(…) pero vuestra tristeza se convertirá en gozo. (Jn 16,20).
Jesús, hoy nos han contado en el colegio que en este día se recuerda a los mártires de Lyon. Además de que tenían unos nombres bastantes raros: Potino, Vetio, Epagato, Blandina…, lo que más me impresionó de la historia es que eran bien valientes. Alguno decía “soy cristiano” y zas lo mandaban a las fieras o lo decapitaban. Sufrieron mucho pero ahora están en el Cielo. Y yo Jesús que soy una gelatina, un miedoso para muchas cosas. Me da miedo callar a los compañeros cuando hablan burradas, me da vergüenza el ir a confesarme, me da pena si alguien me encuentra rezando el 3+2 (por eso me escondo) y ni te cuento lo miedoso que soy para hacer apostolado. Jesús que sea valiente. Dame fortaleza para dar la cara por Ti.
►Hay que hacer horas extras, me dices: por los que no rezan, por los que no creen, por los que no te conocen.
En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis (Jn 16, 20).
Pues yo, Jesús, no quiero volver a lamentar el que no haya sido valiente y dar la cara por Ti. Quiero pedirle al Espíritu Santo que me encienda y me haga valiente para hablarle a muchos sobre Dios. Hoy te digo Jesús que se acabó el ser un miedoso, un gelatina.
►No te quedes sólo en deseos. Concreta con quién vas hacer apostolado. Háblale a Jesús de tus amigos.
Propósito: Comer gelatina para recordarme de ser valiente.
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