lunes, 30 de marzo de 2020

Vosotros sois la luz del mundo


“Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinie­blas, sino que tendrá la luz de la vida”. (Jn 8, 12)
Jesús, en clase me han explicado una enfermedad llamada “foto-fo­bia”. por la que personas no pueden exponerse a la luz del sol. Tienen que ir siempre con lentes oscuras y salen de casa sólo de noche. Jesús creo que algo parecido les pasa en el alma a algunos de mis amigos: tienen “fotofobia de Dios”, pobrecitos. Quieren vivir a oscuras, alejados de Dios, con las cortinas del alma siempre cerradas. Se ríen de Dios, presumen de sus pecados –y a veces hasta se los inventan–: y se hace amigos del “Príncipe de las Tinieblas” ¡Qué mal gusto
¿Alguna vez me cansan las cosas de Dios? ¿Lo defiendo?
“Vosotros sois la luz del mundo (…) No se enciende una luz para ponerla debajo de una vasija, sino sobre un candelero (…) Alumbre así vuestra luz ante los hombres”. (cfr Mt 5, 14-16)
¿Y cómo enciendo esa luz? Mi linterna está siempre enchufada, cuan­do la necesito la desenchufo y entonces hay calidad de luz. Había un abuelito al que el Santo Cura de Ars veía muchas veces rezando ante Jesús Sacramentado, y le preguntó que le decía: —¿Decir? Yo lo miro y el me mira. Y todo el mundo decía que era el abuelito más buena onda del pueblo, pero a la vez ayudando a todos a hacer el bien y que llevaba a muchos a confesar con el Santo Cura. Jesús, yo quiero recargar mis baterías siempre contigo, para dar luz a los demás.
Jesús, quiero iluminar el mundo entero con tu luz.
Propósito: recargar mis baterías en el Sagrario e iluminar a la gente.