se había sentado junto al pozo. Era la hora del mediodía. Una mujer de
Samaría fue a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber». (Jn 4, 10).
En la Cruz dijiste « tengo sed » (Jn 19, 28), tenías sed física …
y espiritual, sed de almas que te amen, de almas que quieran dejarse salvar por
Ti, llenarse de « agua viva », el agua que salió de tu costado abierto. Sta.
Teresa de Calcuta colocaba siempre, en la capilla de sus casas, un Crucifijo
con la leyenda « tengo sed » para recordar a las monjas que Jesús ansía nuestro
amor. Con nuestro amor podemos dar de beber a Jesús, y, a cambio, Él nos
abrirá su corazón para darnos el agua viva que “brota hasta la vida eterna” (Jn
4, 14). Jesús, Tú me dices: “si conocieras el don de Dios” (Jn 4, 10) Puedo ser
más generoso en mis sacrificios de Cuaresma para quitar la sed a Jesús?
Puedo
ser más generoso en mis sacrificios de Cuaresma
Ayunar de CANTIMPLORA y llenarme de agua viva.