Entonces se le acercaron los
discípulos de Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos con
frecuencia, y en cambio tus discípulos no ayunan? (Mt 9, 14).
Como los apóstoles
están junto a Ti, Jesús, vivían con una gran alegría. Y la alegría se les
notaba en la sonrisa, en la amabilidad, en el gozo de saber que estaban junto a
Ti. Y esto lo entiendo bien, cuando estoy en gracia estoy contento. Cuando me
hago el loco contigo o hago algo que sé que no te gusta me entra la tristeza y
el andar de malas. Entonces ando peleando, buscando pleito, o molestando a los
demás.
· Sigue hablándole sobre
los momentos en que estás de mal humor.
Jesús les respondió:
¿Acaso pueden estar de duelo los amigos del esposo mientras el esposo está con
ellos? (Mt 9, 15).
Si estoy contigo,
Jesús, estoy contento. Quiero darte muchos frutos de santidad y apostolado. Eso
me recuerda que tengo que luchar por estar siempre alegre por aquello que
escribió San Josemaría: Caras largas..., modales bruscos..., facha
ridícula..., aire antipático: ¿Así esperas animar a los demás a seguir a
Cristo? (Camino n. 661). Ayúdame Jesús a concretar mi lucha.
· ¿A qué hora del día
estás de mal humor? ¿Al hacer apostolado se me nota la alegría?
Propósito: estar
alegre.