Cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron
asombrados de su doctrina (Mc 1, 21-22).
Jesús, quiero preguntarte: ¿Quién te
enseñó a caminar? ¿Y a comer? —La Virgen María. ¿Quién
te enseñó a nadar? ¿Quién te enseñó a montar en burro? —San José. Jesús,
me han contado que este año 2015 quiere el Prelado del Opus Dei que sea un año
en que recemos mucho por la familia. Una buena forma de rezar, nos han dicho,
es repetir una jaculatoria que decía San Josemaría: Jesús, María y
José, que esté siempre con los Tres.
Concreta cuándo y cuántas veces dirás
esta jaculatoria.
Viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin
letras ni instrucción, se sorprendieron y descubrieron que habían sido
compañeros de Jesús (Act 4, 13-14)
La ignorancia de tus apóstoles, —todo
el mundo se daba cuenta— se vio compensada con haberte tratado. Porque habían
sido compañeros de Jesús. Jesús, y yo, ¿tendré remedio? Seguro que sí,
si te trato a diario en la oración. Algo se me pegará, supongo.
¿En qué cosas tengo que esforzarme por
parecerme más a Jesús?
Propósito: rezar la jaculatoria de San Josemaría