Bienaventurados, en
cambio, vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen (Mt 13, 16).
Hoy, Jesús, se celebra
a San Joaquín y Santa Ana, los papás de la Virgen, es decir de tus abuelitos.
¡Qué buenos serían! Me imagino que cuando estabas con ellos te trataban muy
bien. Hoy, Jesús, te pido por mis abuelos para que los hagas santos y les des
mucha paciencia. Esto último te lo digo porque me he fijado que cuando los
nietos vamos a la casa de los abuelos, a veces molestamos y hacemos mucho
ruido. Una vez mi abuela me dijo que daba gracias a Dios cuando veía que los
nietos llegábamos a su casa, pero que daba aún más gracias a Dios cuando nos
íbamos.
· Habla con San Joaquín
y Santa Ana sobre tus abuelitos.
Pues en verdad os digo
que muchos profetas y justos ansiaron ver lo que vosotros estáis viendo y no lo
vieron, y oír lo que vosotros estáis oyendo y no lo oyeron (Mt 13, 17).
Jesús, yo he aprendido
muchas cosas de mis abuelos como el trabajar duro, también he aprendido a
tratarte: me enseñaron a rezar el Rosario, a bendecir la comida, etc. Mis
abuelitos van a Misa a diario en la mañanita y luego en la tarde van a hacer la
Visita al Santísimo. Muchas veces se les escapa la frase “que bueno es Dios”.
Te pido Jesús que mis
abuelos vivan muchos años.
· Sigue pidiendo por tus
abuelitos.
Propósito: Felicitar a
mis abuelitos.