domingo, 5 de junio de 2011

Domingo 5. Ascensión del Señor: Sin dudas

Los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y, al verlo, le adoraron; pero otros dudaron. (Mt 28, 16-17).

Me imagino la escena: los apóstoles están contentos de verte y un poco tristes. Están emocionados y se han puesto de rodillas al verte. Otros que han acompañado a los apóstoles hasta ese monte empiezan a dudar. Pensarían y se preguntarían si el verte no era una ilusión o un espejismo. Jesús yo no quiero dudar. Auméntame la Fe. A mi me pasa que las dudas que me entran no son de tipo teológico (¿será cierto que el fin del mundo es el 2012 y Nostradamus tiene razón?). No, las dudas que me entran es si vale la pena esforzarme por ser coherente en mi comportamiento. Jesús que no dude.

Sigue hablando con Jesús de tus dudas.

Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (Mt 28, 19).

Sabes Jesús, hace unos años fui a una academia de fútbol y el entrenador me decía que tenía que patear la pelota sin dudar, que tenía que ir a la marca sin dudar, que cabeceara sin dudar. Ayúdame a lanzarme al apostolado sin dudar. Que le entre a la gente con barrida al tobillo y pierna en alto.

Prepara una lista con los nombres de aquellos con los que vas a hacer apostolado. Y háblale a Jesús de esos amigos.

Propósito: Fuera dudas.

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